viernes, 1 de julio de 2011

Urbanización de El Bajío, bomba de tiempo ecológica



Ubicación del terreno no permite circular al aire, lo que favorece inversiones térmicas. De concretarse las densidades previstas para la Villa Panamericana, que llevarían al lugar a más de 300 mil habitantes, la zona colapsará ambientalmente, estiman urbanistas y ONG. En la foto, El Bajío, hace unos años

Guadalajara. Agustín del Castillo. MILENIO-JALISCO, edición 13 de junio 2011
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En El Bajío del Arenal, enclavado entre la zona metropolitana de Guadalajara y el bosque La Primavera, se gesta actualmente una nueva ciudad, por parte de los intereses inmobiliarios que poco a poco terminan de adquirir sus 1,316 hectáreas.

Pero lo que ya existe o se construye en el marco de la justa panamericana de este año no ofrece un futuro alentador: si la densidad de la Villa Panamericana —aun la que quedó después de negociar con Zapopan una ampliación del predio— se aplica a todo el territorio, albergará de 300 mil a 400 mil moradores que colapsarán sus servicios ambientales, sobre todo en el caso del agua, y vivirán entre contaminación ante las dificultades de saneamiento que ofrece un valle cerrado, donde el agua no tiene salida y el aire circula poco, sobre todo en las primeras horas del día: se presentan 200 inversiones térmicas por año en la región (los principales condicionamientos ambientales de la zona se pueden revisar en el gráfico del lado).

Por si fuera poco, la salida ofrecida por el Ayuntamiento de Zapopan para que se termine de edificar el complejo panamericano, que después será una zona de departamentos, no es satisfactoria y ofrece soluciones al margen de la ley que serán objeto de impugnación en los diversos juicios que se llevan para defender la integridad del área, advierte el presidente del Parlamento de Colonias, Alejandro Cárdenas Ochoa.

Diversas organizaciones no gubernamentales y especialistas destacan el papel ambiental de El Bajío y lo mucho que se pierde si se permite urbanizarlo de forma amplia, como apuntan las tendencias actuales. Ya están transformadas poco más de 100 hectáreas de la zona; Cárdenas Ochoa juzga que hay tiempo para detener el deterioro irremediable.

Negocios, influencias, simulación
El despacho Peraza Alberti Arquitectos, de esta ciudad, elaboró un documento con detalles de escenarios para todo el valle en caso de que se desarrolle con densidades GH (granjas y huertos), H1H (habitacional densidad mínima) o H4U (habitacional unifamiliar alta densidad), cruzándolo con variables de uso de agua y cantidad de vehículos (ver el recuadro contiguo). Los resultados ilustran por qué no se debe dar la urbanización intensiva en el área. La densidad de la licencia de 2009 otorgada a la Villa Panamericana por la Administración de Juan Sánchez Aldana es H1-V, pero aún así, es violada con 269 por ciento más habitantes de lo que establece esa norma, añade.

Dicho análisis revela también el alto margen de ganancias “con tráfico de influencias” y refiere a ese “modelo de negocios hecho en Jalisco” que permite utilidades de 188 por ciento con un precio de metro cuadrado de 4,544 pesos, mientras que el promedio nacional ronda 30 por ciento de ganancia.

Así, señala el documento, el negocio de la Villa Panamericana, que pretendería ser llevado a todos los confines de El Bajío del Arenal, significa “violación a los reglamentos, tierra faltante para cumplir densidades, impacto al tránsito —que paralizará la zona—, la contaminación a los mantos freáticos y sustentabilidad violada desde el origen”.

Por su parte, el experto hidráulico José Arturo Gleason Espíndola dice que al urbanizarse las zonas de recarga “se producen inundaciones, se contamina el agua y disminuye el ingreso de agua al acuífero, provocando de esta manera el descenso del nivel freático”, lo que está ocurriendo en El Bajío del Arenal. “No se está protegiendo al acuífero, con la construcción de la urbanización se afectará la calidad del agua subterránea. Es lamentable que por un lado, la autoridad se alarme sobre la evidente disminución de la calidad y cantidad de agua subterránea, cuando por otro lado, intencionalmente se están dañando los acuíferos permitiendo urbanizaciones y dejando de lado las disposiciones de protección y conservación de los acuíferos”.

De esta manera, “es injusto estar defendiendo la presa El Zapotillo [con el argumento de que es necesaria para abastecer a Guadalajara] y no defender con la misma fiereza a una de las zonas de recarga más importantes de la ciudad, que al ser afectada, compromete la disponibilidad de agua para las futuras generaciones”.

El propio Cárdenas Ochoa observa: “Con la ilegal autorización de las densidades de 426 habitantes y 106 viviendas por hectárea del proyecto privado Villa Panamericana y el derecho de igualdad que asiste a los propietarios de predios colindantes, se impactará la superficie de El Bajío, fomentando los cambios de uso de suelo y el asentamiento de más de 300 mil habitantes, con lo que se perderán las áreas de transición entre el área natural protegida del bosque La Primavera y la zona metropolitana, se impactarán los cauces y el acuífero de Atemajac, la estructura del subsuelo, el propio bosque, el ambiente y las vialidades”.

La historia urbana del último medio siglo en Guadalajara, con los modelos de máxima ganancia a menor costo y de introducción de servicios y “remediaciones” ambientales por medio del dinero público, demuestra a los defensores de El Bajío que hay razones para preocuparse de que esa frágil zona sea finalmente sacrificada.

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En perspectiva

Tres posibilidades

Tres escenarios posibles a futuro para el valle de El Bajío del Arenal, que tiene poco más de 1,300 hectáreas y comienza a ser modificado en poco más de 100 hectáreas.

Densidad Granjas y Huertos (GH)

23 mil habitantes; 7,328 viviendas y 16,126 vehículos; consumo de 668,680 metros cúbicos de agua al año, 21.2 litros por segundo.

Densidad Habitacional mínima vivienda horizontal (H1H)

99 mil habitantes, 19,140 viviendas, 43,428 vehículos; consumo de diez millones 128 mil metros cúbicos de agua al año, 321 litros por segundo.

Densidad Habitacional unifamiliar alta H4U

400 mil habitantes, 97,400 viviendas y 214,280 vehículos; consumo de 31 millones 25 mil metros cúbicos de agua año, 983 litros por segundo.

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