martes, 24 de septiembre de 2019

El Bajío, de ejido a negocio redondo

Jorge Vergara Madrigal contemplaba construir el proyecto JVC en El Bajío, pero al final sólo se edificó el Estadio Akron. (Foto: Grisel Pajarito) 


Agustín del Castillo ,24 de Septiembre de 2019, Diario NTR Guadalajara

En El Bajío del Arenal, antigua zona agrícola y de agostaderos con alta recarga de agua que marcaba el lindero poniente de la ciudad, la historia cambió con el siglo: llegaron grandes empresarios a hacerse de tierra barata para negocios inmobiliarios en un proceso de acaparamiento totalmente legal y, en el cual, los ejidos afectados no han hecho hasta ahora alguna reclamación. 

Tres comunidades agrarias: Jocotán, San Juan de Ocotán y Lázaro Cárdenas (antes comunidad indígena de San Juan de Ocotán) enajenaron sus tierras en procesos validados por sus asambleas, los órganos agrarios y los notarios públicos, con base en la reforma constitucional al artículo 27, de 1992, y sus leyes reglamentarias. Una de las principales ganadoras del proceso en la codiciada área es la mancuerna de los empresarios Héctor Francisco Cornejo Reynoso, Alfonso María Barragán Maldonado y sus familiares cercanos, quienes no sólo han aportado la tierra de la Villa Panamericana con valores que podrían alcanzar de 5 a 9 pesos por cada peso invertido originalmente en la adquisición, sino que han hecho su agosto al revender otros espacios para negocios privados ajenos, caso particularmente importante el proyecto JVC del dueño de las Chivas, Jorge Vergara Madrigal, presentado a principios de la década pasada y el cual consistía en la edificación de un centro cultural y de negocios para la zona, pero que terminó reduciéndose sólo al Estadio Akron. 

El también dueño de Omnilife es el principal propietario en toda la planicie baja ubicada entre el Anillo Periférico, la carretera a Chapala, el bosque La Primavera y el volcán extinto de El Colli. Adquirió al menos 47 parcelas directamente del ejido Jocotán y le compró a la dupla Cornejo-Barragán 10 unidades parcelarias más, del mismo núcleo agrario, para establecer el ambicioso proyecto JVC en un solo paño de terreno. Extraoficialmente se menciona que su propiedad completa es de casi 240 hectáreas (ha), de las cuales 47 ha se las adquirió a los empresarios de la Villa y sus socios el 29 de junio de 2007. 

 ¿Cuántas ganancias deja comprar tierra ejidal? Va un ejemplo: la parcela 419 del ejido San Juan de Ocotán, de 36 mil 727 metros cuadrados, propiedad del campesino Antonio Santos Olivares, fue adquirida por la inmobiliaria Cornejo Barragán, SA de CV, en poco más de 6.6 millones de pesos, esto es, a 180 pesos por metro cuadrado, unos 9 dólares al tipo de cambio actual, en noviembre de 2001. Años después, en el contrato fechado el 27 de junio de 2007, copia en poder de NTR, los Cornejo-Barragán negociaron con el dueño de Omnilife y de Chivas la venta de 471 mil 88 metros cuadrados (m²) de otras parcelas que adquirieron de Jocotán. Para ese entonces, el precio estipulado de la operación ya fue de 101.4 dólares, esto es, más de 2 mil pesos por m². 

Lo interesante es que la venta que hacen Cornejo-Barragán a Vergara Madrigal es de tierra en breña, sin urbanización, es decir, todo el mérito de los primeros compradores de tierra ejidal fue adquirir parcelas contiguas para hacer un solo “paño” de terrenos. Ya tenían noticia de la intención del dueño de Omnilife de desarrollar su centro cultural, deportivo y de negocios, y lograron arrebatar esas 10 parcelas al proceso de compra masiva de derechos parcelarios que Vergara realizaba en Jocotán en los mismos años. Fue una oportunidad de negocios única, pues lo hicieron pagar la tierra de 10 a 20 tantos más cara del precio en que la adquirieron. 

Lo mismo hicieron los Barragán-Cornejo al aportar los terrenos de la Villa. Crecieron el valor de los predios de un aproximado de 40 a 70 millones de pesos invertidos (por 20 ha) a 355.2 millones de pesos, nueve tantos según el valor de 2001, cinco según el valor de 2005 (ver El Diario NTR Guadalajara, 20 de septiembre de 2019). Hasta ahora sólo se entregaron alrededor de 16 ha.


EVASIÓN… LEGAL 

La forma en que tanto Vergara como Cornejo-Barragán adquirieron tierras ejidales les permitió evitar el pago de impuesto sobre la renta (ISR), pues se hicieron posesionarios o ejidatarios con el aval de las asambleas campesinas y se ampararon en el artículo 93 de la ley del ISR, fracción 28, que establece que la primera enajenación no paga para beneficiar a los campesinos vendedores… en este caso, empresarios que son “agricultores”. De este modo se fueron acumulando parcelas. Jorge Vergara ostentaba 47 unidades de dotación del ejido Jocotán y le compró otras 10 a Cornejo-Barragán, en parte en efectivo y otra en especie, pues les regresó alrededor de 98 mil m² de terreno urbanizado. Los certificados parcelarios a favor de Cornejo Reynoso y de Barragán Maldonado establecen expresamente que son “agricultores”. 

Las compras más baratas se pudieron lograr entre 2000 y 2003, pero con los cambios en las densidades del suelo autorizadas durante el último año en Zapopan, el valor creció: por ejemplo, una compra del 23 de noviembre de 2004 a la ejidataria Isabel Vidal Ramos ya tasó el m² a 496 pesos, es decir, casi 25 dólares. De esos montos, 10 por ciento era entregado a la asamblea de los ejidos, que se hicieron de capitales importantes, pero nunca semejantes al que da el negocio inmobiliario. “Yo sé de casos en que llegaron con nuestros clientes a ofrecer una asociación, pero a los ejidatarios les da temor meterse en procesos que no conocen. ‘A mí denme mi dinero, yo no le entro’, les dicen (a los empresarios) y venden la tierra por un muy buen dinero, pero que no se compara con lo obtenido por los inmobiliarios”, señala el representante legal de un ejido involucrado que prefiere la omisión de su nombre. 

Confirma que el proceso fue totalmente legalizado por las asambleas. Estas tres comunidades agrarias tienen una historia distinta al resto de las que rodean a Guadalajara. Durante los años de los asentamientos irregulares, a principios de 1960 y hasta 1990, los supieron impedir con gran éxito, pero cuando se reformó la ley agraria –en 1992, durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari– lograron vender y mantener en parte su estilo de vida a diferencia de otros ejidos literalmente tragados por la ciudad en un proceso ilegal. “Pero ellos son campesinos, saben sembrar la tierra y no hacer negocios con bancos y empresas. Muchos cobraron y luego compraron tierras hacia Tala y Ameca para seguir haciendo lo mismo, no tienen una mentalidad empresarial”, agrega. 


QUERÍAN UN PARQUE, PERO NO SE HIZO 

La dinámica de negocios inmobiliarios trastocó un valle que apenas unos pocos años atrás había sido visualizado para un parque público y una urbanización de bajo nivel, dada su calidad de zona de recarga de agua y sus dificultades ambientales como cuenca hidrológica cerrada y una atmósfera estacionaria. En 1999, el entonces director general de Planeación de la Secretaría de Desarrollo Urbano (Sedeur), Francisco Pérez Arellano, aseguraba que había las condiciones para un parque de al menos 200 hectáreas, un proceso gradual, pero sólido. 

“Es una muy buena oportunidad que se ha llevado a efecto lentamente (...) tiene la ventaja de que no se han dado allí las formas tradicionales de construcción de otros puntos de la ciudad y es posible hacer una correcta vinculación de la zona con la metrópoli”, explicaba al diario Público (edición del 20 de abril de 2000). La idea era dejar el parque como franja colindante con el bosque La Primavera, “de manera que funcione como amortiguamiento de los efectos de la ciudad (…) El terreno se dotaría de instalaciones públicas, de origen estatal o municipal, con la idea de que se abra al disfrute de toda la población. Pérez Arellano advertía que los estudios y el manejo propuestos en el plan parcial de 2000 “nos aseguran que estaremos ante uno de los muy raros casos en que un área importante se manejará de manera adecuada”. Pero la especulación inmobiliaria llegó pronto. 

Ya en 2003, el gobierno zapopano de Macedonio Tamez Guajardo sorprendía con Planes Parciales que intensificaban la densidad en toda la periferia de La Primavera, lo que iba de la mano del lobby de Jorge Vergara y de los otros empresarios. El Bajío del Arenal se urbanizaría aunque se opusiera la opinión pública. Y así pasó. 

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Urbanización al alza 

La parte baja de la cuenca cerrada de los arroyos Arena Chica y Boca de Arena se extiende sobre aproximadamente mil 290 hectáreas. Es el llamado El Bajío del Arenal 

En 1993, el proceso de urbanización en El Bajío aún era menor con un total de 21 hectáreas que corresponden principalmente a los fraccionamientos Rancho Contento y El Bajío 

En los siguientes años aumentó la urbanización hasta que en 2011 la superficie total urbanizada era de 58 hectáreas, periodo en el que se establecieron edificaciones en la colindancia con el Periférico y la ladera norte y noroeste del cerro El Colli”. 

Para entonces ya estaban construidos los dos grandes proyectos locales. El complejo Chivas y la Villa Panamericana 

Luego vino la expansión, ya que en dos años aumentó 308 por ciento el crecimiento urbano, pasando la superficie urbanizada a un total de 237 hectáreas en 2013. 

Desde entonces “el crecimiento ha sido más moderado y en los últimos seis años la superficie cuyo uso de suelo cambió se incrementó en un promedio anual de 13 hectáreas por año, sumando un total de 315.81 hectáreas en 2019” 

Fuente: Decreto de zona de recuperación ambiental El Bajío, publicado el 3 de septiembre de 2019 en el periódico oficial El Estado de Jalisco

sábado, 21 de septiembre de 2019

Chamela, el pueblo sobre un arroyo que se inundó



Estragos produce Lorena a su paso por la costa de Jalisco; se reportan hasta 5 mil ha de cultivos, dañadas

Agustín del Castillo / Guadalajara. El Diario NTR Guadalajara

“No quedó un solo mueble, una sola cama, nada para comer”, señaló el delegado municipal de Chamela, municipio de La Huerta, Eloy Cárdenas, tras el regreso de los moradores de las 58 casas apenas entregadas en 2016, y que reprobaron la primera prueba de un evento meteorológico extremo.

Lorena no se alineó a la “buena voluntad” con que los gobiernos reconstruyeron el pequeño poblado en el lecho del arroyo del mismo nombre, una de las salidas naturales del agua hacia la bahía más grande de la Costa Sur de Jalisco. Tampoco acreditó la conciliación de los empresarios inmobiliarios que permitieron permanecer a los pobladores de la aldea aunque reclamaban la propiedad de las tierras. La naturaleza fue justiciera, a su modo: nadie que habite en el lecho de un arroyo puede pasarla sin mojarse.

Y de qué modo. Las investigadoras de la estación de biología de Chamela, de la UNAM, Esther Aguilar, Frida Güiza y Alicia Castillo, quienes han trabajado el tema del riesgo con la comunidad, apuntaron en un resumen de la situación enviado a El Diario NTR:

“Es importante mencionar que la comunidad de Chamela ha enfrentado en la última década dos huracanes, Jova en 2011 y Patricia en 2015; en este último evento, la comunidad fue gravemente afectada, la mayoría de las casas quedaron completamente destruidas. Unos meses después el gobierno federal y estatal se comprometieron a reconstruir la comunidad por completo. En febrero de 2017 se entregaron oficialmente alrededor de 45 casas con una superficie de 50 metros cuadrados. Las casas fueron reconstruidas en terrenos inundables, como medida de mitigación se rellenó la superficie y se construyó un muro para evitar futuras inundaciones. Los materiales con los que se construyeron las casas son de muy baja calidad y los propios pobladores reconocen que seguían existiendo riesgos con éstas, principalmente cuando suceden eventos como los ocurridos en estos días”.

Eloy lo confirma, en entrevista telefónica. Ante el arribo de Lorena al litoral de Jalisco, el pasado jueves 19 de septiembre, los moradores debieron abandonar el caserío. Unos se fueron con parientes a las partes altas de la misma zona, y otros más debieron ser movilizados a los albergues. La mañana de ayer llegó la tregua. Incluso el sol salió. Pero el espectáculo de daños era completo. No había un solo electrodoméstico, un solo mueble que fuera utilizable. Pero más preocupación genera si la cimentación y la calidad precaria de los materiales con que fue edificada la moderna aldea, servirán para algo. La incertidumbre es completa.

Alicia Castillo apunta: “el huracán Patricia les afectó de manera terrible, se perdieron 95 por ciento de las casas, y después de esto, el gobierno federal y en conjunto o con el desarrollo turístico Zafiro, que les queda al lado, construyeron una comunidad tipo urbano cercada por un muro”.

La investigación sobre vulnerabilidad y riesgo en la comunidad de Chamela, de las investigadoras citadas, “es el resultado del trabajo realizado con los habitantes de la comunidad de Chamela, Jalisco quienes han sido afectados por diferentes eventos hidrometeorológicos, como fuertes lluvias y huracanes, además de enfrentar las presiones sobre el ecosistema marino y grandes cambios debido al crecimiento del turismo. Las comunidades rurales, particularmente aquellas que dependen de la pesca, como le es Chamela, se están volviendo más vulnerables debido a que sus medios de vida están amenazados por eventos climáticos extremos y por el desarrollo turístico específicamente relacionado a la privatización de las playas”, señalan en un texto enviado a este diario.

Se analiza el estudio de caso de la comunidad de Chamela “por estar ubicada desde hace décadas en el lecho del arroyo Chamela (esto debido a que nunca pudieron comprar tierras para establecerse y vivieron en terrenos prestados por mucho tiempo). La investigación buscó comprender las causas de fondo de la vulnerabilidad y las perspectivas de los pobladores de la comunidad de Chamela al respecto. A través de entrevistas a los habitantes y por medio de un taller realizado en octubre 2017, los resultados muestran que una mayor apertura a las políticas económicas neoliberales impulsó un modelo de desarrollo turístico en la zona costera de México que excluye a las comunidades y genera vulnerabilidad”.

Las reformas agrarias “que favorecen las formas de tenencia de la tierra privada sobre las comunitarias, políticas ambientales formuladas e implementadas de acuerdo a los intereses de grupos con gran poder económico como son los empresarios de la industria turística, además de las deficiencias en la gestión del riesgo por parte de las autoridades, legitiman, posibilitan y/o limitan las posibilidades de las comunidades locales para enfrentar riesgos asociados a fenómenos como fuertes lluvias y huracanes”, añaden.

En el trabajo, “los pobladores de Chamela expusieron sus puntos de vista relacionados a los procesos de construcción de vulnerabilidad, principalmente la participación del sector turístico en la reconstrucción de las comunidades afectadas por los huracanes, la degradación del ecosistema y el acaparamiento de recursos como el agua, y el bosque. Al mismo tiempo los pobladores de Chamela se reconocen a ellos mismos como sujetos activos en la construcción de la vulnerabilidad con menor capacidad de acceso a los recursos y poder, pero con conocimientos y prácticas para gestionar el riesgo relacionado principalmente a la ocurrencia de eventos meteorológicos extremos”.
El pasado 19 de septiembre, con Lorena, la comunidad se anegó. El agua pasó de metro y medio e incluso hubo casas a las que el agua les llegó al techo.

“Ni siquiera nos podemos quedar ahora que no hay agua, porque no hay manera de comer y dormir”, apuntó el delegado municipal. Urgió por el arribo de apoyos, porque piensa que los han borrado del mapa del desastre. De hecho, la Secretaría de la Defensa Nacional apuntaba ayer dos municipios especialmente afectados: Cihuatlán y Tomatlán. La Huerta, en medio de ambos y con unos 70 km de litoral, pareciera que no tiene problemas, “y en muchos poblados pegó el huracán”, advirtió el representante de la comunidad de pescadores.

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Lorena dejó a campesinos sin cultivo


Más de 5 mil hectáreas de plantación de plátano y otros cultivos de Jalisco fueron afectados por el paso del Huracán Lorena en la región de la Costa, municipios de Cuautitlán de García Barragán, La Huerta, Casimiro Castillo y Villa Purificación, dijo el dirigente de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Ismael Hernández Deras.

Aunque el conteo aún no termina, porque también hubo destrucción en las zonas de mango y otros productos, hasta ayer el número de hectáreas afectadas superó la cifra de 5 mil.

“En esta región, en la región Costa que se le denomina aquí; verdaderamente sentimos que la solidaridad y la reacción del gobierno Federal no ha sido del tamaño de la pérdida que se está provocando en esta parte del estado de Jalisco”, apuntó. Explicó que el seguro catastrófico que tiene contratado el gobierno estatal para atender apoyo a los campesinos en estos casos, tiene una reacción burocrática, demasiado lenta.

“El proyecto de presupuesto no contempla los fenómenos climatológicos que estamos viviendo. Lo acabamos de ver en una parte de Jalisco; se requiere que haya un fondo que permita que reaccionen de inmediato el gobierno Federal o gobiernos estatales, de tal manera que efectivamente ese fondo no sea un seguro que se pierde en la burocracia y que muchas de las veces cuando atiende la necesidad de un fenómeno climatológico ya es verdaderamente tarde”, señaló.

Por su parte, el coordinador estatal de la CNC en Jalisco, Eliazer Ayala, aseguró que una vez concluido el proceso de contabilidad de las hectáreas y regiones afectadas podrán tener mayor certeza del nivel de apoyo que se requiere; sin embargo, también destacó que las cifras con las que se tiene asegurada la producción campesina está muy debajo de las necesidades reales del sector. Los dirigentes se comprometieron a gestionar y apresurar las reuniones que sean necesarias para conseguir el apoyo eficiente y ágil para el sector campesino que hoy padece la pérdida de su fuente de trabajo.

Denuncia penal de colonos contra México Inversiones


Agustín del Castillo / Guadalajara. El Diario NTR Guadalajara

Al considerar que las acciones del Ayuntamiento de Tlajomulco de Zúñiga contra la empresa México Inversiones SA, que pretende abrir una nueva etapa del fraccionamiento El Cielo, son tibias e insuficientes, los vecinos de Palomar Unido y el Instituto de Derecho Ambiental (idea) han denunciado penalmente a la empresa México Inversiones SA, representada por el empresario tapatío Vicente Chalita.

En conferencia de prensa en un área verde del fraccionamiento ubicado en el Cerro El Tajo, los colonos y la doctora en derecho y presidenta del Idea, Raquel Gutiérrez Nájera, destacaron el hallazgo de diversas incongruencias en los diversos permisos estatales y federales que amparan la acción urbanística, por lo cual, determinaron la procedencia de la acción penal por delitos contra la biodiversidad, así como pedir a la delegación Jalisco de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) inspeccione y determine presuntas violación a la autorización de cambio de uso de suelo que data de 1997. Una tercera acción es exigir a la Comisión Nacional Forestal (Conafor), el registro del polígono incendiado en abril pasado.

“En el contexto de la acción climática global, el día de hoy queremos externar nuestra preocupación por la deforestación de uno de los bosques proveedor de irreemplazables servicios ambientales como lo es el Bosque La Primavera. Las zonas boscosas colindantes con La Primavera, que forman parte de la sierra del mismo nombre, han sido objeto de una política ambigua de protección. Ambigua, porque a pesar del discurso de preservar el área, se han otorgado permisos, autorizaciones, licencias para seguir urbanizando de manera totalmente irregular las partes altas”, dijo Gutiérrez Nájera.

Explicó a El Diario NTR que desde hace un año ha estudiado documentos sustantivos que amparan las autorizaciones para El Cielo. Una de las más serias anomalías es que solo se le permitió cambiar uso de suelo forestal sobre 20 hectáreas, pero la superficie desmontada es considerablemente mayor, lo que a su juicio entraña delito ambiental.

“Uno de los desarrollos inmobiliarios más desastrosos, lo constituye precisamente el del Cielo I y II, cuya irregularidad ya ha causado daños en la propiedad y riesgo a la vida de quienes viven en las zonas bajas del bosque debido a las avenidas de agua del temporal que estamos viviendo. Tan es así, que el propio Ayuntamiento de Tlajomulco de Zúñiga se vio obligado a emitir 2 declaratorias de emergencia y revocar la licencia por tiempo indefinido de la sociedad México Inversiones, SA de CV. Palomar Unido y el IDEA A.C., preocupados por la debilidad jurídica de las acciones emprendidas por el ayuntamiento y en aras de fortalecer jurídicamente las acciones para blindar al bosque La Primavera, promovimos otras acciones”, dijeron durante la conferencia.

La autorización de cambio de uso del suelo otorgada a Vicente Chalita Noemi, representante legal de México Inversiones, el 29 de abril de 1997, considera una superficie total de 192.12 hectáreas, pero superficie total autorizada sólo es de 20.76 ha para “desarrollo ecológico turístico”, con 7.77 ha para vialidades y 12.99 ha, para lotificaciones. Esto da materia para las tres acciones jurídicas, concluye la presidenta de Idea.

domingo, 8 de septiembre de 2019

El Bajío, cambian maíz por cemento

El urbanista Jorge Camberos Garibi, uno de los más ilustres arquitectos de esa generación, demandaba que no se desperdiciara la gran oportunidad de proteger la zona de El Bajío. (Foto: Jorge Alberto Mendoza) 

Agustín del Castillo 8 de Septiembre de 2019, el Diario NTR Guadalajara
 
Rodolfo Álvarez pertenece a una familia pudiente de muchas generaciones en Guadalajara. Descendientes de antiguos hacendados, sus parientes poseen ranchos con cultivos y ganado en las zonas de Tonalá y Zapopan, además de crías de caballos cuarto de milla, aunque hoy obtienen mayor renta de la siembra de proyectos inmobiliarios. 

Rodolfo, en sus años mozos, iba los fines de semana a El Bajío del Arenal a bordo de su pick-up Ford roja 1957, totalmente equipada, y llegaba al predio llamado El Carril, donde se movían apuestas: eran carreras de caballo, más o menos legales, organizadas por el ejido Jocotán. El país se sumergía, a comienzos de los años ochenta, en la crisis del modelo estatista y de sustitución de importaciones. La deuda externa llevaba a la amenaza de moratoria de pagos, los capitales huían y un presidente de la República con raíces tapatías prometía defender el peso como perro. 
 
Pero en El Carril, bajo la mole silenciosa del cerro de El Colli, no se sentía el desastre. Billetes con la efigie de Allende, Hidalgo o sor Juana, entremezclados con los más codiciados verdes de Washington o Jefferson, corrían a raudales entre humo de cigarros, cervezas, botellas de brandy, pistolas disimuladas, lentes oscuros y tejanas. Todos se miraban con desconfianza mientras los fuertes equinos corrían carreras cortas entre los carriles separados por vallas de metal. Los billetes cambiaban de dueño con celeridad, a veces eran los mismos caballos o algún vehículo, la materia de la apuesta. 
 
Los grupos de mariachis o las bandas –la presencia de una creciente comunidad sinaloense, incluidas algunas familias de narcos ahuyentados por la Operación Cóndor, afianzaban una cultura alterna a la típica tapatía–, eran jalados por los vencedores para dejar parte de las ganancias en los bolsillos de los trovadores y sus canciones bravías o melancólicas. 
 
No todos salían felices de El Carril, pero el juego es adictivo. A Rodolfo le gustaba el ambiente más que el dinero. Nunca pasó de apostar unos pocos miles de pesos, y con las devaluaciones de la moneda de esos años, se requerían de muchos para hacer apuestas serias. Este potrero estaba en el límite de la ciudad: se entraba justo por el Periférico. Otras partes de la meseta deprimida contenían desde tiraderos de basura hasta explotaciones de material geológico de las empresas de la familia Martín: el saqueo de la caldera volcánica de La Primavera no se detuvo pese al decreto federal de protección de 1980, en buena medida, porque el crecimiento de zonas residenciales demandaba ingentes volúmenes de arena y grava. 

Los ejidatarios de Jocotán y los de San Juan de Ocotán sembraban la tierra: las mazorcas despuntaban al entrar el otoño sobre más de mil hectáreas. Las carreteras eran la marca de la civilización: la de Nogales, al norte, desde siempre, el camino de Guadalajara hacia Puerto Vallarta, Tepic y Tijuana. El Periférico, de apenas dos carriles, al oriente. El urbanista Jorge Camberos Garibi, uno de los más ilustres arquitectos de esa generación, demandaba que no se desperdiciara la gran oportunidad de proteger la zona de El Bajío antes de que llegara la mancha de la ciudad, pues estaba documentada su alta calidad como sitio de recarga de aguas. Además, por la endémica falta de áreas verdes públicas de una conurbación crecientemente privatizada. 
 
“Existe la oportunidad de rescatar la zona como espacio público, y construir un gran parque”, le dijo a un reportero del diario Siglo 21 a comienzos de 1993, cuando todavía funcionaba El Carril de los apostadores y la presión social había ocasionado ya el cierre de vertederos a cielo abierto, de algunas excavaciones de arena y del sueño de la Comisión Federal de Electricidad de explotar a cualquier costo los veneros de magma del bosque para fabricar energía. 

Desde 1993 han pasado ya 26 años, y ese mundo se murió. Ninguna autoridad municipal o estatal hizo uso del derecho al tanto previsto en la legislación que emergió en los mismos años 90, en buena manera autoría del ilustre profesor universitario (el “derecho al tanto” entraña la obligación de un propietario, al poner a la venta sus terrenos, de dar conocimiento primero a los gobiernos en caso de que estos deseen adquirirlos). En consecuencia, no se cristalizó ningún parque. 

EL MAPA 
Las reformas al artículo 27 constitucional, y a la Ley Agraria, fueron la Caja de Pandora que se abrió para privatizar ejidos. Y tanto Jocotán como San Juan de Ocotán cayeron bajo los encantos del dinero de corto plazo. Primero cambió el mapa de la propiedad, luego el espacio físico. Hoy ha sido crecientemente urbanizado, con el monumental estadio de futbol de las Chivas al centro, con las amplias edificaciones que albergaron la Villa Panamericana para los juegos de 2011, con un gran coto residencial, Ayamonte, y edificios corporativos de Intel y del Cinvestav en la periferia del estadio.
 
Hacia el Periférico, universidades privadas y la Ciudad Judicial. Hacia el norte, sobre la línea carretera, Rancho Contento ya existía antes de 1980 y se mantiene hoy un gran foso sin caminos donde todavía brotan espigas de maíz; pero se fueron derramando cotos nuevos y planteles de universidades privadas justo en la franja que colinda con el área natural protegida. 
 
Un mediodía de sábado la meseta luce quieta. El estadio no tiene actividad, algunos vehículos transitan hacia el sur, para entroncar Las Torres con prolongación Guadalupe; los edificios de la villa exhiben solitarios su lenta decadencia. Al interior de Ayamonte, edificios en obra negra que nadie parece poder impedir, y al fondo, el bosque de pino y encino, verde y tupido, con su engañosa invencibilidad.
 
Rodolfo ya roza los 60 años y ha abandonado Colinas de San Javier y la costumbre de apostar. El mundo se puso más difícil y hoy las armas se disparan más fácil. Jorge Camberos murió sin ver su sueño realizado. Las aguas bajan copiosas después de las tormentas en el bosque, y a veces se estacionan en las zonas urbanizadas. El debate por el futuro de este sitio, esencial para Guadalajara, no ha terminado. 




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Descripción de El Bajío 

La zona de El Bajío forma la parte baja de una cuenca endorreica (sin salida para el agua por superficie) que tiene su parteaguas al interior del bosque La Primavera 

El Bajío es la zona de pastizales y abarca cerca de 48 por ciento de la superficie total 

De las mil 280 hectáreas de su superficie, el gobierno de Jalisco considera que unas 315 ha están urbanizadas o tienen derechos para hacerlo 

El debate actual sobre habitar la Villa Panamericana o demoler sus edificios, prevalece, pese a la intención del gobernador Alfaro de que se den las licencias a los desarrolladores 

A cambio, el mandatario emitió un decreto de zona de recuperación ambiental sobre 980 hectáreas libres; el soporte legal es similar al que hizo su predecesor Aristóteles Sandoval para el vecino Cerro del Tajo

viernes, 6 de septiembre de 2019

Crecerán inundaciones si se urbaniza El Bajío

 

Las modificaciones humanas provocarán más anegamientos en la zona. (Foto: Jorge Alberto Mendoza) 

Agustín del Castillo, 6 de Septiembre de 2019, el Diario NTR Guadalajara 

El hecho de ser la parte plana y baja de una cuenca endorreica (sin salida para el agua) y montañosa que se extiende sobre apenas 24 kilómetros cuadrados de superficie, hace que el área de El Bajío del Arenal, cuenca de los arroyos Arena Chica y Boca de Arena, sea más proclive a problemas de inundación. 

Con la urbanización que a la fecha existe —según el gobernador Enrique Alfaro, ya se urbanizaron 315 hectáreas de las 980 de la zona—, ya se ha detonado una transformación que ocasiona encharcamientos; si el proceso continúa, el crecimiento del riesgo será exponencial. Esto lo advierte un documento elaborado en el contexto de la revisión del plan de ordenamiento ecológico local de zapopan (POELZ): Estudio hidrológico detallado del municipio de Zapopan (2017), análisis que forma parte del trabajo que desplegó el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS Occidente) bajo el liderazgo del investigador Luis Gabriel Torres González. 
 
“La cuenca de los arroyos Arena Chica y Boca de Arena forma parte de la región hidrológica RH12-E y se encuentra localizada en la parte Centro-Sur de Zapopan. Esta cuenca es de tipo endorreica, ya que no vierte sus aguas de manera superficial a ningún arroyo o río (…) El valor superficial de esta cuenca es típico de las cuencas pequeñas, con alta probabilidad de ser cubierta en su totalidad por las eventuales tormentas y susceptible a provocar inundaciones repentinas, debido, entre otras cosas, a su corto tiempo de recorrido del flujo recurrente”, señala el extenso texto de 478 páginas en el que se revisan todas las subcuencas del municipio maicero. 
 
Debido al proceso de urbanización que se ha dado a últimos años en esta cuenca, su proceso natural está alterado. ¿Cómo funcionaba?: “En total, esta cuenca produce en su estado natural y en respuesta ante una tormenta de 43.83 milímetros de altura y una duración de una hora, un volumen total escurrido de 160 mil 115.7 metros cúbicos, lo que equivale a una capacidad de generar escorrentía del orden de 44.4 metros cúbicos por segundo”. 
 
LA INTERVENCIÓN HUMANA 
Pero la condición hidrológica actual es otra. “Se han diversificado los tipos de cobertura de acuerdo al criterio racional debido a la intervención antrópica en la superficie de esta, particularmente en la parte del valle de esta cuenca, conocido como el Bajío, donde aparecen desarrollos de tipo industrial, comercial y habitacional”. 
 
Aunque el estudio resalta que “las superficies con vegetación, en sus diferentes cantidades de cubierta vegetal y tipo de pendiente del terreno, ocupan todavía 88.5 por ciento del área total de esta cuenca, los tipos de cobertura característicos del proceso de urbanización ocupan ya en total 9.78 por ciento, donde las calles representan 3 por ciento y las áreas comerciales 2.4 por ciento, mientras que a su vez la superficie destinada para casa-habitación ocupa ya en total 2.3 por ciento del total de la superficie de la cuenca. 

También se observa un 1.6 por ciento de la superficie de la cuenca en proceso de desarrollo o desmonte, donde se espera aparezcan nuevos desarrollos”. Estos efectos han producido un descenso en la superficie con vegetación, particularmente en el área del valle, la cual ha disminuido en 18.8 por ciento de acuerdo al análisis. 
 
Además, los cambios en la zona han generado ya modificaciones significativas en los aportes de escurrimientos directos, ya que las coberturas de los procesos urbanos aportan 39.8 por ciento del volumen total que esta cuenca es capaz de generar ante una tormenta determinada, con solo 9.78 por ciento de la superficie total de la misma, “donde las calles aportan por si solas 13.6 por ciento del volumen total y los distritos comerciales (entre ellos el estadio), aportan 11.06 por ciento, mientras que la superficie destinada para las casas-habitación ya sean totalmente edificadas o con espacios verdes (jardines y baldíos) aportan 6.7 por ciento respecto al volumen de escurrimiento directo que esta cuenca es capaz de producir durante las eventuales tormentas”. 
 
De esta manera, “actualmente y en total, esta cuenca es capaz de generar 67.5 metros cúbicos por segundo en repuesta a una tormenta de 43.83 milímetros de altura y duración de una hora, lo que se traduce a 242 mil 998.4 (m3) durante toda la tormenta”, alrededor de 83 mil m3 más que en estado natural, es decir, 50 por ciento más agua, que en el pasado se infiltraba durante la tormenta. 
 
La conclusión es inevitable: para el desarrollo futuro, “habrá que considerar que la superficie ha sido revestida por una gran diversidad de materiales, modificando con ello la respuesta que las cuencas daban de forma natural (…) y generando aumentos en los volúmenes de escurrimiento directo que van desde el 18 hasta el 51.8 por ciento en las cuencas en las que el desarrollo urbano empieza a hacerse notar”. 

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 Los datos 

Superficie de la cuenca Arena Chica y Boca de Arena: 26.218 kilómetros cuadrados (km2) . 

Superficie de El Bajío en relación con la cuenca: 12.9 km2 (48% de la cuenca) . 

Superficie urbanizada: 2.6 km2 (9.78% de la cuenca, 20% de El Bajío) . 

Incremento de volumen de agua en tormentas sobre superficie: 51.3% en relación a lo que fluía en condiciones naturales 

Fuente: Estudio hidrológico de Zapopan, CIESAS, 2017

domingo, 1 de septiembre de 2019

Congelado, plan de protección del Bajío





 

Agustín del Castillo, 1 de Septiembre de 2019, El Diario NTR Guadalajara 

La nueva versión del Plan de Ordenamiento Ecológico Local de Zapopan (POELZ) tiene más de un año paralizada. 
 
En el documento que se consultó durante 2018 se establece a la zona de El Bajío como un espacio con política de “aprovechamiento sustentable”, pero define además siete polígonos especiales de protección ambiental al interior de la demarcación, tendientes a impedir la urbanización en los principales sitios de recarga de agua, lo que condiciona fuertemente el desarrollo urbano en la zona donde se ubica la polémica edificación de la Villa Panamericana. 
 
La propuesta parte de hechos: construcciones como la Villa Panamericana y el Estadio Akron ya están construidos y cuentan con autorizaciones de impacto ambiental otorgadas por la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet). Queda por exigir que las condicionantes establecidas se cumplan. Pero la gran oportunidad es que 90 por ciento de la planicie aún se encuentra en breña, lo que significa que es posible mantener las condiciones ambientales para la recarga del acuífero. 
 
Como política general, en sus mil 288 hectáreas predomina el “aprovechamiento sustentable” dada la importante alteración del sistema natural. No obstante, unas 550 hectáreas son “puntos clave a proponer como polígonos especiales de protección ambiental”, y suman siete; algunos de ellos rebasan el territorio de El Bajío propiamente dicho, pero influyen en sus procesos biológicos e hidrológicos”. 
 
Uno, Socavón Boca de la Arena. 80.07 hectáreas. Lineamiento ecológico: “Manejo sustentable y restauración por su potencial para infiltración y recuperación de mantos freáticos; mantiene gran importancia geológica por ser un abanico aluvial originado por la desembocadura del arroyo Boca del Arenal, conformado por micro hábitats interconectados con el área natural protegida La Primavera (…) afectado por rellenos de basura y escombro, que deterioran el proceso de infiltración y las condiciones de sus sistemas. Considerar la creación de un parque y reforestación con especies nativas, para su reintegración a la ANP (Área Natural Protegida)”. Prohibido modificar usos de suelo. 
 
Dos, Socavón Norte JVC. 117.04 hectáreas. Lineamiento ecológico: “Manejo sustentable y restauración debida a que esta zona se encuentra altamente intervenida y por su ubicación la vuelve vulnerable. Por su estructura fisiográfica, se propone la creación de depósitos de recarga de acuíferos y de infiltración, debido a que es su principio funcional de la cuenca, supervisar e implementar las normas para el manejo de residuos de la zona (…) desarrollar conectividad porque la zona está intervenida y fragmentada por una vialidad. Elemento natural vulnerable: zona de recarga de acuíferos”. 
 
Tres, Socavón Sur JVC. 11.68 hectáreas. Lineamiento ecológico: “Conservar este tipo de estructura de origen antrópico, porque sus condiciones actuales favorecen la reducción de inundaciones, recarga de acuíferos y aguas subterráneas. Buscar su mejora mediante la supervisión e implementación de las normas para el manejo de residuos (…) Promover la reforestación con vegetación nativa que articule al ANP de La Primavera y generar programas para recuperación hidrológica (…) elemento natural vulnerable: zona de concentración de escurrimientos (cárcavas)”. 
 
Cuatro, zona Agrícola - El Convento (El Bajío-Rancho Contento). 144.72 hectáreas. Lineamiento ecológico: “Preservación de la zona, debido a que su topografía es la más plana, es una zona de recarga y de escurrimiento superficial; no se recomienda el establecimientos de industria, asentamientos humanos, debido a que es una zona de inundaciones. La agricultura permite el control y reducción de inundaciones. Deben realizarse actividades para la restauración de vegetación nativa, para estabilizar el arrastre de material en las pendientes y así reducir el escurrimiento. Se recomienda creación de un parque que interconecte la zona de recargas con el ANP de La Primavera”. 
 
Cinco, Zona del Bosque. 14.63 hectáreas. Lineamiento ecológico: “Conservar y mejorar para el manejo de agua de lluvia y para la elaboración de depósitos de recarga de acuíferos, así como evitar escurrimientos artificiales e inundaciones […] zonas de alta calidad para la producción agroalimentaria”. 
 
Seis, zona Las Torres. 62.81 hectáreas. Lineamiento ecológico: “Restauración de la zona por su vulnerabilidad y para el control de inundaciones en la parte baja de la cuenca, debe dotar de represas e infraestructura de retención de velocidad de escurrimiento superficial. Estabilización de taludes y reforestación con vegetación nativa para disminuir el impacto de agua por precipitación, no se recomiendan estructuras subterráneas, Manejo de residuos sólidos con las normas correspondientes y con plantas de tratamientos de aguas”. 
 
Siete, Piedemonte Norte. 116.37 hectáreas. Lineamiento ecológico: “Aprovechamiento de agua de lluvia e infiltración natural para la recuperación de mantos freáticos, de lo contrario podría generar inundaciones aguas abajo, sobre la carretera; se recomienda continuar con el manejo de agricultura y reforestación, prohibiendo la introducción de especies no nativas de la zona. No se recomiendan estructuras subterráneas”. 

UN PLAN EN LA CONGELADORA
El Ayuntamiento de Zapopan no ha citado desde el año pasado a los expertos que integran las mesas de trabajo para actualizar el Plan de Ordenamiento Ecológico Local de Zapopan (POELZ). El proceso, según el mismo gobierno de Zapopan, tenía marcada como fecha de término febrero de este año, pero hasta el momento no hay noticias sobre su publicación. 
 
“Algo está sucediendo porque ya se interrumpió el proceso de actualización del Plan de Ordenamiento Ecológico de Zapopan”, señaló Alejandro Mendo, doctor en territorio y sustentabilidad que representa al Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) en las mesas de trabajo para actualizar el POELZ. 
 
Agregó que en las mesas de trabajo había una fuerte presión del sector inmobiliario por mantener desprotegido a El Bajío en ese instrumento regulador. “Para El Bajío hay propuestas de promotores inmobiliarios que quieren urbanizar y sacar provecho y hay propuestas de representantes universitarios que estamos en contra de que se urbanice, estamos a favor de su conservación total”, dijo en entrevista con El Diario NTR Guadalajara. “Es una arena donde hay pugna de intereses, unos conservacionistas y otros desarrollistas”. 

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Baja densidad 

El actual Plan de Ordenamiento Ecológico Local de Zapopan data de 2011 

Reconoce a El Bajío como una zona de alta presión y vulnerabilidad, al tratarse de un sitio de recarga del acuífero de Atemajac 
 
La política señalada es la de aprovechamiento, de manera que en la zona donde ya está construida la Villas Panamericana y alrededores está zonificado en los planes parciales vigentes como H1, es decir, habitabilidad en baja densidad