miércoles, 31 de diciembre de 2014

A gasto corriente, 82% del presupuesto para La Primavera



Actualizado un ejercicio de 2007 se marca un presupuesto mínimo de 22.5 millones de pesos; el gasto de 2015 es el más alto en la historia del bosque.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

El bosque La Primavera, en casi 35 años como área natural protegida, jamás ha contado con tanto dinero para su operación: 15 millones 524,997 pesos se le ha asignado en el Presupuesto de Egresos 2015 del gobierno de Jalisco, partida que entrega la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) al nuevo organismo operador que gobierna la zona. Ese dinero, en más de 80 por ciento, se destina al pago de sueldos, primas y seguros.

En 2007, se había establecido un presupuesto mínimo anual de 18.1 millones de pesos para resolver las necesidades básicas del bosque, en un ejercicio que realizó la entonces Secretaría de Planeación y la dirección ejecutiva de la reserva. Acumulados en casi cinco años alrededor de 24 puntos porcentuales de inflación, ese dinero equivale a unos 22.5 millones de pesos (si se toma nada más esa referencia), lo que significa que el presupuesto 2015, el más amplio de la historia de esta gestión, es apenas 68.9 por ciento de las necesidades básicas para garantizar la preservación del principal capital natural del área conurbada de Guadalajara (ver PÚBLICO-MILENIO, 9 de enero de 2010).

En el desglose presupuestal del gasto del OPD La Primavera, que está contenido en el de la Semadet, se hacen las siguientes determinaciones: 10 millones 028 mil pesos para sueldos, dos millones 730 mil pesos para primas, aguinaldo, cuotas del IMSS y cuotas de pensiones, para un total de 12 millones 758,542 pesos, 82.2 por ciento del presupuesto global.

Los otros gastos se desglosan del siguiente modo: un millón 125,465 pesos para materiales y suministros, un millón 631,038 pesos para servicios generales, 9,952 pesos para equipo de cómputo y tecnología de la información (partida de “bienes inmuebles y muebles”).

En La Primavera se ejercen otros recursos de origen distinto a su presupuesto, como son alrededor de 25 millones de pesos que en cinco años, a partir de 2012, se comprometió a asignar la Comisión Nacional Forestal (Conafor) para restaurar el megaincendio de 2012, que afectó más de ocho mil hectáreas. Este recurso no ha fluido al ritmo esperado por diversos problemas de burocracia, y está etiquetado para financiar proyectos de reforestación, restauración de suelos, viveros y sanidad, y atención de fauna silvestre. Si tiene éxito este esquema de inversión, significará la mayor inversión directa que se haya aplicado en la zona a más de tres décadas de su decreto.

Aparte se cuecen los pagos por servicios ambientales que la propia agencia federal entrega a los propietarios de la reserva, en los cuales el OPD sólo funge como intermediario.

Con todas las limitaciones, La Primavera es la reserva ecológica con más financiamiento de Jalisco. Otras áreas como Nevado de Colima, Sierra de Quila, y las tres estatales (Cerro Viejo, Sierra del Águila y bosques Mesófilos) reciben menos dinero pese a constituir 75 por ciento de la superficie protegida responsabilidad directa del gobierno del estado (MILENIO JALISCO, 21 de diciembre

:CLAVES

9 PRIORIDADES DE 2007

El Plan de Acción de 2007, elaborado por diversas autoridades, organizaciones empresariales y de la sociedad civil, para rescatar La Primavera, señalaba la necesidad de un presupuesto anual de 18.1 mdp en ese año para que se cumplan nueve prioridades para mantener y restaurar los ecosistemas.

Prioridad 1, “desarrollar un plan maestro de aprovechamiento sustentable”.

Las labores de protección (2), que incluye el objetivo estratégico de un programa de inspección y vigilancia.

La gestión (3), “conservar el bosque a través del cumplimiento del programa de conservación y manejo”.

La restauración (4 y 5), que incluye plan de reforestación, recuperación de suelos, mantenimiento de fauna y buenos caminos para combatir incendios.

El manejo (6), básicamente “desarrollar instrumentos de política ambiental”, y las actividades de cultura (7)

Generación de conocimiento del área protegida (prioridad 8 ) y difusión del bosque La Primavera como área de protección ambiental (9).

Estos objetivos no incluyen, ni de lejos, el gasto que exigiría la compensación para los dueños de las 30 mil hectáreas que han visto cancelados sus derechos de desarrollo.

martes, 30 de diciembre de 2014

Jalisco no crece en “presupuesto verde”



Modelo del Imco muestra divorcio entre discurso y realidad: hay un aumento nominal al doble en 4 años, pero el crecimiento es de apenas una centésima.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

Con el presupuesto “verde” de Jalisco hay buenas y malas noticias. Si se compara el gasto aprobado en 2015 con el que se ejerció en 2011, hay un incremento sustancial, de más de 100 por ciento, pues pasó de 79 millones de pesos de ese año a 160.6 millones de 2015. Pero es una cantidad engañosa: comparada con el gasto total del gobierno del estado en ambos años, apenas significa una centésima más: de 0.26 a 0.27 por ciento del presupuesto.

Los datos derivan exclusivamente los capítulos presupuestales que tienen que ver con inversión en obra y proyectos, y no los relativos a gastos de nómina, servicios generales, materiales y suministros, y deuda pública, según el modelo que desarrolló el Instituto Mexicano de Competitividad (Imco), y que situó en 2011 a Jalisco en el lejano lugar 22 del ranking nacional, pese a ser el estado número cuatro en producción de riqueza económica, y el sexto en riqueza biológica –lo que hipotéticamente le obligaría a invertir muy por encima de la media nacional-.

Los pormenores de ese  modelo se pueden consultar en http://imco.org.mx/medio_ambiente/indice-de-presupuesto-verdes/. MILENIO JALISCO se limitó a hacer operaciones aritméticas simples: el gasto total programado para 2015, restados los capítulos mencionados (el “gasto corriente”) es de 58,674 millones 700 mil pesos; la misma operación se aplica en las dos entidades que ejercen gasto “verde”: la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) y la Comisión Estatal del Agua (sectorizada en la Secretaría de Infraestructura). El saldo es de 160 millones 683 mil pesos en la Semadet y cero pesos en la CEA (entidad que sólo ejerce en tres partidas de gasto corriente: servicios personales, materiales y suministros, y servicios generales, un gasto muy superior a la Semadet: 479 millones 655 mil pesos).

De ese modo, los 160.7 millones programados para la Semadet son los únicos que calificarían como “presupuesto verde” del gobierno de Jalisco. Si se ejerciera de forma regular el presupuesto total anual, baste decir que el destinado al patrimonio natural equivale al ejercicio… de un solo día del año.

¿Qué está en juego? Jalisco aporta 6.2 por ciento del producto interno bruto (PIB) nacional -945 mil millones de pesos en 2012-, tiene 6.7 por ciento de la población económicamente activa y 6.5 por ciento de la población total.

En biodiversidad, su importancia es aún mayor: 10 por ciento de las especies vivas del país habitan el estado.

“El número total de especies conocidas en México es de 64,878 aproximadamente. Junto con Brasil, Colombia e lndonesia, México se encuentra entre los primeros lugares de las listas de riqueza de especies. Al respecto, se han descrito 26 mil especies de plantas, 282 especies de anfibios, 707 de reptiles y 439 de mamíferos. Estas cifras, comparadas con otros países en el plano mundial, colocan a México como un país megadiverso, ya que presentó al menos 10 por ciento de la diversidad terrestre del planeta”, dice la organización Pronatura (en www.pronatura.org.mx).

Jalisco incluye 6,126 especies de plantas, 1,066 especies de hongos; 42 por ciento de los mamíferos que existen en México, entre los que se incluyen 18 mamíferos marinos y 188 terrestres, a lo que hay que agregar 464 especies de aves, 122 de reptiles y 48 de anfibios, además de 312 especies de peces marinos y estuarinos y 90 de peces de agua dulce. El mapa de especies endémicas (exclusivas a nivel mundial) de plantas, mamíferos y aves, sitúa a Jalisco entre el segundo y cuarto lugar nacional. Con esos datos a la vista, ¿el gasto verde de apenas 0.27 por ciento del presupuesto anual del estado, 160.7 millones de pesos en 2015, es mucho o es poco?

Los matices del modelo

La Semadet y la CEA son las dos entidades que ejercen recursos en los siguientes capítulos del “presupuesto verde” diseñado por el Imco: tratamiento de aguas residuales, desarrollo forestal y biodiversidad, transporte sustentable, tratamiento de residuos sólidos urbanos, eficiencia energética y ahorro de agua, y otras medidas de sustentabilidad ambiental

De acuerdo al modelo, no se toma en cuenta el gasto en personal ni el de servicios, por más que éste sea parte del sustento institucional que hace posible los programas de inversión. Eso elimina el presupuesto total de la CEA, que es mayor al de la Semadet; se debe reconocer que el organismo destina recursos importantes a mantener plantas de tratamiento, sobre todo en la región de Chapala y del río Santiago

La Semadet tiene establecido un presupuesto de 379 millones 067,422 pesos para 2015, contra 302 millones 834,717 pesos con que cierra 2014. Casi dos tercios se van a gasto corriente. Si se compara con el gran total de gasto 2015 del estado, de 87,694 millones 651,930 pesos, la dependencia ejerce 0.43%. El año que cierra ejerció 0.35%. La diferencia a favor es de 8 centécimas

Fuente: Instituto Mexicano de Competitividad / Presupuesto de egresos 2015 de Jalisco

lunes, 29 de diciembre de 2014

Conagua abrió la puerta, Semarnat avaló alteración



Los vecinos del poblado nayarita clausuraron el sábado pasado, de forma simbólica, los trabajos que estrechan el cuerpo de agua con el que colindan.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

La decisión de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para permitir la alteración del estero de San Pancho, en Bahía de Banderas, Nayarit, se justificó por dos razones que da a conocer la delegación en su resolutivo de 2013: porque la zona ya tiene “deterioro irreversible”, y porque aunque es patrimonio público federal, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ya había entregado la concesión a favor de Inmobiliaria San Pancho, la empresa que realiza las obras.

Esta decisión no deja conforme a los habitantes de San Francisco o San Pancho, el poblado que además de ver cómo se pierde uno de sus ecosistemas emblemáticos, podría padecer los efectos de un bordo que reduce la anchura del cauce –se habla de 70 por ciento de corte-, y en el cual, una lluvia intensa podrá inundar la zona urbana.

Por ello, en el marco del Festival de San Pancho, que se realizó este fin de semana en la localidad, los vecinos decidieron hacer por su cuenta un acto de justicia simbólica: clausuraron los trabajos de construcción del nuevo bordo, y advirtieron que no permitirán que con decisiones “legales” se destruya a la naturaleza y se ponga en vilo su propia seguridad.

El festival, que se hizo manifestación pacífica de repudio, sirvió para circular un manifiesto en el que se advierte: “no permitiremos que rellenen el arroyo Los Izotes y el estero de San Pancho. ¿Por qué defendemos nuestro estero? Porque es una zona federal, es un patrimonio público de todos, no debe ser propiedad privada. Y por seguridad de todos nosotros: al reducir el cauce del arroyo y del estero, el pueblo se puede inundar […] el estero y el río siempre han corrido hasta el bordo histórico de La Pesquera, es ilegal bajar el bordo para extender la propiedad privada; el desarrollador diseñó el área de la laguna de forma amañada desde 2004 preparando el despojo de esta tierra federal a toda la población”, señala el texto. “Defenderemos nuestro estero aunque existan permisos chuecos”, añade.

La Semarnat, en su resolutivo, hizo suyo el argumento del solicitante: “el área del proyecto es un sitio fragmentado y perturbado, su daño es irreversible puesto que no tiene capacidad de recuperarse naturalmente ya que su entorno se ha urbanizado o se encuentra en proceso de urbanización. La vegetación arbórea en el área de influencia al proyecto es poca o nula y presenta signos de decrepitud, de un sistema que no funciona por sí solo ya que la regeneración natural de las especies nativas es escasa o nula. El reducido entorno natural con el que colinda se encuentra afectado por proyectos vecinos y por el pueblo de San Francisco, así como por sustancias químicas utilizadas en los campos agrícolas arroyo arriba y aguas residuales vertidas sobre el cuerpo de agua”.

Según la manifestación de impacto ambiental aprobada, “de continuar así –sin proyecto, la laguna se convertirá en un foco de contaminación, un sitio de vicio de la población, un área de tiro clandestino de residuos sólidos y de residuos de la construcción sin capacidad de integrarse al pueblo ni de regenerarse y formar parte de las grandes extensiones de selva baja y selva mediana típicas de la región”.

Por lo tanto “el pronóstico ambiental-con proyecto- no arroja cambios significativos adversos a las condiciones ambientales actuales, por lo contrario, el bordo de protección permitirá que el cauce natural del arroyo se restablezca evitando se siga erosionado los márgenes del mismo, haciendo hincapié que dentro del bordo de protección se planea introducir la línea de la planta de tratamiento vieja a la nueva planta de tratamiento, lo que mejorará significativamente las condiciones de contaminación del arroyo Charco Hondo y la laguna costera y por consiguiente la flora y fauna adyacente y la población local” (sic).

A la autoridad federal esto le convenció. También, que se le exhibiera copia certificada del título de concesión número 08NAY110667/13EDDL12 emitido por la Conagua favor de Inmobiliaria San Pancho S de RL de CV, y el permiso de construcción del bordo F-01-POP03, folio 011 por parte del mismo organismo. Nunca se consideró la posibilidad de hacer una restauración ambiental, inducida, del sitio.

Petición a Peña Nieto

El director de la Alianza Jaguar AC, y vecino de San Pancho, Érik Saracho Aguilar, envió ayer correo electrónico a la presidencia de la república, dirigido al titular del ejecutivo, Enrique Peña Nieto, con el siguiente texto:

“Le suplicamos intervenga deteniendo de manera precautoria la obra de los rellenos que aún se realizan en la laguna costera de San Francisco, Nayarit, conocida como el estero de San Pancho y en el arroyo Los Izotes por la compañía Desarrolladora San Pancho S de RL de CV propiedad del extranjero John Hardesty, quien posee las tierras que en su tiempo fueron propiedad del hoy expresidente Luis Echeverría Álvarez. Tal vez su cabildeo [del inversionista] tenga la influencia suficiente para pasar por delegados y procuradores pero seguramente no para alcanzar el nivel presidencial del México de hoy. Confiamos en su oportuna y urgente intervención antes de que el descontento se torne en un conflicto social mayor o que la naturaleza al impactar sobre la obra genere serias pérdidas a la población en sus bienes o sus propias vidas.  Agradeciendo de antemano le deseamos una feliz Navidad y un brillante 2015”.

sábado, 27 de diciembre de 2014

Cuestionarán permiso para el relleno de estero



Analizarán los alcances de la autorización emitida por la propia dependencia federal.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

El núcleo Nayarit del Consejo Consultivo de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), abrirá una discusión y análisis sobre los alcances de la autorización emitida por la propia dependencia a favor de la Inmobiliaria San Pancho, que pretende construir unos condominios de lujo en la selva, que permite rellenar el arroyo de Los Izotes y el estero de San Francisco y reducir la zona de paso del agua, con graves riesgos de desastres para la población y de extinción para las especies silvestres locales.

Erik Saracho Aguilar, director de Alianza Jaguar AC y representante de las organizaciones no gubernamentales en el seno del consejo, dijo a MILENIO JALISCO que la empresa inmobiliaria, propiedad del estadounidense John Hardesty, ha utilizado un cuerpo de abogados para amedrentar a sus críticos, con demandas y amenazas directas, en busca de desactivar la oposición; sin embargo, la posibilidad de que una tormenta extraordinaria genere daños cuantiosos en el propio poblado ha sido aliciente para enfrentar los intereses millonarios que están en juego.

Saracho Aguilar envió la solicitud de reunión a los miembros del organismo consultivo instituido a instancias de la misma Semarnat, una sesión extraordinaria donde básicamente se abordaría el problema mencionado, con la sugerencia de que estuvieran presentes el personal de la Dirección de Zona Federal Marítimo Terrestre y Ambientes Costeros de la Semarnat, así como de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

El titular de la última, Guillermo Haro Bélchez, visitó la zona los últimos días, de acuerdo a un comunicado emitido por la Profepa el pasado 23 de diciembre, no sólo por el caso San Pancho, sino además, por otras denuncias que revelarían que la apropiación de bienes naturales es sistemática en la zona.

“Con objeto de conocer y dar atención a sendas denuncias populares de grupos ambientalistas locales. Acompañado por los titulares de la Secretaría de Medio Ambiente y la procuradora estatal de Protección Ambiental [sic], dieron cuenta de la instalación de una malla ciclónica y la construcción de una obra que obstaculizan el libre acceso a la playa y de un arroyo que desemboca al mar”.

Primero acudió a las inmediaciones del sitio denominado Estero “La Lancha”, donde observó la obstrucción del derecho de vía y acceso a la playa por parte de la empresa Ranchos La Lancha Punta de Mita SA de CV con una malla ciclónica, a su dicho para proteger de maltrato al manglar”.

Posteriormente “se trasladaron al proyecto denominado ‘Bordo de protección El Museo’, promovido por Inmobiliaria San Pancho, S de RL de CV, el cual cuenta con una autorización en materia de Impacto Ambiental, para la construcción en una superficie de 1,528.3 m2 un bordo de protección sobre la ribera norte del arroyo Los Izotes colindante con predio de propiedad privada”.

El precedente de este caso fue una visita del pasado 12 de diciembre, en que personal nayarita de la Profepa “realizó una visita de inspección para verificar que la obra sea acorde a la normatividad ambiental aplicable, y con ello evitar afectación al ecosistema de la zona”.

Los pobladores de San Pancho han solicitado un dictamen de protección civil, pues de acuerdo a sus datos, la reducción del cauce –de 70 metros naturales a 20 m en que lo dejaría la obra de Inmobiliaria San Pancho- ocasionará inundaciones en el asentamiento, por lo cual, hicieron contacto ayer con personal de la dirección estatal, correspondiente a Nayarit.

viernes, 26 de diciembre de 2014

Destruyen un estero en Bahía de Banderas



Autorizada por la Semarnat, la obra parte el cuerpo de agua federal y altera su flujo; el proyecto incluye condominios en la selva nayarita.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO.

Un relleno de materiales aparentemente autorizado realiza en estos días la empresa Inmobiliaria San Pancho en el estero de San Francisco, una laguna costera cuya alteración podría provocar inundaciones durante el temporal, lo que ha movilizado a los moradores del poblado homónimo, enclavado a 40 kilómetros de Puerto Vallarta, en tierras de Nayarit.

La laguna costera tiene presencia de maquinaria pesada y trabajadores de la empresa propiedad del inversionista estadounidense John Hardesty, quien tutela un proyecto de construcción de condominios cuyos permisos datan de 2009; la obra del relleno fue autorizada mediante manifestación de impacto ambiental de modalidad particular, por la delegación de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales en Tepic, un año atrás, con la supuesta intención de reforzar el viejo bordo del arroyo Los Izotes –conocido como bordo “El Museo”-; sin embargo, el desarrollador, en lugar de reforzar el bordo que desde los años setenta del siglo XX delimitaba la zona inundable, decidió hacer otro bordo de protección, adentrándose decenas de metros en el cauce del arroyo y del estero de San Pancho, también llamado La Lancha.

Los vecinos, alarmados por la posibilidad de que el pueblo se inunde en las próximas lluvias por un cauce más estrecho -pasaría de setenta metros originales a escasos veinte metros, apresados por muros con presas de gaviones-, han manifestado su preocupación con pintas en paredes y lugares públicos, lo que ha acrecentado la molestia en la población, quienes lo han dado a conocer en las redes sociales, en especial en el muro de Facebook denominado “San Pancho comunidad participativa”.

“Los daños de las pintas en un pueblo turístico en plena temporada navideña son más evidentes para algunos que los daños irreparables de la pérdida de miles de metros cuadrados de zonas inundables; para otros el punto focal sigue siendo la defensa del estero por lo que ya se organizan para hacer acciones legales contra la empresa que tiene negros antecedentes ambientales en esa y otras áreas en el pueblo”, dijeron quejosos en correos electrónicos enviados a MILENIO JALISCO.

Estos días de asueto avanza la obra a todo vapor, trabajando hasta los domingos por las tardes y días festivos, excepto en Navidad; de este modo, la laguna costera con su majagua, hábitat de cocodrilos, nutrias y otras aves residentes y migratorias, ceden al paso de los traxcavos y la labor de una treintena de trabajadores de la construcción.

El ruido ha sido mayúsculo, por lo cual, el propio procurador federal del ambiente, Guillermo Haro Bélchez, visitó la zona apenas el pasado 23 de diciembre, “y aunque es evidente la ilegalidad, los delegados estatales de Profepa y Semarnat le informaron que la Comisión Nacional del Agua [Conagua] había dado la autorización”, reportó un vecino presente. El procurador aseguró que investigará a fondo los hechos “y actuaremos oportunamente”, pero no detuvo los trabajos.

En un comunicado fechado ese día, la Profepa señala que la visita se dio en el marco de “denuncias presentadas por grupos ambientalistas locales y que el funcionario “comprueba la obstrucción con malla ciclónica el acceso al litoral costero por presuntos particulares”, y “anuncia vistas de inspección en materia de impacto ambiental, para verificar apego a la normatividad en obras realizadas”.

Pero no se han quedado pasivos. Por un lado, el ejido Sayulita ya ha interpuesto una queja ante la Profepa y otra ante Conagua. Por otro, Érik Saracho, director de la Alianza Jaguar AC, ha llevado el caso al seno del grupo de trabajo en busca de revisar a fondo un proceso de autorización a su juicio “viciado de origen”.

Datos del sitio

San Pancho o San Francisco es un poblado turístico ubicado en Bahía de Banderas, Nayarit, con fuerte presencia de pequeños residentes originarios de Guadalajara y del extranjero, que ha padecido los defectos del programa de desarrollo denominado Riviera Nayarit

Mientras el turismo históricamente ha sido a pequeña escala y con fuertes restricciones para no alterar la rica selva ni los hábitats costeros, el megaproyecto turístico pretende maximizar alteraciones para atraer grandes inversiones extranjeras, caso de los condominios de San Pancho

martes, 23 de diciembre de 2014

Más días de mala calidad este año que en el 2013


Invierno es un mal tiempo en el tema de partículas suspendidas (PM10) y en el del ozono.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

Hasta hace una semana, la tendencia de días con mala calidad del aire en el área metropolitana de Guadalajara apuntaba a superar ligeramente la marca de 2013: si ese año hubo 102 días con mala o muy mala calidad del aire (arriba de 100 puntos del índice metropolitano de calidad del aire), este año, con 345 días registrados, son 104.

En todo caso, la tendencia apunta a condiciones similares en ambas anualidades, esto es, muy poco cambio favorable en la atmósfera de esta urbe, una de las cinco más contaminadas de América Latina (MILENIO JALISCO, 12 de mayo de 2014). Las razones son diversas: lo menos va del rezago en la inversión para mejorar la red de monitoreo atmosférico (cuyos datos son esenciales para tomar decisiones correctas); lo más es la persistencia de una elevada motorización (cuatro habitantes por auto, en promedio) sin el cumplimiento (solamente 35 por ciento) de un programa obligatorio de afinaciones. No es casual que casi 85 por ciento de los contaminantes del aire sean por emisiones de autos.

La gravedad del problema es tal, que la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial decidió hacer más estricta la norma vigente para determinar contingencias ambientales: El Plan de Respuesta de Emergencias y Contingencias Atmosféricas de Jalisco (Preca) ha bajado en 30 puntos Imeca la condición indispensable para decretar una precontingencia (publicado en el periódico oficial El estado de Jalisco el 8 de febrero de 2014).

De manera que el denominado Preca “consta de cuatro fases denominadas: precontingencia atmosférica, fase I, fase II y fase III […] precontingencia atmosférica se activará, cuando se registren valores imeca superiores a 120, en una estación por dos horas consecutivas. La precontingencia atmosférica se activará únicamente en el área de influencia de cada estación, notificando únicamente a los participantes que se vean involucrados y se desactivará cuando se registren valores imeca por debajo de 110 por dos horas consecutivas” (ver http://siga.jalisco.gob.mx/aire/PlanCont2.html).

Y las tres fases quedaron como sigue: “se activarán en el caso de que se registren valores superiores a 150 en una o más estaciones de monitoreo en el área metropolitana de Guadalajara por dos horas consecutivas, y el área de intervención será en función al tipo de contaminante (ozono o partículas) cuya concentración registrada genera los puntos imeca que cumplen el criterio de activación. Las fases de contingencia atmosférica I, II y III, se desactivarán cuando se registre el valor por debajo de 140 por dos horas consecutivas en la o las estaciones de monitoreo implicadas”.

La Semadet espera que 2015 sea un año de grandes cambios: desde la modernización integral de las estaciones de monitoreo (hay en marcha una inversión de más de diez millones de pesos) hasta la elaboración de un nuevo programa de calidad del aire que permita hacer universal el cumplimiento de la afinación de automotores, a través de un programa de verificación más eficiente que el actual, que tiene el grave defecto de que los talleres de afinación son juez y parte, lo que propicia la corrupción y el autoengaño con cifras que no corresponden con la realidad. El Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) ha comenzado el diagnóstico que deberá abrir un nuevo programa de alta eficiencia en el primer trimestre de 2015, según la titular de la dependencia, Magdalena Ruiz Mejía.

Los datos

- Con 345 días contabilizados, en 2013 se tuvieron ocho precontingencias y en 2014 se alcanzaron dos contingencias fase uno y doce precontingencias.

- No obstante, como de un año a otro cambió el modo de calificar las fases diversas de contingencia ambiental, se puede afirmar que en ambos años se tiene una mala calidad atmosférica muy similar.

- El nivel imeca máximo de 2013 fue de 193 debido a ozono (O3), un contaminante derivado de gases emitidos por automóviles; en 2014, fueron 158 puntos imeca debido a la presencia masiva de partículas suspendidas menores a diez micras, esto es, polvos finos derivados de procesos diversos, desde incendios forestales y erosión hasta actividades industriales.


domingo, 21 de diciembre de 2014

Las áreas protegidas recibirán $320 por hectárea



La inversión en conservación permanece en el sótano de las prioridades de la política real, aunque sus servicios valen miles de millones de pesos.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

La inversión que realizará en áreas naturales protegidas de Jalisco, rondará 320 pesos por hectárea, esto es, un global cercano a 32 millones de pesos con que se financiarán las labores de conservación en tres reservas con decreto federal que coadministra el estado, más tres reservas con decreto estatal que apenas han recibido financiamiento en el pasado.

¿Es mucho o es poco? Hay coincidencia entre expertos consultados por MILENIO JALISCO de que al menos se necesitaría el doble de ese dinero para dar una viabilidad completa a la gestión de esas demarcaciones, donde se protegen algunos de los valores naturales más importantes de la entidad.

Como comparativo, el parque metropolitano de Zapopan recibirá alrededor de 115 mil pesos por hectárea. Pero para tener una idea de la prioridad que tiene el tema en la política real, basta saber que si la obra magna de esta Administración, la línea tres del Tren Eléctrico Urbano, se financiara al ritmo de las áreas protegidas, se requerirían casi… 600 años para terminar el proyecto.

Una de las dificultades para que los políticos y la sociedad se convenzan del enorme valor de las áreas naturales protegidas estriba en que ha costado trabajo traducir a dinero los servicios ambientales que producen. Un caso simple es el agua. Se calcula que el bosque La Primavera recarga por año alrededor de 240 millones de metros cúbicos de agua, volumen equivalente a 75 por ciento del consumo del área conurbada de Guadalajara. Si el SIAPA cobra el metro cúbico a 8.50 pesos, en promedio, podemos decir que esa agua tiene valor en mercado urbano de poco más de dos mil millones de pesos.

No obstante, ese bosque protegido, que es la demarcación con más presupuesto de las que financia el estado, recibe apenas 15.5 millones de pesos.

El agua es uno de los principales servicios de estas zonas protegidas: Nevado de Colima (incluidos el parque federal y el estatal) provee el recurso para casi medio millón de habitantes de Jalisco y Colima; Sierra de Quila lo hace para unos 100 mil de los seis municipios que integran su fideicomiso; Cerro Viejo-Chupinaya-Los Sabinos capta agua para miles de moradores de la zona de Tlajomulco, Ixtlahuacán y Chapala; Sierra del Águila lo hace para algunas decenas de miles de la región de Ahualulco. A precios de SIAPA, se puede hablar de unos 300 millones de pesos más por su agua.

Sin embargo, lejos de pagarse ese servicio, Nevado tendrá cuatro millones de pesos y Quila seis millones; las tres reservas estatales se repartirán un fondo de seis millones de pesos que se obtuvo de presupuesto federal, y que está incluido en la suma de 32 millones.

Si se contabilizan económicamente otros servicios, la cuenta crece: captura de carbono, regulación climática, retención de suelo fértil y en general, de material que puede generar desastres en las partes bajas; conservación de biodiversidad (lo que permite cadenas tróficas que previene las plagas), reproducción de polinizadores (abejas, mariposas, murciélagos y pájaros que permiten casi la mitad de la producción de alimentos a nivel mundial), espacios de recreación y de belleza escénica, entre muchos más.

La buena noticia es que nunca se había destinado tanto dinero a estas tareas, la mala, que todavía no es prioridad presupuestal. Un cambio que se da lentamente. Habrá que ver si algún día alcanza la velocidad del deterioro.

Gasto estatal en ANP

Cerro Viejo-Chupinaya-Los Sabinos: 23 mil ha. Municipios de Tlajomulco, Ixtlahuacán de los Membrillos, Chapala y Jocotepec. Gasto estimado 2015: cerca de dos millones de pesos

Bosque La Primavera: 30 mil ha. Municipios de Zapopan, Talka, El Arenal y Tlajomulco. Gasto 2015: 15.5 millones de pesos

Parque Nacional Nevado de Colima: 7 mil ha. Municipios de Zapotlán el Grande, San Gabriel, Zapotitlán de Vadillo, Tonila,   Tuxpan y Zapotiltic. Gasto estimado 2015: 4 millones de pesos

Parque Estatal Bosques Mesófilos Nevado de Colima: 7 mil ha. Municipios de Zapotlán el Grande, San Gabriel, Zapotilán de Vadillo, Tonila, Tuxpan y Zapotiltic. Gasto estimado 2015: cerca de 2 millones de pesos

Zona de protección Hidrológica Sierra del Águila: 20 mil ha. Municipios de Ahualulco, San Marcos, Etzatlán y Ameca. Gasto estimado 2015: cerca de 2 millones de pesos

Área de Protección de Flora y Fauna Sierra de Quila: 15 mil ha. Municipios de Tecolotlán, Cocula, San Martín de Hidalgo, Ameca, Atengo, Tenamaxtlán. Gasto 2015: cerca de 6 millones de pesos

sábado, 20 de diciembre de 2014

Los Purépechas que resistieron a los Templarios



La comunidad indígena michoacana mantiene su sólido desarrollo en uno de los estados más convulsionados por el crimen organizado en el país.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

Como el limo primordial, cocido y endurecido literalmente bajo la acción del fuego, los hijos de Nuevo San Juan Pararangaricutiro, al poniente de la meseta Purépecha, no enfrentaban por vez primera al implacable elemento cuando se toparon con el incendio criminal que conquistaba Michoacán, con la omisión o complacencia de los poderes públicos, al menos desde 2006.

65 años atrás vieron nacer y apagarse el volcán Paricutín, que los obligó a mover el viejo asentamiento colonial a su actual ubicación; y hace 30 años, la lucha por la tierra estaba marcada por violencia y muerte de propios y extraños. Así, los barones de la droga no los tomaron descuidados, y confiados en su sólida argamasa institucional, resistieron como roca, cuando las propias presidencias municipales eran tomadas por las empresas delictivas. Hoy, Nuevo San Juan ha reiniciado el crecimiento mientras el resto de la entidad permanece entre convulsiones sociales y políticas.

“El problema de la inseguridad fue tan fuerte, que en su momento uno no contaba con esas instancias de gobierno”, señala Héctor Andrés Anguiano Cuara, responsable de coordinación de industria y certificación de los aprovechamientos forestales de la comunidad. “Parecía que ellos estaban amenazados de la misma forma que nosotros, y no tenían la fuerza para decir: nosotros los podemos ayudar; por eso el gobierno federal decidió desplazarlos y tomar la autoridad […] debimos construir esa relación, no nos recibía nadie; pero se tuvieron que acercar para ver a qué nos dedicábamos, de dónde salía el recurso que se veía, y esas acciones nos sirvieron para darnos a conocer y contar con su apoyo”.

- Es de suponerse que las organizaciones criminales o las autodefensas quisieron tener contacto con ustedes…

- Esa situación no se presentó porque la organización que tiene la comunidad no se vio rebasada, es decir, toparon con piedra […] nuestra organización en este tipo de aspectos es muy cerrada, somos muy cerrados o muy egoístas […] la comunidad decidió: no le entramos y no le entramos; el que se acercaba no sabía que un ‘no’ estaba respaldado por las autoridades comunales, por la asamblea y por el consejo comunal; a la persona que le tocaba decir que no, sabía del respaldo, que le daba amplia solvencia.

- Cuando hay violencia, la gente no sale de sus casas, pero ustedes siguieron en el bosque y el trabajo, ¿cuál es la clave?

- La mejor receta fue cuidarnos entre nosotros mismos, apoyarnos, así como estar atentos a las indicaciones de las instituciones y de las mismas autoridades, no dejamos nunca el bosque, y es simple la explicación: si se deja de hacer, se deja de comer; había la certeza de una organización fuerte, pero además, si dejábamos de trabajar ya no iba a haber para donde ir.

- ¿Cómo respondieron sus clientes?

- Que perdiéramos su confianza fue un temor, pero afortunadamente no se dio, ellos entendieron la situación, desconocemos cómo solucionaron sus problemas de materias primas, pero siguen con nosotros. Tampoco se detuvo el proceso de certificación, son tan estrictos los que nos certifican, que  no le importó: llamaban y nos decían, les toca su auditoría, está programada para tal fecha, confirmen que pueden; y siempre iban...

- Si hablamos de una tendencia en volumen de negocios antes y después de la crisis, ¿cómo les afectó?

- Si tuviéramos una gráfica sí se vería reflejada una caída; sin embargo, se identificó muy rápido, se tomaron medidas y el golpe fue menor. Hoy hemos retomado la tendencia que traíamos antes del momento más complicado con la seguridad.

Hablar de Nuevo San Juan obliga a señalar su potencia económica: sus empresas generan 1,200 empleos directos y seis mil indirectos, que lo convierten en el principal empleador del municipio homónimo y posiblemente el mayor núcleo forestal del país: 65 mil metros cúbicos de madera aprovechados por año (aproximadamente 2 por ciento del total nacional), una próspera industria que fabrica muebles, molduras y duelas, astilla, brea y aguarrás, tarimas y cajas, fertilizantes y mejoradores de suelos, huertas de durazno y aguacate, agua purificada, transporte, tienda comunal, televisión por cable, ecoturismo y hasta un gimnasio (ver http://www.comunidadindigena.com.mx/principal.html).

“Tuvimos que buscar respaldos en el ámbito financiero, algunos créditos para el capital de trabajo, pues cuando se caen las ventas, las empresas no pueden darse el lujo de decir: como no estamos vendiendo vamos a parar […] varios meses se estuvieron retrasando los pagos, pero nos ayudó mucho el hecho de tuviéramos varias empresas consolidadas, que tuvieron la posibilidad de ayudar a las empresa que les estaba costando esta situación […] la madera se movía menos, como es natural; entraron a ayudar la extractora de resinas, y la parte de las huertas comunales -la de aguacate, principalmente, producto que vive en un boom internacional desde hace un decenio- fueron el brazo fuerte de la comunidad”.

- Cuando habla del tejido comunitario, ¿a qué se refiere en específico?

- El esquema organizacional es muy simple, lo complicado es llevarlo a la práctica; es un esquema que se basa en la asamblea general de comuneros, las autoridades comunales y el consejo comunal –este último reúne a los liderazgos más experimentados-; estas tres partes tomaron las decisiones.

- ¿Ya había vivido Nuevo San Juan una crisis tan fuerte?

- Al  principio el problema de la comunidad eran los terrenos, la tenencia de la tierra, a tal grado que la primera necesidad para crear ingresos era financiar los juicios agrarios, si no había tierras pues no había recursos que aprovechar, y fue una situación que puso a prueba la supervivencia, pues los problemas se daban con las comunidades indígenas vecinas, los purépechas somos muy necios, muy aguerridos, muy aferrados, así que no eran tan sencillo que nuestra comunidad doblara las manos.

El entrevistado, nativo de San Juan Nuevo y con carrera de ingeniero industrial, destaca que la profesionalización creciente del modelo lo ha consolidado, pero es necesario voltear a sus vecinos para ayudar a que se genere desarrollo en toda la región y evitar otros golpes en el futuro. “Estamos tratando de ayudar a que se mejoren prácticas y se venza el viejo recelo, es parte de nuestra agenda detonar esa confianza”, refiere.

Nunca se puede estar seguro, admite: la zona de Nuevo San Juan podrá volver a crecer, pero si no se generaliza el buen manejo de los bosques y la prosperidad productiva, la región en que está inmerso podrá ser presa de nuevos desastres sociales y ambientales.

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El modelo forestal

Comunidad indígena reconocida y titulada por el rey de España en 1715, hizo valer esos títulos en los procesos de reconocimiento posteriores a la revolución mexicana. “En el año de 1943, la erupción del volcán Paricutín [uno de los más jóvenes del mundo] destruyó la población que ocupaban los integrantes de esta comunidad y los obligó a emigrar y formar un nuevo centro de población. Los efectos de la erupción volcánica en sus terrenos de cultivo y la creciente importancia de la riqueza forestal de sus bosques, motivaron un cambio drástico en la actividad económica”, señala su sitio web.

El uso forestal se dio con descuido y abusos. A partir de los años 80 del siglo XX, se decide resolver el caos y los aborígenes retoman el control de sus tierras en manos de la industria extractiva; la planeación, una vez consolidada la tenencia de la tierra, fue el motor. Nuevo San Juan posee más de 18,100 ha, genera 65 mil m3 de madera y 1,200 empleos directos por año.

Por qué uno triunfa y casi todos fracasan


La verdadera silvicultura exige ver a los bosques como un sustento a largo plazo, lo que significa que se debe cuidar su permanencia.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

Donde Nuevo San Juan Parangaricutiro tuvo éxito, decenas, cientos, miles de ejidos, comunidades y pequeñas propiedades de México han fracasado. ¿Cuál es el secreto?

“Es una pregunta que siempre nos hacen, y no es algo cabalístico, no hay una receta secreta; es una situación que tiene que ver con los valores y principios de una comunidad, de una organización; las comunidades indígenas estamos muy vinculadas a la naturaleza, y todo lo que son nuestros recursos naturales son parte de nuestra cultura, y eso nos favorece porque no lo sentimos parte de nosotros, sino que somos parte de ellos como humanos”, explica el responsable de coordinación de industria y certificación de los aprovechamientos forestales, Héctor Andrés Anguiano Cuara.

- Es decir, ustedes tienen un deber.

- Exactamente, sabemos que esos recursos nos van a dar, pero siempre que nosotros los cuidemos, los conservemos, favoreciendo que se mantengan […] debemos entender que puede ser nuestra forma de vida, nuestro alimento de todos los días; eso creo que muchas personas lo ven, pero lo ven para el valor presente nomás, y una de las partes importantes es que se entienda que es algo que debe subsistir a nuestras vidas, para hijos, nietos; si sólo se entiende como algo de pesos, no puede durar.

- El desafío es aún mayor en tiempos de cambio climático.

- Ha habido diferentes universidades que se han interesado en ese tipo de estudios con visión de cambio climático en los predios de la comunidad, ya se iniciaron con algunos hace unos meses, definitivamente es algo que se identifico ya por parte de los comuneros, esperamos tener resultados muy pronto porque habrá que tomar decisiones también.

- Ahora, hay conservación a nivel de sus predios, pero están inmersos en una región que se deforesta y se destruye…

- Eso es algo que se evaluó ya, porque las comunidades vecinas que se acabaron sus bosques, han buscado meterse a nuestros predios para seguir teniendo el sustento, y ese fue problema de bastantes años; afortunadamente ahora hay convenios, y estamos armando propuestas para trabajar un proyecto regional para extender el cuidado y la conservación: a mi me interesa estar bien , pero para que yo esté bien, tú también debes estar bien, entonces vamos trabajando en conjunto, y déjame apoyarte en lo que yo pueda, guiarte y encaminarte, de tal manera que yo pueda dejar de preocuparme por lo que pasa a fuera.

viernes, 19 de diciembre de 2014

En Guerrero, el milagro forestal de Costa Grande



La ruta de El Balcón y sus vecinos de la sierra, que hoy gestan una potencia forestal, contradice la aparente fatalidad en el destino del estado sureño.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

La violencia endémica ha marcado la historia de Guerrero desde tiempos coloniales. Cuna de la guerrilla moderna en México, es hoy presa de estructuras criminales ligadas a grandes cárteles de la droga entre instituciones del Estado en descomposición, pero la rica entidad sureña también alberga una experiencia de manejo de bosques exitosa y al alza en su región Costa Grande: los ejidos de la Integradora Forestal del Estado de Guerrero.

La cabeza de ese modelo es el ejido El Balcón, cuyos bosques están enclavados en el municipio de Ajuchitlán del Progreso, pero por cuestiones de mercado ha afincado las instalaciones de su industria forestal en Tecpan de Galeana, en esa zona de bosques templados que corre paralela a la línea del litoral, no lejos de las áreas donde la violencia se enseñorea.

“Cada quien hace su trabajo y nosotros no nos metemos en las cuestiones de seguridad, ni tampoco ellos [los criminales] se meten con nosotros; tratamos de tener el menor roce posible, [...] nos hemos cubierto entre nosotros mismos, a través de nuestro Comité de Seguridad Civil, que no es como las autodefensas de Michoacán, es gente que vigila y tiene radiocomunicación para protegernos entre todos”, explica José Luis González Méndez, gerente de la industria forestal de El Balcón. Es un esquema con quince años de antigüedad. Vieron que los problemas se venían encima, y decidieron adelantarse de forma preventiva para no perder el control de sus territorios.

- ¿Las autoridades trabajan con ustedes?

- Sí, esta organización ya la registramos, es una de las pocas que hay en el país, tenemos para la ruta Tecpan - El Balcón, que es la principal, y hay también la de San Luis - San Pedro - Rancho Nuevo, que abarca a varios ejidos.

- ¿Qué tipo de equipamiento tienen?

 - Lo necesario para tener protección y disuadir, vehículos y patrullaje principalmente, y armas autorizadas por el ejército. Nuestra vinculación es sobre todo con el gobierno estatal, […] toda la población está comprometida, en una red; el gobierno federal nos ha puesto radios de comunicación en los pueblos principales, así que es continua la vigilancia y hay que estarse reportando a toda hora.

- ¿Por qué Guerrero tiene tantos problemas, tan mala prensa, por decirlo?

 - Porque somos de los estados más abandonados por las dependencias del gobierno. Yo creo que mucho depende de los apoyos que no se han brindado de manera continua, y ahora nos voltean a ver por la violencia […] tampoco nos vamos a estar solo quejando de eso, hay que trabajar, y con lo que podamos apoyar para recuperar la paz. El Balcón posee 24 mil hectáreas principalmente boscosas, de las cuales se tienen siete mil ha en producción maderera; esto da a extracción por anualidades en 700 ha y un volumen promedio de 15 mil m3; la industria agregada del ejido se llama Muebles y Cabañas Certificadas SA, en gradual crecimiento productivo y expansión comercial.

González Méndez explica el milagro: cómo es que en un estado históricamente inestable, sean posibles historias de prosperidad

“El Balcón comienza en los años 70, cuando nuestros abuelos decidieron luchar por la tenencia de la tierra, y se inicia con una pequeña dotación ejidal que no era ni siquiera maderable”, refiere el campesino, con raíces tlapanecas, como todos sus paisanos, que en este caso, han perdido la lengua aborigen.

El Balcón debió enfrentar, como tantos ejidos y comunidades forestales del país, las tenazas monopólicas de las concesiones del “desarrollo estabilizador” en que se veían reducidos a rentistas de sus florestas. La empresa forestal paraestatal Vicente Guerrero esquilmó “con celo revolucionario” las vastas umbrías hasta que se cansaron los propietarios, “lo único a que aspiraban era a algunos empleos, y se decidió detener el abuso; allí empieza la lucha [...] lo que arranca con el primer aserradero en 1986”.

Son desde entonces casi 30 años de trabajo ininterrumpido, “de estar luchando día a día, con todas las adversidades que hay en el estado, y que las utilidades se usen bien; ha habido una estrategia para que el recurso llegue a los beneficiarios con inversión en servicios, y eso nos ha ayudado a elevar el nivel de vida de los ejidatarios, a mejorar el nivel de la misma industria, a diversificarla y modernizarla”, añade González Méndez.

La temporada forestal fuerte es en secas, de enero a junio o julio. En ese tiempo se llega a dar empleo a 350 trabajadores, incluido el fuerte trabajo preventivo para los incendios forestales; “cuando llega a haber un incendio, primero lo combate la gente que está en el campo, y luego la del pueblo; todos estamos disponibles y tenemos instrumentos adecuados para hacerlo, porque sabemos el valor de los bosques”.

Una de las principales claves del buen manejo es que el ámbito empresarial del negocio se cuece aparte de la vida interna del ejido. Comisariados ejidales van y vienen, pero la empresa tiene un manejo gerencial de largo plazo y no puede estar sujeta a los caprichos y vaivenes de la política. “Decidimos hacer la separación porque tuvimos experiencias no muy gratas en la primera etapa, hasta 1992”.

No obstante, no se vive solamente de ese recurso. Procuran mantenerse diversificados: agricultura, ganadería, ecoturismo. La empresa ha seguido su desarrollo y se ha lanzado a nuevas etapas: la creación de la integradora, que une los destinos de El Balcón con sus vecinos de la sierra, los ejidos Los Bajitos y Coacuyul y Tizotla, para garantizar el abastecimiento de madera a la industria mueblera propia y a los clientes foráneos. Se delinea así una de las grandes potencias forestales del país, con trece mil ha de bosques en aprovechamiento y la posibilidad de producir 45 mil m3 de madera al año (equivalente a 15 por ciento de todo lo que produce el estado de Jalisco), explica el presidente del consejo de administración, Paulino López Atanacio.

Este conglomerado no ha desarrollado todas sus posibilidades. Se ha surtido a los gobiernos locales y estatal de mobiliario para escuela, se construyen cabañas para proyectos ecoturísticos –uno en la propia sierra- y se busca conquistar el mercado internacional. “Ya tenemos negociaciones con compradores chinos o de los Estados Unidos”, refiere Fidencio Sánchez Atanacio, gerente de la empresa mueblera. Pero se vive la incertidumbre porque la reforma fiscal ha dejado en situación precaria a las empresas sociales: la imposibilidad de generar facturas para sus propias inversiones  –una escuela en alguna comunidad- les impide reducir el monto de impuestos a pagar y desincentiva esa inversión. “Pueden matar este tipo de empresas, esperamos que se revise pronto”, señala.

Estos campesinos tlapenses han visto que en otras zonas del rezagado estado en que nacieron comienzan a despuntar iniciativas como la suya. “Conocemos una que está cerca de Acapulco, en la zona del 42 para arriba está un pueblo, en una comunidad que se llama Pueblo Santo, [...] donde se cuidan entre ellos; hay otras en la zona centro, por Chilpancingo, pero somos pocos, aunque ya se han dado brotes de compañerismo, porque si estamos abandonados del gobierno, tenemos que darnos la mano entre nosotros y aprender a trabajar”, puntualiza.

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Ejidos de la Costa Grande

Las comunidades agrarias de esta región guerrerense toman como base la historia de El Balcón, un ejido dotado en 1960 a partir de las gestiones de tres familias y que se benefició de dos ampliaciones hacia los bosques de la zona. Tiene 24 mil hectáreas y produce unos 15 mil m3 de madera sobre 7 mil ha y otras 3 mil ha reciben pago de servicios ambientales de la Conafor. Su primer aserradero data de 1986. Tiene 112 ejidatarios. Su proceso de certificación data de 2003.

El ejido Los Bajitos tiene 12,600 ha y 7,500 forestales con un aprovechamiento anual de 10 mil m3 de madera; por usos y costumbres no han podido separar el manejo forestal de los avatares de la política agraria interna, pero buscan seguir el camino de su vecino El Balcón. Con la formación de la integradora, las posibilidades aumentan hasta más de 40 mil m3 de madera anuales, lo que permite alimentar los mercados locales y buscar, gracias a la certificación, otros espacios fuera del país.

Allende las fronteras, uno de los productos que más han despertado interés en el mercado internacional es la madera de encino, difícil de trabajar, pero de gran durabilidad, refiere Fidencio Sánchez, gerente de la empresa mueblera.

martes, 16 de diciembre de 2014

Las historias de éxito del bosque en un “Estado fallido”




La Trinidad, en el “Triángulo Dorado” de la droga, y La Ciudad, en la sierra duranguense, modelos para el país.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

La Sierra Madre Occidental, cuna del cultivo de estupefacientes a gran escala en México, es también referente nacional de un oficio más antiguo, legal, e históricamente marginado: la silvicultura.

Actividades que en el pasado cohabitaron de forma tensa pero relativamente civilizada –la biografía de Edwin Bustillos, premio Goldman 1996 que protegió estos bosques en coexistencia con los sembradores de amapola y mariguana, es testimonio fiel- ahora entraron en conflicto abierto con la expansión de las rutas de la droga, la creciente violencia de los barones de la sierra y la ampliación de sus actividades económicas. Y resulta que en el mismo interior del “Triángulo Dorado” –la vasta región compartida por Chihuahua, Durango y Sinaloa, que ha sido por décadas la gran productora de estupefacientes de México- un ejido forestal exitoso, al margen de todo el esquema de ilegalidad y violencia de su entorno, sobrevive: La Trinidad, municipio de Guadalupe y Calvo.

Gamaliel Ríos Zavala, presidente de la empresa ejidal, explica que conservar el bosque y vivir de él es la clave para que se mantenga una economía relativamente estable, si bien, es ineludible incluir la zozobra y la incertidumbre actuales como elementos de la ecuación.

“Ya tenemos diez años como ejido certificado, y pienso que ha sido exitoso, ya que cuando estás certificado tienes críticas constructivas que permiten mejorar tu manejo; y hubo que vencer resistencias, convencer  a nuestra gente porque había negatividades de muchos compañeros, y aunque al paso del tiempo se ven resultados, había una expectativa de obtener mejor precio, que aún no se cumple, pero debemos ser pacientes porque estamos en el camino”, añade.

El ejido es motor de actividades económicas que implican una derrama importante regional: de 50 a 60 empleos permanentes en la industria; los fletes de la madera se reparten entre los transportistas locales, pues hay que bajar el producto aserrado por 296 kilómetros de casi sólo terracerías, unas ocho horas de camino, a la ciudad de Parral; los jornales de las brigadas de combate de incendios; los trabajos que se financian en el esquema de servicios ambientales, canalizados a la prevención del fuego, y otros proyectos incipientes, como el ecoturismo, o a futuro, como transformar madera en mueble.

“Año con año hacemos reparto de utilidades, no lo tengo muy claro, pero ronda los 50 o 60 mil pesos por ejidatario; todo se reparte de forma transparente, y para tomar decisiones de reinversión tenemos un grupo de doce ex comisariados que son líderes en la comunidad y funciona como un consejo directivo, de suma importancia para alcanzar acuerdos en cualquier sentido”, puntualiza.

Al ser un ejido con madera certificada, está expuesto a auditorías técnicas rigurosas que también garantizan que se hagan manejos adecuados del recurso y se cuiden los dineros. “Esta certificación cuesta, pero nos sirve para obtener apoyos del gobierno o de otras instancias, porque siempre se le da prioridad a los ejidos certificados porque eso establece que hay un buen manejo del bosque y se conservará […] nosotros desde antes cuidamos nuestros árboles, tenemos maderas de calidad y no sucede en otros ejidos, a raíz de la certificación entramos al proyectos de REDD plus (reducción de emisiones por deforestación y degradación de bosques con visión social), del cambio climático, y nos quejamos de lo que pasa cuando hay sequías, y justo de eso se trata, de aprender a enfrentarlo”.

- ¿El ejemplo ha cundido alrededor de ustedes, les piden sus vecinos orientación y apoyo?

- Estamos abiertos, incluso hay vecinos que van a preguntar y nosotros con todo gusto les decimos de precios, de necesidades del cliente, estamos abiertos a dar información, porque si yo les doy algo, ellos me dan algo también.

- O sea, así se protegen juntos…

- Así es.

“Creo que en la zona norte de México a todo mundo nos ha castigado la inseguridad, y qué hacer, pues enfrentarla poniendo fuentes de empleo, y que la gente vea que se está trabajando bien para todo el ejido, porque todos somos dueños, hay que sembrar calidad humana y que haya valoración de lo que se tiene […] sí nos ha azotado bastante la inseguridad, compañeros han enfrentado asaltos o secuestros, pero hay que seguir trabajando porque hay gente atrás de nosotros, yo como comisariado tengo 417 ejidatarios que exigen resultados, transparencia y reparto de utilidades”.

La organización internacional The Nature Conservancy (TNC) es la entidad que opera REDD+ en la zona. “Pero la clave es el compromiso de las comunidades para salir adelante, el bosque es su modo de subsistencia, ellos tienen el arraigo de los recursos con los que cuentan”, refiere la representante de TNC en Chihuahua, Lizeth Hernández Ávila.

La vecindad de actividades ilegales no es de ahora. “Como siempre se han dado, ellos saben lidiar con la situación, y simplemente se dedican a lo que ellos trabajan, el aprovechamiento forestal, y no andan buscando otros caminos […] tratan de alejarse de las áreas en conflicto, o donde se empalmen las actividades y se van a áreas que no los pongan en riesgo”, refiere la asesora.

“El aprovechamiento forestal, la silvicultura, es algo beneficioso para el ecosistema, se cumple la rotación de las parcelas, con las densidades exactas que deben aprovecharse en el bosque”.

El aprovechamiento tiene ya medio siglo en La Trinidad, pero hay más ejemplos de buen manejo en el municipio serrano. “En el caso específico de La Trinidad una de las virtudes es ese alejamiento que tiene por cuestiones de accesibilidad, que los mantiene muy aislados, íntegros y comprometidos con la tierra que ellos tienen, son condiciones muy extremas y por lo mismo lo atienden bien”, pondera.

Y todo esto en el borde del “Triángulo Dorado”, donde día a día se da el trasiego de enervantes y de armas favorecido por la ausencia, al menos parcial, del Estado.

Menos presiones directas, pero con oleadas frecuentes de criminalidad, vive el exitoso ejido La Ciudad, en el oeste de Durango, que se ubica tras las montañas que se ascienden desde Mazatlán.

El ejido se formó en 1949 y logró hacerse de sus recursos tras luchar exitosamente contra una concesión maderera, en los primeros años del decenio de 1970. Desde entonces produce mucho. Más de 42 mil metros cúbicos de madera por año, tres aserraderos, cepillo, secadora y proyectos ecoturísticos como Mexiquillo, con 20 cabañas.

Roberto Delgado Mena, técnico comunitario, explica cómo han sorteado los problemas de la presencia de la criminalidad. “Hemos tenido momentos difíciles, robos, secuestros, asaltos; mucha gente dejó de circular por la carretera y pocos venían a las cabañas, asustados, y ahorita está como calmado, pero no sabemos cuánto vaya a durar esto”.

La Ciudad es un ejemplo que se ha multiplicado en la zona de bosques de pino. Mientras las noticias hablan de incidencias delictivas, el trabajo de la silvicultura comunitaria se fortalece y cada vez más núcleos campesinos acceden a la industrialización de su madera. “No hay más secreto que trabajar, ser serios y transparentes”, apunta.

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FICHAS TÉCNICAS

Ejido La Ciudad

Enclavado al oeste de Durango, en medio de densos bosques de coníferas, es una de las potencias forestales del país: genera 42 mil m3de madera anual y sus existencias en pie no cesan de incrementarse desde que los campesinos tomaron el control de sus bosques en 1971, tras un pasado de saqueo desmedido

Una de las claves del éxito de La Ciudad es la competencia interna: tres grupos de ejidatarios han formado sus propias industrias de aserrío, y compiten en calidad del producto. La comercialización de productos terminados, como tarimas para una cervecera, ha aumentado, lo que elimina intermediarios y aumenta ganancias propias

Ejido La Trinidad

Está ubicado al sur de Chihuahua, en el municipio de Guadalupe y Calvo, a la entrada del Triángulo Dorado de los estupefacientes, y con larga tradición forestal comunitaria Tiene 417 ejidatarios, una empresa forestal que da de 50 a 60 empleos permanentes, 46 mil hectáreas de superficie y una producción anual de 20 mil men promedio de madera aserrada que se comercializa en los estados vecinos y que tiene calidad de exportación

“Hay campesinos para rato, es la historia de la humanidad”: Paulo Petersen

En tiempos de cambio climático y convulsiones políticas, la recuperación de modelos de vida campesina a escala modesta es una respuesta factible y plausible a estos desafíos. Sin embargo, el cambio implica una revolución política (la recuperación de la autonomía del campesinado) y una económica y ecológica: quitar el poder a las trasnacionales y restaurar los antiguos mercados locales, lo que baja la huella ecológica alimentaria.



Agustín del Castillo / MAGIS.

El campesino es el actor rebelde de la historia. Perseguido por todos los modelos de desarrollo y estigmatizado por todas las ideologías, fue el “pagano” [del latín paganus: “habitante del campo”, “rústico”] denunciado por los cristianos de Roma, impacientes por su resistencia a la evangelización y, luego, paradójicamente, fue el protago

Campesinos son los siervos sometidos por los grandes señores medievales o los kulakssacrificados en la búsqueda del “hombre nuevo soviético”; la carne de cañón de la revolución maoísta o los rancheros libertarios del movimiento zapatista en Morelos; los aborígenes indomables de las llanuras americanas o las tribus en resistencia del África subsahariana.

Casi media humanidad, aún hoy, luego de tres siglos de tentativas de incorporación a los sistemas centralizados y burocráticos, sigue anclada de algún modo en la vida campesina, aunque al calor de políticas paternalistas y clientelares que a cambio de sometimiento le regalan el último escalón en la pirámide social. Dejar de ser campesino es la regla del éxito, parece ser el mensaje.

Pero el campesino se aferra. Paulo Petersen, brasileño, experto en agricultura familiar, estuvo en el ITESO para participar en el Foro de Soberanía Alimentaria, organizado por la Licenciatura en Nutrición, y concedió esta entrevista a MAGIS en la que aborda los entretelones políticos y económicos de este rescate de la figura del hombre del campo, lo que nos hace tocar temas como la autonomía, la autogestión, la seguridad y la soberanía alimentarias, el enfrentamiento a monopolios —las gigantes multinacionales— y el cambio climático.

La FAO designó este 2014 como el año de la Agricultura Familiar. ¿De qué hablamos cuando nos referimos a la agricultura familiar y cuál es su importancia para que este mundo funcione?

Pienso que la declaración de FAO es una gran conquista política por parte de la sociedad civil […] porque es un reconocimiento de que la agricultura familiar tiene especificidades, en relación con la agricultura en general […] no olvidemos que con la agricultura familiar se genera más volumen y se alimenta a muchas más personas que con la agricultura industrial.

¿Cómo están los datos para darnos una idea de todo esto?

Esto es un problema porque es muy difícil definirlo, lo que es y lo que no es la agricultura familiar […] primero se piensa que dos quintas partes de la población mundial son agricultores campesinos —que tienen su agricultura—, por lo menos hablamos de 1.3 mil millones de personas, como 550 millones de unidades familiares y, además, este inciso va en unidades familiares porque muchos campesinos no producen en unidades familiares, hay espacios más colectivos.


Las comunidades indígenas, por supuesto. Es muy difícil ser precisos, pero las grandes cifras estimativas son de 550 millones de establecimientos y dos quintas partes de la población mundial que aún trabajan la tierra; esto es muy significativo porque esas dos quintas partes son responsables de la producción de 60 o 70 por ciento de la alimentación.

¿Con toda la precariedad en la que trabajan?

Exactamente, una de las grandes características que tiene el campesinado es la capacidad de lucha; de luchar en plan micro y luchar en plan macro. Luchar en plan micro es luchar con las fuerzas de segregación, porque siempre todas las teorías socioeconómicas dicen que los campesinados van a desaparecer, porque no tienen la capacidad de sobrevivir en un mundo capitalista, en un mundo de economía de mercado, cuando dos quintas partes de la población están en esa situación y no se ponen a pensar en que sobreviven precariamente porque a eso las someten, no porque ése sea su deseo. Muchas veces no tienen el espacio, no hay espacio físico ni ideológico ni reconocimientos; las políticas públicas en general apoyan a los grandes agronegocios, no a los campesinos.

O sea, “si no son productivos, no los apoyo, aunque sean millones”, dicen los gobiernos…

Exactamente, tenemos el ejemplo de Brasil hace 20 años, cuando empezamos con las políticas de agricultura familiar. Una de las personas que concibieron esto fue el actual presidente de la FAO, que nació en Brasil […] los datos revelaban que el gobierno apoyaba a los agricultores consolidados y a los que estaban en transición para su consolidación, mientras los demás no tenían espacio. Estamos hablando de que en Brasil había cuatro millones y medio de unidades familiares y como 60 por ciento fuera; de hecho, lo que pasó fue que las políticas públicas que en realidad buscaban llevar hacia la agricultura industrial a las unidades en transición, en vez de políticas públicas específicas de agricultura familiar entre 1996 y 2006, hubo un respaldo a poquísima concentración de gente […] Como 60 o 70 por ciento de lo producido por la agricultura familiar proviene de 6 por ciento de las unidades, lo que revela un proceso de concentración, una mala concepción de las políticas. Esto se deriva de la idea de que los agricultores deben participar en los mercados, en los grandes mercados, y no comprenden que los campesinos tienen muchas formas de economías, mercantiles o no mercantiles, incluso no agrícolas, que no forman parte de su presupuesto familiar.

Además de que, en términos económicos, la agricultura tiene cada vez menos valor…

Por supuesto, pero hay que recordar que esta gente tiene una capacidad productiva, por área, muy alta. Es una agricultura que tiene una característica: es artesanal. Es un trabajo donde el trabajador toma la decisión de lo que se hace, trabajo intelectual y trabajo mecánico van juntos; es diferente a una agricultura capitalista, en la que el trabajo intelectual es del que contrata y el trabajo del contratado es sólo mecánico. La agricultura campesina junta las dos cosas y esto permite una característica muy importante en relación con la naturaleza, que es ajustar, ajustes finos, con pequeños cambios de clima, de precios de mercado; tiene capacidad, flexibilidad, maleabilidad.





Cambio climático

Y está el tema ambiental, la agricultura industrial y sus costos…

La economía campesina es un sistema económico y ecológico, porque también la naturaleza trabaja, y el trabajo de la naturaleza y el trabajo del ser humano juntos producen riqueza. Pero para que la naturaleza trabaje para el ser humano, el ser humano le devuelve a la naturaleza, entonces este equilibrio de coproducción es parte de la agricultura. La agricultura industrial no trabaja junto con la naturaleza, porque no está basada en los ciclos, en los flujos, en los energéticos, en los nutrientes que ésta tiene y, como resultado, hay un efecto de desequilibrio. Así, por ejemplo, en el caso de las malezas o las plagas que son nada más síntomas de un desequilibrio; la naturaleza siempre busca el equilibrio y responde con su antídoto, que es la plaga o la maleza, una forma de restablecer la reproducción biológica, pero nosotros lo vemos como un problema y atacamos las plagas con los plaguicidas y de ese modo vamos más al desequilibrio. Entonces se hace una relación de competencia entre el trabajo humano y la naturaleza, lo que no es el trabajo campesino. Dicho de forma más clara: la lógica campesina es una lógica de comprender los sitios, los ciclos, la forma en que la naturaleza trabaja, para tener un ideal de desequilibrio, porque siempre con la agricultura causamos una interferencia: para que los sistemas aumenten su productividad biológica es necesaria la interferencia y provocas un desequilibrio, y buscas mantener ese desequilibrio humano a cierto nivel con el trabajo. Pero si provocas un desequilibrio muy grande, la naturaleza reacciona, es una cosa muy sutil, pero son las capacidades de todas las poblaciones agrícolas de la historia, de encontrar su equilibrio, y las que no encontraron su equilibrio, provocaron colapsos…

Los ganaderos de la Sierra Madre acusan a los campesinos wixaritari [huicholes] de holgazanería por dejar tierras ociosas. ¿No tienen razón?

Eso que hacen los indígenas es rotar las tierras, el barbecho, y es una práctica que siempre debe existir. Lo interesante en la historia es que muchas civilizaciones que trabajaban con este tipo de rotación, en la medida en que la población creció y no fue más posible mantenerla, encontraron otras formas de recuperar la fertilidad. Uno de los esquemas es la integración entre la producción animal y la producción vegetal, que se hagan ciclos de producción entre el organismo, la biomasa, otros que consumen la biomasa, entonces cada vez se va intensificando el uso del espacio de forma sustentada, y muchas poblaciones consiguieron aumentar la población usando los mismos recursos en forma sustentable. Si la presión demográfica es mayor, tienes dos opciones: una, innovación tecnológica para mantener las capacidades sin promover una degradación ambiental, o procurar otras áreas, pero muchas veces no las tienen y deben ajustarse a lo que tienen.

¿La agricultura familiar es un modelo que puede ajustarse para la conservación de bosques y selvas?

Sí, ahí entra el tema de la agroecología. Es posible promover agroecosistemas bastante interesantes; una agricultura sedentaria, sin avanzar más sobre los bosques, porque ya hay área suficiente, abierta, para producir alimentos. Pero muchas veces la agricultura familiar se convierte en una lógica empresarial, y la lógica empresarial tiene una característica, que es la necesidad permanente de aumentar su producción, porque los márgenes de ganancia son cada vez menores. Entonces se obliga a la ola expansiva de la agricultura. No hay que confundir la cantidad de producción con la ganancia, porque en general son agricultores que tienen alta productividad, pero una ganancia muy pequeña porque los costos de producción son cada vez mayores.

Pero cuando el agricultor ve que uno de sus nichos de producción tiene menos rendimiento, busca diversificarse para estar menos expuesto y el bosque es una oportunidad, ¿no?

Así es, por supuesto, y el uso económico de los bosques es parte de la historia de la humanidad en los sistemas agroforestales. Las investigaciones demuestran que, comparando los dos tipos de agricultura, las productividades son muy equivalentes, y que en los países del Tercer Mundo tiende a ser mayor lo que produce la familiar sobre las industriales o la agricultura muy tecnificada con dependencia de insumos químicos. La conclusión es que sí es posible alimentar a nueve mil millones de personas hasta el año 2050 sin necesidad de devastar los bosques. Esto es posible con el conocimiento que se tiene; la cuestión principal es el modo en que el espacio agrario está dividido, porque hay una concentración brutal de activos ambientales en el mundo, y se ve cada vez más, y una lógica empresarial e industrial que necesita de más tierra en un sistema no sustentable depende de devastar los recursos forestales.

En tiempos de cambio climático van a ocurrir cosas con la tierra; es claro que disminuirán las tierras fértiles, un desafío que no habíamos vivido como humanidad…

Y una de las características de la agricultura industrial, precisamente, es su alta vulnerabilidad ante las situaciones climáticas. En cambio, los sistemas campesinos, por su sistema de biodiversidad, tienen más maleabilidad, más flexibilidad, son sistemas que se adaptan a variaciones del clima, del mercado. Los monocultivos tienen el problema de que se trata de plantas condicionadas para alta productividad, en condiciones ambientales óptimas, y si no tienen esas condiciones, la productividad baja. Con la inversión alta en fertilizantes, en semillas, en máquinas, te llega una sequía y entonces, además de no producir, estás endeudado… El fenómeno cada vez más recurrente en la agricultura convencional es un fenómeno económico, ecológico, y el tema del cambio climático es clave hoy para buscar un cambio de modelo.





Autonomía necesaria

¿Cómo convencer al propio campesino de que depender de ese sistema lo hace más frágil, menos capaz de responder adecuadamente al desafío de la supervivencia?

Sí, yo pienso que es un problema. Con los márgenes de maniobra de los campesinos, que son cada vez menos, y las políticas públicas que lo orillan a seguir el camino de la agricultura empresarial, y cuando dejan de funcionar los mercados locales, el campesino tiene que recurrir a mercados lejanos. Es la lógica del agronegocio. No es solamente una decisión del campesino, pues la lógica campesina es la de siempre mantener un grado de autonomía. Ésta es la palabra clave para entender al campesinado.

Una autonomía que es problemática para los políticos, para el Estado; tener gente que piense de forma distinta y que resuelva las cosas sin depender de los grandes poderes.

Sí, la cosa es que tanto los teóricos liberales como los de línea marxista durante mucho tiempo han dicho que los campesinos deben desaparecer, porque no hay espacio en el capitalismo para ellos. O se integra a los mercados o sale. Y eso involucra también una cuestión de poder, porque este nicho de autonomía es una autonomía técnica, política, de vida, al margen del capital, y ahí está el gran pecado del campesinado contra el capitalismo...

Incluso del capitalismo de Estado, porque la historia soviética fue una persecución de campesinos…

Por supuesto, la Unión Soviética destrozó también a su campesinado, fue una gran tontería; donde la gente no tiene autonomía, no tiene capacidad de poner su inteligencia para ejecutar sus proyectos de vida de forma independiente, entonces es cuestión política seria, porque aun cuando el campesinado genera un conjunto de beneficios a la sociedad, parece oponerse a la forma en que funcionan los estados.

¿Mantener la autonomía hubiera sido una buena política para combatir la pobreza, el hambre, en las naciones emergentes?

Así es, este avance de la lógica capitalista en el campo es responsable de este tipo de tragedias que vivimos en las sociedades hoy en día. Muchos de los problemas de nuestra sociedad son de origen rural. Un mundo que tiene un campesinado fuerte, activo culturalmente, tiene una distribución demográfica más equilibrada y una mejor relación con la naturaleza. Estamos hablando de la necesidad de una democratización de los sistemas alimentarios, y para democratizar hay que construir autonomías por encima de los grandes intereses —hay que ver el costo ambiental brutal que tiene no consumir los productos que se generan en el mercado local—, sin olvidar toda esa economía tejida al margen del mercado, que resuelve muchos problemas de las poblaciones.

Entonces, el cambio climático va a colapsar con más facilidad esa economía global, gigante, mecanizada, mientras los modelos campesinos van a seguir existiendo…

Para nuestra suerte. Y promover esos modelos de agricultura campesina termina siendo una buena respuesta de adaptación a los cambios que vienen. Hay campesinos para rato, es la historia del hombre.

Gobernador busca en ONU soluciones a El Zapotillo

Observatorio del Agua escuchará conclusiones, pero insiste en la necesidad de acatar sus propias recomendaciones sobre la crisis de agua alteña.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO.

En busca de encontrar de nuevo una salida conciliada y acorde a los intereses de Jalisco al tema del trasvase de agua del río Verde hacia la ciudad de León, Guanajuato, ayer se reunió el gobernador del estado, Aristóteles Sandoval Díaz, con miembros del Observatorio Ciudadano del Agua de Jalisco, quienes han manifestado públicamente su oposición al proyecto por considerar que provocará un colapso ambiental y social en una zona de por sí estresada por la falta del recurso: Los Altos de Jalisco.

El mandatario les presentó a los vocales del cuerpo consultivo el informe preliminar de una “tercería” que ya realiza la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops, por sus siglas en inglés), la cual ha recabado información tanto entre el sector oficial –que promueve el proyecto presa El Zapotillo y acueducto a León- como en la sociedad civil alteña, la academia y las organizaciones ecologistas locales y estatales, en una reunión al mediodía, en Casa Jalisco.

La meta es que esto derive en la realización de un balance hidrológico que sea la base de la toma de decisiones: si se demuestra lo que el observatorio apunta, de que no se trata de una cuenca excedentaria y se dañaría la economía de casi un millón de jaliscienses si se entregan 119 millones de metros cúbicos anuales a la urbe industrial de El Bajío, el mandatario deberá actuar en consecuencia. Al balance hídrico se deberán agregar componentes esenciales como la visión preventiva del cambio climático –la demarcación padecerá con especial fuerza ese fenómeno, de acuerdo a las previsiones científicas- y la necesidad de un ordenamiento territorial con base en la disposición y la preservación del agua.

La misión de Unops la encabeza Alejandro Rossi, asesor de medio ambiente en América Latina y el Caribe, como jefe de mi


Los integrantes de la misión han hablado con los actores del conflicto: Comisión Estatal del Agua (CEA), Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet),  Ayuntamiento de León, Guanajuato, y su organismo operador; presidentes municipales de Mexticacán, Yahualica, Valle de Guadalupe, Jalostotitlán, San Juan de los Lagos, Lagos de Moreno y Unión de San Antonio; el propio Observatorio Ciudadano para la gestión Integral del Agua de Jalisco y sus Municipios, así como cúpulas empresariales: industriales (CCIJ), comerciantes (Canaco) y patronales (Coparmex).

Juan Guillermo Márquez Gutiérrez, presidente del observatorio, puntualizó tres acuerdos: “primero, el gobernador dará respuesta a las recomendaciones, tomando en consideración que no son preguntas, sino acciones a emprender; segundo, que el gobernador defenderá los intereses de Jalisco, garantizando también el agua en el campo y no se permitirá que otro estado incremente sus reservas a costa del sector agropecuario nuestro, y tercero, que la participación de Unops será para contar con una tercera opinión en el tema del trasvase”.

De este modo, la instancia ciudadana “observará la actuación de este organismo y sus trabajos, quienes presentarán a inicios de enero una ruta crítica de los alcances de sus trabajos”, añadió.

lunes, 15 de diciembre de 2014

El Obispado de San Juan de los Lagos, en contra de El Zapotillo



La diócesis católica dirige a Aristóteles Sandoval una carta en que le pide defender los derechos de un millón de jaliscienses y detener “engaños” de la clase política

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO.

La diócesis católica de San Juan de los Lagos, con un millón de habitantes en 20 municipios, expresó al gobernador Aristóteles Sandoval, su preocupación con las consecuencias del trasvase de agua del río Verde a la ciudad de León, Guanajuato: “se volvería desierto y la emigración a las ciudades aumentaría las problemáticas sociales de las mismas, que ya son bastante carga para el gobierno e inseguridad para los ciudadanos, y dejaríamos de ser productivos de materias primas para la subsistencia humana”.

El documento, del que posee copia MILENIO JALISCO, fue entregado en la oficialía de partes de palacio de gobierno, de esta ciudad, firmado por el sacerdote José Luis Aceves González, quien fue designado miembro del Observatorio para el agua del estado de Jalisco por parte de la diócesis que encabeza el obispo Felipe Salazar Villagrana, con copia al presidente de la república, Enrique Peña Nieto, y diversas autoridades federales y estatales, además de los otros miembros del órgano ciudadano creado formalmente hace casi un año.

El representante del prelado advierte en la carta que ha cundido desinformación por la falta de transparencia de instituciones como la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la estatal (CEA), lo que ha obligado a obtener información desde las vías académicas y de investigación, que generan un panorama de preocupación para la feligresía, que en su mayor parte se dedica al comercio y a los negocios pecuarios de pequeña escala, pero cuyo volumen sumado aporta más de la quinta parte de la proteína de origen animal del país.

“Más nos preocupa aún cuando personal electo por el pueblo para promover y ayudar al mismo pueblo que los eligió –llámese presidente municipal o diputado- pretenden, manipulado información, y han solicitado valerse de párrocos, por donde presuntamente pasaría el acueducto [a León], para que convenzan a los feligreses, a la población en general, y más específicamente a los posibles afectados -terratenientes- por donde pasaría dicho ducto, para convencerlos hasta de la bondad de no cobrar por la presumible compra-venta y convencerlos a favor del proyecto ‘beneficioso para la región” (sic).

Y agrega: “no admitimos como diócesis esas maquinaciones, ni como discurso ni como patraña fratricida”. También admite que hay una contaminación de las aguas que se genera a nivel local, pero ello no es pretexto para responsabilizar a los productores de todo el problema, sobre todo si se trata de pequeños productores que serían desplazados por los gigantes empresariales de la región, que han tenido apoyo técnico y subsidios para enfrentar ese problema.

El representante del obispo destaca que el presidente Peña Nieto ya mandó un mensaje positivo al frenar una licitación en el caso de la construcción del tren rápido de Querétaro a la ciudad de México. Apunta que ni las ciudades ni la economía pueden crecer al infinito, por eso hace falta planeación participativa y una fuerte cultura del agua. También le recuerda al mandatario del estado que Jalisco “es libre y soberano” y no puede una entidad vecina decidir sobre los recursos y el destino de los habitantes que están en su territorio.

domingo, 14 de diciembre de 2014

Desastre urbano y abusos… por una televisión nueva



Sin mucho rigor y con falta de planeación se entregan pantallas a costa del erario; los vecinos de las zonas padecen días de caos vial.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO.

Todo se vale con tal de obtener una televisión nueva. No importa si se trata de una verdadera necesidad –gente impecablemente vestida se mezcla con el pobrerío por la calle Amacueca, en espera paciente-; basta que se cuente con registro en alguno de los programas de apoyo de la Secretaría de Desarrollo Social –hechos para atender a los menesterosos, ¿alguien se equivocó o financian ropa fina?-. Y como las visitas a la Virgen, es el reino del caos.

Las calles laterales, invadidas, la basura desperdigada, las heces humanas en los rincones, carros golpeados o vidrios rotos. El tránsito local se interrumpe, la policía y tránsito sólo miran a lo lejos. Viene navidad, vienen elecciones en 2015, exclaman los vecinos, molestos e irónicos.

“Miles de personas que prácticamente tomaron la calle y a los que vivimos aquí nos fue prácticamente imposible salir, es una total desorganización, y nos dijeron que esto durará hasta el 18 de diciembre […] estoy de acuerdo que se trata de ayudar a personas de escasos recursos, pero que se organicen bien, la calle quedó como un basurero y no contentos con eso, muchas personas acamparon, con este frío, aquí afuera de la ganadera, pero lo peor es que están haciendo sus necesidades a plena calle, ¿pues dónde más?”, dijo Martha, una de los muchos vecinos afectados.

“Vi dos filas, una de viejitos, en sillas de ruedas, con una sola pierna, por horas formados, pero también vi a mucha gente bien vestida cargando televisores desde la mañana hasta la noche; según le pude sacar a una señora, ayer [anteayer] pasaron con altavoces a las colonias de escasos recursos y les dijeron que se vinieran a la Ganadera, pues se les iba a entregar televisores, ya se imaginarás, se dejó venir todo el mundo, eran miles y miles y a los organizadores se les salió de control; como a mí me pegaron en el carro, le hablé a Vialidad de Tlaquepaque, y me dijeron que no podían hacer nada, que era mucha gente y que era un programa federal, así que me regresé a mi casa toda frustrada”, explica la entrevistada.

Otro vecino, que pide no ser identificado, secunda: “Hubieras visto la cantidad de personas mayores, incapacitadas, haciendo fila, y luego por un altavoz les decían que quien no estuviera formado y trajera bastón, no les iban a dar, y pues la gente se enojaba, es humillante, pero es lo que hacen las personas encargadas de esos programas, y para darles televisores chinos, marca patito, que a ver cuándo terminan en la basura”.

También se vio a personas cargando su viejo televisor, pese a que no se ha implementado el programa de manejo de esos aparatos, que generarán un reto ambiental sin precedentes: unos quince millones de unidades arrojadas a las calles o tiraderos sin poderse reciclar. En Jalisco se calcula cerca de medio millón de aparatos desechados (MILENIO JALISCO, 29 de noviembre de 2014).

Una semana atrás hubo distribución de pantallas en Tlaquepaque. “Había muchos adultos mayores formados desde la madrugada, yo pasé desde las nueve de la mañana  eran las 8 de la noche cuando a muchos los estaban regresando por no aparecer en listas. Hoy me informaron también que quienes están inscritos en programa Liconsa, pero estaban anotándose hasta tres por familia y les decían que no importaba, que mientras aparezcan en la lista les dan pantalla aunque sean de la misma familia […] a un compañero de trabajo le dieron dos pantallas porque anotó a su hermano y su madre; llegaban a recogerlas en camionetas y carros bien, cuando hay personas que ni cómo transportarse, y llegando a donde las entregaban les decían que no aparecían en listas. Sí es injusto y deja mucho que desear”, dice Claudia, una empleada de gobierno. Viene Navidad y sobre todo, elecciones, justifican todos.