jueves, 4 de diciembre de 2014
Macrolibramiento afecta a otra especie protegida
Biólogo llama la atención sobre la existencia de un anfibio en riesgo de desaparecer, cuya presencia no fue registrada por la manifestación de impacto ambiental de la obra.
Agustín del Castillo / Guadalajara. MILLENIO JALISCO.
En esta ocasión no es un felino o uno de los llamados “animales carismáticos”, sino todo lo contrario: un pequeño anfibio llamado rana leopardo neovolcánica, exclusiva de México, enlistada en peligro de extinción tanto en la norma oficial mexicana 059 como en la lista roja de especies de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN).
Este animal no fue registrado por el estudio de impacto ambiental que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) presentó para obtener el aval de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y construir el Macrolibramiento de Guadalajara, una de las obras viales más importantes de la región. Pero existe, y la omisión le genera mayores riesgos al pequeño vertebrado, pues la Semarnat no tuvo reparos en conceder un permiso que en estos momentos, por dos juicios de amparo, se encuentra suspendido.
“Para especies como la Rana Leopardo neovolcánica son cruciales los pasos de fauna que van por debajo del Macrolibramiento. La SCT se comprometió a hacer al menos 58 pasos de fauna (uno elevado y los demás inferiores o suprimidos) tan solo en la sección que atraviesa el municipio de Tlajomulco. También se comprometió a hacer un paso elevado en Ahuisculco, en la zona de Tala donde La Primavera tiene un corredor de especies esencial para su sostenimiento”, señaló el biólogo Manfred Meiners, de Jalisco Biodiverso.
“La MIA (Manifestación de Impacto Ambiental) no menciona en su apartado de fauna ningún listado sobre las especies de anfibios y reptiles, lo que claramente evidencia que el estudio de campo no fue realizado como lo marca la ley. Es imposible que en un país tan rico en especies de reptiles -segundo lugar a nivel mundial- y de anfibios no hayan detectado estas especies en el estudio. Sabemos que hay muchas especies que pudieron omitirse, además de ésta”, dijo a MILENIO JALISCO.
Su nombre científico es Lithobates neovolcanicus y es una especie endémica (exclusiva) de México; la categoría de riesgos en la NOM 059 es “amenazada” – lo mismo que el jaguarundi, presente en la zona-; “no fue detectada en la MIA del Macrolibramiento , pero sí está enlistada en el estudio técnico justificativo realizado para la declaratoria del área estatal de protección hidrológica Cerro Viejo - Chupinaya - Los Sabinos, que fue decretada en este gobierno”, abundó el especialista (ver http://siga.jalisco.gob.mx/multi/CerroViejoETJ.PDF).
Lo que pide Meiners no es nada descabellado: adecuar la obra para garantizar la preservación de la especie. Hay un importante precedente en la misma región, caso documentado por el biólogo Gustavo Ernesto Quintero Díaz. “En el estado vecino de Aguascalientes, una especie perteneciente también al grupo de los anfibios de nombre común rana de madriguera, también endémica y en la NOM 059, cuyo nombre científico es Similis dentata, derivó en un proyecto de adecuación de una obra carretera para su conservación”, afirmó Meiners.
En la zona “se implementó un área natural protegida, sin embargo, al año 2014, en dicha zona se han construido diversos proyectos que vulneran la viabilidad de la especie, como una pista Nascar, la planta Nissan 2 y la consiguiente infraestructura como hoteles y zonas industriales aledañas (…) sin embargo, durante el trabajo de campo se establecieron varias medidas de mitigación para la población de rana de madriguera cercana a Buenavista de Peñuelas. Como ejemplo, podemos mencionar la elaboración de una barrera artificial (cerco de desvío) que ofrece seguridad a los individuos de la población ya que en Buenavista de Peñuelas las zonas de reproducción de esta especie se encuentran próximas al Boulevard al Aeropuerto. Esto fue causa de una gran cantidad de atropellamientos en la temporada de lluvias en los últimos cinco años. Para evitar esto se ha construido un muro de concreto y se ha elaborado como una estrategia alternativa varios puentes de fauna, que unen las diferentes zonas en donde habita la rana, evitando así el peligro de ser atropellada”, refiere.
También “se llevó a cabo la colocación de señalamientos para que los conductores bajen la velocidad cuando circulen por esta vía”.
Y eso que es un animalito pequeño. Un nuevo reto para los constructores de la necesaria pero muy cuestionada obra del Macrolibramiento de Guadalajara.
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