sábado, 30 de julio de 2011
Esfuerzo valioso, pero “de alcances limitados”
Se debe tener una política forestal coherente, dice experto del Centro Universitario de la Costa Sur. El especialista dice que se debe actuar sobre las causas de deforestación
Guadalajara. Agustín del Castillo. MILENIO-JALISCO. Edición del 17 de julio de 2011
La reforestación, por si sola, no resuelve los problemas de la deforestación y la degradación de los bosques que padece México, advierte el experto forestal del Centro Universitario de la Costa Sur, de la UdeG, Enrique Jardel Peláez.
“Es en todo caso una acción complementaria que sólo puede ser útil en el marco de una política forestal coherente. Obviamente la reforestación no actúa sobre las causas que provocan la pérdida de cobertura forestal y el deterioro de las áreas boscosas. Desde que se instituyó el Día del Árbol han pasado más de siete décadas, en las cuales México ha pasado por la etapa de mayor deforestación y degradación de sus áreas forestales, así que esto demuestra que los actos conmemorativos tienen una efectividad muy limitada”, señala en entrevista electrónica con este diario.
—¿Es sensato hacer una jornada especial para que miles de personas se vuelquen a zonas forestales a reforestar?
—Creo que cualquier acción que moviliza a la gente para hacer algo por mejorar las condiciones ambientales es conveniente. La jornada de reforestación permite que muchas personas se involucren en recuperar algunas áreas deforestadas y se interesen en los bosques. Pero esto es en todo caso una actividad complementaria que no va a resolver el problema de fondo: las políticas de desarrollo económico siguen considerando que muchas de las áreas forestales son marginales y que hay que convertirlas a otros usos —ganaderos, agrícolas, urbanos, turísticos o mineros— para darles valor económico. La viabilidad de las acciones de reforestación depende de que estas se integren a programas de manejo forestal para la producción sustentable o para la conservación de la naturaleza.
—Se dice que trata de incentivar la participación de la gente en solucionar problemas, ¿no es una forma de crear la ficción de que los resuelve sin hacerlo?
—Si la participación de la gente se reduce sólo a plantar algunos arbolitos un día del año, pues sí, se está fomentando sólo la ilusión de que se está haciendo algo, pero no una participación efectiva para cambiar el orden de las cosas. Acciones como la jornada nacional de reforestación son únicamente eventos conmemorativos que tienen una utilidad limitada. Los participantes son en su mayoría gente de zonas urbanas —y qué bueno que al menos un día del año estén en contacto con el campo— pero quizá nunca van a volver al sitio donde plantaron árboles para saber que pasó con estos.
—¿Es caro o barato este costo a pagar por educar a la gente?
—Nunca es caro invertir en educación [y en realidad se invierte muy poco]; pero habría que cuestionarse si estas jornadas de reforestación tienen realmente un valor educativo. Si sólo fomentan la ilusión de que pequeñas reforestaciones van a resolver problemas como la deforestación y si no provocan un mayor interés en la cuestión forestal, una toma de conciencia crítica sobre los problemas sociales y sus consecuencias ecológicas en las áreas forestales, y una efectiva participación ciudadana para cambiar las cosas, los resultados educativos son entonces sumamente pobres.
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