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miércoles, 2 de octubre de 2019

México descarrila en deforestación cero



Agustín del Castillo / Guadalajara. El Diario NTR

En los últimos cinco años, el gobierno mexicano ha desencaminado la construcción de la estructura institucional y programática que hubiera hecho posible cumplir en 2030 la “tasa cero” de deforestación de sus bosques y selvas; la reducción presupuestal de 61 por ciento entre 2015 y 2020 revela un bajo compromiso con las metas internacionales además de la consecuente debilidad que ha traído a las instituciones ambientales, cada vez con menos capacidades para respaldar a productores forestales y comunidades, dijo el consultor forestal Salvador Anta Fonseca.

En entrevista con El Diario NTR, el experto, asesor de numerosos núcleos sociales del estado de Oaxaca, que tiene alguno de los mejores modelos de éxito en desarrollo forestal, reveló las preocupaciones de sus asesorados, más que en el tema de subsidio directo, en los del papel del extensionismo que cumplían la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), y de programas de avanzada como el Proyecto de Conservación y Manejo Sustentable de Recursos Forestales (Procymaf), creado para apoyar a comunidades rurales en la consolidación de sus emprendimientos, además de que la escasa presencia institucional alienta a la criminalidad al control y saqueo de recursos.

“Estamos varios grupos de la sociedad civil y productores, preocupados porque en estos momentos cada vez hay menos personal de autoridades que atienden a los productores, sobre todo en el sector forestal, de por sí Conafor ya se estaba convirtiendo en una ventanilla de trámites; cuando estaba el Procymaf había un enfoque de extensionismo, pero la Conafor en la administración pasada no tuvo ya interés en apoyar a productores; luego se ha agravado este deterioro de un sector ambiental que se había construido en muchos años, la Semarnat tiene dificultades para dictaminar un programa de manejo, la Conanp tiene poco personal, la Conafor pocos técnicos”, explicó.

Eso es muy importante porque se trata de la primera relación, el primer contacto entre instituciones y los grupos que hacen trabajo para el medio ambiente. Y no se diga el caso de la ´Procuraduría Federal de Protección al Ambiente. “Profepa trae una caída más fuerte, de muchos años; Semarnat, Conafor y Conanp habían quedado con la presencia en los territorios que se deben proteger, pero la Profepa tiene más tiempo con menos personal, y eso hace difícil atender ilícitos y la no aplicación de la ley”.

Que la inversión diga en retroceso preocupa a mucha gente, pero “no significa que sean muchos los recursos que se aplican, estamos en el tema de las negociaciones de un nuevo marco fiscal porque las empresas comunitarias buscan uno más justo porque pagan lo mismo que una empresa privada; pero si se hace el ejercicio, los recursos de la Conafor no llegan a 12 o 13 por ciento, y ahora son menos; el verdadero riesgo es la poca presencia en las regiones, la gente de las dependencias está en las ciudades, se tardan mucho los trámites, ya no hay presencia institucional, y si bien hay regiones con fuerte gobernanza, permanecen otras muy débiles. El trabajo de extensionismo ayudaba a afrontar problemas de manejo, de plagas, de incendios más recurrentes; hoy, ante la ausencia de gobierno, los grupos de crimen organizado tienen más capacidad de depredación”. Oaxaca y la península de Yucatán tienen fuerte gobernanza en muchas zonas, pero estados forestales como Durango y Chihuahua “deben compartir su actividad con actividades ilícitas, y si el gobierno deja de estar ahí, la gobernabilidad se pierde y la gobernanza se debilita”.

Anta Fonseca consideró que Jalisco y la Ciudad de México, como gobiernos subnacionales, han comprendido el papel de sustituir las ausencias federales, pero no son lo común en el contexto nacional. “Ante la ausencia del gobierno federal parece que algunos gobiernos estatales sí tienen alguna capacidad como Jalisco y Ciudad de México. Dan líneas y pistas de cómo debe ser la política a nivel estatal”.

El experto aborda la problemática de dos programas sociales del gobierno federal: Sembrando vida y crédito a la palabra ganadero. “Un problema es que no vinculan combate a desigualdad y pobreza no a la sustentabilidad, pero debemos reconocer que Sembrando vida es un programa con objetivo de recuperar tierras ociosas, no usadas para agricultura y ganadería, es decir, el centro del programa es interesante y tiene buena intención, es decir, recuperar espacios que ya no eran rentables; la reconversión es buena, es necesario aclarar que no es un programa de reforestación, y si se hace bien, con planificación, con indicadores a desarrollar en el tema de impacto ambiental, que no sea fuerza de deforestación sino al revés, incorporar tierras al uso agroforestal, es positivo; pero hay que estar muy vigilantes para que se haga bien, conozco casos que se hacen bien las cosas y otros no tanto”.

En cuanto a Crédito a la palabra ganadera, “se debe hacer un seguimiento, y tratar de empujar sistemas agropastoriles, alinear programas federales con experiencias estatales, si lo aprovechamos puede derivar en algo bueno, pero si no, será un riesgo”.

- México se comprometió a alcanzar en 2030 una tasa cero de deforestación, ¿sigue siendo asequible?

- Yo creo que esas metas las perdimos desde hace rato; en la administración pasada esto ya no continuó, la nueva está entrando, no veo con claridad que quiera asumir la institucionalidad y los compromisos, ojalá haya alianza entre sociedad civil, productores y la Semarnat, para relanzar esto. Supongo que a finales de este año veremos más claro. Muchos de estos temas se fueron diluyendo, aunque los mantuvo México por compromisos internacionales. Van ya dos secretarios, le damos el beneficio de la duda a Víctor Toledo, quien tiene un buen perfil pero tiene poco tiempo en el cargo, a ver si a final de año ya tenemos algo para ver qué hará el gobierno con estos compromisos.

viernes, 1 de diciembre de 2017

Los incendios y la deforestación “empujan” la frontera aguacatera



El boom aguacatero no cede, aunque muchos sitios se quedan sin agua para consumo humano y la biodiversidad esté amenazada. El gobierno de Jalisco respalda a los aguacateros.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

Al superar la localidad del El Fresnito, el vehículo se interna por una brecha conocida como "El Milanés", por el nombre del primer rancho en el ascenso hacia la mayor montaña de Jalisco, el Nevado de Colima. Desde abajo se aprecia cómo ha ido cambiando el paisaje, pues las huertas aguacateras se desparraman por la ladera. Las más viejas ocupan espacios antaño de sembradíos de maíz, pero las matas más pequeñas crecen entre el bosque de pino, en predios devastados por el fuego o donde sencillamente se metió una máquina para arrasar toda la cubierta forestal.

No es un problema menor: el aguacate, uno de los productos que más orgullo le dan a la administración de Jalisco, por su alto valor comercial y la generación de empleos, se ha convertido en motor de cambio de uso de suelo en las regiones sur y sureste de la entidad.

No se trata solamente del desplazamiento de ecosistemas naturales de alta diversidad biológica, sino la competencia por el agua. Un poblado enclavado en el bosque de San Gabriel, El Jazmín, al norte del macizo volcánico, debe ser surtido por agua en pipas cada semana. "Las plantaciones nos dejan sin nada", exclama un lugareño, "y eso que esto es bosque, que aquí llueve y se recarga el agua".



La alta demanda en el mercado de Estados Unidos y de la Unión Europea de la Persea americana, un fruto de muy alto valor nutricional domesticado en Mesoamérica, ha abierto el espejismo de la rápida prosperidad a muchos propietarios de bosque que tienen años sin verla consigo. El fracaso de las políticas forestales o su exasperante lentitud en consolidar proyectos, los ha hecho mirar al monocultivo. Y bajo el argumento –reiteradamente desmentido por científicos y autoridades ambientales- que de cualquier modo conserva un bosque (se omite la agresiva condición de todo monocultivo, que es "exitoso" a condición de impedir el crecimiento de especies asociadas que forman los auténticos ecosistemas), se habrían sumado alrededor de diez mil hectáreas deforestadas en el curso de los últimos quince años.

MILENIO JALISCO hizo un ejercicio con geógrafos para cruzar dos variables en fotografías aéreas obtenidas de la plataforma Google Earth para la zona de los volcanes, una vez que se consiguió vía transparencia los polígonos de incendios forestales ocurridos entre los años 2006 y 2011. El ejercicio consiste en ubicar el antes y el después delos siniestros forestales: la superficie acumulada para esos cinco años es de 4,507 hectáreas quemadas. Dentro de los polígonos, se constituyeron después de los incendios, 242.9 hectáreas aguacateras y 91 ha para otros usos agrícolas y ganaderos (ver detalle por año en recuadro anexo).

Esto demuestra que en al menos 7 por ciento de la zona quemada (ver mapa anexo) se hizo un cambio de uso de suelo claramente ilegal, pues la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable lo prevé en su artículo 117: "...No se podrá otorgar autorización de cambio de uso de suelo en un terreno incendiado sin que hayan pasado 20 años, a menos que se acredite fehacientemente a la Secretaría que el ecosistema se ha regenerado totalmente mediante los mecanismos que para tal efecto se establezcan en el reglamento correspondiente". Por su parte, el artículo 418 del Código Penal Federal sanciona con pena de 6 meses a 9 años de prisión, y por el equivalente de 100 a 3 mil días multa, "al que ilícitamente cambie el uso del suelo forestal".

No ha sucedido de modo distinto en otras partes de la región: mientras en el año 2000, fuentes oficiales señalaban mil ha de plantaciones aguacateras en todo el sur de Jalisco, para 2016 se redondeaba la cifra en 22,200, para un espectacular crecimiento anual de más de 1,400 ha de huertas.

En 2010, el investigador de la UdeG, Alejandro Macías Macías, advertía: "el aguacate es el cultivo que mayor dinamismo registra en el sur del estado de Jalisco en la primera década del siglo XXI. Ello corresponde a los cambios que se vienen dando en la relación comercial entre México y los Estados Unidos, así como a la cercanía de la región con Michoacán, principal zona productora. Esta actividad económica, que se presenta como potencial detonadora de la economía regional, forma parte de un modelo agroindustrial que en aras de la rentabilidad económica, puede resultar depredador de los recursos locales e incrementar los niveles de vulnerabilidad de los territorio de producción, tanto desde el punto de vista económico, como medioambiental".

Agregaba: "Por un lado, sus características de producto de alto valor agregado y su potencialidad productiva en la región pueden ser detonantes de mayor crecimiento económico local. Por otro, su futuro y el del territorio se encuentran en riesgo de no existir un planeado y controlado crecimiento de las huertas que impidan su expansión en detrimento de otros recursos claves para la sustentabilidad del territorio, además de que se impulsen las disposiciones necesarias para evitar la concentración de los beneficios en unos cuantos actores (que incluso pueden ser la mayoría foráneos), y se establezcan las medidas de control para cuidar los recursos, tanto humanos como medio ambientales" ("Zonas hortofrutícolas emergentes en México, ¿viabilidad de largo plazo o coyuntura de corto plazo? La producción de aguacate en el sur de Jalisco", en revista Estudios Sociales, julio-diciembre 2010).

Muchos productores forestales, que ven con preocupación este incontenible boom del "oro verde", demandan un ordenamiento territorial riguroso que garantice el respeto al bosque.

Lo cierto es que casi siete años después de este análisis, las autoridades de fomento (Sagarpa, Secretaría de Agricultura y Ganadería federal; Seder, Secretaría de Desarrollo Rural, estatal), las normativas (Semarnat, Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, federal, y Semadet, Secretaría de Medio ambiente, local) y las que sancionan delitos ambientales (Profepa, Procuraduría Federal de Protección al Ambiente), no han podido aterrizar un acuerdo para que los recursos, apoyos y subsidios al aguacate estén condicionados a "daño ambiental cero".



En el estado de Michoacán, colapsado con más de 120 mil ha de aguacateras, ya se atreven a clausurar y desmontar huertos que violaron la ley forestal. En Jalisco, el crecimiento desordenado no cede, aunque la Profepa ha empezado –tímidamente, en opinión de los forestales, ambientalistas y científicos- a sancionar los excesos. Los activistas se preguntan qué se atreverá hacer el gobierno de Jalisco, que se ostenta nacionalmente como defensor de la naturaleza

Apenas el 4 de septiembre pasado, Sandoval Díaz dio pistas, al hablar en el Congreso Latinoamericano del Aguacate, en Zapotlán, sin aludir ni de soslayo al impacto ambiental de este modelo agroindustrial: "Hace cinco años, en el 2012, contábamos con 304 productores y exportábamos a seis países, hoy en día, nuestro estado ha logrado convertirse en el mayor productor de aguacate por hectárea, en México, con 35 toneladas. Estamos creciendo a un ritmo sin precedentes, en cinco año pasamos de producir 40 mil toneladas a producir más de 140 mil. El aguacate jalisciense incrementó su producción en más de 250 por ciento y hoy está en la mesa de 23 naciones de Europa, Asia, Norteamérica, Sudamérica, Oceanía y Medio Oriente con las giras exitosas que ha representado nuestro secretario. Los cambios positivos que están sucediendo en el cambio jalisciense no tienen marcha atrás y no nos vamos a detener...".



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Claves

Nevado de Colima 2006, 2011

Año 2006, 354 ha incendiadas; 37.23 ha cambiada a huerta aguacatera, 3.75 ha cambiada a agricultura y ganadería

Año 2009, incendio de 300 ha, con 108.37 ha cambiadas a aguacatera y 51.32 a agricultura y ganadería

Año 2010, incendio sobre 393 ha; 81.92 ha cambiadas a aguacate y 8.09 ha cambiadas a agricultura y ganadería

Año 2011, incendio uno, 460 ha, 11.95 ha cambiadas a huerta aguacatera y 20.66 ha cambiadas a agricultura y ganadería

Año 2011, incendio dos, sobre tres mil ha, 3.52 ha cambiadas a aguacatera y 7.17 ha cambiadas a agricultura y ganadería

Totales, 4,507 de bosque con fuego: 242.99 ha hoy son aguacatera y 90.99 ha tienen otros usos agrícolas o ganaderos



Profepa y productores firman hoy acuerdo

El procurador ambiental del gobierno de la República, Guillermo Haro Vélchez, firmará esta mañana, en el patio de los Naranjos del palacio estatal, un convenio con la Asociación de Productores Exportadores de Aguacate de Jalisco, AC, en busca de contener los cambios de uso de suelo ilegales.
Su contraparte será José Zeferino Cortez González, presidente de la asociación; y como testigos, el secretario de Desarrollo Rural de Jalisco, Héctor Padilla Gutiérrez; la secretaria de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial, Magdalena Ruiz Mejía; la delegada estatal de la Profepa, Xóchitl Yin Hernández; el subprocurador de auditoría ambiental de la Profepa, Jaime Eduardo García Sepúlveda, y el delegado de la Secretaría de Gobernación, José Luis Mata Bracamontes.

El convenio estará vigente hasta el final de esta administración federal, y busca ordenar legalmente el tema aguacatero, y recuperar la frontera forestal desplazada por los huertos en los últimos quince años.


viernes, 24 de junio de 2016

80 mdp al año contra la deforestación



La costa de Jalisco aloja acción temprana para que se combatan en el terreno las causas que han destruido sus bosques y selvas.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

Arrancó el tiempo de ejecución de la Iniciativa de Reducción de Emisiones por deforestación en la costa de Jalisco, una de las tres regiones más alteradas del país en los últimos 20 años; la estrategia cuenta con inversiones anuales superiores a 80 millones de pesos que buscan cambiar un modelo económico que resultó altamente depredador.

Y como el tema es el cambio, las cosas también se deben hacer de modo diferente: ya no será con programas asistencialistas, individualistas y de términos fiscales anuales, y que frecuentemente se traslapaban entre sí, o lo que es peor, se oponían (pagar por deforestar para abrir agostaderos; pagar por reforestar para conservar bosques); se trata de que haya un solo espacio institucional de negociación y definición de los recursos, que permita que todos los programas vayan con una intencionalidad claramente marcada en la meta de la política pública: que el crecimiento económico y el desarrollo ya no destruyan bosques y selvas y ya no condenen a la mayor parte de sus habitantes a medrar en la miseria y la marginación.

"Hemos trabajado muy fuerte para lograr que en el caso de Jalisco, las secretarías de Desarrollo Rural [Seder] y de Desarrollo e Integración Social [Sedis] converjan con la de Medio Ambiente y Desarrollo territorial y con la Comisión Nacional Forestal [del ámbito federal] para el mismo fin; las actividades económicas pueden mantenerse y mejorarse, con efectos positivos para el desarrollo social, si se incentiva la conservación de los ecosistemas y sus servicios ambientales", refiere el consultor del Banco Mundial, Sergio Graf Montero.

Es justamente el eje para aplicar la REDD+ (Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación con base en el desarrollo social), estrategia aprobada por los jefes de estado en el marco de la conferencia de partes de las Naciones Unidas para el cambio climático, en Cancún, en 2010, mismo año en que la Conafor documentó que las selvas y los encinares costeros de Jalisco se perdían a tasas superiores al triple de las que prevalecían en el resto del país.

Las cuencas costeras, cuatro demarcaciones que se extienden sobre 2.9 millones de hectáreas --, tienen un historial de consolidación de juntas intermunicipales que nació formalmente hace casi 15 años en el caso del río Ayuquila; son instancias que permiten coordinar esfuerzos de ayuntamientos para controlar su territorio con criterios ambientales sobre el ámbito geográfico de cuenca, y que funcionan como espacios de negociación para programas y presupuestos con dependencias estatales y federales. La junta intermunicipal ha significado un vuelco en las políticas ambientales y regionales de México, lo que ha permitido exportarlas como fórmula de organización a asociaciones de municipios de la península de Yucatán, otra de las áreas más deforestadas y que también es objeto de las acciones tempranas de REDD+.

"La Semadet se encarga de articular los apoyos, en lugar de que se pulvericen; la idea es que los apoyos de las diferentes dependencias se concentren en un mismo objetivo, y tener resultados a corto y mediano plazo; el objetivo ahora es detener la deforestación y de degradación, y para eso nos hemos sentado en una mesa donde tenemos trabajo con la Seder, con la Conafor, con la Sedis; sumando esto, lo que hacemos es identificar las zonas de cuencas costeras, donde hay pago por servicios ambientales vigente; a la vez vemos dónde hay pastizales y una masa de bosques; allí hay hay peligro de que suelten a las vacas y se vayan al monte, por lo cual, tratamos de generar alternativas para que su ganado no tengan que soltarlo en un área de bosque con un alto valor ambiental [...] así se identifican las áreas elegibles hacia las que debemos canalizar los esfuerzos esenciales", explica la directora de producción y productividad forestal de la Semadet, Carmen Gómez Lozano.

También se parte de la premisa de que la pobreza extrema en el campo significa una presión sobre los bienes naturales. Es por eso que se ha definido, en las zonas más frágiles de selva y encinares de estas demarcaciones, un esquema de apoyos para erradicar la miseria en proyectos productivos. Tanto en lo económico como en lo social, se busca recuperar el seguimiento y la asistencia técnica, pues es fundamental el éxito de la estrategia para que Jalisco detenga la destrucción y degradación de sus bosques y pueda expandir los sumideros de carbono que demanda el desafío del cambio climático.

Tras cinco años de trabajos preparatorios e inversiones públicas cada vez más hilvanadas, la atención in situ del problema de la deforestación de la costa de Jalisco ha comenzado. Su primer corte, en otros cinco años, debería significar "cambiarle la cara" a una región cuya riqueza ha sido una suerte de maldición para sus poseedores.



Los presupuestos meta a 5 años


25 millones de pesos proyectos con mujeres

40 millones de pesos anuales pagos de servicios ambientales

28 millones 316,870 pesos aprovechamiento forestal o sustentable

143 millones 520 mil pesos (de Seder y Sagarpa) sistemas silvopastoriles

Claves

Atención contra la deforestación en costa y sur de Jalisco

EL PROBLEMA

- Superficie del área de intervención: 2 millones 927,142 ha (bosques templados: 1 millón 232,362 ha; selvas: 846,307 ha). Regiones Sierra Occidental y Costa Norte, Costa Sur, río Ayuquila, río Coahuayana

- Se trata de la región con más deforestación y degradación en Jalisco desde hace al menos 20 años

- Causas directas deforestación: ganadería extensiva sobre bosques y selvas; agricultura tradicional de ladera en sistema roza-tumba-quema; crecimiento de desarrollos urbanos y turísticos; minería a cielo abierto

- Causas directas degradación: ganadería extensiva y sobrepastoreo, malos manejos forestales o ausencia de manejo; plagas forestales, saqueo de madera y recursos, huracanes, depreciación general de bosques y selvas

- Causas subyacentes: insuficiente alineación de políticas e instrumentos de planeación, falta de acompañamiento y asesoría local, falta de actividades forestales competitivas, deficiente organización comunitaria, pobreza y marginación, debilitamiento del capital social

LAS SOLUCIONES
Los apoyos aprobados

- Sistemas silvopastoriles (7,184 ha de pastizales)

- Concepto presupuestal: "establecimiento de praderas y conservación del medio ambiente"

- Entidades públicas involucradas: Secretaría de Desarrollo Rural, Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial, Comisión Nacional Forestal, juntas intermunicipales de cuencas costeras y del sur de Jalisco

- 50 paquetes de apoyo en el presupuesto 2016 de la Seder por hasta 300 mil pesos cada uno, incluye asesoría técnica del Inifap (Instituto de Investigaciones Forestales, Agropecuarias y Psicícolas), y tiene como condición previa que esos predios estén apoyados en el marco del Programa de Servicios Ambientales de la Conafor

- Proyectos productivos con mujeres y jóvenes avecindados

Entidades públicas involucradas: Secretaría de Desarrollo e Integración Social, Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial, Comisión Nacional Forestal, juntas intermunicipales

- Universo de apoyo: 663 localidades con 95,804 habitantes, de las cuales, 46,151 son mujeres

- Paquetes de apoyo de hasta 400 mil pesos por unidad, en zonas con inversiones previas de Seder o Conafor; grupos "no elegibles" para otros programas de alta y muy alta marginalidad; se trata de proyectos no maderables con acompañamiento técnico de las juntas

- Aprovechamiento forestal sustentable

133,970 ha de bosques templados primarios para introducir manejo forestal sostenible con recursos de la Conafor (Programa Nacional Forestal)

Los apoyos en gestión

- Proyectos de turismo comunitario

- Entidades públicas involucradas: Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial, Secretaría de Turismo, Secretaría de Desarrollo e Integración Social, juntas intermunicipales

- Posibles colaboraciones: articular un programa de turismo comunitario con la Sectur; inventar a los empresarios hoteleros a colaborar en el esquema de un fondo público-privado para proyectos de turismo ligado a las actividades agropecuarias de cada zona


jueves, 9 de junio de 2016

El bosque sigue olvidado por las grandes políticas



Las respuestas tardan en llegar y la dimensión de la crisis ambiental hará más complicado restaurar los bienes perdidos.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

La disputa sobre la metodología de la medición de la deforestación en México es un problema menor al lado de la falta de políticas públicas de gran calado que han mantenido su conservación en el sótano de los prioridades, advirtió el investigador de la Universidad de Guadalajara, Enrique Jardel Peláez.

"Hay que ser cautelosos y no cantar victoria por las cifras que se presentan por la Conafor [Comisión Nacional Forestal]; sí es una buena noticia, pero que se muestren datos de recuperación de áreas boscosas, y no es tan grande en realidad la superficie si lo relacionamos con lo que ha sido la magnitud de la deforestación en el pasado", en un país que perdió en un siglo la mitad de sus bosques y 80 por ciento de sus selvas.

La Conafor señala que Jalisco bajó a un cuarto su deforestación bruta y que si se resta la superficie boscosa recuperada, andaría la reducción en 95 por ciento en relación con las cifras reportadas en 2010. "Estas tienen que ser vistas con una mirada crítica, y uno debe preguntarse hasta dónde son buenas noticias y si la deforestación se ha reducido realmente como resultado de una política pública de Estado, o si más bien está determinada en ciertos factores sociales y económicos que se pueden revertir en algún momento, o por el hecho de que en algunos lugares hemos llegado ya al límite de terrenos que se podrían convertir en agrícolas y ganaderos [...] lo que sería buena noticia es que habláramos de más superficie forestal incorporada en prácticas de manejo sustentable, o en áreas protegidas efectivas, o con resultados en grandes proyectos de restauración", sostuvo en entrevista para MILENIO RADIO.

La realidad es que la política forestal jamás ha sido prioridad en México; el gobierno "se ha limitado a un enfoque asentado en la producción, más que en la conservación, y no ha habido una política equilibrada y coherente; por eso los avances son precarios y no se ve en general que haya una política consistente [...] las acciones en el terreno no reflejan lo que se dice en las declaraciones y en el discurso; por ejemplo, vemos en la costa de Jalisco evidencias de que hay conversión de selvas, de matorrales y terrenos que están en recuperación tras el huracán  'Patricia'; muchos de los incendios que se reportan no son incendios forestales, son el resultado de quema de desmonte, que aprovechando las condiciones, agravadas con las secas por el fenómeno de El Niño, se hacen deliberadamente para cambiar tierras boscosas a pastizales o a cultivos".

La clave "es que se ha dejado en segundo plano, o abandonado, una verdadera política de desarrollo rural; esto no se va a conservar sino es valorizado por la sociedad, con los servicios ambientales, y que los poseedores de tierras tengan una fuente de ingresos [...] en mucho, las acciones o políticas que se realizan en el sector agropecuario son fundamentales para la conservaciones o la restauración de los bosques; muchas áreas degradadas podrían ser rehabilitadas a través de sistemas silvopastoriles, que combinan la ganadería, con el establecimiento de plantas leñosas y arbustos, aumentando la cobertura forestal".

El problema es que falta el liderazgo político de más alto nivel para definir esta prioridad, y generar que todas las dependencias que otorgan estímulos y autorizaciones trabajen en la misma línea para que el territorio sea usado de modo racional, considerada su capacidad de carga para no poner en riesgo sus bienes y servicios ambientales.

Las respuestas demoran; "el tiempo nos está comiendo, y los que tenemos ya mucho en esto, décadas, sabemos que hay propuestas y que hay entendimiento de los problemas, pero que siempre vamos atrasando las acciones, y cada vez serán más complicadas las cosas para poderlas resolver".

jueves, 1 de octubre de 2015

México redujo 27 mil ha la deforestación por año




Pese al logro, el gobierno de la república reducirá drásticamente los recursos para invertir contra el deterioro ambiental

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

México ha logrado reducir en los últimos cinco años su ritmo de pérdida anual de bosques a casi 90 mil hectáreas por año, de 117 mil ha por año que se perdían por año entre 2005 y 2010, de acuerdo a datos de la Evaluación de los recursos forestales mundiales 2015 de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Ese estudio es el documento mundial más integral que se tiene sobre la evolución de las áreas forestales de los países miembros de la ONU, 234 naciones que entregan un reporte a la agencia; “El Cuestionario Colaborativo sobre Recursos Forestales es una iniciativa patrocinada por la FAO y sus socios regionales, quienes recolectan y analizan datos estadísticos con vistas a la presentación de informes sobre los bosques”, advierte en la publicación.

El tema no ha dejado de ser controvertido en México. Muchos investigadores serios cuestionan la elaboración de la estadística, pero más allá de la duda sobre los datos, hay una aceptación general de que se ha desacelerado la pérdida de superficie de bosque y selvas, por la convergencia de factores como la pérdida histórica masiva de las masas de bosque más presionadas por el mundo urbano y rural –México perdió desde 1990 unas 3.5 millones de hectáreas, equivalentes a 43 por ciento de la superficie de Jalisco-; el abandono de algunas regiones marginadas con bosques y selvas, y la pérdida de importancia de los recursos forestales nacionales a la economía del país –el sector genera menos de medio punto porcentual de la riqueza nacional- (el documento completo país por país puede ser consultado en el sitio www.fao.org).

En ese sentido, también apuntaría al acierto de políticas nacionales de inversión en bosques a través de agencias gubernamentales, entre las que destacan la Comisión Nacional Forestal (Conafor), la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), las cuales son en la actualidad –no obstante su relevante papel en la desaceleración de la deforestación- debilitadas en términos de presupuesto y de personal.

“Nuestro país disminuyo la deforestación, aquí sí se está trabajando, se están haciendo esfuerzo de todos los niveles de gobierno para contribuir a esto, por eso el compromiso es a nivel internacional”, apuntó ayer el coordinador de información y planeación de la Conafor, Enrique Serrano Gálvez.

Bajo el argumento de la crisis financiera del gobierno federal, y pese a la prioridad discursiva del tema ambiental, el debilitamiento del gasto para el ambiente en México está previsto en alrededor de 19 por ciento en comparación con el del año en curso. No obstante, se prevé que en el curso de este año la Conanp pierda hasta 500 trabajadores permanentes y eventuales, y la Conafor lo haga con unos 800. Con este panorama, se antoja complejo que se logre en 2030 la tasa cero de deforestación –meta a la cual Jalisco deberá arribar en 2020, según compromiso recientemente signado por el gobernador Aristóteles Sandoval-.

“Observamos la ausencia de voluntad política de su parte para preservar los recursos naturales y el medio ambiente. No vemos un actuar eficaz ni eficiente de parte de nuestros legisladores ni del poder judicial para asegurar la soberanía y desarrollo sustentable de nuestro país (…)las autoridades cambian y no podemos permitir que se debiliten las Instituciones. Creemos en las instituciones mexicanas. Creemos que un México próspero, justo y sustentable sí es posible”, señala una petición al presidente Enrique Peña Nieto y al comisionado de la Conanp, Alejandro del Mazo, denominada “Evitemos el desmantelamiento de nuestro patrimonio ambiental” (la petición puede ser consultada y firmada en el sitiohttps://www.change.org).



MINIMIZAN A LA CONAFOR
Si bien, el nivel de los estímulos económicos para los bosques no se prevé reducirlos en México, la Conafor enfrentará un desafío singular, pues perderá a 40 por ciento de su personal para poderlos implementar y vigilar su correcta aplicación. Fuentes del organismo federal ven con pesimismo la evolución del tema; ya ha habido recortes importantes tanto en áreas operativas como administrativas, pero no ha sido completado el recorte. “Allí se desmiente lo que dicen en el discurso, que lo ambiental es prioridad del país”. La Conafor maneja un equivalente a apenas 10 por ciento de los subsidios que se entregan a la ganadería y agricultura del país.

viernes, 19 de junio de 2015

Jalisco se compromete a reducir la deforestación en un 80%



Se  propuso la meta para corresponder a su papel como cabeza por un año del grupo de 28 gobernadores cuyos territorios albergan un cuarto de las selvas tropicales del planeta.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

Jalisco se ha propuesto una meta altamente ambiciosa para corresponder a su papel como cabeza por un año del grupo de 28 gobernadores cuyos territorios albergan un cuarto de las selvas tropicales del planeta:  reducir en un 80 por ciento la deforestación a más tardar en 2020.

Esto significa que, si se toma el último dato oficial de deforestación, que fue medido a finales de la década pasada, con 31,645 hectáreas de pérdida neta por año, en 2020 no se perderán más de 6,329 ha, que de cualquier modo son una superficie de consideración, máxime que la pérdida histórica en el último siglo ronda dos millones de ha.

Ayer fue la última sesión del Grupo de Trabajo de Gobernadores sobre Clima y Bosques (GCF por sus siglas en inglés) en Barcelona, España. Representado por la titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet), Magdalena Ruiz Mejía, el gobierno de Jalisco también formalizó esa presidencia al anunciar la realización en Guadalajara de la reunión del grupo, en junio de 2016.

A través de un video mensaje, el Gobernador del Estado de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, formalizó la invitación a los representantes de los gobiernos subnacionales que integran el GCF. “En Jalisco reconocemos la importancia de cuidar y usar sustentablemente los bosques, pues sabemos que la reducción de la deforestación es una de las formas más efectivas para combatir el cambio climático […] Participar en este grupo es un orgullo y un logro importante para nosotros, ya que nos brinda la oportunidad de refrendar nuestros compromisos sobre el cuidado de nuestros bosques con una visión a largo plazo”, dijo.

Ruiz Mejía, añadió: “compartimos los escenarios de degradación y deforestación, y por lo tanto la intención de generar estrategias compartidas para revertir estos escenarios frente al cambio climático, reconociendo a nuestros bosques como el lugar de servicios ambientales y mantenimiento de servicios ecosistémicos, de producción y productividad, y lo más importante de generar nuevos modelos de desarrollo rural bajos en carbono […] más del 60 por ciento de la superficie de Jalisco tendría que ser bosques y ser productivas, debería haber cadenas de valor y una economía muy viva que se perdió hace 30 años”.

viernes, 10 de abril de 2015

Salvabosque señala a Profepa por "simulaciones"

Los defensores del bosque El Nixticuil sostienen que el organismo federal solapa un cambio de uso forestal y entrega información contradictoria.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

El comité Salvabosque que defiende el área forestal de El Nixticuil, en Zapopan, denunció ayer que la delegación Jalisco de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) es omisa y solapa un cambio de uso boscoso que en realidad no cubrió los requisitos de ley, y por lo cual, entrañaría una conducta delictiva según el Código Penal Federal.

"El día de ayer [miércoles 8 de abril] la Profepa difundió un escueto boletín de prensa [aunque fechado el 26 de marzo] en el que afirma haber realizado una inspección al predio del bosque El Nixticuil donde se pretende construir el fraccionamiento Bosque Encantado en la cual supuestamente determinó que la clasificación de su uso de suelo no es forestal. El boletín en cuestión no aporta datos precisos, ningún argumento de carácter legal o técnico – metodológico para sustentar su dicho, por lo que es evidente que se trató de una maniobra política, mal ejecutada por cierto, que tiene como objetivo tratar de encubrir los manejos corruptos de las delegaciones [...] que llevaron a que fueran talados más de cien arboles del Nixticuil. Las supuestas declaraciones difundidas el día de ayer por la Profepa desinforman y tratan de confundir a la opinión pública", advirtieron.

A su juicio, "con el boletín de prensa, la delegada de la Profepa,  Xóchitl Yin Hernández, intenta deslindarse de la denuncia popular colectiva que el día 20 de marzo pasado 178 personas de 35 barrios distintos de la ciudad presentamos (y que fue admitida el 27 de marzo) para exigir a esta procuraduría la realización de una inspección y peritaje técnico para determinar el uso de suelo del predio talado y ejecutar las sanciones correspondientes a los responsables del daño ambiental ocasionado al bosque, entre los cuales se encuentra el propio Martin Francisco Rivera Núñez, inspector adscrito a la Profepa".

Las afirmaciones que se hacen "no tienen ningún fundamento técnico o legal, no hay referencias a ningún artículo de la Ley General de Equilibrio Ecológico (LGEEPA), a la Ley Forestal (LGDFS) o demás legislación. No hay referencia a la metodología que usaron para determinar el porcentaje de la masa arbolada continua en el predio antes de la tala, o referencia sobre los tocones y arbolado talado. Por el contrario, la Profepa continúa haciendo uso de los datos falseados que le proporcionó la inmobiliaria Spinelli [8.28% de cobertura forestal] y el uso de términos coloquiales, como el de 'terrenos abandonados' para referirse al predio".

Denuncian que el organismo "continúa encubriendo la complicidad de su inspector Martín Francisco Rivera Núñez así como al delegado de la Semarnat Jalisco, Sergio Hernández, al recurrir y hacer uso de la información falsa que la empresa Spinelli presentó para violar la normatividad federal ambiental -la misma información que Sergio Hernández creyó 'de buena fe'-, usándola como propia y de esa forma tratar de ocultar el delito ambiental federal que se cometió con la tala, a un asunto de competencia municipal. Bosque Encantado, como demostró el ingeniero ambiental Eric Alvarado de acuerdo a imágenes satelitales era un predio forestal, pues la masa forestal continua del lugar antes de la tala era del 29 por ciento y no del 8 por ciento como falseo la inmobiliaria Spinelli. Aun con la tala, el predio según la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable está clasificado como un terreno preferentemente forestal, apto para restaurarse".

Sin embargo, "el día de hoy [ayer] al revisar el expediente de la denuncia en la delegación de la Profepa, el departamento jurídico nos informó que 'no saben nada de ningún boletín de prensa' y que al día de hoy no han realizado ninguna inspección a Bosque Encantado pues están esperando un informe fundado y motivado que solicitaron al gobierno de Zapopan, a Semarnat y al inspector Rivera Núñez sobre su actuaciones en torno a la tala y que hasta que no obtengan esos informes van a efectuar la inspección. Lo anterior contradice en su totalidad y de forma determinante las declaraciones realizadas por la Profepa en el boletín de prensa difundido el día de ayer, en las que señala haber realizado ya una inspección".

martes, 7 de abril de 2015

Expertos buscan políticas acordes al cambio climático



El nuevo consejo debe evaluar políticas tan diversas como economía, sociedad y específicamente ambientales, para plantear cambios a los modelos de desarrollo.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

El cambio climático es el gran tema de nuestro tiempo.  Parte de la demostración científica de que la emisión de gases opacos por la industrialización y deforestación masiva del planeta está alterando el clima con temperaturas promedio anuales al alza, lo que a mediano plazo es causante de eventos meteorológicos gradualmente más extremos –sequías, huracanes- y como consecuencia, irrupción de enfermedades oportunistas, crisis de producción de alimentos, desplazamientos de población y extinción de especies.

Este contexto hace especialmente importante el papel de los seis consejeros sociales de la Coordinación de Evaluación de la política nacional de cambio climático, al seno de la Comisión Intersecretarial de Cambio Climático y bajo el liderazgo del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), explica a MILENIO JALISCO la consejera del medio académico de Jalisco, Raquel Gutiérrez Nájera.

Ya tuvieron su primera reunión el pasado mes de marzo. El desafío de evaluar las políticas públicas y marcar derroteros es formidable, reconoce.

“Tuvimos un taller muy intenso con todos los consejeros y consejeras, a nivel nacional, para discutir todo lo que va a ser el programa de la Coordinación de Evaluación de la política nacional de cambio climático, resultados intermedios de la evaluación de la política nacional, y con una estrategia  de lo que es la política nacional global al 2017 o 2018 […] estamos ahorita definiendo la materia evaluable, se busca que se pueda usar en el marco de la COP 2016 de París; una de las cosas de arranque más importantes es visibilizar más la importancia de esta coordinación de evaluación, dado que somos sujetos medio incómodos, a priori, y la autoridad de nuestro país todavía no está muy acostumbrada a estos procesos; no nada más vamos a evaluar programas, vamos a evaluar la política nacional, los instrumentos regulatorios, financieros, programáticos, educativos; o sea, tenemos que discutir lo que es una política nacional integral”.

- Es decir, no se limitan a la política ambiental, ante la evidencia de que el problema se genera con políticas económicas y de desarrollo…

- Así es, como política nacional estamos viendo evaluar los tres niveles de gobierno en lo que hay muchos aspectos transectoriales: por ejemplo, Secretaría de Gobernación tiene que ver con asuntos como los atlas de riesgos; la Sedatu y el desarrollo urbano, el tema de la movilidad,  el aire de las ciudades, la política de desarrollo agrícola y ganadera, con todo el uso de pesticidas, de agroquímicos; o sea, realmente nuestro cometido no es nada sencillo, esperamos de aquí a febrero de 2016 tener ya nuestro inventario y qué vamos a evaluar; al tiempo, esperamos que las autoridades municipales y estatales sean enteradas de la importancia del consejo y de la necesidad de evaluar, visto que el tema de cambio climático les debe preocupar de forma muy clara.

- ¿No es una tarea que desborda las posibilidades de seis consejeros?

- Esa es una de nuestras preocupaciones, sin duda alguna a nosotros nos toca sentar las bases de lo que va a ser la evaluación futura de la política de cambio climático; ahora tenemos recursos de la cooperación internacional, para contratar algunos aspectos de la evaluación a través de licitaciones públicas,  donde vamos a señalar los términos de referencia, pero no hay presupuesto público asignado y es algo que se debe establecer dada la seriedad de la tarea.

La evaluación debe ser puntal para los grandes cambios pendientes: Acelerar la transición energética hacia fuentes de energía limpia; reducir el gasto energético con esquemas de eficiencia y consumo responsable; transitar a modelos de ciudades sustentables; generar infraestructura ambiental de bajas emisiones de carbono; impulsar mejores prácticas agropecuarias y forestales, propiciando  la creación de sumideros de carbono –la conservación y ampliación de la frontera forestal-, y que las acciones benéficas en lo ambiental se sustenten en una viabilidad económica y social.

En el tema de la adaptación –el cambio climático ya está presente- el desafío es reducir la vulnerabilidad social, de los sistemas productivos, de la  infraestructura y de los centros de población, así como la “resiliencia” (capacidad de regeneración y adaptación)  de los ecosistemas para no perder los servicios ambientales sustentadores de la humanidad.

lunes, 16 de febrero de 2015

Inmobiliaria tala 114 árboles en el área natural de El Nixticuil



Vecinos se quejan de las facilidades que dio la Dirección de Ecología para favorecer a los fraccionadores en detrimento de un ecosistema.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

Con base en un plan parcial de urbanización que sin mediar cambio de uso de suelo federal, hizo una zona de bosque como parte de la zona urbana de Zapopan, la empresa Spinelli Corporation SA de CV taló el viernes pasado 115 robles y encinos, con apoyo de un permiso de la Dirección de Ecología del municipio, en las inmediaciones del área natural protegida de El Nixticuil.

“La Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial [Semadet] y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente [Profepa] señalan que en virtud de que los árboles se encuentran en zona urbana ellos ya no tienen competencia y es el municipio responsable de dar o negar los permisos. La Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente [Proepa] señala que no puede actuar ya que es el ayuntamiento quien expide los permisos para talar”, señala un recuento de los hechos que los vecinos entregaron a MILENIO JALISCO.

“Hasta aquí todo parece comprensible, sin embrago cuando uno ve que talan con bastante celeridad los árboles, después de haber cubierto todo el predio con plásticos para que no se vea lo que hacen uno se pregunta si el permiso lo obtuvieron de manera correcta, por decir lo menos. ¿Qué dice el ayuntamiento? En efecto el ayuntamiento, su directora de ecología Angélica Verónica Serrano Padilla, autorizó el permiso. El documento al parecer se sustenta en la NAE001 [Norma Ambiental Estatal] que es una norma estatal para la poda y derribo de arbolado en la ciudad. Sin embargo, curiosamente la empresa omitió diversos requisitos que señala la norma”, precisan.

Las faltas: uno, la norma exige que se den a conocer las causas por las cuales es necesario hacer el derribo. Para esto se debe “informar a los vecinos y realizar una reunión informativa previa a los trabajos”, lo que no sucedió. Dos, “se debe colocar un letrero que diga dónde se van a realizar los trabajos, los responsables, duración, autorización municipal y un número de teléfono de atención ciudadana. Nada de esto se llevó a cabo por parte del ayuntamiento o la empresa”.

Pero lo más interesante, añaden, “es que la NAE001 está diseñada para arbolado urbano, es decir aquel que se encuentra en la calle o camellones. La norma tiene como objeto poder podar o derribar aquellos árboles que ponen en peligro a la población. Nos preguntamos, ¿desde cuándo un bosque pone en peligro a la población? Más interesante es saber que desde los años 90 del siglo XX se tenía permiso para urbanizar el predio, sin embargo, estaba detenido ya que Ecología detenía el proceso en virtud de ser bosque, y hasta el momento no hay una norma que permita talar bosques”.

Parece que la administración del panista Macedonio Tamez Guajardo decidió convertir ese espacio en zona urbana, pero debió realizar una manifestación de impacto ambiental y procedimiento de cambio de uso de suelo forestal, para que la autoridad federal, lo avalara. Se desconoce si existe tal procedimiento. “Ahora con la directora de Ecología deciden en forma bastante arbitraria que en ese predio ya no hay bosque y se pueden talar 115 árboles de encino y robles. Mañosamente ponen en el permiso que son árboles de diversas especies”, añade el documento de los quejosos.

lunes, 4 de agosto de 2014

Se mantendrá elevada la pérdida de bosque en Jalisco



Un índice de riesgos del INECC pronostica tendencias de estos años y ubica a Jalisco entre los tres primeros en deforestación nacional, similar a lo ocurrido entre 2002 y 2007.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

De acuerdo a los pronósticos tendenciales, Jalisco se mantendrá entre 2008 y 2014 entre los tres estados del país con mayor deforestación absoluta, con una pérdida anual promedio de bosques y selvas de casi 18 mil hectáreas, sólo por debajo de Guerrero y Oaxaca, aunque ello podría ir aparejado de una reducción de casi 35 por ciento de lo que se deforestó en esta entidad entre 2002 y 2007.

A reserva de lo que confirme el ejercicio que realiza la Comisión Nacional Forestal (Conafor) para determinar la deforestación real reciente, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático publicó un modelo denominado “índice de presión económica [riesgo] de la deforestación” (disponible en el sitio web http://www.inecc.gob.mx/irdef), en busca de pronosticar el comportamiento del fenómeno, de acuerdo a las fuerzas económicas actuantes y de la creación de infraestructura de comunicaciones, en diferentes sitios del país.<

Para Jalisco, las zonas montañosas y peor comunicadas, además de las áreas naturales protegidas, se mantienen entre las que menos riesgos tienen de deforestarse, mientras que las grandes zonas aledañas a los emporios agrícolas de Ciudad Guzmán, Zapopan, Ameca, la Ciénega de Chapala, Mascota y Autlán, además de los valles costeros, siguen con una dinámica destructiva, incentivada por la creciente creación y ampliación de carreteras.

El denominado índice tiene alta precisión al establecer tendencias: en la información del INECC se ofrece como prueba de la metodología, un ejercicio hecho con datos de la década de 1990 para la primera década del siglo XXI. “El modelo no es perfecto; podría haber causas de deforestación no basadas en lo económico, pero es una primera buena aproximación al fenómeno real, la cual tiene además un alto poder predictivo: son efectivamente aquellos bosques identificados como de muy alto riesgo de deforestación por el modelo que usa los datos de los noventa aquellos que tuvieron las tasas más altas de deforestación en la primeras décadas de 2000”.

Es decir, de la clasificación obtenida de los bosques de fines de siglo –a nivel nacional- por el grado de presión, se deforestaron en ese orden a principios del nuevo siglo: 7.8 por ciento de deforestación para bosques de muy alto riesgo, 3.4 por ciento para bosques de alto riesgo, 1.8 por ciento para bosques de medio riesgo, 0.9 por ciento en bajo riesgo, y apenas 0.3 en el caso de florestas clasificadas en muy bajo riesgo.

Los datos hasta 2007  (es un modelo diseñado para pronosticar escenarios a siete años) se confirmaron tendencialmente en la medición oficial: Jalisco con 31,645 hectáreas por año de “pérdida neta” de bosques y selvas, sólo por detrás del estado de Chiapas, que registraba 32,332 hectáreas en las mismas condiciones (MILENIO JALISCO, 6 de junio de 2011). Si sucede de nuevo, Jalisco habrá descendido sus pérdidas absolutas, pero no habría abandonado el grupo de los tres principales deforestadores.

No obstante, el instrumento es más preciso al establecer tendencias que cifras concretas, pero reflejaría que en México, se “democratiza” el problema. Diez entidades con pérdidas anuales superiores a diez mil ha y una tasa general que podría crecer.

Si se sigue la clasificación para Jalisco (ver mapa anexo de zonas con mayor riesgo de perderse), los datos específicos del pronóstico del índice son los siguientes: riesgo de deforestación de 3.20 por ciento y desaparición de 125,835 hectáreas de bosques y selvas entre 2008 y 2014. De su superficie boscosa, de tres millones 926,781 ha, predominan las que están en clasificación de muy alto riesgo de deforestación, con un millón 156,950 ha; en alto, 904,022 ha; en medio, 867,528 ha; en bajo, 663,696 ha; y en muy bajo, 334,386 ha.

La Administración estatal en funciones tiene claro el problema. “No es solo la tala clandestina, está el problema de la sanidad vegetal; tenemos que recuperar nuestros bosques de la enfermedad por la que se estén perdiendo, y también la madera se está vendiendo a un bajo costo  porque se está compitiendo de manera desleal con madera de otras regiones del mundo, y con el mayor valor y oportunidad de productos agrícolas y ganaderos […] hay factores qué analizar y con cada uno vamos a hacer estrategias,  y en el caso de la tala clandestina vamos a propiciar  mercados de tala legal, certificada; vamos a atender la sanidad vegetal y vamos a ir propiciando los estudios de las cadenas de valor,  para que nuestra madera se reconfigure a nivel de productividad”, dijo la titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial de Jalisco, Magdalena Ruiz Mejía, en el foro sobre desarrollo forestal que se realizó la pasada semana en esta ciudad.

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Ocho motores de la destrucción

1 “Conversión de bosques a cultivos de subsistencia (maíz, frijol) como transición a la  ganadería extensiva para carne en tierras ejidales, comunales y pequeños propietarios en las  selvas secas, altas y medianas, bosques templados y bosques de encino en Chiapas, Oaxaca, Campeche, Quintana Roo, Estado de México, Jalisco y Michoacán”

2 “Conversión de bosques para agricultura comercial (café, jatopha, agave, caña de azúcar, aguacate, palma africana, chile) en las selvas medianas y altas, bosques templados de los estados de Chiapas, Oaxaca, Campeche, Quintana Roo, Yucatán, México, Michoacán y Jalisco”

3 “Degradación de bosques en selvas secas, bosques templados y encinares por el uso de pastos naturales para la ganadería extensiva y crianza de animales menores caprinos y otros, en los estados de Oaxaca, Chiapas, México, Jalisco y Michoacán”

4 “Deforestación de bosques secundarios de selvas bajas debido a la expansión del desarrollo de  infraestructura urbana para asentamientos humanos en la costa de Oaxaca y Jalisco”

5 “Degradación de bosques primarios y secundarios en selvas bajas, medianas, altas, bosques templados y encinares por la tala ilegal para leña y la producción de carbón vegetal tanto para uso doméstico (población rural y semi-urbana en condiciones de pobreza), como para otros procesos industriales como la fabricación de ladrillos, producción de tequila, etc. que varían según la región, en Oaxaca, Michoacán, México, Chiapas, Campeche, Quintana Roo”

6 “Degradación de bosques primarios y secundarios de propiedad ejidal, comunal y de pequeños  propietarios por tala ilegal, extracción selectiva y sobre-explotación de especies de alto valor comercial (caoba, cedro, algunas coníferas y productos no maderables) en las selvas altas, medianas y bosques templados de Chipas, Oaxaca, Quintana Roo, Yucatán, Campeche y Michoacán”

7 “Degradación de bosques primarios por la sobre-explotación de especies maderables de alto  valor comercial y malas prácticas silvícolas ocasionadas por contratos de compra-venta de madera en pie con intermediarios y la industria maderera en bosques de comunidades indígenas y ejidos, principalmente en las selvas altas, medianas y bosques templados de Chiapas, Oaxaca, Campeche, Quintana Roo, Yucatán, México y Michoacán”

8 “Conversión de ecosistemas de manglares, bosques inundables y otros tipos de bosques de propiedad ejidal y pequeños propietarios, por el desarrollo urbano no planificado y el establecimiento de infraestructura turística en las cuencas costeras de Jalisco, Oaxaca y la Península de Yucatán”.

miércoles, 28 de mayo de 2014

Avanza programa especial contra deforestación

La Conafor aplica proyecto especial en la región sur del país, lo mismo que en las cuencas costeras de Jalisco, en busca de detener las causas de la destrucción de ecosistemas.


Agustín del Castillo/Guadalajara. Milenio Jalisco.

La región sur de México, que junto con Jalisco registra las mayores tasas de pérdida de bosques y selvas del país, será objeto de un programa especial que tiene una inversión de 17 millones 39 mil dólares: el Proyecto de Desarrollo Comunitario Forestal para los estados del Sur (Decofos) que comprende Campeche, Chiapas y Oaxaca; el proyecto es desarrollado por la Comisión Nacional Forestal (Conafor), en sociedad con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola  (FIDA) y el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF por sus siglas en inglés).

"El objetivo del proyecto es contribuir a mejorar las condiciones de vida de los habitantes de zonas forestales en pobreza y pobreza extrema mediante el desarrollo de actividades productivas sustentables que coadyuven y promuevan la reducción de los efectos del cambio climático y sus impactos negativos. La población objetivo son ejidos, comunidades y grupos participativos de interés común, los cuales se encuentran conformados por aquellas personas que no cuentan con derechos sobre la tierra. Participan 76 municipios distribuidos en los estados de Campeche, Chiapas y Oaxaca", señaló el organismo federal en un comunicado.

Así, "la finalidad del Decofos es contribuir a reducir los índices  de pobreza y marginación de la población ubicada en bosques y selvas y a la promoción de buenas prácticas para la mitigación del cambio climático". Para lograrlo, agrega, "se han trazado tres líneas estratégicas: uno, fortalecer las capacidades para la gestión local y cambio climático; dos, desarrollo de proyectos productivos y cambio climático y, tres, fortalecimiento institucional". El proyecto dio inicio en 2010, cuando MILENIO JALISCO reveló las cifras de pérdida de bosques y selvas en el país, renglón liderado por Chiapas, Jalisco y la península de Yucatán. En el caso del estado occidental, sexto del país en biodiversidad, se aplican una serie de estrategias en el contexto del proyecto REDD+ (Reducción de Emisiones en Degradación y Deforestación más su componente social) sobre todo para la integración de juntas intermunicipales del medio ambiente.

"Algunos de los principales logros y lecciones aprendidas ha sido el mejoramiento del capital social al interior de las comunidades rurales. El apoyo a grupos de personas sin derechos a la tierra en ejidos y comunidades para el aprovechamiento de los recursos naturales con base en acuerdos comunitarios y fortalecimiento al capital social y humano. Integralidad de actividades en las fronteras agrícolas y forestales con el propósito de facilitar el desarrollo rural integral y buscar una visión del uso del territorio con la concurrencia de otras instituciones relacionadas con el sector agropecuario y forestal. La creación de microempresas rurales que incorporan a mujeres indígenas y a jóvenes, quienes representan los grupos más vulnerables de las áreas rurales de México".

Además, de forma muy importante, "la recuperación de áreas deforestadas a través del establecimiento de módulos agroforestales como un mecanismo que facilita la reconversión de uso de la tierra e incremento de los inventarios de carbono y que, en paralelo, representan fuentes de alimentos e ingresos a las familias que viven en las comunidades rurales", puntualiza la Conafor.

sábado, 31 de agosto de 2013

Selva costera, entre utopías destructivas y la salvación


                                                                                                          HISTORIA ECOLÓGICA DE LA SELVA DE JALISCO /4
Proyectos gubernamentales desastrosos y avaricia privada marcan la historia de los bosques tropicales del litoral; la Conafor y el gobierno del estado de Jalisco esperan consolidar un ambicioso plan de rescate en carrera contra el tiempo. Arriba, Punta Corrales, extremo sur de Bahía de Banderas. Abajo, Ismael García Joya, vigilante comunitario

Agustín del Castillo / Costa de Jalisco. MILENIO JALISCO

En 1972 se crea por decreto presidencial el Programa Nacional de Desmontes. Su impacto en la selva costera de Jalisco es inmediato: cerca de 30 mil hectáreas se echarán abajo en los siguientes años, para crear la zona de riego de la presa Cajón de Peña, embalse artificial que hoy se mantiene como el mayor de la región.

Don José Serna Pulido tenía ya casi 30 años de asentado en La Cruz de Loreto. Vivió el momento en que la región de litoral pasó de ser “cubil de fieras” a espacio de redención social.

— Ese desmonte, ¿valió la pena?

— Para mí siempre ha valido la pena porque se ha ayudado mucho a la gente, aunque aquí no había gente, nada de nada; la verdad no llegaban ni a 200 personas entre Tehua [Tehuamixtle] y Tomatlán.

— ¿Entonces la presa fue buena porque hizo que la gente se viniera a vivir?

— Ah sí, con Echeverría, que limpió los montes, agarró todo parejo para que la gente trabajara en la agricultura.

¿Esta explosión de progreso a costa de los ecosistemas cambió la calidad de vida de los tomatlenses? 40 años después del gran proyecto, una monografía oficial señala: “63 por ciento de la población se encuentra en situación de pobreza; asimismo, 28.2 por ciento es vulnerable por carencias sociales; 3.1 por ciento es vulnerable por ingresos y 5.8 por ciento es no pobre y no vulnerable”, (http://sieg.gob.mx/contenido/Municipios/cuadernillos/Tomatlan.pdf).

El municipio tiene el lugar 99, de entre 125, en el índice de desarrollo municipal. El valor de su producción agrícola en 2010 fue de apenas 890.4 millones de pesos y el de la producción ganadera, de 323.6 millones de pesos.

Difícil adivinar cuál sería la realidad de Tomatlán sin presa y desmonte. Pero sigue entre las demarcaciones más pobres de Jalisco.

Un jaguar juvenil muerto en octubre de 2012 por atropellamiento de un camión en la carretera federal 200, en la zona de El Tuito. CORTESÍA DE ALBERGUE JAGUAR DE BIOTO

UTOPÍAS SOCIALES Y PRIVADAS
Entre 1915 y 1940 “el reparto agrario se realizó principalmente en la parte serrana de la costa y Puerto Vallarta, dotando de 320 mil hectáreas a más de 19 mil ejidatarios”; entre la presidencias de López Mateos, Díaz Ordaz y Luis Echeverría “se repartió 69 por ciento de la tierra que usufructúan los ejidatarios de la costa de Jalisco. Se amplió la frontera agrícola y se promovió el cultivo de pastizales y la introducción de variedades mejoradas de ganado. Políticas del período de Echeverría […] se reconocen como los causantes de la deforestación de los bosques tropicales en el país. Durante esos años se facilitaron apoyos financieros y técnicos para derribar vegetación, limpiar tierras y establecer campos de cultivo o pasturas”, señalan Alicia Castillo y seis investigadoras más en un trabajo de 2009 (disponible en http://tropi-dry.eas.ualberta.ca/pdf/Papers/Interciencia_BTS_2009.pdf).

En los años ochenta, se reconoce la vocación turística. “Creció el interés de la iniciativa privada nacional y extranjera, y en el municipio de la Huerta comenzaron grandes inversiones en turismo de alto nivel, encabezado por la zona de Careyes”, añaden.

Luis de Rivera, español, se hace famoso como el gran corredor de bienes raíces, no siempre por medios que aprobarían exámenes de ética básica. Arnoldo Ochoa, del ejido San Mateo, no duda que haya sido impulsor del desarrollo, “pero a nosotros nos acabó”. Seis vaquillas, una escopeta y 65 pesos pagó al comisariado de ese ejido para ceder sus terrenos en la bahía de Chamela a finales de los sesenta, según uno de sus vaqueros, Concepción Rodríguez Palomera.

Ese fue el esquema de adquisición de propiedades como Careyes, Pérula, La Rumorosa, Playa Azul, El Paraíso. Para quienes se oponían, tenía un ejército de abogados y de guardias blancas. “A mí me mandó a la chingada —agrega el viejo Concho, que descarga su conciencia— porque no quise firmar un documento como testigo de que él estaba en posesión de otro predio que deseaba mucho; allí metió en una noche como 40 trabajadores y sembró palmeras antes de la mañana para demostrar a los enviados del juzgado que lo tenía en producción y tenía todos los derechos…”.

La costa, que fue experimento de una gran utopía social, se convierte en paraíso para el jet set mundial y espacio de utopías personales, siempre que hubiera mucho dinero. El ex banquero de Turín, Gian Franco Brignone, hace un desarrollo de lujo con los terrenos que adquirió para él Rivera y proyecta un fastuoso mausoleo —que hoy se divisa desde el aire— para que sus restos, de cualquier modo mortales, reposen junto al mar. Sir James Goldsmith, uno de los hombres más ricos de Europa, invierte para salvar las selvas secas del deterioro, luego de hacer millones con el petróleo y la minería, altamente contaminantes. Pone así la semilla de la reserva de la biosfera Chamela-Cuixmala, casi único reducto protegido de este ecosistema, con el valioso apoyo de su amigo, el presidente Carlos Salinas de Gortari (1994).

Las otras selvas: la barranca del río Santiago, en el extremo norte de Guadalajara. CORTESÍA DE BERTHA ESQUIVEL

EN BUSCA DEL RESCATE
Tanto para el gobierno federal como para el local, es evidente que ecosistemas valiosos se destruyen a gran velocidad. Por eso implementaron el programa de acción temprana para frenar el deterioro.

Sergio Graf Montero, coordinador de producción y productividad de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), enfatiza en tres aspectos indispensables para lograrlo: mayor inversión pública para estimular el manejo adecuado del bosque, alinear las inversiones de todas las dependencias de manera que no se contrapongan y generar un agente institucional local que haga posible esa conciliación.

Es el Programa Especial de Cuencas Costeras de Jalisco, que además de canalizar a la zona arriba de 300 millones de pesos de la Conafor, la mitad de estos, de fondos especiales creados ex profeso para atender la región, ha trabajado con la ahora Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) por detonar juntas intermunicipales que ya están constituidas, con base en el modelo original de la que existe desde hace diez años en el río Ayuquila.

Así, se han generado las juntas intermunicipales de la Costa Norte, de la Costa Sur, del río Coahuayana y de la parte alta del río Ayuquila; estos espacios son conformados por los presidentes municipales, pero participan los tres niveles de gobierno. Desde él, se tomarán todas las decisiones de aplicación presupuestal con criterios ecológicos. Se reconoce que los dos ecosistemas más alterados son la selva seca y los encinares, poco presentes en las políticas de protección nacional.

De este modo, se busca algo nunca antes logrado: que una inversión para pastizales ganaderos sólo se apruebe si no se tala selva, y se garantiza que la cantidad de ganado no sobrepase la capacidad del agostadero.

“El problema de la deforestación no es un problema forestal, es un problema de desarrollo territorial que implica un enfoque diferente del desarrollo rural […] lo que se busca es que este problema complejo se atienda de la manera adecuada, con institucionalidad fuerte, manejo de territorio, y fortalecer además a las propias comunidades […] esto es de largo plazo, pero estamos poniendo las bases”, añade el funcionario.

DESTRUCCIÓN Y SALUD
Don José Serna aprendió a leer a los 20 años en la sierra del sur de Jalisco, donde nació. Le daba queso como pago a un maestro rural porque nadie se había ocupado de su formación y siempre fue un hombre inquieto.

A su madre no se le hizo verlo casado; se casó “ya de viejo, pero se me murió la mujer ya, tras ocho años, y no me volví a casar”, señala lacónico.

No ha tenido trato regular con todos sus hijos —ni siquiera aventura un número— pero “a dos los crié yo, aquí”, y con 102 años, es lógico tener nietos, bisnietos y tataranietos. La vivienda es como otras de esta localidad: limpia, blanca y sin adornos. Más bien fea. Los ojos azules aún brillan; la piel parece de un hombre con 30 años menos; la dentadura es la original. Todavía sale a pescar a los esteros. Sólo le queda un hermano, de 77, que vive en Guadalajara, y “viene o voy a visitarlo”, repone.

— ¿Cómo fue que no se echó a perder?

— Pues yo tuve varios vicios, pero ninguno que se me arraigara; a mí siempre me gustaba ser constante en el trabajo.

A 68 años de haber llegado a la costa, las fuerzas de la destrucción avanzan. “Todos hemos tenido al culpa de eso; por otra parte, la gente ha aumentado y consume más, y no hay llenadera”, dice pensativo.

No ha tenido una enfermedad seria en su vida, salvo la mordida del cocodrilo que cazó hace 40 años, pero le pagaron 60 pesos por la piel y eso hizo olvidar el dolor.

— ¿Cómo se puede llegar a vivir 102 años?

— Me dicen que el trabajo ayuda mucho… la verdad, nunca hice caso de lo que me decían que debía hacer o no hacer para vivir más…

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Otras selvas de Jalisco

Las regiones Valles y Centro de Jalisco cuentan con barrancas profundas del sistema hidrológico del río Santiago que conserva selvas secas. No obstante, como se aprecia en el gráfico anexo del Instituto de Información Territorial del estado, la destrucción de esos ecosistemas ha sido acelerada, y se calcula que 4% de ellas desaparecieron entre 1982 y 2007

En el caso de las selvas de las regiones Sur y Sureste, el deterioro en esos años fue más amplio y alcanzó 9 por ciento de la superficie que había en 1982

El término deforestación no coincide con cambio de uso de suelo salvo que la transformación sea permanente. Tampoco analiza el problema de la degradación de los bosques, tan grave como la deforestación misma

viernes, 30 de agosto de 2013

Trópico: economía contra naturaleza




                                                                                                     HISTORIA ECOLÓGICA DE LA SELVA DE JALISCO / 3
Además de un descenso de dos tercios en los apoyos de la Conafor entre 2009 y 2013 en los municipios costeros, la selva seca no es considerada un ecosistema prioritario por las políticas ecológicas gubernamentales. Arriba, el estero La Manzanilla; abajo, un potrero de la selva en la región de Cabo Corrientes

Agustín del Castillo / Costa de Jalisco. MILENIO JALISCO

El gobierno federal y los gobiernos locales tienen claridad sobre el problema de destrucción ambiental que vive de forma acusada la selva de Jalisco, pero este año 2013, los subsidios para mantenimiento de la cobertura forestal están a la baja, con una reducción económica de casi 62 por ciento en relación con los otorgados en 2009, lo cual preocupa a ejidatarios, comuneros y pequeños propietarios.

“Nos dicen que hay que cuidar el bosque, pero este año apenas entraron unos cuantos predios al Programa de Servicios Ambientales y a otros apoyos de ProÁrbol, pero a la mayoría o nos rechazaron o nos descalificaron por falta de presupuesto”, señala un productor de Cabo Corrientes, en la Costa Norte del estado.

La estadística no miente: en 2009, el programa de servicios ambientales (PSA) de la Comisión Nacional Forestal aportó 64.7 millones de pesos a estas regiones; todavía en 2012 lograba acomodar 51.9 millones, pero en 2013 sólo se han comprometido 22 millones 451 mil pesos, según información de la dependencia.

Se debe precisar que son apoyos en 47 municipios que corresponderán al naciente Programa Especial de Cuencas Costeras, donde están las selvas del litoral, y además, de la Sierra de Amula y de las regiones Sur y Sureste, y se incluye bosque templado de las partes altas de la Sierra Madre del Sur y del Eje Neovolcánico.

La selva costera propiamente dicha se ubica en las regiones Costa Norte (Puerto Vallarta), Costa Sur (Autlán) y Sierra Occidental (Mascota), y abarca partes de 13 municipios.

El organismo federal publica los listados de los beneficiados con subsidio y de los “no asignados”. Una parte se decide entre el gobierno del estado y la gerencia estatal de la Conafor: programas de manejo forestal, plantaciones forestales, caminos, auditorías técnicas, tecnificación, entre estos. Los datos de asignaciones de 2013 revelan que se aprobaron 225 apoyos, 52 en los 13 municipios referidos, y no se aprobaron 314 solicitudes, 79 en las mismas demarcaciones, fundamentalmente por falta de dinero.

En el caso de los que califica de forma directa la Conafor a nivel central, apenas hubo siete solicitudes aprobadas de 17 correspondientes a Jalisco, mientras de 201 “sin recursos asignados” para toda la entidad, 127 eran de la zona (toda la información disponible en www.conafor.gob.mx).

Por si fuera poco, la selva seca no está debidamente reconocida como prioritaria por parte de la Conafor, lo que hace que muchos productores ni siquiera participen en las convocatorias.

Estos factores pesan en las decisiones del dueño de conservar su bosque o de transformarlo a actividades económicas más rentables y de más corto plazo: con cultivos intensivos o con ganado, la ganancia será inmediata. La economía de ese sector es de diez a 12 veces más grande que la forestal.

El desastre de este cálculo ha sido evidente: “La transformación a pastizales es el principal proceso de cambio de todos los tipos de vegetación. Los efectos del ganado son enormes si consideramos que sólo 16 por ciento del territorio mexicano son pastizales y que aproximadamente el 40 por ciento de la superficie ganadera se presenta en ambientes naturales, en donde muchas de las especies silvestres conforman su dieta. Las alteraciones producto del ganado perturban a su vez el ciclo hidrológico, el suelo y la vegetación que a su vez desembocan en erosión, pérdida de diversidad e incendios (figura 2.3). Asimismo, el ganado desplaza de manera indirecta a los hábitats naturales mediante el reemplazo de estos a monocultivos” (Geo México, Perspectivas del medio ambiente en México, INE 2004).

En la selva de Jalisco, la ganaderización es el factor número uno en deforestación y cambio de uso de suelo.

DE FORAJIDOS A INVERSIONISTAS
“Un litoral demasiado grande para tan pocos forajidos”, señalaba Juan Rulfo, el célebre autor de Pedro Páramo, al referirse a la canónica novela de su colega, el también ex gobernador Agustín Yáñez, La tierra pródiga, en un texto publicado en la Revista Mexicana de la Cultura, suplemento de El Nacional, el 8 de noviembre de 1964.

“Aunque Yáñez circunscribe el problema de esta región, ‘pasto de toros bravos’, a su última etapa, la cosa viene desde antiguo. Y para no ir tan lejos: conquista, sometimiento, nueva conquista y exterminio de todos los pueblos aborígenes de las provincias de Melahuacán y Expuchimilco —solamente la primera tenía más de 200 mil habitantes, y hoy no llega a 500—. En el Valle de Sátira, también superpoblado, sólo queda el pueblo de Tomatlán. En El Amborín está la Villa de Purificación, con dos mil habitantes y la ranchería de Jocotlán, la cual debió ser importante, pues en 1914 los de este lugar saquearon y arrasaron la Purificación, lo que motivó que pocos días después Jocotlán desapareciera del mapa”.

Así, en ese 1964, “en Chamela habrá quizás unos tres habitantes; otros más en Tenacatita —aunque los cerros de sus alrededores están plagados de muertos—; La Huerta, ya en el Valle de Expuchimilco —La tierra pródiga de Yáñez—, fue arrasada por las tropas de los generales Agustín Olachea y Ochoa Urtiz en 1919. En Casimiro Castillo [La Resolana] hubo hace apenas 14 años un enfrentamiento entre tropas federales contra los caciques Lozano, herederos a su vez del enorme cacicazgo de los extranjeros Elórtiguie. Otro extranjero fue propietario del Alcíhuatl desde 1775, se apellidaba Romero y baste decir que registró como realenga toda la tierra, desde Llano Grande hasta Mixmaloya [sic], misma que legó a su hijo Liberato”.

El recuento rulfiano no se agota: “Cacaluta era otro cacicazgo sin límites, propiedad de un tal Torralba. San Miguel, la vieja capital de la provincia de Melahuacán, fue arrasada en 1858, en unión de Cuitzmalal y otros pueblos. Y todavía en 1928 el general Charis hizo estropicio en toda la región, desde la Purificación hasta Tomatlán. Hubo pues en la tierra pródiga muy pocos habitantes —desde hace cuatro siglos—, pero sí muchos caciques y hasta filibusteros, como Bernard Johnson”.

Así, “no es extraño pues que fuera tierra de contienda, de forajidos y asesinos labiosos e ignorantes […] Tal vez en 1866 se hubieran resuelto los problemas de la Costa, de haber sido aceptado el ‘Pacto de Zacate Grullo’, único decreto que expidió el gobernador Anacleto Herrera y Cairo. Ese pacto —que como su nombre lo indica, o más bien su apellido, se formuló en lo que actualmente es El Grullo—, ordenaba arrasar los pueblos desde allí hasta el suroeste, talar los árboles, prenderle fuego a las selvas y liberar, de una vez por todas, aquella región infestada de bandoleros, caciques y criminales. Ley que se consideró entonces inadecuada y acabó en el olvido”, añade Rulfo con malicia.

A esos señores feudales se enfrenta el gobernador Yáñez, lo mismo que sus antecesores y sucesores.

La memoria está viva hoy con el caso de Rodolfo Paz Vizcaíno, amo de Tenacatita y El Tecuán, señor de horca y cuchillo que asesinaba a los trabajadores que se le rebelaban y les esquilmaba sus salarios, hasta que lo descubrió el general Marcelino García Barragán —gobernador de 1943 a 1947—, a quien le debió entregar la playa de El Tecuán para no ir a la cárcel y se vio obligado a “humanizar” su trato, según testimonio que dio en 2005 Concepción Rodríguez Palomera, habitante de San Mateo, en La Huerta, y pariente de otro cacique temible: Longinos Vázquez, el talamontes que donde se paraba, como decían del caballo de Atila, “no volvía a crecer una brizna de hierba” (de nuevo Yáñez).

Luego llegaron los millonarios extranjeros, los nuevos conquistadores de un mundo ya poblado de ejidos con campesinos nacidos en el altiplano, que apenas comenzaban a conocer la ecología de la selva. El italiano Gian Franco Brigione le dio dos millones de dólares al español Luis de Rivera para que comprara Careyes en 1968. Allí comenzó la nueva invasión.

La Pecas, la famosa hembra jaguar de la localidad de Bioto, en Cabo Corrientes, ruge molesta ante el acoso de visitantes

LAS OTRAS SELVAS
Nacido en una región templada, El Durazno de la Sierra del Halo, don José Serna recorrió en sus primeros 30 años las barrancas profundas del río Coahuayana y sus afluentes, al sur de Jalisco. Allí se topó por primera vez con la selva tropical seca, protegida por los abismos que bajan desde los volcanes, y que se abren paso hasta la Tierra Caliente Michoacana y las costas de Colima, y que pese a la orografía que la protege, ha sido también devastada.

Su tránsito era constante, pues trabaja en Uruapan, donde le mete un balazo a un lugareño que intentó penetrar al rancho que cuidaba, y padece su acoso, pues el rufián no muere. “Ya no me sentí a gusto; en cualquier momento podía pasar algo conmigo”, explica. Eso lo hizo migrar a Lombardía, donde comenzó su adaptación a los climas tórridos.

Tras su migración definitiva a la costa, a los 34 años de edad, don José regresará esporádicamente a la sierra a visitar a sus padres y sus hermanos, pero la nostalgia jamás fue suficiente para abandonar su nuevo mundo.