Se buscará a los propietarios para cobrarles; si no lo hacen, se podría llegar a rematar terrenos. De los 62,733 predios identificados por el organismo operador en la ZMG, sólo 21,970 están al corriente; los otros 40,863 le adeudan casi 390 millones de pesos, de los que sólo espera recuperar 125 millones.
Guadalajara. Agustín del Castillo. MILENIO-JALISCO. Edición del 12 de julio de 2011
Los lotes baldíos son uno de los grandes males de la Zona Metropolitana de Guadalajara: dos de cada tres de estos predios no pagan contribuciones al Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), pero a eso hay que agregar los problemas de contaminación e inseguridad, así como la ineficiencia general de los servicios que su proliferación provoca.
Según los datos oficiales, mientras la ciudad se expande a poco más de 600 hectáreas anuales, hay entre ocho mil y catorce mil hectáreas disponibles al interior de la mancha urbana, es decir, habría la posibilidad de contener la dispersión territorial de trece a 23 años a ese ritmo, situación que está muy lejos de suceder, y que sería ventajosa para la entrega más eficiente y barata del agua.
En el territorio que recibe suministro de agua por el organismo operador se identifican 62,733 predios que deberían pagar el agua. Sólo lo hacen los dueños de 21,970 lotes, lo que significa que 40,863 —65 por ciento— se han negado a pagar por el servicio. El problema ha estado claramente identificado desde que la actual administración del SIAPA se propuso recuperar cartera vencida: los montos de adeudo de ese sector ascienden a 389 millones 936,175 pesos, incluidos los gastos de ejecución, recargos y reconexiones. Sin embargo, al hacer un ejercicio realista, el organismo señala como recuperables 125 millones 984,634 pesos, es decir, se descuentan los adeudos que pasan de cinco años (por prescripción) y los recargos que se reclamen legalmente por parte de los particulares.
Ayer comenzó una campaña de cobros a 600 grandes deudores que arrastran débitos de 50 mil a un millón de pesos, entre los que están los detentadores de grandes lotes en medio de las áreas urbanizadas.
La dificultad derivó en buena medida de que los dueños no son fáciles de localizar. Por eso se indagó en el Registro Público de la Propiedad (RPP) y los catastros municipales. Las investigaciones continuarán para establecer más procedimientos; en caso de que no se localice al dueño, se hace en ausencia, mediante edictos, hasta la adjudicación del lote y su remate. “Pero la idea es localizar al propietario, es mas fácil decirle: ya te localicé, o me pagas o te embargo. La ley marca que deben pagar 3 por ciento por crédito fiscal en gastos de ejecución, por cada acción de notificación que se haga […] le notificas el adeudo, le notificas luego el embargo, y así va a tener cuatro o cinco notificaciones hasta el embargo y remate de los bienes”, explica el gerente comercial del SIAPA, José Ignacio Orozco Guzmán.
El caso de las contribuciones del agua es sólo uno de los muchos que se tienen con grandes extensiones baldías de la ciudad: también suelen omitir el pago del predial.
El Plan de Ordenamiento de la Zona Conurbada de Guadalajara, cuya última versión tiene once años, contabilizaba 521 hectáreas de “reservas interurbanas” en el municipio de Guadalajara, 1,611 en Tonalá, 2,966 hectáreas en Zapopan y 3,081 en Tlaquepaque, para sumar 8,179 hectáreas de tierra urbanizable ya dotada de infraestructura y servicios, pero podría ser un subregistro, dado que en 2010 se identificaron 52 mil hectáreas de reservas urbanas, de las que unas 14 mil estarían entre superficie urbana consolidada.
En su artículo “¿Vacíos urbanos o vacíos de poder metropolitano?”, los investigadores Adriana Fausto y Jesús Rábago apuntan: “En otras ciudades de la república se presentan situaciones similares: 19 por ciento de la mancha urbana de Aguascalientes son lotes sin uso; en Colima-Villa de Álvarez [...] constituyen el 14 por ciento de su superficie urbana; en Mexicali, la superficie de baldíos es de al menos el 16 por ciento. En metrópolis latinoamericanas, el porcentaje de tierras vacantes podría variar de menos de 5 por ciento hasta 44 por ciento de la superficie urbanizada”. Así, es un mal de muchos, pero no ofrece consuelos.
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Por malos medidores, merma de 90 mdp
••• Uno de los problemas más serios para cobrar el agua al precio estipulado es que de 860 mil medidores instalados, 660 mil ya pasaron los siete años de su vida útil, y eso genera una ineficiencia que reduce al menos en 5 por ciento los recursos cobrados por el SIAPA.
Ese tema se tiene así de claro en la Gerencia Comercial del organismo operador. “Calculamos que se hace una medición de 5 por ciento a la baja, y si nosotros hiciéramos una medición con precisión, significaría al año cerca de 90 millones de pesos más que ahora”, apunta el gerente, José Ignacio Orozco Guzmán.
Remediarlo requiere mucho dinero. “Cada medidor nos cuesta 500 pesos, y si hablamos de 600 mil medidores, son 300 millones sólo en medidores, para una vida útil de siete años”, subraya.
— ¿No se puede buscar tecnología que permita más tiempo de operación?
— Estamos buscando ahorita un medidor de tipo C que te da más exactitud en la medición y te dura de dos a tres años más, pero ahí el costo se eleva a 100 pesos más. Salvo el primer medidor, las reposiciones las debe pagar el SIAPA.
Sin embargo, es necesario, porque “al no tener una medición correcta te pega en la facturación, y la facturación luego te impacta en la cobranza […] queremos ir más lejos; hemos estado proponiendo la facturación en sitio, [...] en otros estados funciona; es como cuando llegas a cargar gas, llegas, te miden y te cargan, y te entregan la factura”.
Dicha posibilidad se hará con los grandes usuarios, por lo pronto, lo que maximiza resultados.
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