Los tres gobernadores que han emanado del PAN aprovecharon el foro de los Juegos Panamericanos para destacar los avances de sus gobiernos, entre vítores que anuncian tiempos electorales.
Guadalajara. Agustín del Castillo. MILENIO-JALISCO. Edición del 7 de julio de 2011
Jalisco “es mejor que hace 18 años”; “en el deporte hay un botón de muestra”; “hemos llevado al estado a ser líder en muchos terrenos”, son tres perlas de las muchas que se echaron ayer los tres mandatarios que han gobernado la entidad desde 1995 bajo las siglas del Partido Acción Nacional (PAN): Alberto Cárdenas Jiménez (1995-2001), Francisco Ramírez Acuña (2001-2006) y Emilio González Márquez (desde 2007).
El pretexto: las charlas en torno a los Juegos Panamericanos, que comenzarán en 99 días en esta ciudad. El escenario: las nuevas instalaciones de Expo Guadalajara, con 4,500 invitados entre deportistas y ex deportistas, funcionarios y empleados de gobiernos panistas —con un nutrido coro que soltaba “Emilio para presidente” cada que terminaba una intervención del nativo de Lagos de Moreno—, alguno que otro curioso y medio centenar de disidentes, que metieron ruido con pancartas para denunciar tropelías blanquiazules, y luego reconocieron provenir del Frente Juvenil… del PRI. Obvio, los echaron del foro.
Las elecciones ya están en marcha en este estado. El hoy senador Alberto Cárdenas ya había adelantado que uno de los males blanquiazules es que no saben promover sus logros. La sesión de ayer sirvió para hablar de la irresistible potencia jalisciense, que ha sido por doce años campeona de las Olimpiadas Nacionales, y tiene en la mira —si el “cambio” continúa— traer los Juegos Olímpicos, “esos que se harán en Londres en 2012; ¿qué tienen los ingleses que no tengamos nosotros?”, dijo eufórico González Márquez.
El encuentro de los tres gobernantes jaliscienses sí tuvo como eje la cuestión deportiva, pero sirvió para demostrar la voluntad y la perseverancia de un pueblo que parece haber hallado la brújula en 1995. Lo pasado apenas merece mención. Jalisco invirtió en instalaciones, en nuevas instituciones, en entrenadores extranjeros y en formación de cuadros propios y promoción. Cárdenas Jiménez alcanzó a sacar el primer triunfo en la Olimpiada Nacional, de la mano del director del Consejo Estatal del Deporte (Code), Carlos Andrade Garín. Ramírez Acuña perseveró y logró campeonatos durante sus seis años de gestión, así como la elección de Guadalajara como sede de los Panamericanos. Emilio —al que le gritaban “presidente”, y se hacía el chistoso contestando que eso fue cuando presidió el gobierno municipal de la capital tapatía— confirmó el camino andado, y sus guerreros deportivos fueron al mismísimo estado de Nuevo León, y con todo y las malas artes de sus dirigentes deportivos, lograron confirmar el campeonato en 2008, auge que se mantiene intocado.
Fue cuando a Ramírez Acuña se le ocurrió que si se logró la sede panamericana, no hay razón para no creer que se puede lograr la olímpica. El nativo de Jamay dio el discurso más “político”, y de pie dijo que los logros de los tres gobiernos jaliscienses, además del deporte, estaban en la regionalización administrativa impulsada desde 1995, en la construcción de escuelas, el apoyo récord otorgado a la Universidad de Guadalajara y en el auge de la educación tecnológica.
Los aplausos no cedieron. Los panistas, no tan espontáneos, entonaban sus vítores para enzalsar la aventura presidencialista de su gobernador; los priistas juveniles ya habían abandonado el acto con sus pancartas recordando miles de muertes por el narco o por el transporte público, desempleo y mocherías. Es la indeleble huella de que la lucha electoral, a un año de la jornada, está plenamente instalada.
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