jueves, 21 de julio de 2011

Clausuran megaobra que alteraría selvas en la costa

Cabo Corrientes. Vaso artificial Los Panales almacenará 82.8 millones de metros cúbicos de agua. La Profepa ordenó parar presa porque no tiene permiso de cambio de uso de suelo

Guadalajara. Agustín del Castillo / Sergio Hernández. MILENIO-JALISCO. Edición del 11 de julio de 2011

A contracorriente de la política federal de prevención y mitigación de los efectos del cambio climático, el gobierno de Jalisco y la Comisión Nacional del Agua (CNA) pretenden alterar miles de hectáreas de selva mediana subcaducifolia y de selva baja caducifolia en el municipio de Cabo Corrientes, en la región costera, con la obra de la presa Los Panales, que amenaza la supervivencia de al menos 43 especies de fauna protegidas por las leyes mexicanas.

El proyecto del vaso artificial, cuya ejecución fue suspendida el pasado 22 de junio por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), contempla el desmonte directo de 500 hectáreas de selva, pero la zona de riego se extenderá sobre casi siete mil hectáreas, si bien una parte se trata de espacios dedicados al cultivo —menos de dos mil hectáreas—, según los datos aportados por la Secretaría de Desarrollo Rural (Seder) en la manifestación de impacto ambiental, de la que este diario tiene una copia.

La obra arrancó en enero pasado, pero no tiene a su favor un expediente de cambio de uso de suelo, lo que motivó la clausura que les impuso la Profepa.

Se edifica sobre el río Tecolotlán, que descarga sus aguas en un estero y luego se conecta al mar. La presa extenderá su vaso sobre 493 hectáreas, con una cortina de 78 metros de altura y una capacidad de almacenamiento de 82.84 millones de metros cúbicos de agua, para abastecer una zona agrícola de 6,993 hectáreas.

La CNA pone 70 por ciento del costo, y concursó la edificación al consorcio ICA, con una inversión de 464 millones de pesos. Pero ya incluida la zona de riego, el costo rebasará 1,500 millones de pesos.

Sin embargo, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) no otorgó la autorización de cambio de uso de suelo, esto es, el desmonte de la zona. La negativa fue informada mediante el oficio SGPA/DGGFS/712/0147/11, el 20 de enero de este año. Entre las razones, arguye que el proyecto es incompatible con el Ordenamiento Ecológico Territorial de Jalisco, ya que el ecosistema sería dañado de forma significativa, afectando el hábitat de especies de flora y fauna en riesgo de extinción, protegidas por la Norma Oficial Mexicana NOM-059-Semarnat-2001, que recién se modificó para quedar como NOM-059-Semarnat-2010.

La dependencia federal indica en el mismo oficio de negativa, en el resolutivo tercero, que el hecho de remover la vegetación de la zona implicaría una infracción de acuerdo con la Ley General para el Desarrollo Forestal Sustentable, y en un delito ambiental de acuerdo con el Código Penal Federal. “…realizar el cambio de uso de suelo en terrenos forestales sin contar con la autorización correspondiente para el desarrollo del proyecto denominado Presa Los Panales, con pretendida ubicación en el municipio de Cabo Corrientes en el estado de Jalisco, es una infracción a la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable y un delito ambiental de orden federal”, señala la última página del mencionado oficio.

Así, las acciones contra las irregularidades del gobierno de Jalisco llegaron a través de la Profepa, que el 22 de junio clausuró los trabajos, de acuerdo a un comunicado de la misma Seder, donde se admite que, pese a la situación de falta de permisos, las labores de construcción continúan.

“El 22 de junio de 2011 la Profepa realizó una clausura temporal en los trabajos de construcción de la Presa Los Panales […] así como un emplazamiento con un término de quince días para solventar observaciones relacionadas con el Estudio Técnico Justificativo para el Cambio de Uso de Suelo”, indica el comunicado, fechado el 30 de junio. “Esta clausura parcial detuvo algunas obras del camino de acceso a la presa Panales, así como un segmento de la construcción de la presa misma”, agrega. “No obstante, dado que ya fue autorizado el estudio de Manifestación de Impacto Ambiental y se trata sólo de observaciones solventables, la presa continúa su construcción”.

A contracorriente de la política federal de prevención y mitigación de los efectos del cambio climático, el gobierno de Jalisco y la Comisión Nacional del Agua (CNA) pretenden alterar miles de hectáreas de selva mediana subcaducifolia y de selva baja caducifolia en el municipio de Cabo Corrientes, en la región costera, con la obra de la presa Los Panales, que amenaza la supervivencia de al menos 43 especies de fauna protegidas por las leyes mexicanas.

El proyecto del vaso artificial, cuya ejecución fue suspendida el pasado 22 de junio por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), contempla el desmonte directo de 500 hectáreas de selva, pero la zona de riego se extenderá sobre casi siete mil hectáreas, si bien una parte se trata de espacios dedicados al cultivo —menos de dos mil hectáreas—, según los datos aportados por la Secretaría de Desarrollo Rural (Seder) en la manifestación de impacto ambiental, de la que este diario tiene una copia.

La obra arrancó en enero pasado, pero no tiene a su favor un expediente de cambio de uso de suelo, lo que motivó la clausura que les impuso la Profepa.

Se edifica sobre el río Tecolotlán, que descarga sus aguas en un estero y luego se conecta al mar. La presa extenderá su vaso sobre 493 hectáreas, con una cortina de 78 metros de altura y una capacidad de almacenamiento de 82.84 millones de metros cúbicos de agua, para abastecer una zona agrícola de 6,993 hectáreas.

La CNA pone 70 por ciento del costo, y concursó la edificación al consorcio ICA, con una inversión de 464 millones de pesos. Pero ya incluida la zona de riego, el costo rebasará 1,500 millones de pesos.

Sin embargo, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) no otorgó la autorización de cambio de uso de suelo, esto es, el desmonte de la zona. La negativa fue informada mediante el oficio SGPA/DGGFS/712/0147/11, el 20 de enero de este año. Entre las razones, arguye que el proyecto es incompatible con el Ordenamiento Ecológico Territorial de Jalisco, ya que el ecosistema sería dañado de forma significativa, afectando el hábitat de especies de flora y fauna en riesgo de extinción, protegidas por la Norma Oficial Mexicana NOM-059-Semarnat-2001, que recién se modificó para quedar como NOM-059-Semarnat-2010.

La dependencia federal indica en el mismo oficio de negativa, en el resolutivo tercero, que el hecho de remover la vegetación de la zona implicaría una infracción de acuerdo con la Ley General para el Desarrollo Forestal Sustentable, y en un delito ambiental de acuerdo con el Código Penal Federal. “…realizar el cambio de uso de suelo en terrenos forestales sin contar con la autorización correspondiente para el desarrollo del proyecto denominado Presa Los Panales, con pretendida ubicación en el municipio de Cabo Corrientes en el estado de Jalisco, es una infracción a la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable y un delito ambiental de orden federal”, señala la última página del mencionado oficio.

Así, las acciones contra las irregularidades del gobierno de Jalisco llegaron a través de la Profepa, que el 22 de junio clausuró los trabajos, de acuerdo a un comunicado de la misma Seder, donde se admite que, pese a la situación de falta de permisos, las labores de construcción continúan.

“El 22 de junio de 2011 la Profepa realizó una clausura temporal en los trabajos de construcción de la Presa Los Panales […] así como un emplazamiento con un término de quince días para solventar observaciones relacionadas con el Estudio Técnico Justificativo para el Cambio de Uso de Suelo”, indica el comunicado, fechado el 30 de junio. “Esta clausura parcial detuvo algunas obras del camino de acceso a la presa Panales, así como un segmento de la construcción de la presa misma”, agrega. “No obstante, dado que ya fue autorizado el estudio de Manifestación de Impacto Ambiental y se trata sólo de observaciones solventables, la presa continúa su construcción”.

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Más datos

• Se reportan en el sitio de construcción 144 especies de fauna, 43 consideradas en algún estatus de riesgo, de acuerdo a la NOM-059-SEMARNAT-2001, y de las cuales están clasificadas 29 en estatus de protección especial, 8 amenazadas y una en peligro de extinción.

• La familia más diversa de fauna que se reporta en la zona de construcción es la de Felidae, con cuatro especies: jaguar, jaguarundi, puma y lince.

• La remoción de 493 hectáreas de selva mediana subperennifolia causaría un impacto negativo significativo de forma directa a dichas especies, especialmente sobre la fauna silvestre.

• Habría una fragmentación del ecosistema a gran escala, ya que la naturaleza del proyecto impediría la conectividad entre zonas forestales afectando al jaguar, el puma, el jaguarundi y el lince, los cuales presentan alta susceptibilidad a la modificación de su hábitat y menor posibilidad de resiliencia dada la alteración en sus patrones de distribución.

• La Semarnat emitió la autorización en materia de impacto ambiental el 25 de enero de este 2011, es decir, 22 días después del inicio oficial de la obra. Sin embargo, para poder arrancar el proyecto faltaba aún el permiso de remoción de selva, el cual no se ha emitido, situación que implica delitos considerados en el Código Penal Federal, lo que generó la intervención de la Profepa el 22 de junio.

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