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Guadalajara. Agustín del Castillo. MILENIO-JALISCO. Edición del 11 de julio de 2011
Los pobladores del municipio de Tonaya, que han sido afectados por las actividades de la Minera Metalúrgica Tapalpa, están convocando para el próximo 21 de julio a una mesa redonda entre los principales involucrados en el asunto, para alcanzar acuerdos que resuelvan el grave problema de contaminación del agua que está generando la actividad de esa extracción de oro, plata y zinc en la sierra de Tapalpa.
“El encuentro está definido para el jueves 21 de julio a las 10:00 am, en la plaza pública de Tonaya. Los citados son Minera Metalúrgica Tapalpa, S.A. de C.V., Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), Comisión Nacional del Agua (CNA), Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Secretaría de Salud, Comisión Estatal de Derechos Humanos, Comisión Estatal del Agua y Junta Intermunicipal para la Gestión del Río Ayuquila (Jira)”, informó el Comité para la Defensa del Agua de la localidad. “Pretendemos tener la participación de universidades y autoridades, todas delante del pueblo tonayense herido por el absurdo de la ambición humana”, añaden los organizadores.
Pese a las diversas denuncias señaladas en los meses anteriores, los problemas con la mina se siguen acumulando. “El domingo 26 de junio, fue lastimoso para la comunidad de Santa Gertrudis, al norte del municipio de Tonaya. Amaneció con el ruido que produce el agua al correr, sin haber llovido lo suficiente para que el arroyo corriera con ese sonido [...] eso otorgó la evidencia para que pronto la alarma de la contaminación se propagara rápido, de voz en voz entre sus habitantes. Fue otra vez la Minera Metalúrgica Tapalpa, otra vez más, dejando correr sus residuos tóxicos arroyo abajo. Los lodos de su represa de jales se escurrieron y siguen descendiendo dejando huella de elementos químicos agresivos a la salud”.
En anteriores ocasiones “hemos hecho público este conflicto que enfrentamos por la irresponsabilidad gubernamental, que solapa las actividades de la minera, en contra de los intereses colectivos y del medio ambiente, recibiendo silencio como respuesta. Ahora, la gente del pueblo de Tonaya ha decidido sentarse con las autoridades responsables y la compañía minera, para discutir a detalle la situación, pretendiendo llegar a acuerdos colectivos que detengan esta “realidad perturbadora”, añaden.
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