Fincado en ideas vanguardistas de la museografía contemporánea, el nuevo establecimiento demanda mil millones de pesos y reunió ayer a notables del poder y la academia en el AMG.
Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO.
Jalisco será la sede de un singular museo que por un lado, tenderá a una mirada espectacular hacia un futuro posible, de sostenibilidad ambiental y social, y por otro, se hundirá en los sombríos laberintos presentes de desastre ecológico y descomposición comunitaria. Se trata del Museo de Ciencias Ambientales, cuya primera pieza, un modelo a escala de la sorprendente edificación, fue develada ayer.
Eduardo Santana Castellón, coordinador del proyecto, dijo ante decenas de notables de los municipios metropolitanos, del Congreso local y del gobierno estatal, así como de la propia Universidad de Guadalajara -quienes asistieron al bautizo de una obra largamente gestionada-, que si bien es una narrativa desde conocimiento científico, no se deja de lado el arte, la poesía e incluso las mitologías religiosas, que han pensado a la humanidad más largo tiempo desde que hay cultura. De este modo, reclamó como acta bautismal la Alta traición de José Emilio Pacheco, aunque el relato también podría desplegarse en los versos de otro poeta más antiguo y entrañable para el occidente mexicano, tradicionalista, religioso y costumbrista: Ramón López Velarde, el de El retorno maléfico.
Y es que la meseta de Atemajac es un "edén subvertido" que se describe en las siete salas: al borde de una profunda barranca a donde llegan sus ríos, contaminados y entubados; su bosque espinoso, desaparecido; sus antiguos volcanes que duermen en silencio mientras el cemento los invade. En lontananza: un lago que a sus primeros exploradores les pareció mar, y hoy contiene tantos peces como desechos orgánicos y tóxicos; cadenas de montañas cada vez más deforestadas, un pico sureño que solía albergar nieve durante varios meses y ahora funge como centinela de la transformación; playas alteradas y privatizadas; selvas desplazadas por la pobreza y los hatos ganaderos; carreteras que hollan umbrías donde el viejo jaguar, deidad totémica en decadencia, apenas sobrevive, mientras aves multicolores y ágiles rapaces cada vez más escasas surcan los aires. Este es el hoy del museo: "... mi sed de amar será como una argolla empotrada en la losa de una tumba".
La inversión se acercará a mil millones de pesos, y de esta manera, se integrará la sexta pieza del Centro Cultural Universitario, señaló el rector Tonatiuh Bravo Padilla. Medio millón de visitantes anuales, nada mal como cifra, pero la ambición va más lejos: "Tenemos que construir consensos que rebasen las antiguas líneas divisorias de nuestra sociedad, para organizarnos a nivel metropolitano, estatal, nacional e internacional, para enfrentar el auto ataque destructivo que hoy le hacemos a esta parcela de tierra que nos sostiene". Es decir, el museo no es solamente un espacio contemplativo. Busca generar conciencia, busca activar discusiones responsables, y busca detonar acciones contra el deterioro, añadió Santana.
La etapa física de esta institución extraña o inusual, podría culminar a comienzos de 2018, apuntó el presidente del Centro Cultural Universitario de la UdeG, Raúl Padilla López. Cosas de la política, el hombre fuerte de la casa de estudios rodeado de antiguos enemigos. Enrique Alfaro, alcalde de Guadalajara, aplaudió cuando el rector encomiaba al "licenciado" por su inagotable energía para emprender grandes proyectos. Pablo Lemus, alcalde de Zapopan, le puso palabras a esta lección de real politik: "Los gobiernos emanados de Movimiento Ciudadanos somos constructivos y sabemos trabajar con otras instituciones...".
Primera pieza de una utopía posible. Museo hacia afuera, que pretende incidir en los espacios de la gran ciudad desbordada y desmesurada. Desmentir al poeta de Jerez, cuyos sueños han sido derrotados: "Mejor será no regresar al pueblo, al edén subvertido que se calla", donde el viajero podría encontrar "a la luz de petróleo de una mecha su esperanza deshecha".
Museo de Ciencias Ambientales del Centro Cultural Universitario de la UdeG
Propósito: "Comprender la ciudad e inspirar la conservación de la naturaleza que la sustenta.La ciudad se identifica como lugar dinámico donde se gesta el futuro"
Objetivo aspiracional: "ser un espacio catalizador de transformaciones socio-ecológicas en su entorno barrial/comunitario que fortalezcan el tejido social y contribuyan a consolidar comunidades resilientes que alcancen mayores niveles de bienestar. Ayudar a los adolescentes a descubrir su pasión de vida y profesional. Además de un impacto local, también busca sobresalir a nivel nacional e internacional por sus innovadoras formas de divulgación de la ciencia y de generación de sensaciones y emociones que induzcan al aprendizaje y acción individual y colectiva para la construcción de una sociedad. Promotor del pensamiento crítico y del intercambio de ideas e información para la diversidad y la tolerancia"
Componentes: Programa de Investigación Científica, Programa de Vinculación Comunitaria, Programa Docencia Formal, Programa de Exhibiciones, Programas Museo sin Paredes (es decir, arte, literatura, salidas de campo)
Público meta: Como "museo global" impacta a un público amplio regional, nacional e internacional, ofreciendo programas priorizados a dos grupos especializados: los vecinos del museo y un público adolescente que va de 12 a 19 años
Lema del museo: "De lo vivo y del futuro"
Enfoque: sistémico/holístico: organización de la materia y las sociedades humanas en sistemas, sub-sistemas y supra-sistemas. Dualidad Ciudad-naturaleza como componentes de un solo sistema donde lo "natural" es explorado en sus relaciones con lo urbano
Concepto de Occidente de México: escenario del desarrollo de las ciudades analizadas en el museo visto como lugar de confluencias culturales, geográficas, geológicas y biológicas único a nivel continental
Organización del museo: La distribución espacial del museo es en paisajes, como lo refleja su marco conceptual, "ya que son también conceptos cognitivos conformados por procesos socio-culturales y naturales. Así, el museo integra el paisaje urbano (la ciudad), el paisaje rural (el campo), el paisaje montano (montañas y bosques), el paisaje fluvial/lacustre (ríos y lagos), el paisaje del Altiplano mexicano, y el paisaje del litoral (costas y océano), además de un epílogo, denominado paisaje de la Esperanza, donde se ensayan soluciones a la crisis ambiental y social "asociadas a cooperación, solidaridad, altruismo, empatía, comunicación y participación"
Procesos ecosistémicos que definen dinámicas que vinculan las salas del museo: transferencia de energía, transferencia de materia, transferencia de información, movilidad de personas
Ejes temáticos y problemática: enfoque sistémico y paisajístico sobre las necesidades de su público relativas a urbanismo sustentable, cambio climático, gestión integral de energía, del agua, pérdida de biodiversidad, y producción de alimentos/suelos
Hay tres tipos de conocimiento reconocidos: científico, artístico y revelado. El enfoque del museo es científico, pero se reconocen los otros dos tipos de conocimiento. En este contexto se inspira en el origen de los museos: Museion: 'salón de musas' ideado desde el nacimiento de esta institución en la Alejandría grecorromana
Fuente: Eduardo Santana Castellón, coordinador del proyecto
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