domingo, 5 de diciembre de 2010

México, tierra de extinciones por el cambio climático





El país genera 1.5% de emisiones de gases de efecto invernadero, es la cuarta nación mundial en especies vivas, y su condición biogeográfica la expone a altos riesgos por el calentamiento global, tema sobre la mesa en Cancún. En las fotos, tres de los temas sobre cambio climático financiados al autor por Becas AVINA: Citlaltépetl, La Laguna y Chimalapas

Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO

En la playa de Moro Ayuta, Oaxaca, se está presenciando la extinción de uno de los reptiles más espectaculares del planeta: la tortuga laúd. En las cumbres del Citlaltépetl o Pico de Orizaba, la mayor montaña del país, se extinguen hielos que parecían eternos. En los desiertos del norte, la actividad agropecuaria extingue las antiquísimas pozas que conservan vestigios del precámbrico en Cuatrociénegas. En las montañas del istmo, el fuego, la tala de maderas preciosas y la ganadería extinguen la selva húmeda más al norte del planeta: Chimalapas.

Son cuatro escenarios donde hay claros registros del fenómeno del cambio climático por el calentamiento de la atmósfera debido a las actividades humanas, a raíz de la revolución industrial, y que este diario ha visitado desde marzo de 2009 como parte de un proyecto periodístico cofinanciado por Becas AVINA —todavía inconcluso— para documentar un fenómeno global que opera como causa-efecto de procesos locales.

Así, “extinción” es una palabra que será frecuentemente pronunciada en relación a sus animales y plantas en el curso de este siglo.

Si bien, México se sumó a esa carrera productiva ya avanzada la segunda mitad del siglo XIX, la atmósfera es una para todas las naciones, por lo que no puede sustraerse a sus efectos. Hoy aporta 1.5 por ciento de los gases de efecto invernadero, pero por ser un país de alta diversidad biológica, con la mayor variedad de biomas del continente por estar enclavado en la zona de transición biogeográfica de las dos Américas (boreal y tropical) su exposición es sensiblemente mayor.

Según el investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG) Eduardo Santana Castellón, este es el país con el mayor número de ecorregiones del continente, y el cuarto del mundo por el número de especies vivas registradas. Su alta diversidad biológica y geológica explica al hombre; la vieja relación de sus moradores con el entorno y lo accidentado de sus paisajes propició los endemismos culturales: aquí se hablan 30 por ciento de las lenguas de América y 5 por ciento de las que sobreviven en el planeta. El académico del Instituto Manantlán de Ecología y Conservación de la Biodiversidad estima su diversidad biocultural con el siguiente parámetro: 15 por ciento de los cultivos más importantes del mundo, medidos en calorías y en economía, se originaron en esta región.

El calentamiento de la tierra es el tema central de la discusión que se hace en estos momentos en la conferencia de partes número 16, de Cancún, donde se buscará lograr nuevos acuerdos para acelerar el cumplimiento de los protocolos que se han firmado desde los años 90 del siglo XX para reducir emisiones a la atmósfera, compromiso que es central para las naciones más prósperas que se beneficiaron desde el siglo XVIII generando alta liberación de gases de efecto invernadero —Estados Unidos, Canadá, Australia, Unión Europea, Rusia y Japón—, que ocasionan 42 por ciento de las emisiones mundiales, pero que incluye un debate sobre el compromiso de las naciones en vías de modernización —China, India, Indonesia, Brasil, México— que reúnen solas casi 30 por ciento del inventario global.

La huella ecológica individual es otro problema. Según un reporte científico de Cancún difundido por el periodista boliviano Alain Muñoz, el mayor emisor de gases por persona en el planeta es Qatar, con más de 60 toneladas métricas anuales por habitante, “no mencionado entre los grandes emisores, porque figura en el puesto 90 como país”.

Estados Unidos es el mayor emisor mundial, causante de más de 17 por ciento del total. “Pero por persona, ocupa el puesto nueve, con casi 24 toneladas; apenas distanciado de Bolivia, el décimo por persona, el mayor emisor latinoamericano en la lista […] México, el número doce del mundo en emisiones por país, desciende al lugar 82 cuando se contabiliza por persona, con 6.3 toneladas”.

Cada mexicano emite casi la cuarta parte que un boliviano, un tercio de un venezolano, y menos de la mitad de lo que emite un brasileño, los tres mayores emisores de Latinoamérica, abunda el periodista. Esto significa que si se toman las decisiones correctas, se puede profundizar la cultura del ahorro de energía para intentar salvar el enorme patrimonio en riesgo. Pero en este tema, como en ningún otro, la suerte de todas las naciones está ligada entre ellas.

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Efectos del cambio climático y la salud humana


EFECTOS FÍSICOS

Temperaturas extremas

Ondas de calor durante primavera-verano y sequía de agosto. Indicador: temperatura máxima de 46ºC . Población más vulnerable: menores de un año y mayores de 65. Enfermedades específicas: fallas cardiorrespiratorias, deshidratación, golpes de calor. Regiones susceptibles: península de Baja California, Sonora, Chihuahua, desembocadura del río Balsas y península de Yucatán. En Jalisco pueden pegar en la región alteña, sobre todo hacia el semidesierto (Lagos de Moreno, Ojuelos), en las zonas áridas del norte y, eventualmente, en las selvas secas de la costa.

Frentes fríos durante el invierno, con el mismo grupo poblacional de riesgo, con inspecciones respiratorias agudas como enfermedades específicas. Regiones susceptibles: las altas montañas, sobre todo las sierras madres del norte, entre Jalisco y Querétaro al sur, Chihuahua y Nuevo León al norte.

Inversiones térmicas y concentración de contaminantes, especialmente durante el invierno, en las grandes metrópolis del país. Es susceptible la población en general que se exponga a contraer enfermedades respiratorias agudas agravadas por los efectos de la contaminación.

Fenómenos hidrometeorológicos

Sistemas tropicales (ciclones y huracanes), entre mayo y octubre, en todos los litorales del país, que afectan a toda la población ocasionando muertes directas y destrucción de servicios públicos, incluidos los sanitarios, con consecuencias asociadas.

Sistemas frontales (nevadas, heladas, granizadas y nortes), en las zonas altas del país, el altiplano y los desiertos, con riesgos generales de infecciones respiratorias agudas.

Inundaciones. Aunque suelen estar asociadas, no necesariamente provienen de sistemas tropicales. Son desbordamientos de ríos, arroyos y lagos por precipitaciones abundantes en el verano, que afectan poblados instalados a sus orillas. El efecto más nocivo, además de muerte por ahogamiento o accidentes, suelen ser brotes de enfermedades infecciosas intestinales.

Sequías e incendios entre febrero y mayo, en las regiones secas y en el altiplano central (dos tercios del país), con infecciones respiratorias y deshidratación. Las sequías persistentes generan grandes migraciones.

Vientos y tornados, fundamentalmente en la zona de istmo del Tehuantepec y en los desiertos, con daños directos o enfermedades respiratorias.

EFECTOS QUÍMICOS

Concentraciones de ozono y de gases de efecto invernadero (óxido de nitrógeno, bióxido de carbono), fuertemente relacionadas con inversiones térmicas, pero que en el caso del ozono son mayores en la primavera por la alta radiación solar que las genera en reacción fotoquímica de las emisiones de hidrocarburos de los autos, a lo largo de todo el día. Fundamentalmente en las zonas metropolitanas, complican las infecciones respiratorias.

EFECTOS BIOLÓGICOS

El cambio de clima modifica el comportamiento de los insectos y organismos transmisores de enfermedades como el paludismo, el dengue y la rabia. El aumento de temperatura hace que crezcan sus áreas de distribución hacia zonas templadas que no habían colonizado. De manera asociada, las aguas contaminadas o estancadas propician brotes de enfermedades grastrointestinales.

FUENTES: Instituto Nacional de Ecología / Instituto Nacional de Salud Pública

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Un mapa de riesgos


¿CÓMO OCURRE?

El cambio climático y el calentamiento global son fenómenos entrelazados y naturales, pero acelerados en tiempo y espacio por la actividad humana. Han creado la problemática moderna que se prevé ocasionará grandes cambios en la civilización en el curso de este siglo.

La liberación de gases como carbono, metano y vapor de agua, llamados “gases opacos”, propicia que se absorba calor solar en la atmósfera y suba la temperatura. Es lo que se llama “efecto invernadero”, y sin él sería imposible la vida en la tierra. Sin embargo, en los 250 años recientes, a raíz de la revolución industrial y aparejada al crecimiento poblacional desmedido a costa de selvas y bosques, el fenómeno se ha acelerado a tasas nunca vistas en tiempos históricos y se ha convertido en buena medida en antrópico, es decir, agravado por la actividad humana, al liberar grandes volúmenes de gases fruto sobre todo de emisiones fósiles y deforestación.

¿CUÁLES SON SUS EFECTOS EN MÉXICO?

Derretimiento de glaciares y cubierta de hielo

En el caso de la República Mexicana, a la llegada de los españoles, hace casi cinco siglos, había casquetes en las montañas más altas, como Citlaltépetl (Pico de Orizaba), Popocatépetl e Iztaccíhuatl, y nieves casi permanentes en el Nevado de Toluca, Cofre de Perote, Nevado de Colima, Tancítaro y La Malinche. En la actualidad, sólo resta un glaciar mediano en el Citlaltépetl mientras el del Iztaccihuatl está a punto de desaparecer.

La importancia de los glaciares no es sólo que son reserva de agua dulce, sino que la nieve refleja la luz solar y ayuda a no acrecentar el calentamiento terrestre.

Pérdida de espacios agrícolas, ganaderos y pesqueros

El cambio en el patrón de lluvias, aunado a la deforestación de las cuencas altas y la erosión, así como el aumento de los días de calor o heladas, ocasionan severos daños en las economías locales al desplomarse la productividad de los cultivos básicos así como de especies de peces altamente comerciales, pues se alteran sus ciclos reproductivos o se alteran sus hábitat.

Pérdida de reservas de agua dulce

El cambio en el patrón de lluvias y la extinción de bosques ocasionan que muchas microcuencas pierdan progresivamente sus reservas de agua, lo que se agrava con la sobreexplotación del recursos por actividades productivas.

Aumento del nivel del mar

El deshielo de enormes masas de agua aprisionadas en casquetes polares tiene que ocasionar aumentos en el nivel marítimo que pondrá en predicamento todas las comunidades humanas costeras del país, con desplazamientos de millones de personas y pérdidas económicas incalculables.

Eventos extremos

En 2010, los grandes desastres en Tabasco, Oaxaca y Veracruz demuestran que tal vez no varíen sustancialmente el número de huracanes que entran al país, pero sí hay variaciones en su fuerza y efectos. Lo mismo se apunta para las heladas, tornados, sequías y granizadas.

Enfermedades y plagas oportunistas

Muchas enfermedades que estaban restringidas a ambientes tropicales, como dengue, malaria, cólera y rabia, ascienden en latitud y altitud, afectados grandes centros urbanos de la meseta mexicana con sus altos costos económicos y sociales.

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El aporte nacional

12 Lugar en el mundo en emisiones de gases de efecto invernadero como país.

82 Lugar en el mundo en emisiones de gases de efecto invernadero por persona.

6.3 toneladas métricas emite cada mexicano al año.

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