Censo nacional identifica grandes presiones contra el felino en centro Pacífico, Pacífico norte y el sur; la mayor reserva de Panthera onca es la península de Yucatán; los informes del Cenjaguar fueron dados a conocer en la sexta reunión de expertos, en Cuernavaca, Morelos
Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO, edición del 4 de diciembre de 2010
Con todo y las enormes presiones de nuevas carreteras, de presas, de desarrollos turísticos, mineros y agropecuarios, el jaguar, el mayor depredador de la América tropical, mantiene una población estimada en 420 individuos en la amplia demarcación costera que conforman Michoacán, Colima, Jalisco y Nayarit, pero su permanencia dependerá de que se reduzca el impacto de las comunidades humanas en contra de su hábitat y que cese la cacería ilegal del felino, a pretexto de la depredación que ejerce sobre el ganado.
Estos datos fueron dados a conocer ayer en el VI Simposio El jaguar mexicano en el siglo XXI, en la ciudad de Cuernavaca, Morelos. Al encuentro asistieron, entre otros, dos importantes investigadores y activistas a favor de la Panthera onca de esta región del país, Érik Saracho Aguilar y Rodrigo Núñez Pérez. El primero dirige Alianza Jaguar, que opera en las selvas nayaritas y jaliscienses de la bahía de Banderas, además de las Marismas Nacionales de Nayarit y Sinaloa. El segundo es el presidente del Subcomité Nacional de Expertos en Jaguar y Felinos Silvestres, lugar que ocupa tras alcanzar importantes trabajos en la reserva de la biosfera Chamela-Cuixmala y las selvas de Cabo Corrientes, en Jalisco, además de en la región nayarita.
“Los datos del Censo Nacional de Jaguar —el mayor esfuerzo histórico de un país para conocer el estado de las poblaciones de jaguar— llevan a la estimación de que en México existen 4,103 ejemplares. Sin duda una importante cantidad dado que se trata de una de las especies en peligro de extinción de México. Si tenemos los datos, se busca que logremos las voluntades políticas y económicas con apoyo de los comunicadores y la sociedad, conscientes de la importancia de la conservación, para que haya viabilidad futura”, señaló Saracho Aguilar, en entrevista telefónica.
La información es apenas la primera fase del Cenjaguar, levantado en quince sitios de las regiones prioritarias para su conservación en México, e indica “una alta variabilidad en la abundancia de jaguares, de uno a ocho individuos por cada 100 kilómetros cuadrados, según la zona, resultados que si bien son alentadores para algunas regiones de México, señalan que en términos generales es necesario reducir el impacto de las actividades humanas sobre esta especie”, indica una comunicación emitida en el marco de ese encuentro.
El trabajo permitió estimar que en México existen unos 4,100 jaguares, de los cuales 1800 se localizan en la Península de Yucatán, 550 en el Pacífico norte (Sinaloa y Sonora), 420 en el Pacífico centro (Nayarit, Jalisco, Colima y Michoacán), 670 en el Pacífico sur (Guerrero, Oaxaca y Chiapas) y 620 en el noreste -centro del país (Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí, Querétaro e Hidalgo).
El Cenjaguar "es el mayor esfuerzo nunca antes realizado a nivel mundial para determinar el tamaño de la población de jaguares en un país y su situación actual. Esto coloca a México como líder y a la vanguardia en el desarrollo de estrategias de conservación de este felino. Dado que el jaguar es una especie considerada paraguas, su protección asegurá la conservación de miles de otras especies de plantas y animales que requieren menor área. El conocimiento del tamaño de la población y los lugares donde aún persisten poblaciones importantes es fundamental para la toma de decisiones, que permitirán compaginar la conservación de la especie con las necesidades actuales de desarrollo del país".
El censo también permitió determinar el estado de conservación de sus presas en las regiones prioritarias para el jaguar a nivel nacional. "A partir de la información generada por los quince sitios, se registraron de quince a 20 presas potenciales, entre ellas coatíes, venados, pecaríes, tepezcuintles, seretes, hocofaisanes y pavos ocelados. Asimismo, las fotos registradas identificaron a cazadores, quienes ejercen una fuerte presión sobre las presas del jaguar. Se ha documentado en otros estudios que al reducir la abundancia de las presas de este felino, aumenta el potencial del conflicto humano-jaguar, el cual, junto con la cacería de ejemplares, constituye una de las principales amenazas para la conservación de la especie".
El jaguar (Panthera onca) es una especie en peligro de extinción en México debido a su cacería indiscriminada, la escasez de sus presas y a la destrucción de su hábitat -bosques, selvas y manglares-. La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) lo considera una especie prioritaria, por lo cual desde 1987 su cacería está vedada en nuestro país. La Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) lo ubica en la categoría de bajo riesgo, ya que existen poblaciones viables en países como Bolivia, Brasil y Perú. También se encuentra en el Apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres (CITES), y sólo está autorizada su comercialización bajo circunstancias excepcionales.
El Cenjaguar abarcó tres años de planeación y desarrollo de estudios. "La instrumentación de este proyecto es el resultado de reuniones de alrededor de 50 expertos de universidades, organizaciones sociales, el Gobierno Federal y la iniciativa privada, reunidos en los primeros cinco simposios de “ El jaguar mexicano en el siglo XXI” , y por el apoyo de 15 grupos de trabajo, gracias a quienes fue posible llevar a acabo el Cenjaguar en México. Este proyecto ha sido posible como resultado de los esfuerzos para apoyar su financiamiento por parte de la iniciativa privada y organizaciones civiles a través de Telmex y la Alianza WWF-Telcel, el Gobierno Federal vía la Conanp y la Comisión Nacional para el Conocimiento de la Biodiversidad (Conabio), y la Academia, a través del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México", añade el texto.
Gerardo Ceballos, del Instituto de Ecología de la UNAM, y corresponsable del censo, mencionó que este es un proyecto modelo para el diseño de estrategias de conservación de especies en peligro de extinción, dada la convocatoria que ha tenido de investigadores e instituciones. Indicó, asimismo, que los resultados son alentadores por el número de jaguares, "que aunque representan una fracción de lo que hubo en el pasado, empero permite mantener cinco poblaciones viables en todo el
territorio del país”.
Por su parte, Heliot Zarza, coordinador del Sexto Simposio El Jaguar Mexicano en el Siglo XXI resaltó la importancia de la integración de un grupo de expertos representates de las cinco regiones prioritarias para la conservación del jaguar en el país. La suma de este esfuerzo permitió llegar a consensos de gran valor para el diseño de políticas públicas para la conservación del jaguar y sus ambientes naturales, basadas en información científica de la más alta calidad”.
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