miércoles, 29 de diciembre de 2010

1.6 millones de autos se quedarán sin afinar en Jalisco


No obstante, el programa arroja cumplimiento 11 puntos arriba de 2009, pero apenas son 800 mil automotores los que se afinaron y verificaron


Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO. Edición del 28 de diciembre de 2010

La verificación de vehículos rebasará este año los 800 mil hologramas, informó la directora de mejoramiento ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable (Semades), Dulce García Bogarín.

No obstante, esto constituye apenas 34 por ciento del padrón de automotores de Jalisco, de poco más de 2.4 millones de unidades, lo cual significa que es necesario mantener la presión para que los ciudadanos realicen el procedimiento, que de cualquier modo es obligatorio y por ende, su incumplimiento amerita sanciones.

Visto del lado positivo, en 2009 se logró la verificación de 23 por ciento del padrón, lo cual significa un crecimiento de 11 puntos en 2010 en relación con el total de vehículos registrados. Apenas se comienzan a alcanzar las cifras que se entregaron en el programa predecesor, denominado “de afinación obligatoria”, el cual llegó a registrar más de 900 mil automotores afinados en 2007, si bien, fue cancelado porque la entrega de hologramas no estaba realmente controlada y no garantizaba que la afinación realmente se hubiera hecho.

La afinación de los motores es la medida de fondo para afrontar los principales problemas de contaminación que padece la ciudad, pues 90 por ciento de los contaminantes emitidos a la atmósfera (esto es: 99 por ciento del monóxido de carbono, 54 por ciento de hidrocarburos totales y 76 por ciento del óxido de nitrógeno) provienen de las llamadas “fuentes móviles”, según lo acredita el texto del Programa Mejor Atmósfera 2007-2013, de la Semades.

Las crisis recientes del ozono (O3, que se forma en reacción fotoquímica a partir de hidrocarburos y óxido de nitrógeno), en este mes de diciembre, ilustran claramente el problema. Los cambios tecnológicos, queda claro, ya no son la respuesta a este desafío:

“A partir del cambio de gasolinas en la zona metropolitana de Guadalajara [de nova a magna] es notoria la disminución del ozono, en 1996 era el contaminante líder, el contaminante que en más ocasiones violaba la norma, para 2006 su comportamiento ha sido totalmente incierto, en algunos años disminuye —siendo el más bajo en 2005— pero luego al año siguiente vuelve a hacerse presente en la troposfera tapatía, a pesar del cambio de tecnologías en los motores de combustión interna, del cambio de gasolinas, del mejoramiento de vialidades, aunado a esto se ha incrementado el parque vehicular en la zona, lo cual aumenta las emisiones de NO2, precursor del contaminante en cuestión”, añade el texto.

La exposición a ozono “puede ocasionar inflamación pulmonar, depresión del sistema inmunológico, cambios agudos en la función, estructura y metabolismo pulmonar y efectos sistémicos en órganos blandos como el hígado, incluso existe evidencia sobre la asociación con mortalidad prematura”.

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