domingo, 18 de septiembre de 2011
Urbanización en la cuenca de El Ahogado se duplicará
Son reserva urbana formalmente aprobada más de 130 km2. La zona con más riesgo de inundación de la metrópoli ya tiene instrumento para prevenir desastres, el SIGCA, pero dependerá de que lo usen en la toma de decisiones
Guadalajara. Agustín del Castillo. MILENIO-JALISCO. Edición del 3 de septiembre de 2011
La cuenca de El Ahogado, de 510 kilómetros cuadrados de superficie, tiene ya urbanizados de forma definitiva 117 km2, pero existe el riesgo de que en pocos años, esa superficie crezca a más del doble, sobre 250 km2, según las autorizaciones que están vigentes en los cinco municipios que la conforman.
Buena parte de ese desarrollo sería sobre una zona de alto riesgo sobre todo en el tema de inundaciones, lo que obliga a las autoridades a definir densidades adecuadas y obras de infraestructuras que prevengan daños patrimoniales y en vidas humanas que se han padecido en la historia reciente, señaló ayer el coordinador de cuencas y sustentabilidad de la Comisión Estatal del Agua (CEA), Héctor Castañeda Náñez.
La información es uno de los datos que maneja el nuevo sistema de información geográfica de la demarcación, que el organismo ha puesto a disposición de las autoridades municipales, como una herramienta para mejorar el proceso de toma de decisiones, y que serán asequibles a los ciudadanos en unas semanas más, por la CEA tiene la intención de poner el software al alcance de cualquier usuario de su página web (www.ceajalisco.gob.mx).
El denominado Sistema de Información Geográfica de la Cuenca El Ahogado (SIGCA) brinda datos sobre la región en que actualmente la ciudad tiene su mayor expansión, en el sur, y que abarca territorio de Tlajomulco de Zúñiga, Tlaquepaque, Tonalá, El Salto y Zapopan.
Esta herramienta “les permitirá a los municipios generar su propia información respecto al comportamiento hidrológico de todas las presas, vasos, cauces y arroyos que forman parte de su territorio, de tal manera que estarán en posibilidad de prevenir y decidir con una mayor cantidad de información y detalle, las obras de prevención y protección que se deben realizar en su territorio”.
En principio, el documento fue concebido “con el propósito de determinar el comportamiento hidrológico de la infraestructura para conducir aguas pluviales en la cuenca; en otras palabras, una herramienta que permitiera modelar con diferentes escenarios de lluvia, hasta dónde cabe el agua en las presas, vasos, cauces y arroyos existentes y en dónde no, es decir, dónde tendríamos problemas tanto de protección a la vida de las personas como de su patrimonio”, añadió el funcionario.
Durante la construcción del SIGCA fue posible agregar una segunda y una tercera “capa” de datos: cruzar con el tema de la población y la densidad habitacional en las diferentes subcuencas de la zona (lo que permite apreciar las zonas de mayor riesgo), y después, incorporar lo que determinan los planes de desarrollo y uso de suelo vigentes de cada municipio, “lo cual permite visualizar con claridad y detalle lo que existe consolidado en materia de uso de suelo y lo que falta de consolidar dentro de los próximos años”.
Así, la superficie que ocupa el uso habitacional existente en toda la cuenca es de 14.8 por ciento, pero el autorizado en los planes parciales le da la posibilidad de aumentar a poco más de 28 por ciento. Si se suman los desarrollos y reservas de industria y comercio, y todas las reservas de mediano plazo, el dato se acerca a 50 por ciento de la demarcación.
“La reserva verde existente hoy en toda la cuenca es 61.9 por ciento de la superficie, y se reducirá a 43.1 por ciento en el caso de que todo lo que está previsto en los planes parciales se ejecute”.
Así, con el uso del SIGCA es posible hacer cruces de información –hidrología, planes de uso de suelo y habitantes y viviendas– “que permiten definir con total precisión la capacidad de los cauces, arroyos, presas y vasos para generar o no problemas de conducción de aguas pluviales, así como el número de personas y viviendas que se pueden llegar a afectar en todos los puntos geográficos, ahora y a futuro”.
También se pretende que el sistema de alerta temprana meteorológica de la UdeG pueda sumar sus variables para que los pronósticos se tomen en la atmósfera y en tierra, y se puedan determinar con mayor eficacia los alcances de alguna contingencia, puntualizó Castañeda Náñez.
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Más datos
•La cuenca de El Ahogado, al sur de la zona metropolitana de Guadalajara, tiene 510 km2 que se dividen del siguiente modo: Tlajomulco (48 por ciento del territorio), Tlaquepaque (21 por ciento), Tonalá (5 por ciento), El Salto (13.1 por ciento), Zapopan (13 por ciento), además de una porción de menos de 30 hectáreas de Guadalajara
•Poblacionalmente, Tlaquepaque tiene el mayor peso, con 40 por ciento de los habitantes del área, seguido de Zapopan (22 por ciento), Tlajomulco (21 por ciento) El Salto 811 por ciento) y Tonalá (6 por ciento)
•En 2005 había en la zona 798,619 habitantes, con un total de 172,680 viviendas; en 2010, se registran ya 986 mil habitantes, aunque los pormenores del censo no han sido entregados por el Inegi. Es un crecimiento superior a 22 por ciento en cinco años, aunque varía considerablemente de municipio a municipio
•La cuenca El Ahogado se ha dividido en trece subcuencas: que a su vez se dividen en diversas microcuencas. Las trece son: Arroyo de Enmedio, Las Juntas, El Maleno, El Cuervo, El Mulato, El Guayabo, La Teja, Arroyo Seco, La Rusia, El Cuervo de Abajo, y tres subcuencas de la presa El Ahogado: directa, propia y Salida de presas
•Uno de los problemas más serios que debe afrontar el desarrollo urbano de la zona es que sus terrenos tienen pendientes casi nulas, en 60 por ciento de la superficie, lo que lleva a que el agua permanezca mucho tiempo estancada; en le caso de las pendientes altas (al norte y al oeste de la demarcación), el agua que allí cae baja rápidamente a la planicie y la satura durante periodos prolongados
•Antecedentes del documento. En 2006, la CEA realizaró los “Trabajos de hidrología en la cuenca El Ahogado”, el “cual muestra sus características hidrológicas particulares, resalta la gran presión a la que esta expuesta para su transformación y evidencia la importancia de monitorearla para entender su comportamiento hidrológico de manera que facilite la toma de decisiones para su manejo”
•Durante el 2008, se conforma la junta de coordinación sobre el manejo de la cuenca, integrada por diversas institucuiones estatales, federales y locales; en el primer semestre de 2010, la CEA identifica aspectos que deben estudiarse a mayor detalle y muestra la necesidad de contar con una plataforma que profundice el análisis, agilice la visualización y consulta de los elementos que intervienen en la misma; de donde nace el SIGCA
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