domingo, 11 de septiembre de 2011
SIAPA pierde 514 mdp por las tarifas subsidiadas
Ese volumen de pérdida anual es por no cobrar el agua a su costo real. El organismo tiene un rezago de 30 por ciento desde 2004 porque se le aprobaron aumentos inferiores o nulos con respecto a la inflación
Guadalajara. Agustín del Castillo. MILENIO-JALISCO. Edición del 31 de agosto de 2011
El Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) parece condenado a navegar en la inviabilidad financiera. Ni su Consejo de Administración, ni el Congreso del Estado, ni el Ejecutivo estatal, parecen interesados en convertir el tema de los subsidios ciegos en la tarifa de agua —que ocasionan al organismo pérdidas netas anuales por 514 millones de pesos—, en algo más que una discusión pública sin consecuencias.
Esto explica el modesto incremento de 4 por ciento otorgado para el año 2012 —que en el caso de Zapopan, podría quedar en cero, según lo anunció su alcalde—, pero sobre todo, que los presidentes municipales metropolitanos —las cabezas del organismo— no le quieran entrar al rediseño del cobro, de manera que sólo se subsidie a quien realmente no puede pagar el servicio.
Los datos financieros del organismo revelan que desde 2004, con una inflación acumulada de 61 por ciento en cuanto al costo de producir el agua, apenas se han logrado incrementos de la tarifa en 31 por ciento, lo que lleva a un rezago de 30 por ciento.
Pero como entonces ya se vivía el problema de los subsidios cruzados a más de 90 por ciento de los consumidores, este retraso respecto a la inflación sólo agravó las cosas.
Si esto se cruza con los problemas de eficiencia comercial (se cobran menos de siete de cada diez pesos facturados), el panorama se agrava.
Es así que tres componentes: los altos costos de producir agua, el rezago respecto a su inflación, y los subsidios sobre todo al servicio doméstico, tienen postrado el futuro financiero del SIAPA, mientras los políticos deciden que alterar esa mezcla puede tener costos sociales indeseables... en la vecindad de un año electoral.
La tarifa
El subgerente comercial del SIAPA, Miguel Ángel Gutiérrez, destaca que la estructura de tarifas es un viejo mal del organismo operador. Si el sentido común y la racionalidad económica rigieran, al graficarse la evolución de tarifa y consumo se tendría que marcar una curva ascendente, bajo la premisa de que el que más consume debe pagar más. En la realidad, se obtiene un “electrocardiograma” donde, por citar un caso, el que consume 54 mil litros por mes paga menos por litro que el que consume 12 mil litros (ver gráfico anexo).
Los grandes consumidores no son las personas de escasos recursos, sino dueños de fincas grandes con múltiples servicios; así, el dispendio está asociado a estilos de vida consumistas (PÚBLICO MILENIO, 28 de febrero de 2011).
“En una tarifa normal deberíamos de tener siempre un costo ascendente por m3 [mil litros], es decir, que si yo consumo cinco m3 y el siguiente m3 me cuesta tres pesos, los precios van subiendo por m3 tres pesos, siempre ascendente; pero no es el caso”, refiere el funcionario.
Ejemplos de lo absurdo: según el tabulador vigente en 2011, quien consume nueve m3 al mes paga 49.31 pesos, esto es, 5.47 pesos por mil litros. El que consume diez m3, paga 52.36 pesos, es decir, 5.23 pesos por mil litros. El que consume once m3 paga 54.57 pesos, esto es, 4.96 pesos por mil litros. Ese costo al consumidor de 4.96 pesos por m3 se mantiene inalterado entre once mil y 24 mil litros mensuales. El que consume 25 m3 mensuales, debe pagar 124.02 pesos, es decir, los mismos 4.96 por mil litros, pero con un gasto de más del doble. El mensaje es contrario al uso racional, pues no se castiga al alto consumo, como sucede en otros sistemas de cobro de agua nacionales.
Siguen los desajustes: el que consume 48 m3 al mes debe erogar, con lógica, 8.53 pesos por mil litros, pero quien consume 54 m3, gasta 8.78 pesos por m3, apenas unos centavos de diferencia. Parece que la clave de consumo es situarse en un rango donde se tolere la diferencia al alza, pero es notorio que el “electrocardiograma” no obliga al consumidor a pensar en desperdiciar menos.
¿Cuándo los consumidores comienzan a pagar el valor real del agua potable? En el rango de consumo de 81 mil litros mensuales en delante, se paga a más de 11.89 pesos, que es lo que cuesta al organismo cada m3.
Los costos
“El esquema ideal sería que tus costos de producción fueran igual a tus costos de venta; o sea, que si un producto yo lo elaboro con un precio de producción a más de once pesos, lo vendieras a eso más lo que me permitiera tener una utilidad para poder invertir en la infraestructura”, añade Miguel Ángel Gutiérrez.
Producir cada m3 le cuesta al SIAPA 11.89 pesos. El desglose es el siguiente: 1.73 pesos se invierten en energía y combustibles; 0.13 pesos en productos químicos; 0.18 pesos en mantenimiento; 0.20 pesos en reposición de tomas y medidores; 0.52 pesos en pago de derechos de agua; 0.19 pesos en materiales y herramientas; 2.08 pesos en la nómina del personal; 1.14 pesos en prestaciones; 0.71 pesos en impuestos; 0.59 pesos en servicios; 0.24 pesos en “gastos generales”; 0.44 pesos en gastos financieros; 1.52 pesos en capacidad instalada (la depreciación del equipo y la infraestructura) y 2.23 pesos en el pago de deuda y prescripciones.
¿Qué usuarios pagan este costo real? 650,669 cuentas de servicio doméstico medido paga 6.77 pesos por m3 en promedio; 78,796 pensionados lo pagan a 3.24 pesos; 27,984 familias en extrema pobreza lo hacen en 3.91 pesos por m3; 368 cuentas de “otros usos” con pozos de agua, pagan a 7.67 pesos por m3. Los edificios públicos (por lo menos según las leyes de ingreso municipales), con 2,738 cuentas, pagan 11.46 pesos por m3. Pero todos son deficitarios.
Sólo pagan por encima de 11.89, los usuarios comerciales e industriales, con 70,593 cuentas y 24.08 pesos por m3, en promedio.
Así, de 830,781 medidores instalados, a los que se les facturan 110 millones de pesos al mes, el pago promedio es de 8.56 pesos, dos pesos y 33 centavos abajo del costo real.
¿Lo que se recauda para qué alcanza? El SIAPA destaca que los ingresos totales deben servir para que se pague la operación, la administración, la consolidación y el desarrollo del organismo operador. Lo que cobra hoy, ayuda sólo para los primeros tres componentes.
El primero, operación, incluye el mantenimiento de equipo e infraestructura; la energía eléctrica y los materiales operativos. La administración incluye los salarios del personal, los materiales de oficina y los servicios externos. La consolidación tiene como componentes suministros y adquisiciones, obras con recursos propios y pagos de derechos de agua. Pero en el capítulo de desarrollo, sólo se amortizan las deudas (más de 200 millones de pesos al año), sin pagar la depreciación y reposición de activos, y toda la amplitud de la gestión del agua: ampliación de cobertura y mejora cualitativa y cuantitativa del servicio.
Son los escollos para un SIAPA moderno. Que por otro año más, no se podrán librar.
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Los que pagan de más
••• Los usuarios no domésticos han sido tradicionalmente los que sostienen el esquema injusto de subsidios del SIAPA. Según los datos del organismo operador, las pérdidas respecto al costo real del agua que se tendrían en 2011 podrían alcanzar 741 millones de pesos en el caso de los usuarios domésticos, pero eso se amortigua con 227 millones de pesos que pagan por encima del costo real los comercios y las industrias de la ciudad. Si bien, es justo que en un esquema donde el agua sirve para producir riqueza, se pague más, lo que preocupa al organismo es que muchos usuarios comerciales o industriales prefieren comprar pipas de agua o concesiones de pozos para pagar menos por el insumo, si bien, la conexión al alcantarillado es un servicio aparte que se debe pagar, y muchos se niegan a hacerlo.
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