domingo, 18 de septiembre de 2011
CNA pide analizar infraestructura que propicia inundaciones
Guadalajara. Agustín del Castillo. MILENIO-JALISCO. Edición del 4 de septiembre de 2011
El canal de Las Pintas, abierto en los años cincuenta del siglo XX como primer sistema de conducción de agua para la creciente ciudad de Guadalajara, se ha convertido en un problema urbano porque en el temporal cumple las funciones de bordo, y de este modo, bloquea el paso del agua por la cuenca de El Ahogado.
Se trata de uno de los principales escollos de infraestructura, junto con puentes vehiculares o peatonales y los del ferrocarril, que ocasionan problemas en los recorridos del agua en la zona, que ahora tiene justamente en el tema de las inundaciones su principal riesgo para una población que ya rebasa 900 mil habitantes.
La Comisión Nacional del Agua (CNA) participa del nuevo instrumento para la toma de decisiones en la cuenca de El Ahogado, y en materia de regulación hídrica, insiste en la necesidad de que se considere que buena parte de ese valle no tiene pendientes y es propicio a las inundaciones si no se determina de forma correcta la densidad de ocupación y no se le establece la infraestructura adecuada, dijo el director general del organismo de cuenca Lerma-Santiago-Pacífico, Raúl Antonio Iglesias Benítez.
El funcionario señaló que en el grupo interinstitucional que dio origen a los trabajos del Sistema de Información Geográfica de la Cuenca de El Ahogado (SIGCA), la dependencia a su cargo ha sido enfática respecto a resolver el problema generado por la existencia del canal Atequiza-Las Pintas, que en época de lluvias funciona como bordo que impide el paso libre del agua y aumenta los problemas de inundación, así como el caso de la parte final de la desembocadura del arroyo de El Ahogado, “que se llama así porque descarga en un punto más bajo que el río Santiago, y no porque haya ocurrido una tragedia con alguien”.
En ambos casos, se discute la pertinencia de regresar a las condiciones físicas originales para mejorar el funcionamiento del área, pero depende de diversos factores, como la posibilidad de que se haga la segunda línea del acueducto Chapala-Guadalajara, la cual es una pretensión del SIAPA pero tiene en contra una movilización de grupos ecologistas que consideran que es un modo de extraerle agua en exceso al lago de Chapala.
“Creo que si se hace la obra, habrá elementos para analizar si conviene retirar el canal, o bien, tomar otras medidas, como meter sifones o algún tipo de infraestructura que permita el paso del agua”, añadió el funcionario.
El SIGCA está ya en poder de los ayuntamientos de la zona, y fue elaborado por encargo de la Comisión Estatal del Agua; la intención es que se ponga a disposición de todos los ciudadanos para que sociedad y gobierno presionen para tomar decisiones urbanísticas adecuadas que no alteren aún más la situación de la demarcación.
El Ahogado, también conocido como valle de Toluquilla, tiene 510 kilómetros cuadrados, de los cuales, 117 km2 están consolidados urbanísticamente. Pero se trata, en muchos casos, de asentamientos que sufren de forma periódica el problema de la abundancia del agua de lluvia y el largo tiempo en que la red hidrológica demora en desalojarla.
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