CRÓNICA. “¡No me voy a rendir!”, afirmó la ex secretaria de Educación. Seguidores locales de la legisladora abarrotaron el Auditorio Telmex
Guadalajara. Agustín del Castillo. MILENIO-JALISCO. Edición del 19 de agosto de 2011
Un día triunfal el de Josefina Vázquez Mota en la tierra de su adversario, Emilio González Márquez. El panismo local le abarrotó el Auditorio Telmex e incluso cientos quedaron fuera. Al filo de la ley electoral —más de algún observador piensa que esa frase es un eufemismo— ha coronado la noche de ayer una jornada en que captó los reflectores de la prensa y opacó toda la agenda pública dominada por el caos vial de las obras panamericanas, los dineros opacos y las eternas rencillas del Congreso estatal.
Josefina es desde ayer para los panistas de Jalisco algo más que una precandidata: aseguró que en diez meses se validará en las urnas su apuesta por México: “¡No me voy a rendir!”, profirió ante los gritos entusiastas de la concurrencia y la mirada perpleja de decenas de “observadores” testigos de este nuevo destape.
Con dos horas de retraso, pues la agenda del día se le alargó de forma irremediable, la coordinadora de los legisladores federales panistas llegó alrededor de las 20:00 horas al mayor recinto teatral de la ciudad, en cuyo interior ya había casi nueve mil personas. Por instrucciones de Protección Civil, el piso intermedio quedó solo. Afuera, cientos de simpatizantes provenientes de todos los municipios la contemplaron en una pantalla gigante.
La convocatoria de “notables” no fue menor: el ex gobernador Francisco Ramírez Acuña y Joann Novoa, esposa del senador y también ex gobernador Alberto Cárdenas. Los ex gobernadores Ernesto Ruffo (Baja California) y Carlos Medina (Guanajuato), preceptores de la ex secretaria de Educación Pública y de Desarrollo Social. Muchos diputados, alcaldes, regidores y ex candidatos de Jalisco, de Nayarit y de Colima. Hernán Cortés Berumen, precandidato a la gubernatura, que pese al ninguneo de Ramírez Acuña, fue reconocido por Vázquez Mota como el “convocante” de la reunión.
El informe legislativo en realidad consumió escasos minutos del ardiente mensaje de la política, que como en caballo de hacienda, delineó su visión de país y la necesidad de no claudicar en las grandes tareas de la construcción democrática, entre alzadas de voz que hacían delirar a sus fans y un video con música melosa que se transmitía a sus espaldas, que exaltaba valores familiares, lo que motivó su reclamo de que “las familias decentes deben estar en la política”.
Vázquez Mota también sorteó la petición de Ramírez Acuña de que se destape en Jalisco. Ni sí ni no. Pero reconoció que en el accidentado proceso de 2006, sin esta entidad con más de cuatro millones de votantes, no habrían podido ganar. “¡Vamos por la tercera presidencia panista!”, clamó al final, ante el grito ensordecedor de sus concelebrantes.
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