lunes, 14 de septiembre de 2015
Indígenas deben ser asumidos como mayores de edad
Desterrar la visión paternalista, reintegrarles sus territorios y sus plenos derechos sobre sus recursos y permitir sus modelos de cultura y sus respuestas a los desafíos de lo moderno, la agenda esencial, advierte Francisco López Bárcenas.
Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO.
El despojo es la agenda más urgente a la que se deben enfrentar las comunidades indígenas mexicanas, ante el auge del “neoextractivismo” en el mercado global, con alta competencia por mercados y un auge productivo sin precedentes, advierte el abogado Fransico López Bárcenas, experto en derecho indígena.
En las crisis que se desatan en la disputa por recursos naturales que se ubican en territorios primordiales de los pueblos indios, “va a jugar un papel preponderante la movilización social, llevando el derecho como instrumento; el ejemplo de la presa El Zapotillo es clarísimo, cuántos juicios han ganado, seis, siete u ocho, pero sigue la presa, aunque tenga más de un año detenido […] en cambio, en Wirikuta, con un juicio de amparo paralizó toda al actividad minera, pero ellos además del amparo lograron una gran movilización social, muy importante, que da más vida a los derechos de ellos", destaca, entrevistado por MILENIO JALISCO por la presentación de su libro Autonomía y derechos indígenas en México.
- Pero el simbolismo de los huicholes es tremendo en este país.
- Así es, de ahí me da para decir que el derecho está jugando más un papel de instrumento, que de garantía.
- Aunque muchos grupos señalan que no tiene caso el tema legal, ¿no cree que es fundamental la estrategia conjunta?
- Sí, así es, el derecho ya no es lo que nos decían en la escuela, te decían que te garantizaba tus derechos, y la autoridad estaba obligada...
- Pero ustedes los abogados saben que siempre ha habido una lucha por el derecho, que no hay concesiones gratuitas…
- Sí, pero ahora a lo que llega el Estado es a reconocer, pero tú lo gestionas; yo ya te reconocí y a ver ahora tú cómo lo gestionas para que se garantice en la realidad. Es otra fase. Ahora estamos en la ejecución de sentencias, y se trata de presionar para que se den. La denuncia pública, el cabildeo; en Wirikuta se fueron hasta la ONU, se metieron hasta las oficinas de las mineras allá en Canadá.
¿Hacia dónde camina el derecho indígena?
- Hay que ver cómo se va a llevar ese derecho, el reconocimiento, en término de territorios; el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, que es de nivel constitucional, obliga al Estado a delimitar los territorios; ya no está en juego si tienen territorio o no, el problema es que no tenemos esa instancia que nos delimite, la Sedatu [Secretaría de Desarrollo Agrario] puede ser la instancia, pero no tiene esos mecanismos, entonces ahí cómo le hacemos, pasamos de tierras a territorios; los pueblos tienen ese derecho, pero quién lo hace; otro ejemplo, la consulta, están claros los mínimos que se necesitan para que una consulta sea legal, que sea legitima, pero quién la hace, ahí tenemos problemas para al ejecución.
¿Por la gran desconfianza en las instituciones nacionales?
- Así es, pero en fondo también es un problema de modelo de Estado, el modelo de Estado vigente no da para esto; creo que tenemos que repensar el modelo, pero si estás repensando es en todo, hay que reacomodar todo.
- O sea, un país pluricultural y pluriétnico, y no solo ese Estado-Nación que tenemos desde la constitución de 1857…
- Así es, y pensar los tipos de democracia; hay lugares donde se habla de referéndum, de revocación de mandato, de democracia directa, de presupuesto directo, y no tenemos nada de eso, por lo menos a nivel federal […] los derechos indígenas pasan necesariamente por una reformulación de las instituciones.
¿Modificar el artículo 27 constitucional por el tema de las concesiones sobre recursos naturales?
Sí, modificar el 27, hay que repensarlo, la idea de que el presidente de la república, una sola persona, decida sobre los recurso del país, sin cortapisas, debería llevarnos a un mecanismo de vigilancia, de acotamiento, y si son recursos estratégicos, consultar a los pueblos […] el caso del agua es gravísimo porque es indispensable para vivir; por ejemplo, en 1804, que se creó el Código Napoleónico, hubo un debate fortísimo sobre los recursos naturales, esa idea de bienes que están fuera del comercio, o porque no se pueden comercializar, como el aire, o porque la gente decidía que estaban fuera porque eran indispensables; la misma burguesía decidió que había que dejar bienes comunes.
No obstante, López Bárcenas advierte que ni hay pretensiones secesionistas ni hay un afán de negarse al mercado; lo que los indígenas quieren es poder controlar sus territorios y administrar sus recursos, lo que lleva a figuras viables como la asociación con empresas o el pago de compensaciones reales por los servicios ambientales que las regiones indígenas suministran al resto de la sociedad.
“Pero en el tema de la extracción descontrolada estamos peor que en la Colonia; de hecho hay cifra del INEGI de lo que sacaron en 300 años los españoles, ese volumen salió en la época de Felipe Calderón, y en diez años recientes sacaron más oro y plata, que en 300 años. No sólo es un tema de nuevas tecnologías; en esos cambios hay un uso irracional, ahora se acumula mucho, para especular”.
En conclusión, apunta López Bárcenas, “los pueblos indígenas tienen una oferta qué hacerle a la sociedad mexicana; si dejamos de verlos con discriminación y racismo, como los pobres y los jodidos […] los pueblos saben que tienen derechos, y no van a renunciar a ellos. Son mayores de edad, y bajo esa premisa tenemos que repensar cómo queremos vivir como mexicanos, incluyendo a los pueblos indígenas; desgraciadamente el actual gobierno no lo ve así, y si no lo rectifica habrá muchos conflictos”.
¿Cómo conciliar los derechos comunales con los derechos humanos, con sus usos y costumbres?
- Allí hay una discusión muy ideologizada; en Oaxaca acaba de pasar la reforma al segundo constitucional para que las mujeres participen, y la mayoría de las mujeres en las comunidades están en desacuerdo con esto, por una razón, en Oaxaca la participación son cargos, no derechos […] he visto caso de comunidades donde las han puesto como comisariados, no, espérense, ¿qué no ven que yo soy viuda y tengo seis hijos?; les pesa.
- Sin olvidar el tema de la libertad religiosa.
- Sí, yo he visto muchos conflictos religiosos, a veces tiene otro trasfondo, pero en muchos casos, cuando se ponen a platicar, llegan a acuerdos; en mi propia comunidad había problemas porque la gente suponía que los protestantes no querían hacer la fiesta, pero ellos dijeron, sí queremos hacer la fiesta, pero nadie nos ha invitado. Creo que se van adaptando, en el caso que te comento lo que estaba en disputa eran las campanas, las tocamos o no las tocamos, ah bueno, si a todo, menos a las campanas […] a quién le interesaba si se tocaban o no las campanas, interesaba que participaran en los trabajos colectivos. Es un reto, somos una comunidad con muchas culturas, pero se puede.
La iglesia católica supo generar sincretismos y establecer tolerancias, ¿hacia allá deberían caminar las iglesias protestantes?
- Así es, es el gran logro de la iglesia católica es que supo pactar. Pero también ese tipo de pactos están haciendo agua ya. Pasa igual con los partidos políticos, se requieren cambios de actitud desde las instituciones para que realmente los indígenas asuman su espacio como ciudadanos y sujetos de derecho y de su propio desarrollo.
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