martes, 27 de octubre de 2015
Barra de Navidad, el regreso de la destrucción a la zona
En Talpa de Allende y Tomatlán hay daños severos a cultivos y algunos pueblos aislados.
Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO.
Barra de Navidad no ve salida a lo que parece una maldición de que ha sido objeto por los elementos: por segunda ocasión en cinco años, su playa ha sido arrasada por un huracán en 2011 fue Jova, en 2015 ha sido Patricia lo que arruina al menos en parte la millonaria inversión que se había aplicado en el último año y medio para su restauración.
Según la inspección preliminar de los daños, la playa registró “enorme pérdida de arena, enrocamiento polimerizado, rellenos de arena, muros de contención, marina, calles, malecón y escollera”, así como abundante azolve de la Laguna de la Navidad y del Tule, según un reporte preliminar que fue entregado a MILENIO JALISCO.
Los negocios que sufrieron daños, muchos de los cuales habían sido restaurados durante el proceso de reconstrucción de la playa, fueron 21. Están, de sur a norte, el restaurante “Popeye”, de Javier Sánchez, en el cual se perdió el techo, mientras el mar se llevó sillas y mesas; el minisuper “Malecón”, que perdió puertas, ventanas y mobiliario, además de daño en muros y vitrinas; el bar Puertas del Sol, que se quedó sin techo de palapa, ventanales y mobiliario; el restaurante Jarro Beach, del que se cayó el techo de lámina en la segunda planta, estructuras y equipo con luces, puertas y ventanas, así como pérdida de mobiliario, mesas, sillas y mesa de billar, destaca el texto.
Situaciones muy similares padecieron el bar Time out, los restaurante Panchos, Nachos y Sea Master; el hotel Tropical; los restaurantes Jardín de Chuy y Sunset (Capri); la boutique Zoylc; los hoteles Alondra y Barra de Navidad (severamente dañado); los restaurantes Bananas y Mar y Tierra; el hotel Bogavante, los búngalos Las Palmas, la galería de Arte, los búngalos Pacífico y el Hotel Casa Chips (este último, con daños en cimentación).
La zona agrícola vecina está también severamente destruida. Otros municipios por los que pasó Patricia tienen daños no evaluados aún. Es el caso de Tomatlán y Talpa, hacia donde penetró al subir de la costa por la Sierra Madre del Sur: “graves afectaciones sufrió el campo por los vientos extremos, provocando la caída de las plantas de maíz y frijol en varias hectáreas cultivadas por pequeños productores, hasta el momento incuantificables con lo cual, se prevé que los campesinos tengan serias dificultades para alimentar a sus familias”, dijo el representante del Movimiento Antorchista en la Sierra Occidental, Salvador Mateo Martínez.
La mayoría de los cultivos afectados “se encontraban en pleno desarrollo y los granos aun no maduraban, por lo que la mayor parte de las pérdidas se pueden consideradas que son al 100 por ciento”. La zona de La Cuesta tuvo fincas dañadas al igual que Llano Grande. Hasta ahora no se ha podido tener comunicación con la región serrana, en torno al poblado de Concepción de Bramador, que habría quedado aislado por la destrucción de caminos.
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