jueves, 22 de octubre de 2015

Crisis ambiental nace de una “simulación”



Reingeniería para que funcionen mejor las instituciones y haya mecanismos más amplios de gestión ambiental, debe ser el eje, advierte Magaña Virgen.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

La crisis de recursos de las instituciones ambientales de México es, más que la falta de dinero, un problema "de simulación", pues no es una verdadera prioridad de la agenda pública; esto obligaría a una "reingeniería" en todo el gobierno para que se alcancen las metas de eficacia que exige la conservación del capital natural y de los servicios con los que sustenta la calidad de vida de los mexicanos, advirtió el investigador de la UdeG, Miguel Magaña Virgen.

"No estoy calificando la capacidad de los servidores públicos ni las dependencias, sino la situación real, porque no hay resultados o porque los resultados no son los esperados; cuando hablamos de simulación esta puede ser voluntaria o involuntaria, puede ser por desconocimiento o por incapacidad, pero entendamos entonces que la gestión ambiental no corresponde a una sola dependencia como la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas [Conanp] o la Comisión Nacional Forestal [Conafor] ; el conflicto es mucho más grande, simplemente veamos a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente [Profepa], tiene ocho o diez inspectores para todo Jalisco, y nadie ha protestado porque no hay el suficiente personal para poder atender esto; hacen su trabajo, pero es totalmente insuficiente, entonces hay que cambiar las cosas", dijo ante un grupo de estudiantes del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) de la casa de estudios.

"El sistema, para mí es un carretón viejo, desbielado, sin llantas, y aunque le pongamos como chofer a un premio Nobel, no va a funcionar; entonces hay que cambiar de camión, hay que cambiar de sistema; hace 43 años, en 1972, empieza la gestión ambiental en este país y los resultados no son para aplaudir, independientemente de que sean favorables o no, con doctores, gente con mucho nivel en cualquiera de estas dependencias, porque a fin de cuentas no alcanzan, para usar una figura coloquial, los bueyes van delante de la carretera y así no vamos a ningún lado".

El monto de presupuesto ambiental frente al gasto total del gobierno federal ronda 2.3 por ciento en la última década; no obstante, en ese tiempo se consolidaron la Conanp y la Conafor, las cuales son entidades esenciales para la gestión en bosques y selvas, en particular, en áreas naturales protegidas, que ascienden a 26 millones de hectáreas, alrededor de 13 por ciento del país. Se estima que el deterioro ambiental del país año con año significa entre 8.5 y 5.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), lo cual evidencian el abismo entre las cifras (MILENIO JALISCO, 19 de septiembre y 8 de octubre de 2015).

"Este sistema y esta condición deben de cambiar, porque no solamente corresponde a la política federal, a la Conafor o a la Conagua [Comisión Nacional del Agua], porque no hay vinculación intersectorial, o sea, cada dependencia funciona por su lado", añadió Magaña Virgen.

Para ilustrar su punto, citó el caso del bosque La Primavera, cercado por la ciudad, donde a su juicio, los intereses inmobiliarios y la creación de infraestructura se han impuesto históricamente a las necesidades de conservación de ese espacio natural, no obstante los esfuerzos y el presupuesto con que ha contado esa área de protección de flora y fauna decretada en 1980 por el presidente de la república.

Así, "el sistema de gestión ambiental está totalmente acabado, está agotado, y no con más recursos presupuestales se van a resolver los problemas; justamente la solución viene en el cambio formal y total del sistema".

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