Propietarios desconfían de cambios y piden participar en junta de gobierno. Académicos advierten que los objetivos de conservación no son negociables con los dueños, pero sí los términos de su participación. Se esperan resultados en veinte días
Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO
“Tómenos en cuenta y verán que sí caminamos; no nos tomen en cuenta y verán que no”, dijo ayer el representante de los propietarios del bosque La Primavera, Juan Diego Covarrubias, al cerrar las exposiciones del taller en que participaron con miras al nuevo modelo para la gestión y administración del bosque La Primavera.
La advertencia era reiterativa, fundada en la certeza de que la base legal de la protección decretada en 1980 sería endeble, como lo demostró el ejido Santa Ana Tepetitlán con su amparo ganado en 2007 y confirmado en 2008 en tribunales de distrito, para sorpresa del sector oficial y desazón de los ecologistas de la región.
Arturo Curiel Ballesteros, investigador de la UdeG y viejo cuestionador de los intereses privados en la zona, lo consideró inadmisible, “pues hay una clara primacía del interés público sobre el privado”, y además, “el objetivo de conservación que tiene el bosque no puede ser negociado”.
Estas dos posturas sintetizan en buena medida el aspecto más enconado de los intereses que ayer se sentaron a dialogar sobre el futuro del bosque; porque sin duda hubo disposición a escucharse, a socializar información jurídica y técnica y a tratar de partir de premisas comunes. Lo que no impidió que el vocero informal de los dueños de tierras privadas insistiera en que no se pueden aprobar nuevos formatos jurídicos porque se les ha consultado tarde y mal.
El plan del gobierno del estado es que el 5 de junio se anuncie el nuevo modelo, que podría ser un organismo público descentralizado, una junta intermunicipal o una organización de la sociedad civil (abreviada OSC); “vamos a trabajar fuerte para que esto salga”, prometió la secretaria de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial, Magdalena Ruiz Mejía.
En el denominado “Foro ciudadano de consulta pública”, realizado en el hotel Country Plaza de Zapopan, asistieron un centenar de representantes de todas las entidades municipales, estatales y federales involucradas, así como ejidatarios, pequeños propietarios, usuarios del bosque, ecologistas y académicos.
Todos coincidieron en la necesidad de eliminar los esquemas verticales. La junta de gobierno sobre la que se fundamentará el nuevo organismo debe representar de forma clara, con derechos y obligaciones, a los poseedores, a los defensores del bosque, a la academia y el gobierno; estará dotado además de un fideicomiso y contará con dos brazos auxiliares: un comité científico y otro ciudadano.
Los dueños ya se habían pretendido adelantar al proceso desde septiembre de 2012, cuando pidieron al gobierno federal les concediera de forma directa la coadministración del bosque. No obtuvieron respuesta. Ayer no sostenían una postura tan tajante, pero no quitaron el dedo del renglón sobre el proceso de consulta “defectuoso”, y la necesidad de tener más tiempo para analizar. Su peso en la junta de gobierno debería ser de 51 por ciento de los asientos, añadió Covarrubias Ruiz.
No hubo alguna definición tras cinco horas de trabajo. Pero si se quiere en 20 días un anuncio importante para la sociedad, la Semadet y sus aliados deberán trabajar horas extras.
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REPRESENTACIÓN LEGÍTIMA
Buena parte de la discusión de ayer giró en torno a la necesidad de establecer una representación legítima de los intereses que se encuentran en el bosque La Primavera. No sólo en el órgano de gobierno, sino antes, desde los sectores representados: que los propietarios tengan un proceso de selección legal, que los ecologistas y la sociedad no sean desbancados de la toma de decisiones, que los representantes de las dependencias respondan con efectividad al deber del Estado en conservar el bosque.
“Por eso consideran tanto el perfil de las personas que participan como de a quiénes representan”, sintetizó el consultor Rafael González Franco al final del ejercicio de ayer.
“Aunque no es el momento de discutirlo, está sobre la mesa, la valoración de los derechos de los propietarios, muy claramente, y por otro lado los derechos de los no propietarios, de los ciudadanos; el planteamiento de una participación igualitaria, o equivalente”, adelantó el experto. Sería la sociedad la que demanda representar los llamados derechos de tercera generación, como lo es la calidad ambiental de una ciudad.
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DOS POSTURAS SOBRE LOS CAMBIOS
1. El proceso “es muy apresurado”
sostienen los propietarios
Los propietarios se acercaron escépticos a la convocatoria del gobierno de Jalisco, de integrar un nuevo organismo que responda mejor a las necesidades de un área natural protegida presionada de forma excepcional como es el caso de La Primavera. Y no creen que esté preparado nadie para realizarlo en un plazo tan corto como al 5 de junio, día mundial del Ambiente.
“Consideramos como propietarios que debemos y tenemos la obligación de cuidar el bosque, no somos enemigos ni vamos e contra de él; sencillamente debemos de participar al nivel del gobierno, como actores importantes junto con las autoridades, insistiendo en privilegiar la propiedad privada, sin descuidar el privilegio que le tenemos que dar al medio ambiente, que es el cuidado del bosque, pero debemos de ser tomados en cuenta”, dijo Juan Diego Covarrubias Ruiz, uno de los voceros de los parvifundistas.
Descarta que todavía pretendan administrar de forma directa el área de protección de flora y fauna, que por cierto, es ante la Unesco reserva mundial de la biosfera, desde el año 2006. “En algún momento se llego a solicitar a través de la unión de ejidos y propietarios, ya que tenemos una asociación, pero coincidimos en volver a creer en el gobierno y en nuestras autoridades, y darles un voto de confianza para que nos demuestren que esta vez sí vamos a participar en forma real, sin dejar de lado la importancia de la ecología”, sostuvo en entrevista con este diario.
No quiso comprometerse con algún nuevo organismo, por considerar que es prematuro. “No estamos de acuerdo en una opd [organismo público descentralizado], ni en una osc [organismo social comunitario], ni tampoco queremos caer en una asociación civil, que posteriormente sirve para encumbrar dirigentes y que se hagan diputados […] no queremos más grilla, queremos que esto se vea realmente reflejado en un trabajo y en una mejora del bosque”.
- ¿Cuál es entonces la figura que le acomoda mejor a esto?
- Definitivamente no es el momento de decidirla, porque yo considero que debe haber muchas antes de tomar una decisión, pero seguramente vamos a llegar a un buen acuerdo con todos los participantes.
A su juicio, “el decreto es una debilidad grandísima para el bosque La Primavera; tenemos que enderezar esta situación del sustento o los cimientos, y luego montamos una área natural protegida y una dirección […] no queremos nuevos amparos, pero para eso las autoridades deben tomar en cuenta que los propietarios debemos ser escuchados y permitir ver que se va a hacer algo realmente por el bosque, los proyectos ecoturisticos, o cualquier otra actividad que sea propicia”.
La del pasado 15 de mayo “no la reconocemos como una consulta pública, no estamos tomando ningún acuerdo”, puntualiza.
2. Debe prevalecer el bien público
en el bosque, advierte Curiel
Los derechos de los dueños del bosque La Primavera no deben ser soslayados; sin embargo, lo que no es negociable es el interés público que una mandato presidencial estableció en 1980 para proteger estas montañas por sus bienes y servicios a favor del segundo conglomerado humano en tamaño que tiene el país, dijo el investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Arturo Curiel Ballesteros.
“Aquí el punto importante es dejar muy claro esos grandes referentes que deben de permear a todos los propietarios, no perder de vista que hablamos de una zona de interés público, que es superior al interés particular; de repente me da la idea que los propietarios creen que sí es un espacio importante, pero para hacer lo que ellos ahí han querido hacer, basado en la modificación del uso de suelo, o con aprovechamientos económicos a costa del bosque […] me parece que crear expectativas que no van en ese sentido va a ser a fin de cuentas perjudicial”, dijo en entrevista con MILENIO JALISCO.
No obstante, el ejercicio de consulta convocado por la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial “ha comenzado bien en términos de un espacio donde se convoca a la gente […] en la medida en que esto avance debe de quedar claramente establecido que el asunto de la conservación no es negociable, por el contrario, es lo que nos convoca, y para llegar a eso se deben de generar indicadores muy claros, que tengan objetivos claros, donde todos deben converger en la conservación del área”.
Así, “el propietario debe medirle más al asunto de su participación, porque en este momento parece cabildearse, posicionarse, para lograr lo que siempre han querido: porque de la experiencia de los años setenta del siglo pasado están muy claros los asuntos de los empresarios y lo que buscan”.
- Ellos dicen que sin ellos no se puede proteger el bosque.
- Sí, hace falta clarificar esa parte, ese tipo de amagos no deberían permitirse para la integración y uso de un patrimonio que dure muchos años; ha habido propietarios que han querido hacer cosas dentro del bosque, que ya se han muerto […] la conservación es otra cosa y debe quedar muy firme y clara esa posición.
- El gobierno busca tener listo el nuevo organismo rector del bosque para el 5 de junio próximo, ¿es realista?
- Eso tiene que ver mucho con la capacidad política que se tenga para llegar a ese tipo de metas; ya lo veremos, pero creo que más que la estructura jurídica que pueda tener, la parte administrativa tiene que ver en el concepto de lo que debe de prevalecer, en términos de operar la conservación del bosque, y me parece que este respaldo es lo importante…
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