sábado, 17 de diciembre de 2011
CNA comenzó proceso de sanción a la Villa
Guadalajara. Agustín del Castillo. MILENIO JALISCO
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) comenzó el proceso de sanción en contra de la Villa Panamericana, debido a los vertidos de aguas negras arrojados durante la justa panamericana desde el inmueble, lo que se realizó sin el permiso respectivo de la dependencia, lo que entraña una sanción independiente de que se acredite el problema de la calidad del agua vertida, dijo ayer el director del organismo de cuenca Lerma Santiago Pacífico, Raúl Antonio Iglesias Benítez.
Precisó que se ha comenzado el proceso de notificación de la sanción pero eso no es el final del mismo. Demorará al menos tres meses para derivar en una sanción definitiva, pues a la notificación sucede la posibilidad de que la instancia responsable presente sus argumentos en contra, e incluso, se deban realizar nuevas pruebas y dictaminaciones, refirió Iglesias Benítez.
Aunque es mínimo el riesgo de contaminación del acuífero en El Bajío del Arenal por la descarga de la Villa Panamericana, no significa que esté bien urbanizar la zona, y de hecho, se debería establecer como área natural protegida, al igual que el resto de los espacios de alta recarga que tiene el acuífero de Atemajac, al poniente de la zona metropolitana de Guadalajara, señala el consultor Marco Antonio Ramírez.
“En la parte superficial hay unos suelos muy finitos, que son arenas limosas o limo, que tienen un grado bajo de permeabilidad; tan así que en un momento dado, cuando hay una precipitación constante, como ocurrió previo a la inauguración de los Juegos Panamericanos, se manifestó realmente con un estancamiento”, explicó el experto en hidrología subterránea.
—Entonces, ¿la buena noticia en principio es que el terreno no se presta para una infiltración rápida?
—Así es, además de que parte del derrame es biodegradable. Donde sí hay que preocuparnos es si hubiera sido un derrame constante de días o de semanas, [...] Guadalajara depende del agua subterránea en 30 por ciento de su abastecimiento.
“Estas condiciones [de permeabilidad] no son de una manera general, dado que el suelo tiene una complejidad muy alta, y que hay una variabilidad importante en todo el valle; tampoco quiere decir que se tenga que desligar de las responsabilidades [a la Villa]. Esta cuenca es endorreica [cerrada], pero de manera superficial, y eso hay que aclararlo. De manera subterránea hay una conexión muy evidente con todo el acuífero [de Atemajac], y que las velocidades de flujo del agua dentro de un suelo que tiene una variabilidad importante, va de centímetros por segundo, a diez o 50 metros diarios”.
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