Se duplicó la mortandad en los últimos años, sostiene el Colectivo Ecologista de Jalisco. Las grandes metrópolis del país cada vez ofrecen peor calidad de vida por la polución, advierte Mario Silva Rodríguez
Guadalajara.Agustín del Castillo. MILENIO-JALISCO. Edición del 22 de noviembre de 2011
Suben las muertes por contaminación en las tres principales zonas urbanas de México: en el Distrito Federal, Guadalajara y Monterrey mueren alrededor de catorce mil personas anualmente por enfermedades detonadas o agravadas por la exposición habitual con aire contaminado, aseguró ayer el vocero del Colectivo Ecologista de Jalisco (CEJ), Mario Silva Rodríguez.
“El último dato que tenemos del Instituto Nacional de Ecología y de la Organización Mundial de la Salud sobre las muertes asociadas a la mala calidad del aire, lo revela; nosotros usábamos mucho esta cifra el año pasado, era un dato cercano a nueve mil muertes a nivel nacional en las tres principales metrópolis de México, y hablamos ahora de 14,220 muertes asociadas a la mala calidad del aire”, sostuvo en entrevista con MILENIO Radio.
Así, “los datos previos de Guadalajara revelan alrededor de 1,500 muertes, pero se duplicó y ahora hablamos de casi tres mil muertes asociadas a estas condiciones”; esta información, añadió, se completa con el dato oficial de los costos económicos de la destrucción ambiental en México.
“La Semarnat [Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales] reconoce 11,200 millones de dólares como costo de la contaminación ambiental en México, por costos directos o indirectos, ya no son las afirmaciones de los grupos ecologistas y que siempre nos descalifican de que somos alarmistas; no, ya hay herramienta de la economía ambiental para decir: la hospitalización, los medicamentos en las instituciones de salud pública, la pérdida de competitividad, el ausentismo laboral o escolar por enfermedades respiratorias, todo eso se cuantifica y ya se sabe cuánto le cuesta al país tener ese tipo de problemas; entonces sí necesitamos no sólo un cambio de visión, sino poder entender qué instrumentos de gestión pública nos ayudan a tomar mejores decisiones”, agregó el activista.
Silva Rodríguez señaló el pésimo patrón de desarrollo urbano como causa de que se potencien los problemas de contaminación: “En lo que se refiere al parque vehicular, en los últimos 60 años se ha experimentado un crecimiento muy acelerado; en 2000 teníamos 754 mil vehículos, pero al año 2011 tenemos ya casi dos millones de vehículos, un millón 700 mil unidades reconocidas, como dato oficial, pero extraoficialmente se habla de casi dos millones, con autos ‘chocolate’ y vehículos de paso en la ciudad; entonces, en once años tenemos este crecimiento impresionante, con todos estos problemas que hacen que la metrópoli tenga imposibilidad de que los servicios ambientales se puedan restablecer en un corto periodo de tiempo”.
Destacó el culto al automóvil que da esta ciudad: “[...] Son de doce a casi trece millones de metros cuadrados dedicados, ya sea en estacionamientos, en calles, en invasión en el espacio público, en pérdida de espacios naturales. Para darnos una idea: ese espacio es 1,800 veces la superficie del estadio Jalisco”.
A su juicio, esto también parte de que los servicios ambientales de los ecosistemas no son tomados en serio: “Lo hemos dicho hasta el cansancio, parece que hay políticos que tienen la visión de la ecología como jardinería, de la ecología como un método con disciplina, con análisis de estudio que nos permite tomar decisiones en el ámbito público, entonces no podemos tener una metrópoli con calidad de vida si no se considera a esta plataforma ambiental; necesitamos modificar la forma en la que concebimos la idea y la lógica de los impactos ambientales”. Y puso como ejemplo el caso de la Villa Panamericana, donde se pretende anular una sanción por el vertido de aguas de desecho en fosas a cielo abierto y en un arroyo porque presuntamente no hubo daños mayores a los ecosistemas.
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Claves
Enfermedades
• Vivir en entornos contaminados puede contribuir hasta en 70 por ciento en el surgimiento de enfermedades crónico-degenerativas, e incide en los padecimientos entre los grupos más vulnerables de la población: niños, viejos, mujeres embarazadas.
• Los factores concretos son respirar aire sucio, tomar agua contaminada en términos químicos, convivir con los residuos en entornos con alta erosión en la urbe, y la escasez de arbolado, cuestiones que pueden agravar situaciones de salud que ya existen.
• También hay registros graves de contaminación acústica: la norma oficial mexicana en la materia habla de 70 decibeles en espacios abiertos, pero hay puntos de la metrópoli, en zonas turísticas, “donde llegamos a más de 86 decibles al día”, asegura el vocero del Colectivo Ecologista de Jalisco.
• Un factor crítico es el acceso a los servicios de salud, con la pérdida de solidez en las instituciones hospitalarias del sector público, y el incremento de padecimientos relacionados con la contaminación.
• El CEJ sostiene, así, que la contaminación “afecta la calidad de vida y la competitividad de la ciudad”, por lo que espera la emergencia de una sociedad más crítica e informada para exigir a las autoridades el mejoramiento del entorno.
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