viernes, 9 de diciembre de 2016

Nuevo Instituto de Ciencias no afectará La Primavera



El colegio jesuita desmiente daños ambientales, urbanos o viales, y señala la necesidad de mudarse ante la falta de espacio para mejorar su plantel en avenida Ávila Camacho

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO CASTILLO. 

El traslado de la sede del Instituto de Ciencias desde su sitio tradicional, de casi seis décadas, sobre avenida Ávila Camacho, a un predio tres veces mayor en una zona en pleno crecimiento urbano, en las inmediaciones de San Juan de Ocotán, obedece a las necesidades del plantel jesuita de tres mil alumnos, que ya quedaron cortas en el inmueble de cuatro hectáreas donde continúa operando.

TE RECOMENDAMOS:  Instituto de Ciencias, la cuestionable reubicación

“No hay un capricho en esto, es una decisión razonada y bien soportada”, advierte la coordinadora del cambio de sede, María Dolores Rodríguez Salazar.

Acompañada de los consultores que han apoyado al colegio en sustentar urbanísticamente el cambio, Jenaro de Silva y Javier Díaz, se establecen las aclaraciones de base que a su juicio quitan valor a las críticas vertidas por ambientalistas y consultores opuestos al proyecto; en particular, a la opinión que Arturo Gómez Ibarra vertió en MILENIO JALISCO el día de ayer.

Ubicación: el predio a desarrollar no se ubica ni en el bosque La Primavera ni en la zona de El Bajío, considerada de alta fragilidad por ser zona de recarga de un acuífero que forma parte del sistema metropolitano. De hecho, está enclavado al norte de la carretera a Vallarta e incluso ni siquiera ocupa la zona de amortiguamiento del área protegida. No es el caso de otros planteles escolares que sí se han reubicado en la zona frágil de El Bajío, como el Colegio Franco Mexicano, el Instituto Tecnológico Superior de Zapopan, la Universidad Cuauhtémoc, el Colegio Pedregal o el Colegio Signos.

“El predio que alojaría al nuevo Instituto de Ciencias y la reserva urbana que lo circunda se encuentran fuera de la zona de amortiguamiento del bosque de la Primavera. No participan del sistema de escorrentía hídrica del anillo Primavera norte […] en realidad, la continuidad del sistema hídrico natural ha sido afectada negativamente por la carretera, ferrovía y el corredor industrial”, apuntó De Silva.

En términos de uso de suelo y zonificación, tampoco rompe con los esquemas aprobados legalmente por el Ayuntamiento de Zapopan, agregan. “El predio que alojaría al nuevo plantel tiene la vocación de equipamiento institucional; los planes parciales lo ubican como una reserva urbana para usos habitacional de densidad media y usos mixtos en corredores. Por otro lado, el anillo Primavera [zona de amortiguamiento] tiene asignada la vocación industrial por el plan parcial respectivo”.

Otra crítica que se hizo contra la reubicación fue que faltaba la inserción en el esquema educativo y de servicio a la comunidad de los jesuitas. Pero “el predio se ubica en cercanía a San Juan de Ocotán, Jocotán, Nextipac y La Venta del Astillero, por lo que el colegio tendría proximidad a las comunidades sociales, para el ejercicio de integración comunitaria [con posibilidad de compartir con otras instituciones de educación jesuita, como el ITESO], para aplicar apoyos educativos y para destinar su área de cesión a equipamientos necesarios para el desarrollo de la zona”, advierten.

Defienden la necesidad de un plantel de este tipo en una zona que cada día está más poblada porque el proceso de urbanización data de al menos 20 años, en que perdió su vocación agrícola. “Un distrito urbano debe poseer un centro con el equipamiento que le otorgue autosuficiencia. De lo contrario esta población potencial de 50 mil habitantes tendría que desplazarse para acceder a los servicios. El Instituto de Ciencias deberá ponderar el factor de residencia a cercanía en sus condiciones de inscripción”.

La justificación de un predio mayor se debe a que además del servicio educativo con un espíritu formativo, “se busca cada vez más la calidad de la infraestructura y los modelos educativos novedosos, por lo que las entidades educativas deben de construir ventajas competitivas de mayor valor. En materia de mercado, el Instituto de Ciencias posee un prestigio que le sitúa en un excelente nivel frente a sus competidores que se ubican dispersos por toda la ciudad; la mejora de su infraestructura será un factor de gran importancia y el cambio de sede no sería un factor que pudiera afectar negativamente”.

De hecho, más de 95 por ciento de los alumnos del colegio provienen de la zona poniente de la ciudad, partir de avenida López Mateos, y es considerable la huella en la misma zona de reubicación, lo que a juicio de la responsable del traslado, demuestra que no es en detrimento de los intereses de las familias a cuyos hijos forman; por otro lado, la zona de reubicación ya tiene problemas viales severos, y la carga que agregará el colegio será relativamente baja, pero se disminuirá más con un programa de transporte escolar y horarios escalonados, además de la conclusión del equipamiento vial pendiente que tiene a su cargo Zapopan.

El nuevo proyecto tiene todos los estudios necesarios de ingeniería, de medio ambiente, de vialidades y de impacto urbano. “Invitamos a quien tenga duda a que nos pida la información, y con gusto abrimos estas puertas”, añadió Rodríguez Salazar.

El predio de cuatro hectáreas donde ha estado el colegio desde hace 59 años será la sede, se espera, dos años más. No se ha vendido el terreno y se está escuchando posibles compradores, “incluso podría ser que los jesuitas decidieran conservarlo, no está indisolublemente ligada una cosa a la otra”, subrayó. El nuevo predio era propiedad del Iteso, la universidad jesuita de Guadalajara, que se quedará con alrededor de cuatro hectáreas del terreno completo. Que suma más de 16 ha.

MC

No hay comentarios: