viernes, 30 de diciembre de 2016

Autoridades “cortoplacistas” no ven oportunidad ambiental



El alza de las gasolinas es un problema serio, pero tiene un anverso de oportunidades que los gobiernos, angustiados por efectos electorales, no están registrando.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

El comienzo de la liberación del precio de los combustibles no tiene un componente ambiental: lo tendría si se canalizara la enorme bolsa de recaudación del impuesto, unos seis pesos por litro, a financiar proyectos conducentes a disminuir los enormes costos ambientales de la gasolina, advierte el experto en economía ambiental, Arturo Baldera Torres.

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“El incremento a la gasolina no se debe a una razón ambiental, sino que está asociado al hecho de que sea importada, y a que hay problemas en el presupuesto del gobierno; esto obliga a que se reduzca el subsidio que tenían los combustibles sin reducir el impuesto, y aunque podemos hablar de efectos ambientales, no se está integrando el costo de la contaminación ambiental y los daños sociales; un impuesto ambiental tiene por propósito compensar costos ambientales y al mismo tiempo generar incentivos para reducir el consumo y buscar alternativas para que esa reducción se traduzca en beneficios: primero una mejor calidad del aire, luego, financiar actividades de menor impacto ambiental, y en general, que la economía se transforme a una menor huella ecológica […] no hay nada de esto”, destacó en entrevista para MILENIO RADIO.

Es, como todos los esquemas que entran en crisis, un espacio también de oportunidades: quienes no habían terminado de decidirse pueden optar a disminuir el consumo de gasolinas con movilidad alternativa o masiva, lo que reducirá la carga económica de cada dueño de carros, y a la larga, deriva en menos emisiones a la atmósfera, explica.

“Lo interesante es que desde 2014 ya se había incluido un porcentaje de impuesto a las gasolinas frente a las emisiones de gases de efecto invernadero, y el fin de ese impuesto era crear un fondo para tomar medidas de mitigación para el cambio climático, donde podemos enmarcar las que contribuyen a reducir las emisiones en el trasporte, pero no ha habido una tentativa en Jalisco para poder acceder a ese recurso y generar un cambio; lo importante no es nada más ser eficiente sino tener alternativas de movilidad, ya sea transporte no motorizado o transporte colectivo, mucho más efectivos, que reduzcan la necesidad de combustible y por ende, la contaminación”, agregó.

¿Corresponde justificar ante la Secretaría de Hacienda el acceso a esa bolsa?

Así es, para la propuesta de programas de mitigación para el cambio climático, o con los bonos de carbono para demostrar el pago de ese impuesto; el gobierno del estado de México ha sido el único que ha buscado acceder a esos fondos para financiar actividades de carácter ambiental, como pago por servicios ambientales.

En Jalisco, se pelean el presidente municipal y el gobernador por determinar cuál de sus respectivos partidos aprobó la liberación de las gasolinas, ¿pero en realidad pueden hacer algo?

No debemos olvidar que hay compromisos claros en el tema del cambio climático; el gobernador estuvo con una delegación en Marrakesh donde se comprometió a sacar adelante programas para reducir los efectos del cambio climático, bajar la quema de combustibles fósiles, y la misma OCDE pide a los países desarrollados dejar de quemar petróleo a más tardar en el año 2050; entonces no podemos tener una agenda que diga que vamos a entrarle a ese problema, y al mismo tiempo que no se aumente el costo de la gasolina o que tengamos un costo bajo, sostenido con dinero, en vez de ensayar los cambios necesarios.

Es decir, añade, es contradictorio: una gasolina cara debe llevar a un cambio de tecnología, innovación, consumo de combustibles en bajas emisiones, y opciones como transporte colectivo altamente eficiente, y que quien decida usar bicicleta o movilizarse a pie, lo haga sin riesgos. Lo que no está sucediendo.

“Me gustaría escuchar de las autoridades locales o estatales cómo se va a crear un nuevo sistema colectivo, tener más líneas de metro o de tren ligero, o como se van a usar los componentes para autos eléctricos, más que pensar en que habrá manifestaciones y les preocupa el impacto político a corto plazo”.

GPE

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