Elementos policiacos del estado de San Luis Potosí agredieron a indígenas huicholes en uno de sus lugares más sagrados, Wiricuta, en las inmediaciones de Real de Catorce, pretextando la lucha contra el narcotráfico y el consumo de especies en peligro de extinción, como es el peyote. En los hechos, destruyeron implementos ceremoniales y profanaron su ceremonia religiosa, denunció ayer la comunidad indígena de Tuapurie o Santa Catarina, y la Asociación Jalisciense de Apoyo a Grupos Indígenas (AJAGI).
El 22 de febrero pasado “mientras un numeroso contingente de wixaritari de Tuapurie se encontraba en un paraje llamado Tanque Valentín, que está dentro del ejido Las Margaritas, municipio de Catorce, San Luis Potosí, realizando ceremonias como parte de su tradición milenaria en el lugar sagrado de Wiricuta, llegó a las 17:00 horas un contingente de cuatro patrullas de la policía estatal, quienes con una actitud prepotente comenzaron a insultar y tratar como delincuentes a los wixaritari que vieron interrumpida su ceremonia, se rompió el círculo sagrado y se faltó al respeto al abuelo fuego, al romper, portando armas largas, la numerosa concentración wixárika”, señala un documento entregado a este diario por vía electrónica.
“El hostigamiento continuó hasta las ocho de la noche […] los policías manipularon las ofrendas sagradas, cruzaron una línea ceremonial que no debían cruzar, —‘tú te has de haber metido una grapa’ le dijeron al maraakame— […] contaron el número de cabezas de peyote que traían los peregrinos, argumentando la existencia de un acuerdo firmado por instituciones de gobierno, en el que se reglamenta la peregrinación a Wiricuta, lo cual es violatorio a las tradiciones y formas de operación de las comunidades, pues los peregrinos son comisionados de toda la comunidad y no de una familia o una persona [...] volvieron hoy [ayer] 23 de febrero a las 2 a.m., irrumpiendo con cámaras de video y fotografías, hostigando la ceremonia, y la palabra de los antepasados”, añade el documento.
Los huicholes están consternados por el uso desmedido de la fuerza y porque se pretenden regular sus tradiciones, mientras “se agudiza el saqueo del peyote en manos del narcotráfico, y se destruyen importantes zonas de biodiversidad por la agroindustria multinacional”.
Guadalajara. Agustín del Castillo. Edición del 24 de febrero de 2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario