Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO. Edición del 24 de marzo de 2010
A César Coll Carabias, director de la Comisión Estatal del Agua (CEA), no le fue bien al presentarse sin previo aviso a la clausura de la XIII conferencia internacional de Living Lakes: tras padecer el desdén de dos ecologistas, que le dieron ostensiblemente la espalda durante su intervención, la presidente del organismo internacional, Marion Hammerl, pidió a los asistentes que no le aplaudieran, como protesta por lo que considera una falta de compromiso de las autoridades mexicanas con el rescate del lago de Chapala.
Molesta por el ninguneo de que fue objeto la reunión de la organización no gubernamental más importante del mundo en el tema de protección de humedales, la ambientalista de origen alemán respaldó una amplia declaración de los delegados en que se cuestiona la larga lista de esfuerzos truncados en pro del mayor lago del país.
De hecho, indicó que Chapala podría entrar a la “lista roja” mundial por encontrarse en peligro de desaparecer, además de la gran “irresponsabilidad” gubernamental en el tema del río Santiago, en referencia a los riesgos en que viven cientos de miles de personas en la cuenca de El Ahogado, al sur de la zona metropolitana de Guadalajara.
Cuestionó la tendencia mexicana a firmar acuerdos mundiales, como la convención Ramsar, que después quedan como “letra muerta”.
“En esta conferencia no estuvieron las autoridades, o vinieron y se fueron sin escuchar y discutir, o simplemente vinieron a clausurar. Es una lástima, porque estuvieron invitadas a participar y era la oportunidad de dialogar”, dijo la representante de Global Nature Fund.
De ahí su amplio escepticismo de que el programa de manejo de Chapala como sitio Ramsar sea llevado a buen puerto: “No es posible que Jalisco presuma de tener cierto desarrollo económico y esta parte, de rescatar sus lagos y las cuencas, no tenga avances”.
—¿En qué sentido no se ha cumplido la convención Ramsar?
—Porque hemos escuchado aquí que México es el segundo país por el número de sitios Ramsar, pero la mayoría no tienen plan de manejo o lo tienen sin implementar.
La activista puso en relieve que esa indiferencia gubernamental, ligada a los problemas de cambio climático, que ponen en mayor predicamento a los embalses tropicales del planeta, no permite atisbar un futuro halagador: “El cambio climático lleva periodos de sequía más largas, está probado; aquí el fenómeno El Niño cambia mucho y, especialmente para lagos como el de Chapala, habrá grandes consecuencias. Y está en riesgo porque el cambio climático acelerará los procesos de degradación del lago, va a ser un factor añadido, de dificultades”.
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