Habrá “daños menores”, aseguran promotores. Especies endémicas y escasez de agua, dos retos que prometen resolver
Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO. Edición del 23 de febrero de 2010
Los promotores del megadesarrollo Zafiro, en el litoral de Chamela, Costa Sur de Jalisco, consideran que el proyecto sobre 910 hectáreas es viable y traerá efectos sociales y ambientales benéficos para una de las regiones costeras más protegidas de México, pues incluye una inversión cercana a seis mil millones de pesos.
En el resumen ejecutivo del manifiesto de impacto ambiental, presentado por Operadora Chamela S de RL de CV, que está en consulta pública desde el pasado 5 de febrero, los empresarios, que forman parte del grupo que propuso los fracasados proyectos Rancho don Andrés y Tambora, entre quienes se ubican el ex dueño de Banamex, Roberto Hernández, y el empresario turístico, con arraigo en la región, Giorgio Brignione, aseguran que el impacto ambiental a largo plazo se reducirá con “tres áreas destinadas como reservas privadas con una superficie de 236.65 ha, que serán protegidas y manejadas por el promovente y que de facto ampliarán la zona de amortiguamiento de la reserva de la biosfera Chamela–Cuixmala”.
Además, se comprometen con “áreas de desmonte por células y cañadas libres que establecen corredores de vegetación natural y fauna que seguirán manteniéndose en la zona y, éstos a su vez, con el resto de la vegetación dentro del predio, para que así no se pierda la conectividad de los ecosistemas del interior del predio con los que se encuentran alrededor y/o adyacentes a éste”.
Los detalles del proyecto: en áreas residenciales, “lotificación de 41 manzanas en diferentes categorías que incluye seis lotes en condominio, dos lotes en condominio Golf uno y dos áreas de desarrollo denominadas ‘A’ y ‘B’, un lote residencial de lujo en condominios y 30 lotes residenciales”.
El proyecto “Zafiro” se desarrollará en cuatro etapas: la primera corresponde a los años 2009-2013 [sic], “en la cual se pretende establecer la infraestructura básicamente de caminos, campo de golf [de 18 hoyos], zona deportiva, condominios de golf, club de playa, control de accesos, parque, residencias de lujo, oficinas generales, otras instalaciones del rancho, áreas verdes y hotel”.
La etapa dos es entre 2014 y 2018, la tercera va de 2019 a 2024 y la cuarta de 2024 a 2028. En ese periodo habrá un rancho orgánico [sic], hacienda y caballerizas, áreas verdes, caminos y circulaciones finales.
Los promotores reconocen riesgos reales sobre especies protegidas, dada la vecindad de la reserva de la biosfera y la gran cantidad de especies exclusivas a escala mundial (endémicas) que se han documentado en 40 años de investigación de la UNAM. También hay un problema de existencia de agua que se resolverá con tecnología.
Dada la magnitud y naturaleza de las obras y actividades que componen el proyecto turístico “Zafiro”, “se estima que requerirá de aproximadamente 450 millones de dólares americanos (5,909 millones 310 mil pesos mexicanos), en los cuales se tienen contemplados los costos de operación y mantenimiento, así como los costos para la aplicación de las medidas de mitigación propuestas”.
Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO. Edición del 23 de febrero de 2010
Los promotores del megadesarrollo Zafiro, en el litoral de Chamela, Costa Sur de Jalisco, consideran que el proyecto sobre 910 hectáreas es viable y traerá efectos sociales y ambientales benéficos para una de las regiones costeras más protegidas de México, pues incluye una inversión cercana a seis mil millones de pesos.
En el resumen ejecutivo del manifiesto de impacto ambiental, presentado por Operadora Chamela S de RL de CV, que está en consulta pública desde el pasado 5 de febrero, los empresarios, que forman parte del grupo que propuso los fracasados proyectos Rancho don Andrés y Tambora, entre quienes se ubican el ex dueño de Banamex, Roberto Hernández, y el empresario turístico, con arraigo en la región, Giorgio Brignione, aseguran que el impacto ambiental a largo plazo se reducirá con “tres áreas destinadas como reservas privadas con una superficie de 236.65 ha, que serán protegidas y manejadas por el promovente y que de facto ampliarán la zona de amortiguamiento de la reserva de la biosfera Chamela–Cuixmala”.
Además, se comprometen con “áreas de desmonte por células y cañadas libres que establecen corredores de vegetación natural y fauna que seguirán manteniéndose en la zona y, éstos a su vez, con el resto de la vegetación dentro del predio, para que así no se pierda la conectividad de los ecosistemas del interior del predio con los que se encuentran alrededor y/o adyacentes a éste”.
Los detalles del proyecto: en áreas residenciales, “lotificación de 41 manzanas en diferentes categorías que incluye seis lotes en condominio, dos lotes en condominio Golf uno y dos áreas de desarrollo denominadas ‘A’ y ‘B’, un lote residencial de lujo en condominios y 30 lotes residenciales”.
El proyecto “Zafiro” se desarrollará en cuatro etapas: la primera corresponde a los años 2009-2013 [sic], “en la cual se pretende establecer la infraestructura básicamente de caminos, campo de golf [de 18 hoyos], zona deportiva, condominios de golf, club de playa, control de accesos, parque, residencias de lujo, oficinas generales, otras instalaciones del rancho, áreas verdes y hotel”.
La etapa dos es entre 2014 y 2018, la tercera va de 2019 a 2024 y la cuarta de 2024 a 2028. En ese periodo habrá un rancho orgánico [sic], hacienda y caballerizas, áreas verdes, caminos y circulaciones finales.
Los promotores reconocen riesgos reales sobre especies protegidas, dada la vecindad de la reserva de la biosfera y la gran cantidad de especies exclusivas a escala mundial (endémicas) que se han documentado en 40 años de investigación de la UNAM. También hay un problema de existencia de agua que se resolverá con tecnología.
Dada la magnitud y naturaleza de las obras y actividades que componen el proyecto turístico “Zafiro”, “se estima que requerirá de aproximadamente 450 millones de dólares americanos (5,909 millones 310 mil pesos mexicanos), en los cuales se tienen contemplados los costos de operación y mantenimiento, así como los costos para la aplicación de las medidas de mitigación propuestas”.
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