DÍA MUNDIAL DEL AGUA
Agustín del Castillo/Guadalajara-NTR
La construcción de una ciudad resiliente pasa por usar mejor el agua que ya está disponible; 30 por ciento se usa mal, y además, se desperdicia la lluvia
La dotación por día a cada habitante de Guadalajara bajo el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) es, en estos momentos, de aproximadamente 207 litros, lo que deriva de la extracción, durante el año 2018, de 315.7 millones de metros cúbicos de las tres grandes fuentes de abastecimiento en operaciones, es decir, poco más de diez mil litros por segundo. Pero de acuerdo a cifras oficiales, hace falta de 25 a 38 por ciento más agua.
¿De dónde debe salir el agua que falta? Contra lo que se suele pensar, la opción de nuevas fuentes de abastecimiento es solamente eso, una de las posibilidades, y no la mejor. Aunque el discurso oficial se ha negado a tomarlo en serio, la inversión para mejorar el rendimiento del agua que ya está disponible es la mejor solución si se trata de generar una metrópolis sostenible en el largo plazo. Quien lo señala en el caso tapatío y de otras grandes urbes del país no puede dar motivo de sospechas a los expertos del sector oficial: es la propia Comisión Nacional del Agua (Conagua), a través de su Programa Nacional contra las Sequías (Pronacose), en cuyo marco se realizaron programas de medidas preventivas y mitigación en los últimos seis años a nivel de sus organismos de cuenca.
El estudio específico para Guadalajara revela que de los diez mil litros por segundo que se surten a la ciudad (sin considerar la pérdida en redes) al menos tres mil se usan mal: para excusados y mingitorios, para riego de áreas verdes, para lavado de autos, labores en las cuales las aguas tratadas pueden cumplir estándares suficientes de calidad. Otro mal uso es el del agua de lluvia. El investigador Marco Antonio Ramírez, de la UdeG, señala que el volumen de precipitación, si se construye infraestructura de captación en cada vivienda, puede permitir que se deje de usar el agua del SIAPA de tres a cuatro meses. Pero además, si se cuidaran las zonas de recarga, ese recurso se inyectaría al subsuelo y aumentaría el almacenamiento del manto freático, el agua disponible más barata y accesible.
La solución al desabasto, entonces, no se puede limitar a habilitar las nuevas fuentes de agua.
¿CUÁNTA AGUA FALTA?
En cuanto a la determinación del déficit, ¿por qué la amplia disparidad? Porque las fuentes son contradictorias. El informe del año 2018 lo publicó el SIAPA en enero de este año y allí se dan los últimos datos duros sobre el uso del agua anual en la ciudad: el lago de Chapala provee 187.8 millones de m3 anuales, esto es, 60 por ciento; hay 88.2 millones de m3 de agua de los sistemas subterráneos Atemajac y Toluquilla, 28 por ciento; la presa Elías González Chávez o Calderón entregó 35.45 millones de m3, alrededor de 11 por ciento, y los manantiales aportaron menos de 1 por ciento: cuatro millones 171 mil m3.
En total, 315 millones 701,458 m3, para un volumen diario de 864,935 m3 con una población de cuatro millones 173,555 habitantes. Pero el sistema solamente atiende a 83 por ciento de los moradores de la conurbación. Esto significa que poco más de 800 mil habitantes dependen de sistemas autónomos a nivel colonia o municipio, fundamentalmente proveídos con agua subterránea, dentro de lo que destaca el caso Tlajomulco.
De acuerdo a un ejercicio del Observatorio Ciudadano para la Gestión Integral del Agua en Jalisco, la Comisión Nacional del Agua, en 2016, en su justificación del proyecto El Zapotillo con cortina a 105 metros, destacaba que la ciudad demandaba 439 millones de m3 (13.9 m3 por segundo), lo que arrojaría un déficit de casi 125 millones de m3 pero sólo considerada la población que actualmente abastece el SIAPA. En contraste, los datos a nivel metropolitano generador por el organismo ciudadano bajo la visión de “cifras integradas del suministro” planteaban una dotación anual de 411.7 millones de m3, es decir, 12.5 m3 por segundo, para derivar en un déficit actual de 96 millones de m3.
Mientras que en 2018 se entregan 207 litros por persona, Conagua subraya la necesidad de aportar un promedio de 300 litros y el ejercicio integrado del observatorio señala la cifra de 240 litros al día.
Así, en el mejor de los casos, falta 25 por ciento de agua.
CRISIS COMO OPORTUNIDAD
Pero como se dice, el diablo está en los detalles. En el enorme volumen de agua pendiente, se ocultan problemas de gestión integral del agua que jamás han sido resueltos y podrían bajar considerablemente la demanda.
Por ejemplo, cuatro de cada diez litros de agua de primera calidad en los domicilios, es decir, potabilizada para el contacto y consumo directo de las personas, se deriva a usos que con aguas grises o tratadas podría satisfacerse: si se dejara de usar agua potable excusados, irrigación de áreas verdes, lavado de autos, enfriamiento en procesos industriales, se podría recuperar entre tres mil y cuatro mil litros por segundo, de acuerdo al informe preliminar del Programa de medidas preventivas y de mitigación de la sequía, que ordenó elaborar el Consejo de cuenca del río Santiago. Ese volumen a recuperar es superior al déficit reportado.
En Guadalajara, apunta el texto, “el déficit de agua que padecen las ciudades durante una sequía no debe ser enfrentado sólo con aumento en la extracción de agua subterránea o superficial, sobre todo cuando ya los acuíferos están sobreexplotados; sino que por el contrario, se debe adoptar primeramente estrategias de control y reducción de la demanda. Entre las principales medidas están la reducción de pérdidas y el incremento de la eficiencia en el manejo del agua”.
Entre estas medidas de gestión, se busca usar el agua de primera calidad exclusivamente para el contacto directo con las personas o con procesos de insumos de consumo humano, y no para otro tipo de procesos. Incrementar el reciclaje, tratar aguas y generar un mercado local de agua reusada. De 8,500 litros por segundo de aguas negras y grises de la ciudad, menos de 500 litros se reutilizan. Además, de 315 millones de m3 que se extrajeron en 2018 de las fuentes de abastecimiento, sólo alrededor de 230 millones de m3 llegaron a los usuarios, lo que habla de 85 millones de m3 que se pierden en fugas.
Esto significa que antes de buscar agua de otras fuentes, se requiere una alta inversión de adaptación de infraestructura, tanto principal como domiciliaria, pero dado el beneficio, se paga en el corto plazo.
“Los impactos de la sequía son no estructurales-advierte el documento de Procanose- y se extienden sobre un área geográfica más grande que los daños y perjuicios que son resultado de otros desastres naturales. La sequía rara vez produce daño estructural. Por estos motivos, la cuantificación de impactos y la provisión de apoyos son tareas mucho más difíciles para la sequía que para otros desastres naturales […] el término gestión de la sequía implica que la intervención humana puede reducir la vulnerabilidad e impactos. Para tener éxito en este esfuerzo, muchas disciplinas deben trabajar juntas en el estudio y seguimiento de las complejas cuestiones asociadas con el descubrimiento, respuesta, y preparación para afrontar los inevitables eventos futuros. La gestión de desastres, de la cual la gestión de la sequía es un subconjunto, requiere que los científicos y tomadores de decisiones se enfoquen tanto en la porción de la protección, así como en la de recuperación/rehabilitación del ciclo del agua”.
Esta es la tarea central de la gestión del agua en Guadalajara.
HERRAMIENTAS
Las grandes cifras del agua en AMG
1 millón 201,959 usuarios tenía registrados el SIAPA en diciembre de 2018, de los cuales, 1,035,681 son usuarios domésticos, es decir, casi 87% de las cuentas
307 millones de m3 es la producción anual de agua que hace el SIAPA, de los que alrededor de 222 millones de m3 se entregan a los diferentes usuarios
Los usuarios domésticos consumen alrededor de 79 por ciento del agua que efectivamente se entrega, casi 180 millones de m3
22.9 millones de m3 gasta el sector comercial del área metropolitana, 7.5 millones los industriales conectados (que no son todos) y 12.5 millones de m3 los edificios públicos
542 km de Colectores mixtos, 7,600 km de redes de alcantarillado mixto, 16,000 Bocas de tormenta y 120,000 pozos de visita son la red de drenaje o desalojo de las aguas residuales
3,595 millones de pesos fue el ingreso anual del SIAPA en 2018, lo que deriva en un pago por m3 de 11.71 pesos
1 de cada 4 litros de agua de consumo doméstico se usa en los excusados
Fuentes. Informe anual 2018 SIAPA, Pronacose/Conagua
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