Agustín del Castillo/Guadalajara-NTR
El Bajío del Arenal, una depresión que funciona como zona de amortiguamiento del Bosque La Primavera entre la vertiente norte del cerro de El Colli y los pasos de las carreteras a Nogales y el Periférico poniente, ha sido afectada en alrededor de un centenar de hectáreas por dos grandes proyectos: el complejo del estado Chivas y la Villa Panamericana, así como pequeños desarrollos inmobiliarios, complejos educativos y comerciales, pero preserva arriba de mil 100 hectáreas en breña en las que se mantiene la función de recarga de agua que ha sido documentada como la más importante de la zona.
No ha sido necesario, hasta ahora, que el gobierno estatal genere decretos de protección similares a los que se disputan en la zona de El Tajo; ha sido un trabajo ciudadano intenso lo que ha detenido la enorme presión transformadora del territorio que detonó el proyecto de Chivas bajo el poder e influencia de Jorge Vergara Madrigal, quien se hizo de derechos ejidales de Jocotán y logró integrar un amplio paño de terrenos donde se albergó el estadio de futbol y amplios estacionamientos entre 2005 y 2010, cuando el magnífico coso deportivo fue inaugurado.
La segunda fase de la transformación de El Bajío sería la Villa Panamericana, cuya construcción se definió en 2009 y culminó en 2011, cuando se hizo la justa deportiva continental con sede en el estadio también conocido como Omnilife o Akron, pero a raíz de las preocupaciones de los vecinos del área, lo que se pensaba como un modelo de negocios que permitiría detonar una zona con altas posibilidades en el poniente de la ciudad, se convirtió en pesadilla para los inversionistas: los colonos y diversas organizaciones han detonado desde entonces cinco juicios de amparo, dos juicios administrativos, un juicio mercantil y dos denuncias penales por las presuntas irregularidades de la Villa Panamericana.
Esto ha congelado casi ocho años cualquier posibilidad de mercantilizar la zona. Para los ambientalistas, ha permitido mantener abierto el debate sobre el mejor futuro del área, en que se priorizaría dejarla con una presencia humana reducida y escasa transformación.
Los juicios administrativos 67/2011 y 82/2011, en las salas cuarta y quinta del Tribunal de lo Administrativo del Estado (TAE), buscan anular las licencias municipales de construcción y habitabilidad expedidas por el Ayuntamiento de Zapopan en 2009, bajo la administración de Juan Sánchez Aldana; los dos juicios lograron suspensiones legales, por lo que todo está congelado y no puede utilizarse ningún departamento. Los promotores son los vecinos de Rancho Contento, la asociación Parlamento de Colonias y la agrupación Conciencia Cívica.
En esos juicios el planteamiento es la demolición de la Villa Panamericana.
Existen cinco juicios de amparo y dos denuncias penales ante la Fiscalía General del Estado (FGE) y la Procuraduría General de la República (PGR). En uno de estos se denuncia el presunto desvío de recursos del Instituto de Pensiones del Estado de Jalisco (Ipejal), cuyo fondo de pensiones aportó 500 millones de pesos, y del entonces Instituto Promotor de la Vivienda (Iprovipe), que aportó 740 millones de pesos para financiar la edificación. Esa inyección monetaria sirvió para rescatar a inversionistas privados que con los juicios, no podrían rescatar sus recursos pronto. Pero dejó en predicamento recursos públicos hasta la fecha.
Además, existe un juicio mercantil que derivó en sentencia para rescindir el contrato del fideicomiso de la Villa Panamericana, aunque sigue en fase de apelación.
Este entramado legal ha obstaculizado los planes parciales que pretenden detonar el desarrollo urbano en la zona. El plan parcial del Distrito 9, "Base Aérea-El Bajío", atiborra la zona, que es el sur de ese polígono, de usos habitacionales medios a bajos, usos industriales y de servicios turísticos, infraestructura educativa y espacios verdes, pero no se han podido emitir permisos porque en particular, los amparos 2401 y 2060 del año 2013, promovidos por ciudadanos ligados a los fraccionamientos aledaños y al Parlamento de Colonias, suspendieron la aplicación de ese instrumento, después de lo cual la lucha se ha debido dar en los tribunales.
La cuenca de El Bajío está definida como zona de transición urbana, con protección de recarga de agua y de áreas verdes, pero también de reserva urbana, de acuerdo a la zonificación general del Plan de Ordenamiento Territorial Metropolitano (POTmet).
Casi ocho años después, la Villa Panamericana permanece solitaria, pero los fraccionamientos que "se colaron" antes de las suspensiones están ocupados, y además, el espacio ha detonado planteles escolares al alza, no obstante la incongruencia ética de enseñar y depredar: es el caso del Colegio Franco Mexicano, del Instituto Tecnológico Superior de Zapopan, de la Universidad Cuauhtémoc, del Colegio Pedregal o del Colegio Signos.
Celebran con jornada de limpieza
Para celebrar el 39 aniversario del Bosque La Primavera como área de protección de flora y fauna, ayer se realizó una jornada de limpieza en el Rancho Ecoturístico Río Salado.
Durante la jornada, las 10 brigadas conformadas por personal que labora en el Organismo Público Descentralizado Bosque La Primavera, el sector empresarial y ciudadanía en general, recolectaron cerca de 17 costales de basura.
El objetivo es fortalecer la estrategia para conservación del bosque y reducir el impacto negativo de la basura en el área de la reserva.
El abandono de residuos se ha convertido en un fenómeno generalizado en entornos naturales. Una de las consecuencias derivadas de este tipo de malas prácticas es el aumento del riesgo de incendios forestales.
Zona de amortiguamiento
1,300 hectáreas es la superficie aproximada de El Bajío del Arena
100 hectáreas conforman la zona ocupada por el complejo de Chivas, diversas escuelas y fraccionamientos
5 años cumplió el amparo contra el plan parcial de la zona; cinco, el freno a la Villa Panamericana
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