domingo, 3 de marzo de 2019
En riesgo capital natural de Jalisco.
Agustín del Castillo/Guadalajara-NTR
Jalisco es el sexto lugar en México por el número de especies animales y vegetales que alberga, pero el peso negativo de su economía y de su población, que no asumen los costos ambientales de generar riqueza, lo pone como una entidad “en riesgo”, es decir, por debajo de 12 estados “sustentables” de los cuales ocho tienen menos patrimonio natural, aunque mejor que nueve entidades federativas cuyo alto deterioro ya los clasifica como “no sustentables”, entre los que destaca el megadiverso estado de Veracruz.
Una publicación del Índice de Capital Natural (ICN) de la Comisión Nacional para Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), del pasado febrero, evalúa cómo se ha dado la correlación entre economía y naturaleza. Las entidades que están clasificadas “sustentables” mantienen sistemas que no rebasan la capacidad de carga de los ecosistemas. Quiere decir que las formas de vida que allí existen no se encuentran en términos generales en riesgo de desaparecer. Para las 14 mil 353 especies inventariadas en Jalisco, eso podría no suceder.
“Utilizando el ICN resulta que México tiene 34 por ciento de Capital Natural, 33 por ciento de Capital Natural Degradado (Jalisco está en términos generales en ese segmento) y 33 por ciento de Capital Transformado (Mora 2018). El índice puede aplicarse a distintas escalas regionales, por ejemplo, ecorregiones, estados y municipios, y es una evaluación del valor ecológico de los ecosistemas para aspirar a un desarrollo sustentable”, señala la publicación, que se puede consultar en www.biodiversidad.gob.mx.
De acuerdo con esta evaluación, “se puede deducir que dos tercios del país presentan altos niveles de degradación, y solo doce estados mantienen condiciones de sustentabilidad donde aún pueden generarse bienes y servicios ecosistémicos sin poner en riesgo el capital natural de futuras generaciones. Nueve estados tienen su capital natural en riesgo, es decir, con una alta probabilidad de alcanzar niveles no sustentables, y 11 estados han prácticamente agotado su capital natural, lo que representa un vacío importante en el legado ecológico-evolutivo para mantener el capital natural de futuras generaciones”.
La novedad de este índice es que fundamenta su evaluación en el estado de los ecosistemas, directamente. “Para un país megadiverso como México es una situación compleja el incluir el estado (composición, estructura y función) de los ecosistemas, de las especies, diversidad genética y agrobiodiversidad, entre otros componentes. Es necesario desarrollar un indicador sintético que integre el papel de la biodiversidad para mantener a largo plazo procesos ecológico-evolutivos”.
Así, el ICN “es una aproximación de la biodiversidad terrestre y acuática de los ecosistemas naturales y ecosistemas agrícolas. Es el producto del tamaño del ecosistema remanente (cantidad) y su calidad (Integridad ecológica). Es un indicador del estado y cambio en la biodiversidad (…) la calidad o integridad ecológica puede ser calculada como el estado (pérdida y fragmentación) de los hábitats de los depredadores tope de México: jaguar, puma, lobo, ocelote y sus principales presas, venado cola blanca, venado bura, pecarí de collar, pecarí de labios blancos, tapir”.
Estas especies de mayor tamaño “tienen requerimientos espaciales amplios y su presencia indica la condición necesaria para mantener interacciones depredador-presa, como una medida directa de integridad y de la calidad de los ecosistemas. Sin embargo, la integridad ecológica se pierde a través de la transformación de los hábitats; y ésta se puede estimar utilizando los cambios en las áreas con vegetación natural de México, y documentados por los mapas de vegetación y uso de suelo de INEGI (de 1980 en adelante)”, agrega.
¿Por qué Jalisco está clasificado con territorios en deterioro y con riesgo para su capital natural? Porque en gran parte de su geografía, ni los depredadores tope ni los grandes herbívoros tienen garantía de que van a sobrevivir a largo plazo.
La publicación exhibe en mapa diversos índices que integran el ICN: el de integridad ecológica señala contrastes serios entre la región centro, las regiones Los Altos norte y sur y la región Ciénega, como altamente impactadas, y las mejor preservadas de la costa, el sur y la región Huichola. El índice de impacto antropogénico, el de degradación ecológica, el de sustentabilidad de capital natural, el de integridad ecológica (todos en mapas de formato general o por municipios) confirman que en las costas norte y sur (Sierra Madre del Sur) y en la Sierra Madre Occidental (región Wixárika) se mantienen con alta viabilidad los sistemas naturales.
El resto del territorio ha debido pagar el impulso económico depredador de las ciudades, especialmente la capital del estado, como consumidoras de recursos y contaminadoras de ríos y atmósfera, y actividades primarias no sustentables como la agricultura y la ganadería, principales responsables de los cambios de uso de suelo, además de una creciente explotación clandestina de maderas y especies silvestres.
12 entidades federativas sustentables
Baja California Sur, Quintana Roo, Chiapas, Durango, Colima, Campeche, Sonora, Baja California, Nayarit, Zacatecas, San Luis Potosí, Oaxaca
9 entidades federativas en riesgo
Yucatán, Guerrero, Nuevo León, Jalisco, Michoacán, Sinaloa, Querétaro, Coahuila, Tamaulipas
11 entidades federativas no sustentables
Chihuahua, Aguascalientes, Puebla, Hidalgo, Guanajuato, Morelos, México, Tabasco, Ciudad de México, Veracruz, Tlaxcala
6 estados con mayor capital natural
Oaxaca, Chiapas, Veraceuz, Guerrero, Michoacan, Jalisco.
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