lunes, 21 de julio de 2014
Los Colomos, en riesgo si su estatuto no se reforma
Un patronato inmanejable y una excesiva intromisión del ayuntamiento tapatío impiden la fortaleza jurídica para enfrentar fraccionadores y deterioro.
Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO.
El bosque urbano Los Colomos, la principal área natural protegida al interior de la zona conurbada de Guadalajara, vive en riesgo ante la falta de solidez de su marco jurídico y el “manoseo” excesivo de actores políticos desde el Ayuntamiento de Guadalajara, responsable de mantenerlo y darle viabilidad.
Reducido a 90 hectáreas de 160 ha que se tenían del lado del municipio de Guadalajara desde comienzos del siglo XX -90 ha más, que también han padecido invasiones urbanas, están al otro lado del río Atemajac, en el municipio de Zapopan-, este fragmento de bosque cultivado para proteger sus manantiales, que fueron identificados como fuente de abastecimiento de agua desde 1590 -menos de medio siglo después de la fundación de la ciudad-, es el único de la urbe que genera toda clase de servicios ambientales, pero su ubicación, que es una de sus fortalezas, se convierte también en una de sus principales amenazas: está rodeado por algunos de los sitios residenciales de mayor plusvalía en la metrópoli.
Una junta de gobierno con 24 asientos –buena parte de los cuales no hacen acto de presencia, lo que paraliza la toma de decisiones- son el “Frankenstein” que sacaron adelante las fracciones del PRI y el PAN desde 2011, cuando se generó el reglamento del Organismo Público Descentralizado (OPD). La institución depende de forma crítica de lo que resuelvan al seno del ayuntamiento, lo que le quita autonomía de gestión y explica la lentitud con que se enfrentan los procesos judiciales contra fraccionadores que reclaman fragmentos de su territorio, así como el problema de presupuestos y de plagas en sus miles de árboles: conchuela, descortezador, muérdago y barrenador.
En marzo pasado se terminó el Plan Maestro del Bosque Los Colomos, donde se plantean “golpes de timón” para cambiar el estado de cosas reinante. No obstante, no ha sido presentado oficialmente, no se ha hecho nada por difundirlo y en consecuencia, no se aplica.
La página de Internet del OPD, www.bosquecolomos.org.mx, no tiene información actualizada. La última acta de sesión de la junta de gobierno es del 27 de febrero de 2013 –deben sesionar cada dos meses-; aunque presenta la opción de acceder al plan de aprovechamiento y al “plan de manejo”, en realidad solo se presenta por duplicado el primero, que data de 2006. Los planes operativos anuales se detienen en 2013, los informes de actividades se detienen en agosto de 2012 y sólo los estados financieros están a mayo de este año. Hay identificadas licencias para 17 personas físicas como prestadoras de servicios diversos dentro del parque.
El plan maestro identifica las debilidades principales: “institucionalidad insuficiente y vulnerable, conservación limitada y sin recursos, personalidad jurídica vulnerable, situación jurídica de territorio en conflicto y riesgo, e infraestructura inadecuada, insuficiente y en malas condiciones”, de acuerdo a una presentación preliminar del mismo, a que tuvo acceso MILENIO JALISCO.
Elaborado por seis consultores y pagado del erario, ese documento es un “conjunto de estudios, proyectos, políticas y estrategias integrados en el documento rector del espacio físico, de la gestión, manejo y operación”, que busca “organizar lo que se debe hacer para aprovechar el potencial del sitio elevando al mismo tiempo la calidad de los servicios y de los espacios, reforzar los servicios ambientales que brinda, y potenciar su rol para la construcción de una nueva cultura ambiental de los habitantes de Zona Metropolitana de Guadalajara y de toda la región”.
Así, el trabajo “define los criterios arquitectónicos y organización de espacios, identifica necesidades de renovación de infraestructura, de implementación y mejora de espacios y mobiliario (bancas, caminos acceso, estacionamientos); zonificación, capacidad de carga y regulación de las actividades y orienta las acciones de conservación y restauración de flora, fauna, suelo y agua”, y además, “desarrolla el proyecto integral de procuración de fondos, filantropía y comercialización, y define bases, requerimientos y políticas necesarios para implementar campañas de financiamiento”.
El nuevo plan profundiza en el tema de que el bosque sea un centro de educación ambiental, y también, la necesidad de una política de comunicación social que fortalezca la percepción de los ciudadanos sobre la importancia del sitio.
“Es necesario hacer cambios para cuidar este bosque, y nos dimos a la tarea de contratar un plan que nos diga por qué está tan sujeto a estos cambios, en cada trienio, y en definir las prioridades; así que analizamos muchas variantes, las características de la zona, las cuestión jurídica, la operación, el aspecto político, social y ambiental”, dijo al respecto la hoy ex directora de Los Colomos, Leticia Reyes de la Torre, durante su participación en el Encuentro sobre Manejo de Parques Urbanos, el 29 de octubre de 2013, realizado en esta ciudad bajo el patrocinio de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet), en coordinación con Ciudades 8-80, que preside el famoso urbanista Guillermo Peñalosa y la Fundación Más Espacios.
“Realmente pudimos comprobar la importancia de este espacio; una cosa es el arbolado, que en la zona nos ayuda a mitigar el efecto del cambio climático; pero este bosque actúa como un filtro natural de agua y aire, regula la temperatura, reduce el ruido, y no dejemos de lado que es un lugar de inspiración y recreación y el principal refugio de la biodiversidad dentro de la zona metropolitana […]”.
La funcionaria identificaba seis conflictos jurídicos por terrenos en los linderos, aspectos que exigían acciones enérgicas e inmediatas para que no continuara la pérdida del patrimonio de la ciudad.
“Desafortunadamente, este bosque tiene otros problemas; problemas de conservación como la erosión del suelo; problemas de infraestructura inadecuada o insuficiente, y nos dimos cuenta que hay poca valoración de la importancia del bosque entre la metrópoli y sus habitantes […] hay que hacer todo lo que esté disponible para recuperarlo”, añadía. El plan maestro del que derivan esas conclusiones nadie lo conoce, fuera de los actuales responsables del parque. Tampoco lo tiene el portal de Internet, aunque fue pagado con recursos públicos.
Los datos
En el bosque Los Colomos, 80 de cada 100 pesos se gastan en la nómina, y dos pesos se ejercen en mantenimiento, de acuerdo al reporte de 2013, cuando se ejercieron 12 millones 407,028 pesos
Ingresos principales: boletaje, cuatro millones 471,912 pesos; estacionamientos, dos millones 834,961 pesos; subsidio del Ayuntamiento de Guadalajara: dos millones 385,252 pesos (se aportaban tres millones de pesos hasta 2011)
El bosque recibe tres mil visitantes por jornada; la entrada y el estacionamiento cuestan seis pesos cada una
Se calcula existen 33,000 árboles entre los que predominan varias especies de los géneros pinus, eucalyptus y casuarina.
Se han encontrado 178 especies de fauna: 6 anfibios, 15 reptiles, 141 aves y 16 mamíferos. 57 cuentan con poblaciones residentes. Treinta y cinco especies de aves, un anfibio, dos reptiles y cuatro mamíferos se registraron allí por primera vez para toda la ZMG
En la actualidad el área de Los Colomos es de unas 90.72 ha, “incluyendo las dos zonas de invasión reportadas a principios de la década de 1990; por lo tanto, el parque de Los Colomos cuenta apenas con 55 por ciento de la superficie total comprada por el gobierno a finales del siglo pasado y principios del presente; la mayor parte de la superficie restante (45%) corresponde a terrenos ubicados en la parte noroccidental y se desconocen las causas por las cuales no se incluyen en el plano actual de la propiedad”
Fuente: Programa de aprovechamiento del área municipal de protección hidrológica Bosque Los Colomos
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