jueves, 29 de diciembre de 2016

Alza de gasolina amenaza "con inflación de 5%"



El gobierno federal se niega a afectar los intereses de los grandes corporativos, por eso no disminuirá el impuesto a las gasolinas aunque las encarezca, advierte economista.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

La escalada de precios que va a desatar el incremento de 16 a 20 por ciento en las gasolinas a partir del 1 de enero, puede descolgar la inflación general en productos básicos que podrían acercarse a 5 por ciento, advirtió el economista del Iteso, Ignacio Román Morales.

“Sin duda es un incremento muy fuerte; lo primero que analicé fue el peso que tienen los combustibles en los precios para productor y consumidor, es decir, cuántos recursos se dedican al combustible, y uno encuentra que la gasolina de bajo octanaje es el tercer producto más consumido en México, y si se suman ambos tipos de gasolina es fácilmente el segundo producto más importante, después del pago de vivienda”, señaló en entrevista con MILENIO RADIO.

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“Si nos vamos no ya al índice de precios al consumidor, sino al índice de precios de productor, es decir, los empresarios, es el producto más importante, representa 6 por ciento de los costos totales del productor y 4 por ciento del autotransporte de carga; en otras palabras, estamos hablando de un aumento que afectará fuertemente al conjunto de la economía, directamente; uno puede calcular ponderaciones mínimas a partir de estas proporciones de consumo: el incremento de los precios podrá impactar hasta 0.75 por ciento de la inflación total para el país en 2017, en el caso del consumidor, pero hasta en 1.6 por ciento en la inflación del productor, y como la inflación de los productores, de los insumos es mayor […] este incremento será un argumento muy importante, la gota que derrame el vaso, para generar una escalada de precios, que puede llegar a niveles de 5 por ciento en total”.

El experto recordó que “la lógica de la expropiación petrolera en 1938, era ubicar al petróleo no como una mercancía más para exportar o para vender, o para conformar al estado como negocio, sino como el insumo para poder orientar a la industria, orientar al campo, subsidiar a las familias, y por eso también era muy importante desarrollar la tecnología, en una lógica de procesamiento de combustibles; por eso México en los años 70 llegó a tener siete refinerías, producía abonos, fertilizantes químicos, plásticos, una enorme variedad de productos derivados, y todo se abandonó en 1979, en que ya no se hace ni una refinería; y se abandonó porque se empezó a ver el petróleo como un producto de exportación, para tener dólares, y con esos dólares conseguir productos del extranjero que se consumen todo los días”.

De este modo, “México es un país petrolero pero casi incapaz de poder procesar su propio petróleo; 75 por ciento de las gasolinas que se venden aquí son importadas, y eso es lo que genera una elevación de precios enorme”.

Los empresarios piden que el gobierno reduzca el impuesto a las gasolinas, ¿lo ve viable?

Eso no va a pasar; estamos hablando de un impuesto que es alrededor de seis pesos por litro de combustible, pero estamos teniendo simultáneamente es un problema de déficit que se está saliendo de control por parte del gobierno; es decir, el gobierno está teniendo niveles de gasto que no puede contener, no por problemas del gasto mismo, sino de captación de ingresos; y por qué no capta ingresos suficientes: en primer lugar porque la economía no crece, y si la economía no crece y las empresas no venden, pues no pagan impuestos; y en segundo lugar, porque el Estado como estrategia busca generar inmensas facilidades a los grandes corporativos, entonces, como proporción de su ingreso, quienes menos pagan en México son las empresas más gigantescas, y el gobierno mexicano no se va a enfrentar a esas empresas, menos con el ascenso de Donald Trump; al contrario, lo que está buscando es cómo les da más facilidades, más incentivos, para que sigan establecidas en México.

Así, “el gobierno mexicano necesita sacar dinero de alguna forma, hasta por debajo de las piedras, y si donde no puede que es con las grandes empresas, con los grandes corporativos, con los grandes potentados, pues lo hace con los grupos asalariados, la media de la población, o con los precios de los bienes que el estado utiliza para determinar precios, como es el caso de la gasolina, que se irá liberalizando en el transcurso de 2017”.

¿Es correcto lo que dice el gobierno, de que el precio a la larga bajará?

No, porque nosotros no podemos saber o no tenemos los elementos para saber qué va pasar con el precio internacional del petróleo, ni siquiera en corto plazo; en otras palabras, qué va a ocurrir en el Medio Oriente, qué va a ocurrir con Venezuela, qué va ocurrir con la incorporación de nuevas tecnologías, y qué va a pasar con las ganancias de las empresas privadas que están contratadas en México; todo eso es una incertidumbre total, y entonces la afirmación de que a la larga con la competencia van a bajar los precios es difícil de garantizar. En algún momento bajarán, y en algún momento subirán, esto irá fluctuando constantemente, pero ya no tenemos ninguna certidumbre…

¿Cómo se puede paliar el problema que se genera a la economía popular?

Lo que habría que hacer es revisar el esquema económico en conjunto; no es nada más focalizar apoyos, porque desgraciadamente la focalización en México tiene elementos políticos muy fuertes, y conforme se acerque 2018 se tendrá la tentación de utilizar más, con fines electorales […] lo esencial sería revisar muy a fondo la reforma energética, que en mi opinión fue una pésima reforma, porque es una pérdida no solo de soberanía, sino de capacidad tecnológica; y al mismo tiempo habría que ver un esquema que facilite el acceso a los recursos energéticos para los micro y medianos empresarios, sobre todo para los productores y transportistas de bienes básicos; que de alguna forma se genere una forma de pago real y más fuerte al fisco para los grandes corporativos y empresarios, pero no es eso lo que se está haciendo, la diferenciación tendría que ubicarse más en el plano social, que el puramente de mercado […] que quienes tienen más recursos y ventajas, que paguen verdaderamente su pago real.

- Es decir, la reforma fiscal que no se quiso hacer…

- Efectivamente […] porque no está en su esquema, y lo que hacen es repetir la misma receta de siempre. Y en 2017 seguramente habrá más presión hacendaria, desgraciadamente más recortes de gasto público, pero sin afectar el pago de deuda, ni las grandes obras de infraestructura; le pega al gasto en protección ambiental, en educación, en salud, en energía, en desarrollo tecnológico.

GPE

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