miércoles, 30 de diciembre de 2009

ONG continentales exigen detener matanza del jaguar




En la Declaración de Mérida, emplazan a los gobiernos latinoamericanos a garantizar la supervivencia del felino; afirman que quedan de quince mil a 25 mil panteras en el continente, la mitad en Brasil y unas cuatro mil en México; Jalisco y todo el occidente quizá no rebase 200 individuos, su riesgo es mayor


Guadalajara, Agustín del Castillo.
PÚBLICO-MILENIO, Edición del 26 de diciembre de 2009

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Apenas sobreviven de quince mil a 25 mil jaguares en su amplia distribución por el continente americano, desde Arizona hasta la Pampa argentina. Es una cifra drásticamente baja para el superdepredador de la América tropical, pues su dispersión original superaba los quince millones de kilómetros cuadrados, de donde ha sido mermado gradualmente, sobre todo en el último medio siglo, por la guerra inclemente que le han hecho ganaderos y cazadores.

Al abordar el tema, los más connotados especialistas en la Panthera onca se reunieron en noviembre en Mérida, Yucatán, en el marco de la Reunión Mundial de Tierras Salvajes, y acordaron entregar una misiva a los gobiernos de los países del área, reclamando políticas y acciones concretas a favor de la especie, fundamental para mantener el equilibrio de los ecosistemas de los que dependen las comunidades humanas.

“La conservación de los jaguares necesita con urgencia del compromiso férreo de los gobiernos de todo el continente americano: cada jaguar es importante. Especialistas de trece países del área de distribución del jaguar apuntan la urgente necesidad de que los gobiernos de las naciones donde aún existen jaguares asuman el compromiso de tomar acciones que aseguren su conservación. Las poblaciones de jaguar indican el buen estado de la naturaleza y un buen balance entre producción y conservación del patrimonio natural de América Latina. El grupo que firma este comunicado incluye a muchos de los más reconocidos científicos que estudian a los jaguares en el continente americano”, señala la denominada Declaración de Mérida, de la que Público obtuvo una copia.

“Reiteramos nuestro compromiso a continuar estudiando a la especie y sus necesidades de conservación, y promover su recuperación a través de aplicar programas de comunicación, educación ambiental y de técnicas de manejo de ganado que logren reducir los problemas de depredación. El jaguar se encuentra en la lista de especies en peligro de extinción de virtualmente todos los países del continente como resultado de una tasa de deforestación elevada, serios conflictos con la población local, pero de manera más urgente, la cacería directa de jaguares y sus presas”, añade la misiva, que se entregará a los responsables de cada gobierno del área de distribución, que incluye desde Estados Unidos, al norte, hasta Argentina, al sur.

“Hay algunos aspectos en los que no podemos avanzar sin contar con el compromiso de los gobiernos de nuestros países para aplicar la ley y resolverlos problemas más urgentes e inmediatos que afectan al jaguar. El grupo reunido en Mérida, Yucatán, México, del 9 al 12 de noviembre de 2009, hace un llamado urgente a los gobiernos federales y locales de toda el área de distribución de la especie para comprometerse a detener de manera inmediata la matanza indiscriminada e injustificada del jaguar, ya que es la amenaza más severa que enfrenta en la mayor parte de su distribución”.

Este compromiso “abarca además a las ONGs, la academia, la iniciativa privada y la sociedad en su conjunto, población urbana y rural. Podemos realizarlo y estamos dispuestos a poner toda nuestra energía y nuestro trabajo para llevarlo a cabo, como lo hemos hecho por varias décadas. Hoy es el turno de las autoridades para responder a este importante compromiso del que depende no sólo el futuro de una especie más, sino también de gran parte de la biodiversidad y de la cultura latinoamericana”, puntualizan.

En México, el titular de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Rafael Elvira Quesada, ya ha recibido el manifiesto, sin emitir hasta ahora respuesta.

En occidente, situación grave
En el occidente mexicano, lo mismo que en casi todo el país, hay la incongruencia entre un discurso gubernamental preocupado por la temática de la naturaleza y magros presupuestos para la conservación, opina Érik Saracho Aguilar, director de Alianza Jaguar AC, con sede en San Francisco, Nayarit.

“Así es históricamente, desde el pasado inmediato con el foxismo […] la Profepa [Procuraduría Federal de Protección al Ambiente] fue absolutamente desmantelada, se le quitaron no sólo atribuciones, sino presupuesto y personal, de tal manera que tenemos a un policía ambiental que es insuficiente y que está rebasada en todos los ámbitos; ojalá hubiera congruencia entre los discursos y los presupuestos, porque si dices que amas y quieres mucho a la naturaleza pero no le apuestas para conservarla económicamente, pues es un discurso meramente demagógico”.

—¿Se han imaginado o hay escenarios de cómo sería esta parte del mundo sin el jaguar? Lo cual, hay que decirlo, es una amenaza real...

—La verdad es que hay varios escenarios y todos éstos son hipotéticos, lo que sí sabemos es que no va a ser el mundo como lo es ahora si extinguimos a las especies mayores; al jaguar se le conocía antes como una especie indicadora [...] se pensaba que cuando estaba en problemas nos podía indicar que también estábamos en problemas, pero lo que es cierto es que el jaguar es una especie que se adapta a las perturbaciones tan bien como nosotros, y que cuando le quitas lo que puede comer de manera natural, va y come lo que sea, come becerros, y el becerro, la vaca, no son animales de este continente; entonces, es lógico concluir que si el jaguar desaparece, los que seguimos somos nosotros…

—O sea, si el jaguar desaparece es porque la situación está terriblemente mal...

—Es que está terriblemente catastrófica, porque indicaría que nuestra máxima joya de la naturaleza, que nuestro máximo depredador, que el más complejo de los organismos, evolucionado junto con nosotros, no toleró el antroposeno, esta era centrada en lo humano, y sería y está siendo un indicador de riesgo y gravedad máximos.

—¿De riesgo y gravedad para el hombre?

—Sí, de amenaza de extinción para el hombre; el mundo no se va acabar, lo que sí es claro es que vivir va a ser mucho más difícil para las personas, tanto, que ni siquiera un animal tan hábil en la adaptación la pudo sortear…

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Los datos

La reunión denominada El Jaguar en el Siglo XXI: La Perspectiva Continental, se realizó con 28 expertos de 13 países. Los resultados “han identificado que la amenaza que está matando más jaguares por unidad de tiempo en el momento actual es la cacería directa, injustificada e indiscriminada”, dice el investigador de la UNAM, Rodrigo Medellín, en una carta al titular de la Semarnat, Rafael Elvira Quesada

De entre los resultados, “resalta el hecho de que aún quedan probablemente más de 15 mil jaguares y que Brasil por sí solo contiene más de la mitad de la población mundial. En México existe una población estimada de cuatro mil jaguares, con poblaciones en la costa del Pacífico y Golfo, y las de mayor tamaño están en la península de Yucatán, Oaxaca y Chiapas”

La extinción del jaguar “sólo se evitará con el compromiso de todos, especialmente de los gobiernos de cada país y región en donde existen. Los científicos de todos los países del área de distribución del jaguar coincidimos en señalar que una de las causas más severas de mortalidad de jaguares es la cacería directa de animales, ya sea porque han causado algún conflicto al matar ganado, para vender la piel o los colmillos, como trofeo, o simplemente porque se les cruzó en el camino”

A su juicio, “es momento de exigir a las autoridades ambientales competentes, en particular a la Profepa [Procuraduría Federal de Protección al Ambiente] a que tomen cartas definitivas en el asunto para detener esta matanza de jaguares […] estamos asimismo invitando a toda la población de Latinoamérica a sumarse a los esfuerzos por conservar el jaguar, por medio de denunciar e impedir las matanzas indiscriminadas de jaguares y sus presas, y promover el mensaje de la importancia de conservarlos como una especie clave para la biodiversidad y como un símbolo de la fuerza, el orgullo y el poder de todos los pueblos de América”

Firman la Declaración de Mérida: Mario Di Bitteti y Pablo Gastón Perovic, de Argentina; Fernando Azevedo y Leandro Silveira, de Brasil; José Fernando González-Maya, de Costa Rica y Colombia; Aída Bustamante, de Costa Rica; Santiago Espinosa, de Ecuador; John Polisar, Terry B. Johnson y Bill Van Pelt, de Estados Unidos; Érik Saracho, Antonio de la Torre, Cuauhtémoc Chávez, Heliot Zarza, Rodrigo Medellín, Rodrigo Núñez, Gerardo Ceballos, Pablo Navarro, Javier Carballar Osorio, Samia Carrillo y Marco Antonio Lazcano, de México; Almira Hoogesteyn, de México/Venezuela; Ricardo Moreno, de Panamá; Rocky McBride, de Paraguay; Leonardo Maffei, de Perú / Bolivia, y Rafael Hoogesteijn, de Brasil/Venezuela

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La hembra en cautiverio ha perdido dos camadas, pero hay esperanza de que siga procreando

Sobrevive precario el proyecto de la Pecas

La Conafor le negó subsidio al monitoreo de jaguar, alegando falta de “mercado”.

Sin el financiamiento prometido por la Comisión Nacional Forestal (Conafor) —entidad que les negó subsidio a pretexto de que se debía generar mercado con un proyecto de monitoreo— se sostiene el proyecto del jaguar en la comunidad indígena de Santa Cruz del Tuito, en Cabo Corrientes, señala el responsable técnico, Gonzalo Curiel Alcaraz.

La hembra huérfana, que desde 2003 fue la inspiración de la propuesta, ha tenido ya dos partos, pero perdiendo en ambos a las crías. La idea es que cuando la Pecas vuelva a quedar preñada del macho Heracles, se le pueda sacar de su albergue para cuidar el proceso y rescatar a los cachorros. Una de las cosas que este proyecto está dejando es un estudio sobre el comportamiento del felino, muy valioso, pues el jaguar es la pantera menos conocida del mundo.

También permanecen las fototrampas, pues hay un proyecto para todo Jalisco de establecer una población estimada de Panthera onca, como base de una estrategia general de conservación. De hecho, dos grandes proyectos significan un desafío para la viabilidad del depredador: la ampliación de la carretera costera, entre El Tuito y Puerto Vallarta, con una longitud de unos 60 kilómetros, y el libramiento del puerto, que afectará de forma importante la selva subhúmeda, uno de los reductos donde la fiera (en náhuatl, tecuani) sobrevive.

Curiosamente, este proyecto que padece por el financiamiento fue presumido en el portal de la Presidencia de la República, con fecha 9 de agosto de 2005, bajo una leyenda clásica del foxismo: “Las buenas noticias también son buenas noticias”.

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