viernes, 1 de enero de 2016
Ahuisculco, tres meses de defensa de sus manantiales
Los vecinos de este ejido mantienen un plantón para impedir que máquinas alteren el territorio para construir contenedores de melaza que ponen en riesgo su acuífero.
Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO.
La comunidad de Ahuisculco, enclavada en el municipio de Tala, y que posee el corredor biológico más importante que le queda al bosque La Primavera, rebasó ya tres meses de una defensa exitosa de sus manantiales de agua, en una batalla desigual con el ayuntamiento local, las instancias administrativas federales del recurso y una empresa que pretende alterar la hidrografía local con un alto riesgo de contaminación, por sus procesos industriales.
“Comenzamos el año, con noticias que alientan nuestra lucha; la empresa ha tenido grandes pérdidas monetarias y eso los está orillando a querer negociar su salida de Ahuisculco, por nuestra parte no bajaremos la guardia, no negociaremos la dignidad y la seguridad de nuestra gente, si la empresa quiere negociar nos sentaremos a negociar su salida y no condiciones momentáneas”, señaló ayer un post oficial del perfil de Facebook creado por el movimiento de defensa del agua; esta movilización nació en septiembre de 2015 tras el arribo de retroexcavadoras que pretendían alterar la zona. Los moradores instalaron desde el 6 de noviembre un plantón que impide el acceso de la maquinaria.
“Todavía no hemos terminado con la lucha, tenemos que seguir, estamos muy apagados, eso es lo que están esperando el gobierno para cansarnos y enfadarnos para que dejemos todo y poder poner su fábrica […] tenemos que seguir apoyando porque luego miraremos las consecuencias y vendrán las lamentaciones, el agua es nuestro tesoro”, señala Gloria Guillén, una de las vecinas devenidas en activista.
Los detalles: la empresa Pisa, ubicada en el tramo entre Santa Cruz de las Flores/Las Cuatas y San Isidro, “está colocando unos contenedores industriales en un lugar cerca a sus ojo de agua y ya empezaron construcción al aparecer, sin tener el permiso”, denunciaban a comienzos de noviembre. “En mi pueblo hay una empresa en proceso de construcción de contenedores de melaza los cuales en el lugar donde está la construcción es muy cerca de los nacimientos de agua de la cual se abastece el pueblo en general […] las excavaciones son demasiado profundas tememos que puedan provocar la sequía de los veneros del agua; aparte de la contaminación que nos provocaría tememos que nos pase como en la presa de Valencia. Las autoridades del pueblo han estado asistiendo al ayuntamiento de Tala pero la respuesta no ha sido buena para nosotros, ya que se clausuró la obra pero a la fecha siguen trabajado aun estando los cordones amarillos. La empresa no ha presentado ningún permiso, ni siquiera municipal”.
La referencia: el 13 de octubre, la construcción fue detenida por la falta del permiso. Pero unos días más tarde, el gobierno municipal concedió la autorización y los trabajos reiniciaron, lo que derivó unas semanas después en el plantón. Desde entonces, hay idas y venidas a diferentes instancias de gobierno, búsqueda de aliados, armados de demandas contra los responsables del proyecto. La Navidad y el Año Nuevo se vivió en plantón. Ahuisculco exige que los contenedores de melaza no se instalen en la zona por sostener la pureza de su agua, que sostiene la vida de los humanos, de la flora y la fauna del importante corredor biológico que alimenta al bosque La Primavera.
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