martes, 12 de enero de 2016

Un millón de autos son altos contaminadores de la AMG



Es indispensable implementar un programa de cambio de vehículos anteriores a 2005, con énfasis en 600 mil que datan de antes de 1993 y no tienen convertidor catalítico: IMP.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

La estadística no miente: lograr que un millón de autos que circulan en Guadalajara reduzcan sus altas emisiones (rondaría 70 por ciento de las totales) es la tarea más importante que debe buscar el nuevo modelo de verificación que se pretende, ahora sí, implantar durante el curso de 2016.

Se trata de autos que en el mejor de los casos cuentan con tecnología anticontaminante obsoleta, pero el peor es que casi 60 por ciento de ellos carecen totalmente de ella, por tratarse de modelos anteriores a 1993. Fue en esos años cuando se implantó de forma generalizada el convertidor catalítico como un esquema tecnológico de ahorro y de reducción en las emisiones a la atmósfera.

Los estudios que hizo en 2014 y 2015 el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) para el gobierno de Jalisco, de los cuales MILENIO JALISCO posee copia, revelan datos contundentes del problema:  “Con base en el estudio de sensor remoto que se llevó a cabo en la ciudad de Guadalajara […] la flota vehicular total captada [en ese ejercicio] fue de 25,670 unidades, para el caso de la emisión de hidrocarburos, 43 por ciento del total excede los límites de emisiones máximos tomados como referencia de la norma oficial mexicana 041-SEMARNAT-2011; para el caso de monóxido de carbono [CO], 11.6 por ciento de la flota captada aporta prácticamente 70 por ciento del total de la emisión contaminante y para óxido de nitrógeno [NO], prácticamente 24.1 por ciento de la flota captada emite 93.3 por ciento de este contaminante a la atmósfera, ambas en concentraciones superiores a los límites de referencia normativa”, señala el informe final de rediseño del Programa de Verificación.

De esa muestra captada en ejercicios en diversos cruceros de la metrópolis, se desagregaron autos que contaban con registro ante la Secretaría de Planeación, Administración y Finanzas (Sepaf), “es notorio que la contribución en los valores extremos de las emisiones por la flota identificada demuestran que 6.7 por ciento de los automotores (con tecnología anterior a 1992) son vehículos altos emisores, [pues] contribuyen con 30.3 por ciento de monóxido de carbono[CO], 28.2 por ciento de hidrocarburos no quemados [HC], y 13.1 por ciento de NO […] se puede concluir que los automotores en circulación con antigüedad mayor a diez años presentan los más altos niveles de emisiones, principalmente en los modelos 1990 y anteriores, 1991 y 1992, y 1993 a 2000” (ver gráfico anexo).

En tal contexto, añade, “es necesario establecer políticas de mitigación aplicadas a los automotores que por su antigüedad o por su estado mecánico no son sujetos de reparación mecánica y requieren ser retirados de la circulación; para este caso en específico se requiere que tanto las autoridades estatales y locales implemente políticas de mitigación, y en su caso, implementar programas específicos que atiendan la problemática de sustitución de motores”.

La base sería la experiencia que ha acumulado el gobierno del Distrito Federal, con programas realizados desde 2002 y todavía en 2014, así como el programa de Renovación de vehículos de carga y pasaje por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) de 2015.

El análisis del IMP subraya la necesidad de generar un programa propio como fruto de acuerdos entre el gobierno y diferentes actores del sector, como asociaciones de la industria automotriz, de productores de camiones de carga y pasajeros, y los propios gremios de autos y camiones de servicio.

Señala a continuación ocho aspectos que debe contener un programa de sustitución de modelos antiguos: uno, identificar la flota vehicular a sustituir con detalles de año y modelo; dos, identificarlas por tipo de servicio (particular, taxis, carga); tres, establecer acuerdos internos entre instancias de gobierno, fundamentalmente la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) y la Sepaf; cuatro, establecer acuerdos entre el gobierno estatal y los ayuntamientos metropolitanos.

Luego se pasa a etapa de definiciones: cinco, definir los mecanismos de recepción y disposición final de automotores de más de diez años; seis, definir el monto económico de apoyo a los propietarios (se sugiere entre diez mil y 25 mil pesos para una unidad nueva); siete, “establecer con las instituciones de crédito (Bancos) los mecanismos para hacer válido el apoyo financiero del gobierno estatal o local y el mecanismo de financiamiento (montos y años), y finalmente, en el punto ocho, “emitir una convocatoria para este programa, en la cual se plasme la finalidad, objetivos, monto de apoyo económico, montos de financiamiento (incluido el apoyo económico) y periodo de financiamiento”.

Proveedores, talleres

Los proveedores deben cubrir lo que establece la norma NMX-151-SCFI-2013 denominada “Evaluación de tecnologías reductoras de emisiones y=o de consumo de combustible para vehículos con motor de combustión interna. Especificaciones”. Debe ser un fabricante, importador o distribuidor con autorización de la Semadet, lo que pasa por probar la calidad del producto a través de laboratorios certificados, las cuales contengan pruebas del nivel de reducción de emisiones reguladas, en particular de gases de efecto invernadero, la concentración mínima de metales, la eficiencia de conversión con combustible bajo en azufre, entre otras.

Este programa deberá abrir la oportunidad a muchos talleres que serán desplazados con la creación de los nuevos centros de verificación, pues podrían ser parte del programa de sustitución de catalizadores, añade el documento.

Estos deberán pasar un proceso de acreditación de la Semadet que incluye un área mínima de trabajo de 100 metros cuadrados, el analizador de cuatro gases con lambda con que ya cuentan, equipo de cómputo, compresor de aire, equipo de soldadura, laboratorio de afinación, diagnóstico de sensores, calibrador de bujía y en general, el equipo del que se dotaron para participar en el programa de 2007, que continúa vigente pero será dado de baja en el curso de 2016. Actualmente hay alrededor de 460 talleres bajo esas condiciones.

Programa fracasado

Desde que se hizo obligatorio hace más de un decenio, el programa de verificación de autos en Jalisco ha sido un constante fracaso: solamente de 27 a 35 por ciento de autos lo cumplen año con año, lo que explica que la contaminación de vehículos ocasione casi 90 por ciento de las emisiones en el área metropolitana de Guadalajara.

Contra un padrón total que creció de a 60 mil autos por año y ahora engrosa casi 3.2 millones de unidades, solamente alrededor de 30 por ciento cumplieron de forma habitual. Los años con menos cumplimiento relativo fueron 2009 y 2014, mientras 2015 fue un repunte para totalizar 580 mil unidades en área metropolitana y 150 mil unidades en el resto de Jalisco.

Por año, las cifras desde 2009 con la suma de la capital y el resto de Jalisco es: 2009, cerró con 496,662 autos verificados; 2010 sumó 762,472 autos verificados; 2011, ascendió a 869,200 autos verificados; 2012, se fue a 957,313 autos verificados, el año récord hasta la fecha. En 2013, ya con esta Administración se logran  835,516 autos verificados; en 2014 baja a 682,747 autos verificados y en 2105 se recupera un poco: 730,785 unidades verificadas.

Ejemplos

El automóvil tiene uno de los motores más ineficientes que se han inventado: se estima que por cada litro de gasolina cuando mucho se aprovecha 30 por ciento para el movimiento del vehículo, lo demás se emite crudo a la atmósfera y la contamina

Y en el pasado la ineficiencia era mayor. Tres casos que demuestran eficiencias de vehículos antiguos y nuevos:

Un auto de 2011 emite 85 partes por millón (abreviado a PPM) de hidrocarburos a la atmósfera (la norma oficial pone un límite de 100 ppm); un modelo 1990 emite 1,628.2 ppm, esto es, unos 18 tantos más

El modelo reciente tiene un 0.1 por ciento de emisión de monóxido de carbono (frente a una norma cuyo límite máximo es 1 por ciento), y el atrasado promedia 2.9 por ciento, unos 28 tantos más

El auto con menos de diez años promedia emisiones de 85.1 ppm de óxido de nitrógeno (la norma señala el límite de emisión de 1,500 ppm); el modelo sin convertidor catalítico alcanzará 1,628.7 ppm, 15 por ciento del límite permitido por la norma

“En el año 2000 la Secretaría de Finanzas registró 754 mil unidades, lo que equivale a 4.6 habitantes por unidad y en el 2007 se registraron un millón 426,027 vehículos para una población de tres millones 458, 667 habitantes, lo que significa un índice de 2.4 habitantes por unidad”, señala un estudio del Colectivo Ecologista de Jalisco

Datos de 2010 señalan que en Estados Unidos hay 238 millones 656,707 vehículos, en Canadá, 20 millones 750 mil, y en México  22 millones 796,506

En 2011, Jalisco ocupó el tercer lugar del país con 2 millones 864,594 vehículos, atrás del Distrito Federal, con 4 millones 396,912, y del Estado de México, con 3 millones 651,210; le siguen Nuevo León (2 millones 084,776), y Michoacán (1 millón 705,626 autos)

De 1995 a 2011 el crecimiento de número promedio de automóviles en Jalisco fue de 7 por ciento, y acumulado 108 por ciento. El promedio nacional fue de 9 por ciento y el acumulado 118 por ciento, el Distrito Federal promedió 5 por ciento y acumulado 82 por ciento

91 por ciento de los vehículos en Guadalajara son transporte privado y solo 0.4 por ciento es transporte oficial


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