sábado, 2 de enero de 2016

Durante el Año Nuevo, la contaminación vieja



Las tibias campañas de prevención no evitaron la vieja costumbre tapatía de recibir el año con fogatas que generan alta contaminación por partículas.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

Como todos los años, el primer día de 2016 quedará dentro del registro de los más contaminados por la costumbre tapatía de recibir las primeras horas del nuevo ciclo con hogueras encendidas.

El rito profano no atiende problemas como la atmósfera estática que cubre la ciudad, la cual propicia que más de la mitad de los días haya inversiones térmicas. Tampoco, que eso se agrava con las bajas temperaturas del invierno. Mucho menos, que ese coctel ocasionará que la dispersión de los gases tóxicos pueda demorar horas, y que los parroquianos que deambulan, sobre todo al sur de la ciudad, lo respiren e incorporen a su sistema respiratorio.

Lo inexplicable es que ni el gobierno de Jalisco ni los gobiernos municipales se ocuparon en alguna campaña informativa intensiva en el último mes, no se diga la última semana, después de que la jornada de Navidad ya había dado el primer aviso. A menos que así se le pueda llamar a los tuits y los post en muros de Twitter y Facebook que estableció la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet), y algunas ruedas de prensa de poca convocatoria en la que se exhortaba a los ciudadanos a no prender fogatas y a no usar pólvora, con poco contenido del problema de salud pública que implica.

En cambio, la televisión y la radio no reflejaron en spots la urgencia de no quemar madera, basura y llantas para evitar que niños y ancianos presenten cuadros clínicos graves, como año con año.

Y si hiciera falta reflejar más el aparente desinterés, dos de las tres estaciones de monitoreo atmosférico del sur de la ciudad el que es más afectado por estos contaminantes que tienden a moverse hacia esa zona y estancarse por muchas horas tienen más de un mes en que su analizador de partículas suspendidas (las que esencialmente se generan por estas combustiones de fogata y pirotecnia) se encuentra "en mantenimiento". Y eso se debe a la dificultad que históricamente se ha tenido para financiar la operación y el buen estado de las estaciones –los ayuntamientos suelen retrasar sus contribuciones por meses-, en una sociedad que sólo prioriza los problemas ambientales en el discurso.

Lo cierto es que el único referente formal, los registros de PM10 de la estación de El Salto (o Las Pintas), señala que se recibió 2016 con más de 100 puntos del índice metropolitano de calidad del aire (es decir, aire de mala calidad), y que a partir de las ocho de la mañana subió por arriba de 150 puntos (aire de muy mala calidad), por lo cual se estableció fase uno de contingencia, como lo establece la norma federal en la materia. Esta situación se prolongó hasta la noche.

No obstante, la directora de gestión de la calidad del aire de la Semadet, Adriana Rodríguez Villavicencio, aseguró a MILENIO RADIO que sí hubo campaña intensiva, mientras señalaba que la falta de registros de PM en las estaciones de Miravalle y Santa Fe no afectaba el cuadro general; es decir, de todos modos se determinó aplicar contingencia en esas zonas, bajo un lineamiento de lógica por su cercanía geográfica a Las Pintas.

"Procuramos tener un tramo de control con una zona de intervención que considere todos los municipios (...) estamos esperando unas piezas (para las estaciones), y no me podría aventurar a decir una fecha específica, estamos presionando y con el ánimo de reactivarlo lo más pronto posible", dijo.

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