martes, 3 de marzo de 2015

Proteger el acuífero, pide el Observatorio



Las zonas de recarga que rodean al bosque La Primavera deben ser áreas naturales protegidas donde se prohíba la urbanización, aprueban miembros del cuerpo consultivo.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

A cuatro días del aniversario 35 del decreto presidencial que protegió La Primavera, el Observatorio Ciudadano para la Gestión Integral del Agua para el estado de Jalisco abrió un nuevo frente contra los intereses económicos que aprovechan los bienes naturales de la conurbación tapatía, al pedir al gobernador del estado que decrete áreas protegidas en las zonas de recarga del acuífero subterráneo, buena parte de las cuales forman parte del sistema hidrológico de ese bosque.

La petición fue que “se realice un ordenamiento hídrico y se declaren área protegida de carácter hidrológico las cuencas colindantes” del área de protección de flora y fauna creada el 6 de marzo de 1980 por el presidente José López Portillo.

En general, es una estrategia de gestión del recurso en toda la zona: el bosque recarga, de acuerdo al Programa de Manejo de la también reserva mundial de la biosfera, adherida al listado del programa MAB de la Unesco (el hombre y la biosfera), alrededor de 240 millones de metros cúbicos de agua anual, equivalentes a dos tercios del consumo de la capital del estado.

Aproximadamente la mitad de esa agua alimenta el acuífero principal de la metrópoli, mientras la otra mitad irriga la región de Ameca y da nacimiento al río del mismo nombre, que desemboca en Puerto Vallarta.

De este modo, el observatorio enfrenta a los grandes intereses inmobiliarios que actualmente construyen fraccionamientos residenciales o industriales en zonas como El Bajío del Arenal, los valles de Tesistán y de Toluquilla, con permisos municipales y sin considerar justamente el problema de la recarga de agua subterránea, que se ha reducido en la medida que el agua tiene menos infiltración, lo que a su vez, ocasiona inundaciones crecientes con costos patrimoniales y en vidas humanas al alza.

El documento de la recomendación, del que se entregó una copia a MILENIO JALISCO, detalla también un esquema de protección del propio acuífero que existe bajo la ciudad, el cual debería ser la principal reserva de Guadalajara.

Sobre La Primavera, las recomendaciones al gobernador son las siguientes: uno, “que pida a las autoridades de Zapopan, Tlajomulco de Zúñiga, Tala y El Arenal -que tienen territorios colindantes al área-, respeten las disposiciones hídricas, ambientales y urbanísticas y suspendan todas las urbanizaciones y edificaciones que contravengan dichas disposiciones y pongan en riesgo las áreas de recarga hidrológica de los acuíferos”; dos, “que se lleve a cabo un ordenamiento hídrico con estudios hidrológicos y geohidrológicos serios y a profundidad de todas las cuencas que inician y se nutren del bosque, ya que estas abasten más de 30 por ciento del agua que actualmente utiliza la ciudad […] el ordenamiento que debe ser a escala 1:50,000 [hectáreas] conforme a la metodología para la elaboración del Ordenamiento Ecológico del Territorio, con la participación de las dependencias de los gobiernos federal, estatal y municipal correspondientes a dic

La tercera petición es “que para su mejor protección, manejo y recuperación se eleven y declaren como áreas naturales protegidas de carácter hidrológico, todas las cuencas que colindan, inician y se nutren de los escurrimientos del bosque”.

Respecto al acuífero metropolitano, se le pide al mandatario “que gestione con las autoridades competentes la caracterización actualizada del agua subterránea del valle de Atemajac, particularmente los acuíferos que están bajo la influencia del bosque La Primavera”; que “gestione con las autoridades competentes identificar las zonas de recarga profunda de la zona conurbada y su área de influencia”, así como “la exclusión de la presión urbana y protección legal de las zonas de recarga así como el ordenamiento de sus áreas de infiltración y escurrimiento”.

Las medidas solicitadas incluyen realizar “una auditoría técnica de los pozos de extracción de agua subterránea, principalmente en los acuíferos Atemajac, Toluquilla y Tesistán”, además de “la realización de un inventario de los pozos y norias”, lo que forma parte de la tarea del mandatario de establecer “la gestión del agua subterránea como prioridad y considerar como alternativa inmediata su aprovechamiento”.

Esto debe derivar en “el establecimiento de acciones concretas para abandonar la sobreexplotación del acuífero y establecer medidas preventivas y correctivas para detener la extracción de agua contaminada”.

Cuestionan a UNOPS y Semadet

El Observatorio pide al gobierno estatal clarifique el papel de la agencia de la Naciones Unidas de la Oficina de Proyectos de Servicios (Unops, por sus siglas en inglés) en la región de los Altos de Jalisco en particular debido a su posible papel de legitimador del megaproyecto de El Zapotillo, del cual, el organismo ha recomendado cancelar el trasvase a la ciudad de León, de 120 millones de metros cúbicos anuales, por el grave riesgo que entraña para la sociedad y economía de la región alteña.

En sesión ordinaria ayer en la casa Iteso-Clavigero, destacaron “la necesidad de transparentar todos los procesos con órganos nacionales o internacionales, especialmente cualquier acción y trabajos que se realicen con el objeto de influir positivamente en la gestión integral del agua para el estado”, dice el texto.

También lamentan la respuesta “poco seria” de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) a sus recomendaciones, pese a ser la cabeza del sector agua en el estado.

Claves

Cómo funciona un acuífero

El agua subterránea nace en los bosques y en los valles con alta permeabilidad; como parte del ciclo del agua, el proceso es que cae la lluvia y se infiltra gracias a la vegetación y los suelos, hacia el subsuelo, donde forman mantos o ríos subterráneos en diversas capas de acuerdo a la profundidad. En algunos casos es agua confinada por miles de años, pero las capas superiores o someras tienen agua que entra y sale: forma manantiales que a su vez da origen a ríos y arroyos superficiales

El agua subterránea es fundamental no sólo porque suele ser de buena calidad para consumo humano y actividades económicas como la agricultura y ganadería; constituye una reserva en tiempos de escasez. Las grandes ciudades han decretado su protección para proteger su viabilidad económica, social e incluso política

La destrucción de un acuífero comienza cuando se elimina el espacio permeable con la deforestación, el pavimento y el concreto, lo que reduce la recarga y aumenta la lluvia en superficie, que suele ser causa de inundaciones y desastres

Urbanizar la superficie de acuíferos también facilita la contaminación de los mismos, en caso de “cuencas cerradas” o “endorreicas”, es decir, sin salida, como es el riesgo en el caso de El Bajío del Arenal, donde se encuentra el estadio Omnilife y la Villa Panamericana.

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