lunes, 5 de febrero de 2018

Hidroeléctrica, alto riesgo para Marismas Nacionales


Demandan cancelar proyecto de la CFE avalado por la Semarnat sobre mayor humedal del Pacífico mexicano

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

amenazadas desde hace décadas por proyectos de infraestructura. Algunos, como la construcción de la hidroeléctrica Aguamilpa, han dejado daños duraderos a sus ecosistemas. La mayor amenaza actual es la hidroeléctrica de Las Cruces, sobre el río San Pedro, que ha sido aprobada por el gobierno mexicano.

Esta semana, organizaciones de la sociedad civil, así como el Consejo Intercomunitario del Río San Pedro Mezquital, el Consejo Regional Wixárika y el Consejo Náyeri, reiteraron su petición a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) “para que cancele de forma definitiva los permisos de autorización de impacto ambiental y cambio de uso de suelo otorgados al proyecto Hidroeléctrico Las Cruces, que busca desarrollarse en el estado de Nayarit, debido al riesgo ambiental que representa para la Reserva de la Biósfera Marismas Nacionales (Sitio Ramsar de Importancia Internacional), porque viola los derechos humanos de las comunidades y pueblos indígenas que ahí se encuentran y por el interés público respecto de proteger y conservar los ecosistemas prioritarios para la biodiversidad, y necesarios por la adaptación y mitigación al cambio climático”.

En un comunicado difundido por el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), destacan que “el proyecto pretende represar el río San Pedro, único que fluye libremente al cruzar la Sierra Madre Occidental y fuente principal de agua dulce del sistema de Marismas Nacionales. Desde el 2008, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), tiene en curso este proyecto, que consiste en modificar directamente el uso de suelo de más de cinco mil hectáreas de bosques y zonas de ribera, alterar el ciclo del agua, transporte de sedimentos y ciclo del carbono” (ver MILENIO JALISCO, 9 de noviembre de 2013).

La represa del río San Pedro” ocasionará impactos sociales, toda vez que territorios, lugares sagrados, centros ceremoniales y senderos milenarios de las comunidades indígenas queden inundados, perdiendo su valor intangible para su cultura”, subrayan.

En términos de impactos ambientales, “Las Cruces representa una amenaza para Marismas Nacionales, que abarca una superficie de 134 mil hectáreas, con 20 por ciento del manglar existente en el país […] cuenta con más de 20 mil aves acuáticas, además de especies de mamíferos vulnerables o en peligro crítico como la nutria de río, el jabalí, el puma, el ocelote y el jaguar”.

El proyecto “alteraría irreversiblemente el equilibrio de las dinámicas ambientales, culturales y socioeconómicas que sustentan la cuenca, en donde se calcula que habitan más de 300 mil personas. En términos sociales, el proyecto es violatorio de los derechos a la libre determinación, autonomía, territorio e identidad cultural”.

La resolución emitida por la Semarnat en septiembre de 2014 “se otorgó sin consultar debidamente a las comunidades indígenas, a pesar de que la propia autoridad reconoce que los pueblos acceden al territorio en donde se pretende llevar a cabo el proyecto. De igual forma, la concesión para el aprovechamiento de aguas superficiales, otorgada por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) a la CFE, en noviembre del mismo año, se emitió sin considerar el uso y aprovechamiento que los pueblos indígenas realizan en dicho territorio, con subestimación de los impactos y riesgos regionales a nivel cuenca y para el ecosistema de humedales costeros, su biodiversidad, provisión de alimentos, viabilidad económica”.

MC

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