Riesgo real de daños serios al edificio, y problemas con el agua si el tren no se eleva sobre la calzada, advierte Porfirio Ruvalcaba. Pide ser escuchado por SCT y Siteur.
Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO.
El trazo de línea 3 por el centro de Guadalajara, entre el templo de San Francisco y la calzada Independencia, entraña serios riesgos: la tuneladora podría ocasionar daños severos en el templo de San Francisco, pues pasa exactamente por debajo de la torre del templo, mientras que en el paso subterráneo por la calzada, se omite el dato de que es uno de los puntos más bajos de la cuenca de Atemajac, y puede recibir hasta 300 mil litros por segundo de agua en una tormenta intensa en la cuenca.
Quien lo afirma no es un improvisado; se trata del ingeniero Porfirio Ruvalcaba Barajas, experimentado ingeniero civil con más de medio siglo de servicio que ha trabajado en el sector público, ya sea directamente, en cargos relacionados con planeación de obras hidráulicas, o como consultor para proyectos específicos.
El experto destaca que el subsuelo de la zona centro tiene muchas incógnitas. La experiencia reciente lo avala: la presencia de veneros es normal, dado que es parte baja de cuenca, esto suele ser dolor de cabeza para obras enterradas y no hay razón para pensar que no sucederá al atravesar San Francisco, y sin duda, la calzada Independencia, que es el antiguo río San Juan de Dios.
"Han dicho que la tuneladora va a pasar por abajo del templo de San Francisco, y yo de ver tanta inquietud en mi paisano, el cardenal Juan Sandoval, conseguí el plano e hice una propuesta para no pasar por abajo del templo; estoy planteando que se puede pasar por un lado, en lugar de hacer dos curvotas se hace una línea, pongo una curvita , del mismo grado que la grandota, y luego otra, y de allí nos vamos para cruzar la calzada", explica el experto a MILENIO JALISCO.
En su análisis, al pasar por López Cotilla hacia el sur se pueden marcar dos posibilidades que presentan dos claras ventajas sobre el trazo del proyecto: libran el templo de San Francisco y dejan el espacio para el colector de la calzada (ver gráfico anexo). Pero mientras la primera opción implica una elevación sobre el suelo a partir de la calle Degollado, la segunda pasa por abajo, y se deja libre una propuesta que es esencial para resolver las inundaciones sobre la propia calzada: el colector que hasta ahora sólo es proyecto.
Ruvalcaba Barajas se decanta por la opción elevada: la experiencia de obras públicas como la misma Línea 2, que se construía previo a las explosiones del sector Reforma, en el cruce de Javier Mina-Juárez con la misma calzada, entrañó serias dificultades por el desvío de los colectores y la incorporación de sifones. La recomendación es evitarlos, añade el ingeniero. El otro elemento es que se trata de una zona inundable.
"Así, si bajamos desde López Cotilla, si te vas con la tuneladora por debajo de la calzada Independencia sigues hasta la plaza de La Bandera; pero si ya te vas elevando como 5 por ciento, cuando pases los arcos de San Francisco y Degollado, ya vas elevándote, y llega un momento en que te sales a superficie y pasas holgadamente por arriba de la calzada; esa es la mejor opción si no quieren tener problemas de agua, pero claro, tendrían que sacar la tuneladora y el equipo, y seguir por arriba hacia el oriente".
El tema del agua no es menor, aclara. "Veamos el mapa de la cuenca de Atemajac, donde está asentada la ciudad; son 31,525 hectáreas para toda la ciudad, pero si nos vamos a la calzada Independencia en su cruce con Revolución, allí el agua viene toda lo del sur, claro que ya está entubado, pero recordemos que son colectores mixtos, y siempre se inunda. Yo hice un cálculo completo, son 10,927 hay de la ciudad cuya agua llega a ese punto, y nos da como 300 metros cúbicos (300 mil litros) por segundo".
El subsuelo, insiste, es impredecible. "Por ejemplo, están entubados, pero puede ser que haya infiltraciones en los colectores [...] cuando fueron hechos, se estimaba una infiltración de 55 por ciento y ahora andará en 30 por ciento; también se consideraban retornos a cinco años, y ahora debe ser a diez años, para garantizar capacidades suficientes
- ¿Entonces la preocupación del cardenal Sandoval es real, de que se venga para abajo San Francisco o al menos se dañe?
- Ah sí, si pasando lateralmente catedral, los demás templos y casas y edificios, se han registrado problemas, y es lateralmente, ahora imagínate por abajo [...] el agua hace cavernas, quiere decir que si éstas ya están abiertas, el problema puede ser a futuro; así vayan a 30 metros, si se hace una caverna, continúa, y luego se hace un derrumbe.
- Y se puede dañar la propia infraestructura del tren.
- Yo quisiera una radiografía completa para poder detectar en dónde hay cuevas; cuando se hizo el colector intermedio poniente, en Mariano de la Bárcena, hubo un momento en que no tunelaron rápido, y se empezó a hacer una caverna y empezaron las grietas en la calle; entonces tuvieron que inyectar concreto desde abajo para resanar esos huecos. El agua es un problema muy serio. Pon tú que esté ya todo urbanizado, pero puede haber infiltraciones, y puede haber corrientes.
El ingeniero Porfirio Ruvalcaba quiere dejar constancia de la advertencia. Espera que haya sensibilidad de las autoridades de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), que financian el proyecto, y del Sistema Tren Eléctrico Urbano (Siteur), que es la que la recibe y la operará. "Yo estoy dispuesto a platicar con ellos y explicarles mis datos técnicos, pero apenas hay tiempo, porque la tuneladora no se detiene; ojalá y haya esa sensibilidad", puntualiza.
Claves
Los problemas del agua subterránea
"Las fuentes de abastecimiento de agua (superficiales y subterráneas) que formaban el primer cinturón de la región hidrológica de Guadalajara sufrieron serias transformaciones, de ser ríos y manantiales abundantes, fueron reducidos a ríos de aguas negras o desaparecidas bajo la construcción de una vía pública. En cuanto a las aguas subterráneas, éstas se encuentran sobreexplotadas, no tienen la posibilidad de recargarse a causa de que muchos de sus espacios han sido pavimentados como consecuencia del crecimiento urbano, debido a la idea de que progreso es igual a calles pavimentadas", señala la investigadora Alicia Torres Rodríguez (en http://www.scielo.org.mx/pdf/rz/v34n136/v34n136a11.pdf)
Por su parte, el doctor Arturo Gleason señala que "la escasez de agua no es problema a combatir en la Zona Metropolitana de Guadalajara, sino la alteración de los ciclos del agua, debido, entre otras causas, a la deforestación y la construcción de edificios en terrenos donde hay depósitos subterráneos [...] es necesario establecer redes de monitoreo que midan el agua subterránea, en el ambiente y los escurrimientos; si no se tienen, no se puede planear, pero así se está planeando en la ZMG, y como consecuencia se afectan el medio ambiente y las finanzas públicas, además de que podrían resultar dañadas las próximas generaciones"
"La autoridad se queja de que ha habido mala planeación, pero autoriza urbanizaciones que cubren la superficie terrestre y no permiten la infiltración y la recarga acuífera, y se construyen edificios altos u horizontales, y sin ningún tipo de previsión técnica los terrenos son excavados y cimentados. Una vez terminado el edificio, muchas veces entra agua al estacionamiento donde se ensucia con el aceite de los automóviles, y esa agua que servía para consumo humano queda inservible"
En otras ocasiones "las urbanizaciones son realizadas donde se recarga el agua de lluvia, ésta deja de penetrar el subsuelo y se mezcla con aguas negras, ocasionando desequilibrio", puntualiza
La caótica urbanización de la ciudad ha generado hasta 300 puntos de inundación. La calzada Independencia, por ser zona baja de la cuenca San Juan de Dios, tiene los sitios de anegamiento más viejos y problemáticos
Parque Agua Azul, una oportunidad de restauración
Apenas en 2014, alumnos del Iteso y profesores de arquitectura de esa casa de estudios planteaban la posibilidad de que el parque Agua Azul recuperara la estampa decimonónica que emocionaba al niño Octavio Paz cuando sus tías y abuelo hablaban de sus raíces tapatías, como uno de los paseos típicos de la capital de Jalisco.
"Lo soñé como un manantial de agua pura en el centro de una espesura verde. Al oír estas dos palabras yo pensaba en una agua celeste o en un cielo acuático", señaló el premio Nobel en su texto de Al Paso, muchas décadas después.
La laguna del Agua Azul era la cabecera del río entubado que pasa por abajo de la Calzada Independiencia, fuente de dolores de cabeza constantes a los hacedores de obra en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), los acuíferos de la ciudad han sido devorados por edificios y calles que requieren de más servicios y por ende, más agua. El Proyecto de Aplicación Profesional (PAP), denominado Espacios vitales para la ciudad, puso la mira en el Parque Agua Azul, construido sobre el lago del mismo nombre por el que corría el río San Juan de Dios", señala una reseña de la presentación del plan, publicada en mayo de 2014 por Adriana López-Acosta (ver http://www.iteso.mx/web/general/detalle?group_id=1345661).
Estudiantes de Ingeniería Civil, Arquitectura e Ingeniería Ambiental, explica, "pusieron manos a la obra durante el semestre Primavera 2014 para imaginar un espacio público distinto, que integre distintas movilidades, mejore su entorno urbano y recupere el uso del agua con un sentido recreativo y social".
Margarita de Silva y Jenaro de Silva, asesores del PAP, "presentaron junto con sus alumnos los avances del proyecto ante académicos de la universidad y autoridades de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial del Gobierno del Estado de Jalisco (Semadet) y la Comisión de Planeación Urbana (Coplaur) del ayuntamiento de Guadalajara. El trabajo implicó la realización de estudios de patrimonio intangible y arquitectónico, de los que destacan la cercanía con la Concha Acústica, recién remodelada; el Teatro Experimental, el barrio de Analco, Las Nueve Esquinas y la Plaza Juárez (donde se coloca el Tianguis Cultural), entre otros espacios".
En su repaso histórico "de la densificación poblacional y el uso de suelo, detectaron que las edificaciones y los giros no coincidían con los planes parciales de desarrollo urbano, además de que la mayoría se relacionan con el sector industrial".
"En cuanto a las características de territorio, se concluyó que la zona del Parque Agua Azul es la más baja de la ciudad por el cauce natural del agua, y se realizaron mediciones mensuales y anuales de precipitación en los últimos años para poder confirmar la viabilidad de recuperación pluvial".
"La meta es recuperar la sinergia y valor natural entre la calzada González Gallo y Agua Azul, con agua por superficie que conecte los dos acuíferos y la convivencia social". El proyecto fue entregado a las autoridades, pero no ha sucedido el milagro.
SRN
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