Sin un manejo no se resolverá la polución ni el daño a la salud en torno al Río Santiago, concluye estudio técnico.
Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO.
El único modo de evitar que la cuenca de El Ahogado sea uno de los expedientes más escandalosos de contaminación ambiental con efectos directos en la salud de casi 200 mil moradores de sus orillas, es que el gobierno mexicano, a través de sus diferentes instancias y competencias, se decida a evitar que los contaminantes lleguen al agua, señala la organización ecologista Greenpeace.
Dentro de las demandas que presenta en el estudio de los contaminantes de la zona –donde la planta de tratamiento de más alta tecnología del país opera desde el año 2012-, el capítulo México de esa asociación destaca la necesidad de afrontar de modo integral, y no con costosos paliativos, el saneamiento efectivo.
"Es de sentido común que cualquier intento o esfuerzo por remediar o restaurar el ecosistema de los ríos resultará inútil mientras no sean detenidas las descargas de contaminantes", subraya el documento.
"Es imperativo un cambio estructural en materia de Ley de Aguas en México que ponga fin a la contaminación de los cuerpos de agua mediante las descargas industriales. La Iniciativa Ciudadana de Ley General de Aguas propone un modelo que garantiza el derecho humano al agua, así como principios que aseguran que la descarga de contaminantes termine: Se trata de un principio de cero descargas de aguas residuales de manera progresiva, apegarse al principio precautorio propuesto en el Convenio de Basilea, firmado por México, a un principio de transparencia y de cero impunidad para las empresas responsables de contaminar", subraya.
Esto, porque "las actuales normas en materia de descarga de sustancias tóxicas deben ser actualizadas; los límites máximos permisibles deben ser reducidos y la lista de sustancias tóxicas reguladas en México deben ser ampliadas, pues actualmente muy pocas de ellas tienen algún tipo de legislación. La Unión Europea cuenta con modelos avanzados de control de uso y liberación de emisiones contaminantes".
El Estado mexicano, las autoridades de Jalisco y el sector industrial "deben responder a las recomendaciones que el Grupo de Trabajo de Empresas y Derechos Humanos de la ONU emitirá en los próximos meses después de haber atestiguado, de primera mano, la catástrofe ecológica del río Santiago provocada por las omisiones de dichos sectores".
También "en nombre del derecho a la información, el Estado debe actualizar y publicar cuanto antes el Registro de Emisiones y Transferencias Contaminantes (RETC) que lleva tres años de retraso. Dicho registro permitiría conocer qué tipo de sustancias y en qué cantidad estaría descargando en los cuerpos de agua el sector industrial en los cuerpos de agua de Jalisco y en el resto del país".
Más grave aún es la deuda de las autoridades de Salud estatales y federales con las poblaciones afectadas por los contaminantes en el río. "Exigimos a las autoridades de Jalisco cumplir su promesa y realizar y publicar los estudios epidemiológicos anunciados el pasado 4 de septiembre por la Secretaría de Gobierno. La carga de la prueba de enfermedades no puede recaer sobre las poblaciones afectadas sino que es responsabilidad del Estado y la industria atender esta demanda social", reiteran.
La "solución ambiental" de una planta de tratamiento que opera con recursos de los ciudadanos (20 por ciento de las cuotas de agua van a saneamiento) revela sus límites. Porque tratar aguas con residuos domésticos y municipales es tarea menor frente a la diversa contaminación de las industrias; los resultados aportados por el estudio demuestran que el problema no se puede resolver simplemente con tratamiento de aguas negras y con el control de metales emitidos por actividades fabriles.
Claves
Análisis a detalle
• Cómo se hizo el estudio. Greenpeace México acudió en enero de 2016 a la zona y tomó una serie de muestras de aguas residuales provenientes de cuatro sitios: la descargas de aguas tratadas de la planta de El Ahogado y dos muestras de sedimentos asociados; además, "tomó muestras de un cárcamo ubicado a unos 300 metros de la planta y a unos 653 metros del tubo de descarga". El análisis se hizo en los laboratorios de investigación de la Escuela de Biociencias de la Universidad de Exeter, en Reino Unido.
• ¿Qué se halló en cada sitio de muestra? 30 compuestos aislados en el agua y 225 en el sedimento de dos sitios de colecta atrás de la planta de tratamiento; 101 en el agua de descarga de la planta; 178 en el sedimento a 300 metros de la descarga y 147 en el sedimento a 653 metros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario