martes, 12 de abril de 2016

Buscan rescatar el proyecto ambiental de laguna Atotonilco



El centro de educación y turismo ambiental está a punto de perder su financiamiento por Semadet, debido a conflictos ejidales internos.

Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO. 

Un proyecto cuya inversión apenas se acerca a 400 mil pesos, pero que es la base para detonar la etapa más ambiciosa de la preservación de la laguna de Atotonilco o Villa Corona, como sitio Ramsar - es decir, humedal prioritario internacional según la convención de Naciones Unidas en el tema-, se encuentra en riesgo de quedarse sin financiamiento.

Se trata de la construcción del Centro de educación y turismo ambiental denominado “Espátula Rosada”, trabajo impulsado por la organización social GeoAlternativa en conjunción con una mayoría de ejidatarios de Villa Corona. La difícil gestión de los dineros se topó en febrero pasado con resistencias internas en el propio núcleo agrario, pero ha llamado la atención de la presidencia municipal, que ha volteado al asunto y espera gestionar ante la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) que los fondos no sean retirados.

“A pesar de haber logrado, después de casi un año de gestión y trabajo, obtener dinero para construir el Centro Espátula Rosada, fue necesario su devolución debido a que en la primera reunión de asamblea después del cambio de administración ejidal […] algunos actores bloquearon el proceso, esto después de haber votado los 80 ejidatarios asistentes la tercera vez en favor de la realización del proyecto, quedando esta reunión sin conclusión oficial, pero sí truncando la ejecución del mismo”, resume Silvana Marisa Ibarra Madrigal, la vicepresidente de GeoAlternativa, y el agente activo de la organización en la zona.

“Ya en 2012, al cabo de las reuniones y la elaboración de planes de trabajo, nació la necesidad de generar un movimiento continuo y a nivel cuenca hídrica, que lograría la rehabilitación de la laguna, que se había venido secando cada año desde 1991 con toda la pobreza que ello trajo, a este movimiento se le llamó Guardianes de la Laguna, con ello volvería la vida de las localidades principalmente de Villa Corona y Atotonilco el Bajo; se revertiría el proceso de desertificación de la laguna, los pescadores podrían volver a su actividad tradicional, dejar los empleos mal pagados, se desarrollarían actividades turísticas y productivas que fomentarían el desarrollo económico de forma sostenible a través de la apropiación de la comunidad”, refiere en un artículo de experiencia que será próximamente publicado.

De acuerdo a testimonios recabados por MILENIO JALISCO en la zona, si bien había consenso sobre la aceptación del proyecto, muchos campesinos se mostraban indiferentes a la posibilidad de operarlo, lo cual es parte del compromiso que asumen con la Semadet y GeoAlternativa.

“Sí nos interesa la inversión, pero no puedo asegurar que se pueda tener gente para atenderlo siempre”, señaló un líder local, escéptico ante la posibilidad de que el centro fuera la base de una empresa social que generara empleos y recursos a la comunidad agraria.

No obstante el pesimismo y la pasividad, los resultados de la gestión que se ha realizado en la zona para cumplir los requisitos de sitio Ramsar no son menores, entre lo que destaca la constitución de un grupo local de vigilancia e inspección denominado Guardianes de la Laguna:
El informe de GeoAlternativa lo detalla bajo el subtítulo de “gestión para la rehabilitación hídrica”, tema que considera “el principal motor y eje transversal de la colaboración de Guardianes de la Laguna […] se trataba de analizar el territorio de la cuenca, con Sistemas de Información Geográfica y caracterización in situ del área natural, identificar puntos clave que impidan la llegada del agua al humedal, luego gestionar oficialmente el que diversos actores, como las Unidades de Riego, los ejidos o las industrias que se encuentran en la subcuenca, manejen los ríos, presas, el riego, de forma que permitan el paso de agua en buena cantidad y calidad para la salud ambiental de sitio Ramsar Laguna de Atotonilco”.

Del mismo modo, “la rehabilitación hídrica requiere acción interinstitucional del poder ejecutivo para la gestión de permisos, recursos económicos para la limpieza de ríos, para la renta y operación de maquinaria”. Entre los logros desde 2011, se reportan quince kilómetros de canales rehabilitados, un convenio firmado con la Unidad de Riego de Acatlán de Juárez, la gestión, “a un paso de ser lograda”, para la conformación de la Comisión de Cuenca Laguna de San Marcos-Villa Corona; la realización de tres monitoreos de la fluctuación del nivel de agua de la laguna, con aspectos como profundidad, turbidez y superficie ocupada por el agua, y la caracterización y diagnóstico ambiental de los tres afluentes del embalse natural.

Atotonilco siempre se seca…. Pero en 2015 esa historia por primera ocasión en mucho tiempo, quedó atrás. El año completo, incluido el momento más extremo de la sequía, hubo agua en la zona central de la laguna. Para la ONG y los pobladores comprometidos con el asunto, se trata de un gran logro, y por ello, el centro ambiental podría tener una fuerte carga simbólica: el compromiso comunitario de preservación, algo que exige la norma de Ramsar para que lagos, lagunas y humedales permanezcan en sus listados. Es por eso que el asunto se debate ante la Semadet: GeoAlternativa, Guardianes de la Laguna, una mayoría de ejidatarios y el gobierno municipal de Villa Corona no quieren que sea una oportunidad perdida.

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