Se defiende Ricardo Santa Cruz, ante críticas al “nuevo Cancún”. Problema interno del ejido, “causa” de las denuncias de propiedad, señala
Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO
El empresario Ricardo Santa Cruz Dahoney, director del megaproyecto de Chalacatepec —o “nuevo Cancún”— y socio de Rasaland, asegura que los terrenos que se adquirieron en el predio Param-Chola no tienen problema jurídico de ningún tipo y además no hay relación con la compra que el gobierno federal hizo a la familia Arias García en 1994.
En entrevista con este diario, atribuye las inconformidades en “algunas personas” del núcleo agrario al problema añejo de las posesiones en pequeña propiedad que se tienen allí; hay un grupo de campesinos que recibieron pago de Rasaland por sus posesiones frente al mar, considerando que eran sólo posesionarios; otro grupo tiene parcelas contiguas pero no se les compraron sus predios y además tienen la precariedad de la posesión, lo que motiva sus quejas”, argumenta Santa Cruz.
“Si estuviéramos preocupados, pondríamos allí policías privados para impedir el paso, pero está todo libre porque sabemos que compramos bien; antes de decidirnos, estudiamos el asunto por más de seis meses, y es una inversión sólida”, enfatiza.
A su juicio, el amparo 2130/965, toca 2446/966, a favor de los propietarios, confirmado por la Suprema Corte en 1971, rinde efectos para toda la zona, aunque no supo explicar por qué si se amparan en la resolución terrenos por 592 hectáreas, resulta que el predio Param-Chola es de más de tres mil ha, de las cuales él posee ya 1,200 (Público, 15 de febrero de 2010). El predio de los Arias García que adquirió el gobierno es de 600 ha, lo que cubriría sobradamente la superficie señalada en el amparo. Parte de esa propiedad es la ubicación de la aeropista.
De ese total del proyecto Chalacatepec, mil ha fueron posesión del ejido Morelos y 200 fueron adquiridas de posesionarios del ejido Campo Acosta, donde también se da el problema de posesiones precarias sobre pequeña propiedad.
“Me parece correcto que se escuche a todas las partes, lo que ya no me parece es que se digan datos falsos, como eso de que se compraron terrenos con bosques y selvas […] es mentira, basta que visiten la costa, son sólo tierras agrícolas completamente desmontadas”, critica el estudio realizado por el Instituto de Derecho Ambiental (Idea), difundido ayer en las páginas de este diario, donde se menciona ese dato.
También considera absurdo que Idea pretenda denunciar la violación de dos sitios Ramsar ante la convención internacional que las regula: “¿Qué van a denunciar, cómo van a acreditar un daño si no se ha intervenido la propiedad?”. Insiste en que la calidad ambiental y social del megaproyecto Chalacatepec será muy superior cuando se haga el proyecto. “Pero hay que asumir que debemos luchar contra el prejuicio de lo que se ha hecho antes en las zonas turísticas del país, donde hay abusos y desplazamientos de poblaciones”.
Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO
El empresario Ricardo Santa Cruz Dahoney, director del megaproyecto de Chalacatepec —o “nuevo Cancún”— y socio de Rasaland, asegura que los terrenos que se adquirieron en el predio Param-Chola no tienen problema jurídico de ningún tipo y además no hay relación con la compra que el gobierno federal hizo a la familia Arias García en 1994.
En entrevista con este diario, atribuye las inconformidades en “algunas personas” del núcleo agrario al problema añejo de las posesiones en pequeña propiedad que se tienen allí; hay un grupo de campesinos que recibieron pago de Rasaland por sus posesiones frente al mar, considerando que eran sólo posesionarios; otro grupo tiene parcelas contiguas pero no se les compraron sus predios y además tienen la precariedad de la posesión, lo que motiva sus quejas”, argumenta Santa Cruz.
“Si estuviéramos preocupados, pondríamos allí policías privados para impedir el paso, pero está todo libre porque sabemos que compramos bien; antes de decidirnos, estudiamos el asunto por más de seis meses, y es una inversión sólida”, enfatiza.
A su juicio, el amparo 2130/965, toca 2446/966, a favor de los propietarios, confirmado por la Suprema Corte en 1971, rinde efectos para toda la zona, aunque no supo explicar por qué si se amparan en la resolución terrenos por 592 hectáreas, resulta que el predio Param-Chola es de más de tres mil ha, de las cuales él posee ya 1,200 (Público, 15 de febrero de 2010). El predio de los Arias García que adquirió el gobierno es de 600 ha, lo que cubriría sobradamente la superficie señalada en el amparo. Parte de esa propiedad es la ubicación de la aeropista.
De ese total del proyecto Chalacatepec, mil ha fueron posesión del ejido Morelos y 200 fueron adquiridas de posesionarios del ejido Campo Acosta, donde también se da el problema de posesiones precarias sobre pequeña propiedad.
“Me parece correcto que se escuche a todas las partes, lo que ya no me parece es que se digan datos falsos, como eso de que se compraron terrenos con bosques y selvas […] es mentira, basta que visiten la costa, son sólo tierras agrícolas completamente desmontadas”, critica el estudio realizado por el Instituto de Derecho Ambiental (Idea), difundido ayer en las páginas de este diario, donde se menciona ese dato.
También considera absurdo que Idea pretenda denunciar la violación de dos sitios Ramsar ante la convención internacional que las regula: “¿Qué van a denunciar, cómo van a acreditar un daño si no se ha intervenido la propiedad?”. Insiste en que la calidad ambiental y social del megaproyecto Chalacatepec será muy superior cuando se haga el proyecto. “Pero hay que asumir que debemos luchar contra el prejuicio de lo que se ha hecho antes en las zonas turísticas del país, donde hay abusos y desplazamientos de poblaciones”.
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