miércoles, 29 de julio de 2009

Nevado de fiesta; culmina lucha de una década


En 1999 comenzó la defensa de bosques de niebla y de oyamel; nueva área protegida estatal fue ayer reconocida en ceremonia oficial.

Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO

La protección del bosque de niebla del Nevado de Colima es el fruto de diez años de esfuerzo de ecologistas, sociedad civil, servidores públicos y académicos del sur de Jalisco y de Guadalajara, reconoció ayer el primer director del recién creado parque ecológico estatal, José Villa Castillo.

En el festejo oficial por la elevación de estas florestas a categoría de protección, Villa Castillo fue presentado como responsable de la gestión y el manejo del parque, lo cual se suma a su cargo como director del parque nacional, enclavado en la parte alta de la montaña y que se decretó desde 1936.

“Es un reto que arrancó desde 1999, en que muchos exigimos un manejo adecuado de estos bosques que eran devastados por los madereros […] ahora debemos bajar a la sociedad en general la información sobre la importancia de estos bosques mesófilos, que dan servicios ambientales muy valiosos y generan una serie de oportunidades muy importantes para sus dueños, particulares y ejidos de la zona”, destacó en entrevista telefónica con este diario.

El acto oficial se realizó al mediodía en la cañada de El Borbollón, en Zapotitlán de Vadillo. Acudieron los dueños de buena parte de esos bosques, la familia Schulte de Colima, así como los miembros de los comisariados ejidales de Zapotitlán de Vadillo y San José del Carmen, quienes se mostraron complacidos. La ceremonia fue presidida por la secretaria de Medio Ambiente de Jalisco, Martha Ruth del Toro Gaytán, y el comisionado nacional de Áreas Naturales Protegidas, Ernesto Enkerlin Hoeflich.

Durante el acto, el delegado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en Jalisco, José de Jesús Álvarez Carrillo, mostró una compilación periodística de la lucha de los ambientalistas por preservar estos bosques umbrosos y los rodales de oyamel contiguos, en la parte norte de este volcán extinto, a partir de los años 1999 y 2000 (Público, 17 de diciembre de 1999 y 31 de julio de 2000).

“En estos nueve años hubo un trabajo contundente, que si bien, no evita que siga habiendo intereses que desean aprovechar la madera, tienen el escollo de una legislación que sirve de blindaje, pues la Ley Forestal señala que los bosques mesófilos son zonas de conservación con aprovechamientos muy restringidos”, añadió.

Indicó que en los cuatro polígonos protegidos se deberá tender hacia el pago por servicios ambientales, dado que está demostrado que esos bosques son los que más recargan agua.

“Hay oportunidades por el lado de las Umas [unidades de manejo y conservación de vida silvestre] sobre todo en relación con planas medicinales o el ecoturismo, y generar hacia el valle de Zapotlán la claridad de los servicios que recibe, sobre todo en agua y suelo, de la montaña, para que apoye a su conservación”, añadió Villa Castillo.

El Nevado está de fiesta y corona 10 años de lucha por los bosques mesófilos, el reto es generar un proceso de sustentabilidad en toda la montaña, y erradicar usos peligrosos, como la invasión de huertos de aguacate que empieza a registrarse.

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