lunes, 19 de octubre de 2009

2010, mal año en gasto público para los bosques


Reducen presupuesto ambiental en 14.3 por ciento y 12 por ciento el de la Conafor; ONG critica que se invierta menos en generar procesos silvícolas modernos.

Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO. Edición del 18 de octubre de 2009

Mal año pinta para el sector ambiental en 2010, debido a la crisis que afecta los ingresos gubernamentales. Según el planteamiento de egresos que el Ejecutivo federal ha enviado al Congreso de la Unión, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) tendrá un presupuesto de 40,500 millones de pesos (mdp), contra 47,200 mdp que ejerce este año, una drástica reducción de 14.3 por ciento.

No será mejor el panorama para la Comisión Nacional Forestal, incluida dentro de ese segmento del gasto: pasará de 5,720 mdp a 5,034 millones, apunta un análisis del Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS). “El proyecto de presupuesto para el próximo ejercicio fiscal está basado en una reducción estimada del 6.8 por ciento del Producto Interno Bruto en 2009 como resultado de la crisis económica. Ante este panorama, la SHCP establece que es imperativa una agenda de reformas para impulsar la competitividad y el crecimiento, donde se incluyen el mejoramiento del marco institucional y el estímulo a los sectores intensivos en mano de obra que de forma regional pueden tener mayor impacto en el empleo y el abatimiento de la pobreza”, refiere.

Por otro lado, “la reducción en el presupuesto para la Conafor viene acompañada de algunos cambios en la distribución de los recursos que reducen el impulso a la producción forestal sustentable y mantienen el acento de la política forestal en la protección y conservación de los bosques, soportada por subsidios que muy poco contribuyen a la construcción de capacidades para lograr la sustentabilidad en las regiones rurales y que, por el contrario, contribuyen a generar relaciones de dependencia”.

Así, los cambios proyectados más importantes al presupuesto, serían: la reducción de 15.3 por ciento para acciones de reforestación y restauración; la reducción de 58.6 por ciento en el presupuesto para el Programa de Plantaciones Forestales Comerciales (Prodeplan); la asignación de 26.1 por ciento menos recursos para el manejo de los bosques naturales, dada por un incremento de 240 mdp al Programa producción y la productividad de los Ecosistemas Forestales de manera sustentable (Procymaf) y una reducción de 445.6 millones al Programa de Desarrollo Forestal (Prodefor); el incremento de 7 por ciento para la prevención y combate de incendios, y el incremento de 8.1 por ciento a los susidios del renglón de pago por servicios ambientales, dado por una reducción de 99 mdp para el Programa de Servicios Ambientales por captura de carbono, biodiversidad y sistemas agroforestales (Cabsa) y un incremento de 162.1 millones para el Programa de Pago por Servicios Ambientales Hidrológicos.

En el análisis de la propuesta “llama la atención que en estos momentos en que la crisis económica golpea duramente al sector productivo forestal, causando desempleo en las regiones rurales, el presupuesto se recorte en los renglones destinados a apoyar la competitividad y en cambio se incrementen los renglones destinados al pago de servicios ambientales, que no contribuyen al objetivo de reactivar la producción maderable y el acceso de los productores nacionales al mercado”, subraya.

Previene contra el conservacionismo
Uno de los aspectos medulares que debería sostener el presupuesto público es el impulso a las actividades silvícolas sostenibles, las cuales son la forma correcta y eficiente de garantizar la conservación de bosques, que se destruyen a un ritmo mundial de 1.1 por ciento anual, según el más reciente análisis del Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible.

“La oportunidad de aprovechar los recursos maderables y no maderables para generar ingresos, constituye un poderoso incentivo para que los dueños de terrenos conserven sus bosques, por lo que reducir los recursos para la productividad y competitividad forestales podría derivar en un impulso al cambio de uso de suelo, con la consecuente degradación de los ecosistemas, la biodiversidad y los servicios ambientales que prestan”, destaca.

En los últimos tres años “el presupuesto federal ha puesto un fuerte énfasis en la protección, conservación y restauración de los ecosistemas forestales a pesar del creciente déficit de materias primas forestales del país que en 2008 generó un déficit de seis mil millones de dólares”.

Según el Programa Estratégico Forestal 2025, en México existen 21.6 millones de hectáreas con potencial comercial maderable, de las cuales sólo 6.1 millones cuentan con autorización para hacerlo. “Reducir el presupuesto asignado para el Programa de Desarrollo Forestal (Prodefor), en un momento en que la producción maderable está cayendo como consecuencia de la crisis y se están perdiendo empleos, sin duda tendrá efectos directos en las economías regionales de los principales estados productores y [...] sobre las inversiones que los productores hacen en la conservación”.
Una alternativa a esto habían sido las plantaciones forestales comerciales, pero “la reducción de 58.6 por ciento en el presupuesto destinado a plantaciones parece estar relacionado con los problemas de los últimos años para la aplicación de los recursos [...]”.

Por otro lado, “la madera producida en plantaciones comerciales desplaza del mercado a la producción de bosques naturales debido a sus bajos costos, con lo cual, tienen un efecto negativo sobre el mantenimiento de los bosques naturales al restarles valor económico”.

Desde esta perspectiva, “la reducción de los recursos destinados a plantaciones puede resultar benéfica en el largo plazo para los productores de madera de bosques naturales manejados”, puntualiza.

No hay comentarios: