domingo, 25 de octubre de 2009

Un nuevo desarrollo opone a Autlán y UdeG


La casa de estudios adeuda al municipio seis millones de pesos por agua. Ediles consideran caro y difícil de dotar de servicios al predio Las Anonas. Rector señala que es un terreno urbano bien ubicado, que se pagó barato.


Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO. Edición del 23 de octubre de 2009

.
Gráfico: Público El desarrollo de la tercera etapa del complejo del Centro Universitario de la Costa Sur (CUCSur), de la Universidad de Guadalajara (UdeG), ha detonado un conflicto entre la administración municipal panista de Autlán y la casa de estudios.

Las causas, más allá de diferencias ideológicas, son la compra por la UdeG de un predio propiedad de la familia Godoy Pelayo, a las afueras de la zona urbana, por 28 millones de pesos, para edificar allí el proyecto, además de la omisión del pago de cuotas de agua de los planteles escolares por seis millones de pesos.

Con todo y la presión de una marcha estudiantil durante la pasada semana, los regidores se mostraban reacios a conceder el cambio de uso de suelo para la zona, conocida como Las Anonas, pero la noche del pasado 21 de octubre se otorgó la autorización, en sesión del ayuntamiento, condicionada a que las futuras obras de dotación de agua sean cofinanciadas por la institución académica.

El caso es que en donde los ediles ven un predio rústico con escasa disponibilidad de servicios y, por tanto, de valor considerablemente inferior al pagado, tanto el rector del centro, Enrique Solórzano Carrillo, como el anterior codueño, Alonso Godoy Pelayo (quien se desempeña actualmente como titular de la Auditoría Superior del Estado de Jalisco), destacan que se ubica frente a una avenida con camellón por donde pasan cableado de energía eléctrica, líneas de agua y drenaje; “445 pesos por metro cuadrado es incluso más bajo de su valor real”, coinciden, en entrevistas por separado con Público.

Las Anonas, de 6.2 hectáreas, fue adquirido por la UdeG a tres hermanos Godoy Pelayo, como fruto de tres años de negociaciones. La escritura pública 12,947 del notario 1 de Autlán, Cresencio Uribe García, fechada el 15 de enero de 2009, está firmada por los codueños y por el rector de la UdeG, Marco Antonio Cortés Guardado, y el secretario general, José Alfredo Peña Ramos. Allí se acuerda pagar primero diez millones de pesos, y 18 millones de pesos al mes siguiente (15 de febrero). El documento reconoce un valor catastral de 344,499 pesos, con base en el cual se tributó el impuesto de transmisiones patrimoniales al ayuntamiento.

“Yo no estuve en las negociaciones, de eso se encargó un hermano; nosotros no pedimos que nos compraran, teníamos cierto recelo, pues es una propiedad familiar que recibimos por herencia y que ha estado casi 80 años en la familia […] El precio es incluso menor al de propiedades vecinas, no hay nada irregular: está en la mancha urbana de Autlán, como se puede ver en un mapa [ver gráfico anexo]”, se limitó a señalar Godoy Pelayo.

El rector del centro, Solórzano Carrillo, confirmó que no negociaron nada con el auditor superior del estado, y defendió la adquisición: “Es un espacio cercano, ubicado a cuatro minutos del centro universitario; tiene un frente amplio con una avenida y tiene acceso a los servicios; yo creo que incluso lo pagamos 10 por ciento por debajo de su valor real”.

La Universidad realizará allí el proyecto CUCSur III y ya tiene quince millones de pesos para arrancar.

Solórzano Carrillo destacó la importancia que ha adquirido para ese municipio la ubicación de instalaciones universitarias: “Hay tres mil estudiantes, de los cuales 80 por ciento viene de fuera, y dejan una derrama anual de 240 millones de pesos, pues provienen de 63 municipios, cuatro estados de la república y seis países”.

Invertir en educación es una apuesta por Autlán, “y el ayuntamiento debe tener la visión para asumirlo así […] Este proyecto incluye el reciclaje de 70 por ciento del agua que se use, y ahorro de energía, pues se va a generar un esquema completamente ecológico”. Hay un problema con el agua, pero se debe mejorar su gestión para que no se frene el verdadero desarrollo, añadió.

El funcionario admitió el adeudo por agua, que según el municipio es de hasta seis millones de pesos. “Estamos abiertos a acordar un esquema de pago; lo que no se puede es que de repente nos quieran cobrar todo cuando estamos en el final del año; debemos proyectarlo en el próximo presupuesto”, puntualizó Solórzano Carrillo.

Datos de la operación

La Universidad de Guadalajara buscaba desde 2007 un predio para desarrollar CUCSur III, donde se pretende establecer las nuevas carreras, según un plan maestro que incluye aulas, un laboratorio biotecnológico, una biblioteca virtual y un museo, entre otros componentes.

Desde ese entonces, se reparó en Las Anonas, según el rector Enrique Solórzano, por su cercanía al centro universitario actual y su disponibilidad de espacio para albergar hasta mil alumnos, en un desarrollo que demorará hasta seis años en concluirse.

La compra de Las Anonas fue pactada con los propietarios por 28 millones de pesos. No obstante, algunos regidores, como Juan José Castillo Brambila, objetaron la compra; el edil puso como ejemplo sus propios predios, “mejor ubicados y más baratos”, en una reunión con el rector del CUCSur.

Con la concesión del cambio de uso de suelo al predio en cuestión, la zona ya es parte de la zona urbana, aunque, según sus antiguos dueños, ya estaba prevista para desarrollo en el plan parcial de desarrollo urbano en vigor.

No hay comentarios: