sábado, 31 de octubre de 2009

El gobierno exagera la crisis de agua de la ZMG


La estadística y la ciencia demuestran que el lago siempre ha sido errático, pero que, en sus peores momentos, no dejó de proveer agua a la ciudad, pues ésta le extrae apenas 17 cm por año


Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO

Sí está en puerta una nueva crisis de agua, pero ni el lago de Chapala va a desaparecer, ni hay, en el mediano plazo, riesgo de que la zona metropolitana de Guadalajara deje de recibir su cuota del recurso a que tiene derecho conforme a la Ley de Aguas Nacionales.

Contra el discurso intranquilizador del gobierno de Jalisco, que habla de un inminente fin de las reservas del líquido en el mayor lago del país y la pesadilla de una ciudad sin agua, la historia documentada de Guadalajara desde que toma agua del embalse natural, a partir de los años cincuenta del siglo XX, demuestra que éste ha sido su medio más seguro de proveerse el recurso natural esencial, con todo y las crisis cíclicas —normales desde un punto de vista natural— que llevaron a Chapala a bajar, en 2001, a su peor nivel desde 1955 (apenas 17 por ciento de su capacidad).

No obstante, el gobernador Emilio González Márquez reiteró ayer el escenario dramático, a la par que defendió el proyecto de Arcediano, cuya cortina ya no se construirá, en el mediano plazo. En entrevista en Puerto Vallarta con los medios, destacó: “Primero, desde 1991 no se le lleva un litro adicional de agua a Guadalajara, como no sea de las fuentes que ya existían […] al terminar este año Chapala habrá perdido un metro de su aforo, en comparación con la misma fecha del año anterior. De continuar esta tendencia, muy probablemente ocasionada por estos cambios en el clima en el mundo, y de continuarse dos o tres años, tan malos para Chapala como éste, estaríamos en riesgo de que la ciudad de Guadalajara se quede sin la principal fuente de abastecimiento de agua potable”.

Añadió que dos terceras partes de la ciudad se surten de Chapala; “por lo tanto, hemos reconsiderado la estrategia […] el proyecto de Arcediano es viable, técnicamente conveniente; sin embargo, requiere de una cantidad de tiempo muy amplia para su ejecución; la construcción de Arcediano, como se había venido planteando, requeriría por lo menos de cinco años para poder suministrar agua […] yo no estoy seguro que en cinco años Chapala esté en posibilidad de seguir aportando agua a la ciudad de Guadalajara”.

Por ello, se busca a más tardar en tres años agua del río Verde, pero “sigue Arcediano, sigue el sistema Arcediano, hay recurso presupuestal para el próximo año en Arcediano”, insistió, pese a que el director de la Comisión Nacional del Agua (CNA), José Luis Luege Tamargo, el día anterior lo enterró completo, a excepción del nombre, y por conveniencia de ahorrar el trámite de los subsidios (Público, 30 de octubre de 2009).

Desfile de medias verdades
Primero, lo obvio: Chapala puede proveer, de acuerdo con la concesión que tiene la zona metropolitana, hasta 240 millones de metros cúbicos (m3) anuales a la ciudad. Esta cuota nunca la ha cubierto al tope el Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), ni en los peores tiempos de existencias en el embalse.

Una razón es que la infraestructura existente sólo puede transportar 5.5 m3 por segundo por el acueducto Chapala-Guadalajara, pues requiere obras adicionales para funcionar a su máxima capacidad. La otra es que un promedio de 190 millones de m3 anuales ha sido suficiente para que la ciudad resuelva sus necesidades, pues la amplia infraestructura de pozos, los afloramientos naturales —como Los Colomos— y la presa Calderón han provisto el gasto restante.

Por si fuera poco, en 2005 se incorporó una nueva fuente de abastecimiento: el sistema de pozos del valle de Toluquilla, gracias a una planta potabilizadora con tecnología de punta, única en América, que puede proveer arriba de mil litros por segundo, lo cual desmiente al gobernador respecto a la falta de nuevas fuentes de abastecimiento.

Tras estos datos, los detalles sobre la verdadera naturaleza del problema de Chapala: lo que Guadalajara le extrae al lago ronda 17 centímetros de su nivel. No es la ciudad el mayor problema del embalse, sino el agua retenida en usos agrícolas en la cuenca del Lerma, como lo establece claramente el esquema de reparto de agua que se hace cada ciclo: mientras a Guadalajara se le dejan sus 240 millones de m3, los usos agrícolas se llevan entre 2,100 y tres mil millones de m3, según lo que hayan captado las presas.

Respecto a la evaporación, cuyo nivel anual impresionó al mandatario, ha sido siempre un proceso natural que genera efectos benéficos sobre el clima y los hábitat contiguos. La pérdida de entre un metro y metro y medio de nivel por este motivo es el ritmo normal del lago, según las mediciones de la Comisión Nacional del Agua. Mientras más extendido está el espejo de agua, este gran lago somero (de baja profundidad) tiende a evaporar más.

Esta evidencia, para quienes ven el agua como un recurso exclusivamente económico, es un derroche de la naturaleza que debería ser corregido… desecando la parte menos profunda del embalse.

Es decir, sea o no por el cambio climático —que además es un proceso natural exacerbado hoy por factores humanos—, Chapala siempre ha sido un cuerpo de agua inestable en una cuenca con lluvias erráticas. El descubrimiento de los restos de un gonfoterio —elefante prehistórico— en el interior del lago, a finales de los años noventa (hoy expuesto en el Museo de Paleontología de Guadalajara), demuestra para la historia natural que vastas extensiones del gran lago llegaron a reducirse a pantano en su larga historia geológica.

En resumen: Chapala no desaparecerá en cuatro años, aunque la crisis reducirá el agua disponible, como ocurrió entre 1999 y 2002, en que hubo tandeos o cortes parciales de suministro en un tercio de la mancha urbana; sin embargo, no llegará la pesadilla de una ciudad sin agua a que apela el gobernador en su discurso, buscando nuevas obras en el corto plazo.

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Mitos y datos científicos sobre Chapala

¿El lago corre peligro de secarse? Sin duda, sucederá dentro de su largo proceso de historia natural, extendido ya por 40 millones de años. Mientras tanto, continuará como vaso regulador de una gran cuenca hidrológica mexicana, la del Lerma-Santiago, con lluvias erráticas y escasez frecuente de agua, y afectada por varias presiones productivas

¿Qué tanto incide la presión humana? En definitiva, el hombre ejerce una presión que ha sido importante para que baje el recurso hídrico. De hecho, la demanda de agua para uso doméstico, agrícola o industrial en la cuenca habla de una sobreexplotación en los últimos 30 años, lo que ha obligado a instaurar una veda para las nuevas autorizaciones

¿De qué depende que permanezca lleno? Esencialmente, de factores meteorológicos. Una buena precipitación en la cuenca del Lerma incide en una recuperación de niveles del lago. La estadística de la CNA dice que, en 109 años, Chapala creció más de cinco metros de su nivel de agua, de un ciclo a otro, sólo en el temporal de 1958. Más de tres metros en cuatro ocasiones (1926, 1935, 1941 y 1955); más de dos metros en trece; más de un metro en 51 y menos de un metro en 39 anualidades

¿Qué daños provoca el hombre? La cuenca está saturada por la demanda de agua subterránea y superficial. La deforestación es un proceso crónico avanzado que ha alterado condiciones climáticas y propiciado menor recarga de agua. Hay un efecto decisivo del hombre en la calidad del agua, en la destrucción de especies y en la degradación ecológica

¿El agua urbana para la ZMG y el DF causan su escasez? Ambas ciudades extraen de la cuenca alrededor de 600 millones de m3. Como efecto, es significativo en las microcuencas: parte de los manantiales de las faldas del Nevado de Toluca se han secado. Pero es sólo 8 por ciento de las extracciones en la cuenca.

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No es la primera gran escasez

La última crisis en la ciudad y cómo se resolvió

En septiembre de 2002, tras dos años de cortes del suministro de agua en algunas áreas de la ciudad, debido al bajo nivel de la presa Calderón y a la crisis más grave del lago de Chapala en 50 años, el SIAPA anunció el final del problema aun si se prolongaba la sequía en la región. Se habían vivido problemas serios, pero lejos de que se terminara el agua en las redes de la metrópoli.

La causa: las obras de mejoramiento realizadas durante el año previo, así como otro paquete que se ejecutaría en los meses siguientes, garantizarían sostener el suministro a toda la población.

Los tandeos o cortes del suministro de agua potable afectaron unas 500 colonias de la zona metropolitana. La suspensión de las restricciones a la distribución de agua se debió, según informaba el organismo operador, a las siguientes medidas exitosas: 1) se logró aprovechar agua pluvial a través del canal Atequiza-Las Pintas, el viejo acueducto Chapala-Guadalajara; 2) una sensible recuperación en los niveles de la presa Elías González Chávez, cuya aportación creció de 250 litros por segundo (lts/s) a 750 lts/s; 3) con los trabajos de rehabilitación se lograron extraer 400 lts/s extra de 85 pozos profundos; 4) con el programa de regulación de la presión del agua en la red (sobre todo por las noches) se recuperó otro caudal de 350 lts/s.
En resumen, “se han podido meter al menos 1,250 lts/s extra, lo que incrementa la oferta de agua en la ZMG a 9.25 metros cúbicos por segundo y justifica eliminar la reducción del suministro que padecía casi la mitad de los moradores de la ciudad desde 2001 […]”, informaba el alcalde de Tlaquepaque, Antonio Álvarez, presidente del Consejo de Administración del SIAPA.

¿Cómo garantizaban que no habría problemas futuros serios? Estableciendo nuevos tanques de almacenamiento con una capacidad de 60 mil metros cúbicos (m3), interconectar acueductos, rehabilitar o perforar otros 70 pozos profundos, hacer una planta potabilizadora en Toluquilla y garantizar el perfecto estado de las plantas de bombeo de Ocotlán y Chapala. Todo eso se cumplió. La potabilizadora de Toluquilla, por ejemplo, puede generar hasta mil litros por segundo.

También se esperaba la reducción de consumo por habitante, que es un paso a crear “la cultura del agua”. Eso sigue pendiente, y por eso se hacen nuevas presas para esta ciudad.

La CNA expide acta de defunción para Arcediano


Nueva presa le sustituirá; se hará en el río Verde y será derivadora y, por tanto, mucho más pequeña ; Falta de dinero, la causa; nuevo embalse recupera el sistema de Cosío.

Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO. Edición del 30 de octubre de 2009


El director de la Comisión Nacional del Agua (CNA), José Luis Luege Tamargo, emitió ayer al mediodía, en Puerto Vallarta, el acta de defunción del proyecto de la presa Arcediano, tras ocho años y 700 millones de pesos de inversión en estudios, proyectos e indemnizaciones, debido al elevado costo de su construcción: quince mil millones de pesos.

En su lugar, se hará una presa derivadora sobre el río Verde, de 40 millones de metros cúbicos de capacidad (equivalente apenas a 9 por ciento de la obra cancelada), que manejará las aguas provenientes de los embalses de El Zapotillo y El Salto. Con eso resucita 18 años después el concepto del viejo proyecto del gobierno de Guillermo Cosío Vidaurri, echado abajo por presión de los empresarios locales, debido a los altos costos de bombeo eléctrico de la derivadora del sitio El Purgatorio, a cinco kilómetros de la confluencia con el Santiago.

No obstante, Luege Tamargo fue cuidadoso de las formas para no herir susceptibilidades en el gobierno de Jalisco, y consideró que Arcediano pervive de dos formas: uno, le quieren seguir llamando de ese modo a la nueva presa del río Verde (aunque Arcediano sea nombre de un sitio que, literalmente, no puede moverse), pero también, dos, se podría construir la presa en el sitio original… algún día.

Luege Tamargo acudió en Puerto Vallarta al VI Foro Internacional Desde lo local, donde abordó la crisis de agua que se padece en el país.

“Los estudios técnicos nos demostraron que la cortina sobre el Santiago tenía que profundizarse a más de 60 metros y poner una serie de columnas, alrededor de 130, muy costosas, y cerca de doce metros de diámetro. Entonces, el costo se eleva mucho; apoyados por técnicos de aquí de Guadalajara y de la CNA, se estudiaron otros proyectos que están dentro del mismo concepto, que es ubicar la cortina sobre el río Verde […] Se ha trabajado durante dos meses, con la Comisión Estatal [del Agua], con el gobierno del estado, y hemos visto que, aunque técnicamente es viable hacer la cortina en el Santiago, sale extraordinariamente costosa. Por lo menos, tres veces más de lo que tenemos presupuestado”, explicó a los medios.

De manera que “estamos proponiendo conjuntamente construir una cortina de menor tamaño, una presa de menor volumen sobre el río Verde y operar la presa de El Zapotillo junto con la presa de El Salto; esto nos garantizaría el volumen que estábamos calculando con Arcediano para los próximos años […] Insistimos: el proyecto continúa, el proyecto simplemente requiere una reubicación de la cortina por razones técnicas [sic], sin descartar que en un futuro pudiera construirse sobre el Santiago”.

Reconoció que sólo había disponibles 4,500 millones de pesos para construir la cortina de Arcediano, “y con este método de cimentación por las condiciones geológicas de la barranca, se nos van más de tres veces el precio original”.

¿Por qué se insiste en llamar Arcediano a la nueva presa? “…hemos visto la posibilidad de mover la cortina, la podemos hacer dentro del mismo proyecto de Arcediano. Es decir, con los recursos aprobados, con el registro del proyecto en cartera y con los estudios que contamos, podemos construirla sobre el río Verde y nos puede funcionar muy bien los próximos 30 años”. Otra de las razones para mantener el nombre es que está en la cartera de proyectos del Fondo de Infraestructura, y eso le garantiza ahorrar gestión de los fondos federales.

—¿Cuándo comenzarían?

—Lo haríamos el próximo año. Es decir, nosotros licitaríamos para adjudicar el próximo año.

Opinó que, al terminarse esa derivadora, junto con el saneamiento de la ciudad y la modernización de las redes de agua, “yo creo que, en tres años, Guadalajara puede ser un ejemplo mundial en materia de uso eficiente del agua”.

Así se entierra el proyecto Arcediano, el más largamente gestionado de la historia moderna de Jalisco, aunque, por conveniencia, mantendrán viva su memoria.

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Piden legitimar nueva presa

La cancelación de Arcediano fue considerada una victoria por agrupaciones ambientalistas que se han opuesto a su edificación en los últimos ocho años. Ayer, miembros de la Fundación Cuenca Lerma Chapala Santiago pidieron que la nueva presa sea sancionada por un proceso de consulta a la sociedad amplio y franco.

Jaime Eloy Ruiz Barajas, académico de la Universidad de Guadalajara, advirtió: “Se ha derrochado mucho dinero y se ha ocultado información”, una situación que le restó legitimidad al proyecto.

“Espero que este gobierno, ante esta incertidumbre, convoque de nuevo a todos los sectores que puedan sugerir proyectos alternativos de abastecimientos de agua, se abra este espacio con democracia, con respeto a la razón, y podamos entonces sugerir otras medidas para poder asegurar el agua”.

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Coll defiende su proyecto de 15 mil mdp

El notable encarecimiento de la cortina de Arcediano era necesario, pues, de las tres opciones técnicas que se tuvieron, la de concreto compactado con rodillo era la que ofrecía mayor seguridad y menor impacto ambiental, aseguró ayer el director de la Comisión Estatal del Agua (CEA), César Coll Carabias.

Aceptó que pasar de 3,200 millones de pesos del primer convenio de Arcediano, firmado en 2003, a quince mil millones de pesos que reconoció que cuesta la edificación actualmente, es un fuerte cambio que tiene dificultades para obtener financiamiento. Sin embargo, advirtió que no es un proyecto muerto, pues se puede obtener asignaciones presupuestales cada año e ir construyéndolo, quizás más lentamente.

También habría puja del sector privado en obtener la concesión de algunas partes de la obra. Por ejemplo, “empresas interesadas en hacer la obra de toma para, de una vez, producir electricidad”. Este esquema de concesiones podría ser similar al que se aplicó con las plantas de saneamiento, otorgarlo a 25 años y recuperar la obra para la ciudad.

El funcionario admitió que hace una semana hubo una reunión con el director de la Comisión Nacional del Agua (CNA), José Luis Luege Tamargo. “Se habló de que el señor Presidente [Felipe Calderón] está muy preocupado de las inversiones tan grandes que hay que hacer en el país y que no se disponía de recursos, y entonces se dijo: Hay que ver qué hacer, y de ahí nació justamente la reunión con el gobernador y, por parte de nosotros, establecer algunas acciones provisionales”, que es como calificó lo que para la CNA es una obra definitiva: la derivadora sobre el río Verde para enviar agua a Guadalajara.

Además, detalló que el grupo técnico integrado por gobierno del estado y la CNA está analizando diversas opciones para garantizar en el corto plazo, ante un eventual descenso de Chapala y de otras fuentes actuales, la llegada de agua a la ciudad.

Dijo que habría cárcamos en el río Verde, un uso de la presa de El Salto, que no se aprovecha desde 1993 en que fue terminada, y la modernización del viejo canal de Atequiza para sacarle más al lago.

jueves, 29 de octubre de 2009

Luege expide el acta de defunción para Arcediano


El director de la Comisión Nacional del Agua (CNA), José Luis Luege Tamargo, dio hoy al mediodía la virtual acta de defunción del proyecto Arcediano, aunque cargado de matices, pues indicó que podría retomarse el proyecto en el futuro. Esta es la entrevista completa que dio a los medios, durante su visita a Puerto Vallarta, el mediodía de hoy. AGUSTÍN DEL CASTILLO

- Hablando del tema de Arcediano, ¿es un hecho que se cancela, no hay recursos, o qué pasa?

- Me gustaría ampliar un poquito la explicación. Arcediano está asociado a un proyecto integral, que es el abastecimiento futuro para la Zona Metropolitana de Guadalajara y está asociado a otro gran proyecto que es Zapotillo, que además de proveer agua para León, Guanajuato, va a garantizar el agua en el futuro para la zona metropolitana de Guadalajara. Los estudios técnicos nos demostraron que la cortina sobre el Santiago tenía que profundizarse a más de 60 metros y poner una serie de columnas, alrededor de 130 muy costosas y cerca de 12 metros de diámetro. Entonces, el costo se eleva mucho; apoyados por técnicos de aquí de Guadalajara y de la Conagua se estudiaron otros proyectos que están dentro del mismo concepto en Arcediano, que es ubicar la cortina sobre el río Verde. Entonces se ha trabajado durante dos meses, hemos estado en contacto con la Comisión Estatal, con el Gobiernos del Estado y hemos visto que aunque técnicamente es viable hacer la cortina en el Santiago, sale extraordinariamente costosa. Por lo menos, tres veces más de lo que tenemos presupuestado. Estamos proponiendo conjuntamente construir una cortina de menor tamaño , una presa de menor volumen sobre el río Verde y operar la presa de Zapotillo junto con la presa de El Salto, entonces esto nos garantizaría el volumen que estábamos calculando con Arcediano para los próximos años, pero no en la capacidad que originalmente habíamos visto de 400 millones de metros cúbicos. Nosotros insistimos el proyecto continúa, el proyecto simplemente requiere una reubicación de la cortina por razones técnicas, sin descartar que en un futuro pudiera construirse sobre el Santiago.

- ¿Se cuenta con los 15 mil millones de pesos que se requieren para Arcediano?

- No, ese es el problema, que efectivamente nosotros habíamos presupuestado del orden de 4,500 millones de pesos para construir la cortina de Arcediano y con este método de cimentación por las condiciones geológicas de la barranca se nos van más de tres veces el precio original. Entonces, en comunicación con el Gobierno del Estado, con la Comisión Estatal de Agua, con el ingeniero Coll, pues hemos visto la posibilidad de mover la cortina, la podemos hacer dentro del mismo proyecto de Arcediano. Es decir, con los recursos aprobados, con el registro del proyecto en cartera y con los estudios que contamos podemos construirla sobre el río Verde y nos puede funcionar muy bien los próximos treinta años

- ¿Qué tiempo demorará pensando que es un nuevo sitio?

- Como ustedes saben, la presa Zapotillo ya se licitó y se adjudicó la obra, estamos en el proceso de toma de decisión pero está registrado el proyecto de Arcediano, está dentro del Fondo de Infraestructura garantizado un fondo dentro de los fondos federales con que vamos a apoyar, por eso queremos mantenerlo como el mismo proyecto de Arcediano aunque reubiquemos la cortina sobre la cuenca del Verde.

- ¿Cuándo comenzarían?

- Lo haríamos el próximo año, es decir nosotros licitaríamos para adjudicar el próximo año.

- El gobernador señalaba que tenían la posibilidad de dividir la obra en etapas pensando en agilizarlo y esto fue en un plazo de tres años, que es lo que le quedaría de agua a Guadalajara. Cómo se podrían dividir estas obras pensando hacer en pequeñas represas o cuál sería el esquema.

- Yo diría que el proyecto es integral, por un lado tiene el tema de abastecimiento y ahorita yo te diría Zapotillo que se va a construir, Arcediano que se va construir y aprovechar la presa de El Salto que es un viejo proyecto ya construido. Por otra parte, el saneamiento a 100 por ciento, que ya está adjudicado, que son las plantas de El Ahogado y Agua Prieta. Luego, la modernización de las redes que están contempladas. Yo creo que en tres años, Guadalajara puede ser un ejemplo mundial en materia de uso eficiente del agua y además y lo que se está haciendo aquí yo le llamo un proyecto de gran visión, un proyecto que va a resolver de manera definitiva para los próximos 50 años, además va a aliviar la sobreexplotación del acuífero la ZMG. Y ese es un gran logro porque como decía hace un momento, muchas ciudades de país se están quedando sin futuro porque están agotando sus acuíferos y no tienen proyectos de gran visión. Yo he preguntado en todo el país cuánto cuesta no tener aguar, qué implica quedarnos sin agua en un acuífero, significa la muerte; por lo tanto, estos proyectos son un ejemplo que debemos tomar a nivel nacional.

- ¿El Zapotillo cuándo inicia?

- Inmediatamente. Estaremos de la adjudicación que se hizo hace tres semanas está ya firmado el contrato que lo hizo nuestro Director hace dos semanas y la obra inicia este mismo año.

- ¿Ya no hay ningún conflicto con los habitantes?

- Sí. Nosotros tenemos que continuar trabajando con el tema de tierras. El llamado que hago a los Directores de Conagua, a nuestro personal y a las autoridades del estado a que hablemos con la gente. Todos entendemos que una obra de esta magnitud tiene implicaciones y afectaciones, que yo también les pido una reubicación, es dar una gran posibilidad económica a la gente porque van a tener un embalse con una gran belleza con posibilidades de actividades acuáticas, de acuacultura, ecoturismo, en fin, vas a tener muchas más alternativas económicas. La garantía que ofrece la Conagua es desde luego la vivienda, el pago justo y reconstruir lo que se deba de hacer para que no haya una afectación o un impacto muy fuerte a la gente.

- En el caso de Arcediano, ¿hay forma de fragmentar la obra?

- Más que fragmentar sería una operación distinta, es decir; lo que se está planteando ahora el área técnica de la CNA junto con la CEA, es un presa de menor tamaño que opere más constantemente como una especie de derivadora, es decir, operaríamos la presa de El Zapotillo y El Salto de forma que siempre estaría bombeando al acueducto desde la presa Arcediano. El proyecto original que era una gran presa en Arcediano que tendríamos una enorme capacidad de almacenamiento, eso por lo pronto queda en stand by. Quiero decirles que técnicamente sí se puede construir la cortina sobre el punto original de la barranca de El Santiago, simplemente es mucho más cara. Cuando se hicieron los estudios geológicos, no se contempló una falla geológica o una serie de capas volcánicas compresibles que hacen necesaria la cimentación profunda, lo cual sería sumamente costoso. Sin embargo, en el futuro podría hacerse. Entonces, es una presa mucho menor la que se va a construir pero que nos da la capacidad de operarla bien.

- La analogía que hacía el Gobernador lo define, que Zapotillo es el Aljibe y Arcediano el tinaco.

- Pues es una buena referencia. Efectivamente, el gran depósito es Zapotillo y el depósito menos, desde donde vamos a bombear es Arcediano, es una buena analogía.

- Para puntualizar, ¿cuál va a ser la capacidad de este nuevo proyecto, sobre todo la inversión?

- Déjenme aclararles que Zapotillo al incrementar la altura de la cortina a 25 metros, la llevamos a 900 millones de m3. Entonces, Arcediano será una presa muy pequeña del orden de 40 a 50 millones de m3 frente a la original de 400 millones de m3.

- ¿Cuál es el costo?

- No lo tengo en este momento, pero es mucho menor, va a ser más barato de lo que originalmente habíamos contemplado. Por eso a tener que operar como dice el Gobernador con un tinaco y un aljibe, es buena la analogía.

“Crisis inminente” de agua obligó a modificar Arcediano


La presa se prevé a largo plazo; primero construirán obras “emergentes” en el río Verde; gobernador y SIAPA aseguran que habrá escasez en tres años en la ZMG

Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO

La versión oficial es que el proyecto de la presa de Arcediano sigue en pie, aunque se modifican sus plazos de ejecución por el problema financiero que se vive en el país. Se deberán construir primero “obras emergentes” para aprovechar el río Verde ante una presunta “crisis de agua” que, según el SIAPA, padecerá Guadalajara dentro de tres o cuatro años.

De entre esas obras urgentes, el director del organismo operador, Rodolfo Ocampo Velázquez, aceptó ayer que se habla de una presa sobre el río Verde, concebida ante la falta de certidumbre en el dinero proveniente de las arcas federales para Arcediano, además del temor de que se presenten malos temporales acumulados que mermen de forma considerable al lago de Chapala y otras fuentes de abastecimiento.

En cambio, el gobernador Emilio González Márquez no estuvo ayer disponible para aclarar los puntos de su entrevista en que prácticamente entierra el megaproyecto (cuyo costo se habría elevado de 4,500 a unos trece mil millones de pesos), al menos en lo que toca al resto de su Administración (pocos creen que al siguiente mandatario le vaya a interesar resucitarlo). Pero se difundió la versión completa de la entrevista que concedió a Notisistema el viernes 23 de octubre.

Sobre el tema, dijo: “…Zapotillo va caminando. En Arcediano están concluyendo los proyectos ejecutivos, no han concluido hasta este momento; en sí, es una obra prioritaria para el estado: desde 1991 no hay una obra que le traiga agua a la ciudad, de una fuente diferente a las que ya teníamos, y esto es muy riesgoso. En el periodo de secas pasadas, Chapala perdió un metro con 28 centímetros; todavía estamos ahorita en época de lluvias, teóricamente termina a finales de octubre, había recuperado 38 centímetros, y ya va en 35; en pleno temporal de lluvias [sic] ya perdió tres centímetros: qué va a ocurrir en este ciclo de secas. En un año [más], Chapala va a perder un metro que ya no puede recuperar y, si se nos juntan otros tres años así, ya no va a haber agua en Guadalajara”.

Entonces, la ciudad va a estar “como en el DF, que ahorita tiene agua para nueve meses, y Guadalajara tiene agua para tres años cuando mucho; entonces, estamos nosotros revisando el proyecto de Arcediano para ver la factibilidad de acelerar los trabajos, porque siendo una obra tan alta, tan grande, tan importante, tenemos el tiempo medido, y el tiempo es de tres años […] Con el esquema actual que tenemos se podrían construir alternativas para que en tres años tengamos agua limpia desde el río Verde; dentro del esquema de Arcediano, estamos viendo la posibilidad de dividir la obra en etapas”.

—¿Y se requiere de esta dupla, Arcediano y El Zapotillo, para Guadalajara?

—Se requieren las dos. Zapotillo es como el aljibe de la casa, es donde estas juntando la gran cantidad de agua, y lo que tengamos aquí en Arcediano es el tinaco. Necesita de los dos.

—¿Es una lucha contrarreloj dentro, ya, de las etapas?

—Yo creo que no, no puede pasar de esta etapa. En el año 2010 debemos tener la claridad de que esto se va a hacer y vamos a estar dando los primeros pasos.
La Comisión Nacional del Agua (CNA) confirmó a este diario que se han trabajado escenarios alternativos a Arcediano, pero que corresponde al gobierno de Jalisco darlos a conocer.

Lo que sí trascendió es que ayer miércoles se reunieron personal técnico del SIAPA y de la Comisión Estatal del Agua (CEA) para analizar alternativas, como la rehabilitación del canal de Atequiza para extraer líquido adicional de Chapala, el cambio de redes para reducir pérdidas y otras acciones provisionales.

“Arcediano sigue como el proyecto […] Estamos buscando algunas alternativas o más bien algunas acciones provisionales que nos permitieran, en el tiempo que tardara en construirse la presa, garantizar el abasto de la zona metropolitana”, puntualizó Ocampo Velázquez, quien lanzó el tema de la escasez a la discusión pública desde el pasado 19 de octubre, cuando se lanzó en todos los estados una campaña de ahorro de agua, cuyas existencias se están tornando críticas en dos tercios territoriales del país.

Diputados piden asegurar derechos de Jalisco

Para garantizar que los derechos de Jalisco sobre el agua de la presa El Zapotillo se respeten, el Congreso del Estado aprobó ayer un punto de acuerdo para enviar un oficio al gobernador Emilio González Márquez, en el que plantean su “preocupación” en torno a las obras.
También se enviarán comunicaciones a la Comisión Nacional del Agua (CNA) para pedir que “se respeten de forma estricta los convenios signados por las entidades de Jalisco y Guanajuato en materia hidrológica”, y a la Cámara de Diputados para que se asignen recursos a este proyecto en el Presupuesto de Egresos de la Federación del próximo año.
Los diputados piden varias acciones: que se realicen estudios y proyectos “de la línea principal del acueducto y ramales, para que sólo se entreguen a León, Guanajuato, 3.8 metros cúbicos por segundo y se asegure que Jalisco recibirá 1.8 metros cúbicos.
También piden que se verifiquen las reglas de distribución de las aguas superficiales para Jalisco y Guanajuato en la cuenca del río Verde, “así como las reglas de operación y vigilancia de la presa El Zapotillo”, para que la distribución sea proporcional y equitativa”, con base en el decreto de reserva del 17 de noviembre de 1997.
Además, que se vigile la instalación y operación de los sistemas de medición para “verificar que los volúmenes que se rescatarán” y que haya certeza de la instalación de “futuros ramales” para el abasto a los poblados de Los Altos de Jalisco.
Finalmente, piden que se garantice el cumplimiento de planes y programas para el tratamiento y manejo de las aguas residuales en la ciudad de León.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Emilio da los santos óleos al proyecto de Arcediano


Maqueta de Arcediano, en 2006. El disparo en los costos de la presa, que llegarían a trece mil mdp, fue el principal motivo de la decisión. El gobernador señala que en su lugar se harán “pequeñas represas”.

Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO


El gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, prácticamente “enterró” el proyecto de la presa Arcediano, al reconocer en entrevista radiofónica, dada a conocer ayer, que el proyecto se fragmentará “en varias represas” de menor tamaño a lo largo de la cuenca Santiago-Verde.

“Dentro del esquema de Arcediano, estamos viendo la posibilidad de dividir la obra en etapas, que serían represas más pequeñas; ésa es una de las alternativas…”. Dicha “fragmentación” se dará conceptualmente en los dos meses que restan de 2009 “y poder así iniciarla [la obra] a principios de 2010”, le dijo el mandatario al reportero Carlos Álvarez, de Notisistema.

Agregó que la toma de decisiones se ha regido en función de los costos y de la evaluación del proyecto ejecutivo y que, por eso, la determinación de fragmentar la obra obedecería a hacerla más viable y rápida, buscando aprovechar la calidad del agua que trae el río Verde. “Hay que pensar bajo la idea de que El Zapotillo es el aljibe y Arcediano es el tinaco”, le dijo a Álvarez Cortés.

Fuentes cercanas al proyecto tanto del ámbito estatal como federal, consultadas la tarde de ayer por Público, consideraron la declaración como el virtual epitafio del proyecto de cortina que busca edificar la Comisión Estatal del Agua (CEA), de concreto compactado con rodillo (CCR), el cual, de forma extraoficial, implicaría una inversión de alrededor de trece mil millones de pesos, muy por arriba del gasto pactado entre el estado y el gobierno federal, de apenas 4,500 millones de pesos.

Si bien, para el titular de la CEA, César Coll Carabias, había ya una aprobación de su proyecto (Público, 20 de octubre de 2009), entre las seis condiciones para que saliera adelante está su viabilidad financiera. La cortina por la que se decidió el organismo triplicó las estimaciones originales del proyecto, que era una represa de materiales graduados concebida por expertos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). En un escenario crítico para el presupuesto público, esta enorme inversión se hace imposible de financiar.

De hecho, más que hacer “varias represas”, la apuesta será recuperar los proyectos originales de abastecimiento, de finales de los años ochenta del siglo XX, los cuales establecían una gran represa en la parte media de Los Altos (equivalente a lo que ahora es El Zapotillo) y una represa derivadora (presa de menor altura) en la parte baja, desde la cual se bombearía hacia un acueducto que la conduciría a Guadalajara.

La declaración del mandatario estatal no produjo comentarios ayer por parte de la CEA, pues están al pendiente de ser informados sobre el tema de manera oficial por el mismo gobernador.

De esta forma, el proyecto más largamente gestionado de la historia moderna de Jalisco estaría llegando a su fin, luego de ocho años de trabajo y de una inversión en consultorías, en pago de predios, en trámites, que rebasa 700 millones de pesos a los largo de dos administraciones estatales, la que encabezó el hoy presidente de la cámara de diputados, Francisco Ramírez Acuña, y la actual de Emilio González Márquez.

No es la primera ocasión en que el actual gobernador da a entender que no se apuesta por Arcediano.

El lunes 8 de junio de este año, Emilio González se reunió con un grupo de periodistas y les reveló que se estaba analizando una “opción B”, porque era probable que Arcediano no se construyera, postura que dejó confusión en la CEA (ver edición del 15 de junio de 2009).

La bolsa aprobada para Arcediano es de 4,500 millones de pesos, de los cuales el gobierno federal pone 1,800 millones (40 por ciento). González Márquez habló en ese momento de resucitar el viejo proyecto de La Zurda, del cual forma parte la presa El Zapotillo, lo cual prácticamente ha sido confirmado ayer por sus palabras.

El proyecto

El proyecto de Arcediano fue mencionado por primera vez en las reuniones que se realizaron en la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, a lo largo de 2001, para definir la mejor opción para abastecer de agua a Guadalajara.

A finales de ese año, el grupo técnico en torno al director de la entonces Comisión Estatal de Agua y Saneamiento (CEAS), Enrique Dau Flores, optó por el sitio de Arcediano para edificar una presa de 125 metros de altura y poco más de 400 millones de metros cúbicos de capacidad.

Su historia fue larga y azarosa, pues hubo severas críticas de ambientalistas por la pésima calidad del agua del río Santiago, que hicieron intervenir a la Organización Panamericana de Salud y generaron ríspidas negociaciones con la UdeG, cuyo grupo político terminó avalando el proyecto.

La gestión de Enrique Dau se fue en 2007 dejando un proyecto conceptual de una cortina de materiales graduados, de acuerdo con su consultor principal, la Comisión Federal de Electricidad, opción recomendada por mayor seguridad —es zona sísmica— y menor costo.

César Coll Carabias, que asumió en 2007, cambió de consultor por una transnacional y concibió un proyecto de cortina de concreto considerablemente más cara, la cual fue condicionada por la Comisión Nacional del Agua, entre otras cosas, al costo de edificarla.

martes, 27 de octubre de 2009

Mayorga, una radiografía pesimista del campo mexicano

A RIESGO DE SER DEMASIADO EXHAUSTIVO, ESTA ES LA VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA ENTREVISTA QUE LE HICE AL SECRETARIO DE AGRICULTURA, FRANCISCO MAYORGA CASTAÑEDA, EL PASADO VIERNES 23 DE OCTUBRE DE 2009. Por Agustín del Castillo

-Usted ya no tenía intenciones de volver al servicio público, ¿cómo le hizo el presidente Calderón para convencerlo?

- Bueno, él me dijo que quería hacer cambios en su gabinete, que estaba a la mitad de su periodo y que necesitaba mucho más avance en este segundo tramo, ir concertando con más grupos de la sociedad y pensaba que yo podía ayudarle para acercarse con otros grupos que estaban alejados de la secretaría.

- ¿Y cómo recibe usted la secretaría?

- Pues no hay grandes cambios en al estructura, ha ido perdiendo personal año con año por procesos de retiro voluntario, por jubilaciones; y como las plazas que se liberan, se cancelan, pues cada año tenemos menos fuerza de trabajo para atender las solicitudes de la gente; entonces necesitamos ir reacomodando nuestros recursos en función de las demandas, o sea, hay lugares donde sobra personal, hay lugares donde falta; una primera tarea es reacomodarlos, ir echando mano de la tecnología para tener más apoyo en medios electrónicos; necesitamos tal vez hacer convenios con otras instancias, por ejemplo ayuntamientos o agencias privadas de servicios, que puedan seguir atendiendo al productor lo más cerca posible, y que no necesariamente todo lo haga personal de la secretaria.

- ¿Entonces este adelgazamiento no necesariamente es malo?

- No, si sabemos encontrar todas estas fórmulas de respuesta.

- ¿Esto se debe a la federalización, a la descentralización que se han pregonado tanto?

- Sí, vemos que las estructuras estatales han crecido, vemos muchos ayuntamientos en el país que tienen sus regidores específicamente orientados a desarrollo rural o que tiene oficinas de desarrollo rural o tienen módulos de maquinaria para los caminos y los bordos y una serie de servicios que antes prestaba el gobierno federal; entonces si ha habido a nivel país en estos últimos quince años ese proceso de reducción de la estructura federal e incremento de las estructuras estatales y municipales.

- La última vez que conversamos, hace como siete meses, hacía un cuadro de la situación del campo y de la política que no era necesariamente el más favorable para el país, ¿ahora como secretario lo confirma?

- Sí confirmo lo que aquella vez platicamos; no puede cambiar el diagnóstico tan rápido, lo que he estado viendo y he platicado con los senadores, con compañeros de gabinete y grupos de productores con los que trato es que como país no tenemos articulada una política de alimentación, y al no tener articulada una política de alimentación todo lo que esta atrás de las cadenas productivas que son las cadenas primarias, no sienten que haya un rumbo, se sienten desorientados, a veces con señales encontradas por distintas agencias del gobierno o de distintos niveles de gobierno, el reto es cómo ir formulando esta política de alimentación para que desde ahí se parta desde atrás hasta la producción primaria y hasta antes de la producción primaria, como puede ser la investigación y el desarrollo en materia genética, por ejemplo, en este tema tan llevado y traído de los transgénicos; pues para mi la respuesta no es si usamos transgénicos o no, tenemos que entrar a esa tecnología, el chiste es que formemos empresas y científicos mexicanos que dominen esa tecnología y la pongan en servicio de los intereses nacionales, y no que abramos el mercado y que otros vengan por él; ese es el punto, y como este hay otros muchos temas ejemplos de que teniendo esta política en el segmento final de alimentación, podemos construir una congruencia en las cadenas productivas.

- Desde que usted fue secretario en Jalisco tenia un planteamiento de que el productor rompiera su dependencia del intermediario y tuviera acceso a las cadenas productivas para tener acceso a más valor agregado y riqueza; pero desde entonces, el campo permanece en el último lugar, en buena medida marginado, ¿por qué en tantos años no se ha podido articular algo?

- Porque tenemos inercias muy fuertes, tanto de lado de los productores como del lado de los industriales, o sea, en general el industrial no quiere hacer tratos con el campesino porque dice que ha tenido malas experiencias, que porque no cumplen los compromisos, los tratos o no pagan, y también el campesino ve en el industrial a alguien que va a abusar de ellos porque es una persona más preparada, con capital, con información, que ellos no la tienen, entonces ambos recurren a un intermediario o ambos van con el gobierno y le dicen: “tu gobierno resuélvenos los problemas porque nosotros no somos capaces de entendernos”; hay una inercia cultural, también hay falta de leyes que puedan obligar a las partes a cumplir los contratos: generalmente si una organización de campesinos no cumple con sus compromisos no pasa nada, porque son pobres, son del sector social, no les puedes exigir y mejor ahí muere, entonces eso va acabando la posibilidad de esos tratos directos; está el tema fiscal que ya lo hemos comentado alguna vez, si el campesino vive en la informalidad, no está dado de alta, no da facturas, pues el industrial no le puede comprar, porque el industrial tiene que comprobar sus compras y necesita una factura fiscal; además, muchas organizaciones de productores tiene más bien una finalidad política, o una finalidad de conseguir apoyos del gobierno, que la de realmente generar empresas con todas las de la ley, bien constituidas, bien organizadas, al corriente en sus impuestos, transparente en sus cuentas. Es todo esto lo que impide esta comunicación equitativa y transparente de las partes.

- El anterior secretario quedo muy marcado por el enfrentamiento con organizaciones de tipo político, ¿esto cambia las condiciones para usted, ya se hicieron los ajustes adecuados para trabajar con otras reglas?

- Las reglas siguen siendo las mismas, aquí se esta en una disposición personal a dialogar con las organizaciones de los diferentes colores y matices que hay, algunas radicales y otras más conciliadoras, y también con los señores gobernadores, porque hoy asumen un papel cada vez más importante en todos estos temas; ellos también le meten recursos y obviamente al meterle recurso quieres establecer ciertas condiciones en el ejercicio de los recursos, a veces son posiciones discrepantes las que tiene la secretaría a nivel federal y las que tienen algunos gobiernos estatales, y todo esto se resuelve a través del dialogo, del convencimiento, no creo que se pueda ir muy lejos con el enfrentamiento.

- Se presumió como logro que el productor ya tenía acceso directo a la secretaría y no las organizaciones como fatal intermediario, ¿esto ya es un hecho?

- No, creo que todavía las organizaciones juegan un papel muy importante, simplemente el Consejo Mexicano para el Desarrollo Rural Sustentable, que es un organismo creado por ley, cada mes se reúne con el secretario o los subscretarios para discutir una serie de temas con el ejercicio del presupuesto, con las reglas de operación, con los convenios estatales; ahí está presente también Amasda, una asociación mexicana de secretarios de desarrollo agropecuario, entonces siguen teniendo un pesos específico y fuerte.

- ¿Y no es deseable que lo pierdan?

- No creo, también el campesino en lo individual tiene muchas desventajas en un mundo altamente competitivo, globalizado, de concentración muy grande del poder económico en unas pocas manos; yo creo que lo que tenemos que buscar son organizaciones que tengan sustentabilidad económica, para que después tengan sustentabilidad política. Es como una empresa grande, fuerte, sólida, que tiene peso político, y no porque lo busque, sino porque da empleos, paga impuestos, porque sus proyectos tiene una repercusión en la comunidad; así me imagino yo una sana participación política de organizaciones económicamente viables, pues si nada mas nos quedamos en la pura participación electoral, o en la presión a los gobiernos para obtener recursos, pero no son capaces de hacer una actividad económica sustentable, entonces sí hablamos de organizaciones que no son verdaderamente representativas de los intereses del productor.

- Entonces, en ese sentido, sí es importante desmontar el viejo sistema que era eminentemente político y electoral.

- A eso me refiero, y bueno, si hay gente que le guste la parte política y que quiera participar en política, qué bueno, siempre y cuando tengan el respaldo de organizaciones económicamente sólidas, ¿o usted cree que Lala no tenga un peso político cuando es el principal productor de leche en nuestro país?; claro que sí lo tiene, ¿no cree que el director de Lala o el presidente del consejo de Lala tenga acceso directo con el señor presidente de la república, con un diputado, con un senador, con un gobernador, o que sus opiniones pesen? Claro que pesan. La otra forma es tomar la calle o hacer un plantón y también ser escuchado, pero a la larga una cosa es más sostenible y sana para el país que la otra.

- Hablando de soberanía alimentaria, que es una idea que hemos escuchado de toda la vida en México, en estos tiempos de globalización, de compromiso internacional, de tratados comerciales, ¿se puede pensar en una soberanía alimentaria, como antes se asumía?

- No, yo creo que no; hay que distinguir dos cosas, la autosuficiencia alimentaria que buscaba que pudiéramos producir internamente lo que nos comíamos, pero otra cosa es la soberanía, donde el Estado tenga la capacidad de asegurar la alimentación correcta de sus habitantes. Yo creo que en un mundo como el actual la autosuficiencia es imposible pata un país moderno, inclusive Estados Unidos y Europa son grandes exportadores y grandes importadores, Japón es el principal importador de alimentos del mundo, importa 60 mil millones de dólares al año, y nadie piensa que sea una economía dependiente o débil, y claro que si Japón produjera más comida sería más poderoso, pero hasta ahí le dan sus recursos, es un país pequeño, montañoso, y no puede abastecer todas sus necesidades de alimentación; entonces aquí tenemos que ir hacia lo que es posible, México con sus tierras, su agua, su clima, sus mares, qué tanto puede avanzar para ser autosuficiente o generar divisas para poder traer otros bienes que necesitamos, no necesariamente comida. Durante la época de oro de la agricultura mexicana en los años sesenta, México exportaba trigo, maíz, pero necesitaba importar maquinaria para su proceso de industrialización; entonces las dos cosas son necesarias, primero abastecer el mercado local, pero también necesitamos generar divisas para traer lo que nos falte.

- Sin olvidar los muchos mexicanos que somos en comparación con los años sesenta…

- Claro, y además, las dietas; yo diría que hoy podemos ser autosuficientes en maíz y en frijol, porque la gente ya come muy poco maíz y frijol, la gente ahora come más alimentos elaborados, proteínas de origen animal, entonces ahí es donde nos empezamos a complicar en este concepto de la autonomía alimentaria.

- ¿Entonces lo que ha impulsado la Sagarpa en los últimos años, de que nos dediquemos a producir lo que mejor nos sale y tiene más mercado exterior, y lo demás traerlo, es adecuado?

- Pues yo diría que mas que Sagarpa ha sido la política del país en su proceso de apertura, y este es el mensaje que estamos mandando: vámonos abriendo para que podamos acceder a mercados externos con productos mexicanos y con esas divisas vamos a traer lo que nos hace falta; creo que el planteamiento no está mal, pero también creo que necesitamos fortalecer la producción interna, porque todavía tenemos un largo camino que recorrer en ese sentido: México no ha llegado a su tope de producción de alimentos, todavía su potencial es muy grande, también estamos viendo en los últimos años, a través de la crisis alimentaria que cierto grado de autosuficiencia es muy deseable, un país que avance en esta soberanía es mas sólido.

- ¿Menos endeble ante los cambios del mercado? Por ejemplo, el día que China o Estados Unidos deciden cerrar la venta de granos para alterar precios…

- Sí, eso es consecuencia de ser un país altamente dependiente, en ese sentido necesitamos fortalecer al producción de alimentos en México, con un criterio también de racionalidad, y no hacerlo a cualquier costo, porque en primera no vamos a poder por nuestra características de tierra, de clima y de agua, y en segundo renunciaríamos a otros muchos satisfactores que también la población necesita: alimentos, energéticos, automóviles, equipos, investigación y desarrollo; por eso digo que no podemos fijarnos la autosuficiencia a cualquier costo.

- Una de las críticas que más se dirigen a la Sagarpa es que este nuevo diseño económico está beneficiando fuertemente a un minoría del campo, los exportadores, pero hay un desplazamiento, hay un deterioro de vida de la gran mayoría de lo campesinos…

- Sí, es correcto, esta es una de las grandes fallas del modelo, por eso se tiene que atender a esta enorme población de productores que están entre la autosuficiencia y una participación muy marginal en el mercado; y tenemos también que construir organizaciones, y volvemos a lo mismo, ese pequeño productor individual tiene una viabilidad bajísima, está aislado, en cambio si se organiza y se une puede tener una gran fuerza, y el ejemplo está en el grandes cooperativas de otros países que son capaces de contener o de equilibrar el poderío de las trasnacionales o de las grandes empresas locales.

- Y cosas muy propias de México, como el ejido o la comunidad indígena, ¿no son la oportunidad de caminar en este sentido?

- Yo creo que sí pero nos hemos quedado atrás en adecuar este tipo de figuras muy propias de nuestra cultura a una realidad global como la que vivimos hoy; por ejemplo, el ejido qué es, una forma de tenencia o una forma de organización; yo creo que se quedó como una forma de tenencia y no como un grupo organizado que prácticamente ya no existe […] las comunidades indígenas también pueden poseer en común las tierras, pero de ahí a que actúen como una unidad económica compacta, pues se está lejísimos.

- Y que además tienen una visión del mundo muy alejada de la lógica del mercado.

- Así es, entonces la idea no es desaparecerlas, ni eliminarlas, al contrario, es ver cómo las llevamos, cómo las acompañamos sin perder sus raíces culturales para que se inserten en ese mercado que ya está por todos lados; ese es el reto, cuando una organización sólo gestiona apoyos o consigue votos, o nada más presiona al gobierno, está dejando en la pobreza a sus representados.

- Perpetuando un modelo de miseria…

- Exacto, dejando en la miseria a sus representados, porque los hace dependientes de un tercero, que es líder, que es el que entrega o el que dona, pero no son capaces de crear su propio desarrollo, un apoyo del gobierno sí, pero a la larga que un día se desteten o se hagan independientes.

- Y así tenemos muchos siglos, desde la colonia, esperando que se suceda esto.

- Exactamente, por eso digo que hay muchas inercias que desde la secretaría no puede uno aspirar a cambiar.


- Hay otro gran tema que es el asunto ambiental, usted mencionaba a Lala, pero hay un aspecto que casi nunca se cuenta sobre el costo ambiental que se está pagando por sostener su sistema en La Laguna, una amenaza de colapso que se reproduce en muchas partes del país, ¿no cree que estamos generando negocios que en realidad no tienen sustentabilidad futura?

- Exacto, es uno de los grandes temas a los que no le hemos entrado, nos seguimos concentrando en la producción, en la rentabilidad, en la eficiencia, y esta es otra gran variable nueva que esta apareciendo en el mundo de los alimentos, la sustentabilidad, y no nomás está Lala, por ejemplo en el valle de Mexicali: usted sabe que en todo California hay graves problemas de agua, sin embargo estamos produciendo una gran cantidad de trigo cristalino que además se exporta con subsidios, entonces finalmente estamos consumiendo millones de metros cúbicos de agua para producir un cultivo que no tiene mercado en México y que además se tiene subsidiar para que salga del país, y esto no es una agricultura sensata, ni ambientalmente, ni económicamente; sin embargo ahí está porque ese grupo de productores tiene un poder político para exigir en el Congreso apoyos al trigo, y a la hora de la hora se instalan ahí y no aceptan cambiarse de cultivo, porque si lo hacen pierden ese poder de negociación.

- Lo que nos lleva al tema de la política de subsidios ¿rediseñarla no es uno de los grandes retos?

- Definitivamente, lo que estamos viendo es que ya los niveles de subsidio son tan altos, que están desplazando a la inversión privada, y en lugar de invertir el productor con la ayuda del gobierno el productor ya no invierte a menos que el gobierno le ponga dinero, y esto está causando esta paradoja enorme de que cada vez se le mete más dinero al campo y el ritmo de crecimiento del campo es más chiquito o la rentabilidad particular de los actores se está perdiendo; y la gente a pesar de los subsidios dice, pues no me salen las cuentas, estoy perdiendo dinero, y es porque hemos ido abdicando de la inversión privada año con año, esperando el recurso público.

-Bueno, lo vemos claramente en el sector forestal, donde está invirtiendo mucho la Conafor pero no se ve que llegue la inversión de otros lados.

-Exactamente, eso es lo que estamos viendo y necesitamos replantearnos.

- Pero esto obligaría a un verdadero cambio de timón, ¿coincide en la idea de que políticamente el país no está preparado para esto?

-De acuerdo; sin embargo, hay que hacerle la lucha para hacer conciencia y de repente suceden cosas, por ejemplo, Nueva Zelanda fue capaz hace catorce o quince años de decir los productores al gobierno, en vez de que me des un subsidio para mis vacas, vamos invirtiendo ese dinero en bienes públicos, en investigación y desarrollo, en promoción de las exportaciones, en la sustentabilidad de la actividad, y lograron dar ese paso, y no esta fácil en México, no lo veo en el corto plazo, pero tenemos que hacer esta conciencia.

- Sin olvidar de vaticinios bien informados sobre el cambio climático que le pega fuerte al país y puede colapsar muchas regiones.

- Pues simplemente el caso de la leche; usted vea cómo las grandes cuencas lecheras están todas en zonas con problemas de agua: Ciudad Juárez, Ciudad Delicias, en chihuahua; luego siguen Torreón, Aguascalientes y Querétaro; en esa enorme franja de norte a sur, se genera 85 por ciento de la producción de leche en este país, pero todas están en grave conflicto con el agua.

- Considerando que muchas de estas empresas lecheras son de avanzada en muchos sentidos, ¿no se han acercado para hablar del tema, no hay una preocupación?

-No como un tema toral, de repente cuando se seca un pozo o hay un año extremadamente seco piden apoyos para la sequía, pero no como para plantearse una estrategia global de cuidado del recurso, y finalmente dicen, si se me acaba el agua aquí, me traigo la leche de Uruguay o de Nueva Zelanda, lo importante es tener el mercado; entonces entramos a este tipo de lógicas puramente económicas, de “si ya exprimí la tierra y no tiene nada que ofrecerme, pues voy y me traigo los productos de otro lado”.

- Una lógica depredadora.

-Sí, porque finalmente es el producto el que da un valor en el mercado a mi compañía, razonan; pero yo no culparía tanto a las empresas sino que como humanidad tendríamos que replantearnos muchas cosas y ese es un ejemplo.

- De nuevo el tema de subsidios, en México hay tasa cero en el cobro de agua para el campo, y subsidio a la electricidad, ¿no le parecen estímulos perversos?

- Exactamente, y muchas de estas cosas el señor presidente las tiene claras, como es tema de la compañía de Luz y Fuerza del Centro, donde es claro que ya no podemos estar manteniendo tantas cosas, sin costos, con el pretexto de no estar afectando a la economía popular; aquí en Jalisco lo hemos visto muchos años, cada vez que se propone elevar las tarifas del agua para financiar así el saneamiento, los diputados dicen que no.

- Y el pretexto es siempre el problema económico de la población, pero si nos esperamos que la población este bien…

- O a que no haya agua, y así por más que sea gratis el agua, esta no estará disponible, pues qué otra salida tenemos.

- Pero en realidad hablamos que esto rebasa en mucho lo que puede hacer un secretario de agricultura…

- Y eso lo hemos dicho en todos los tonos, las secretaría sola no puede resolver el tema de alimentos y agricultura de este país, por mas presupuesto que le den.

- Considerando la realidad que le toca enfrentar a usted como secretario, ¿que sería para usted en estos tres años un logro como para decir que valió la pena estar al frente de la Sagarpa, siendo realistas ante este clima político tan adverso?

- Si pudiéramos primero compartir con otros actores de la sociedad mexicana, el Congreso, los gobernadores, los empresarios, las organizaciones de productores, los medios de comunicación, los intelectuales, una visión donde partimos de las necesidades no nada más del campo hacia el mercado, yo creo que ya seria una parte muy satisfactoria para mi; también si podemos ir derivando los presupuestos de bienes privados hacia bienes públicos, por lo menos de 25 a 30 por ciento, sería también otro avance; también el tema de cómo formalizar a los productores primarios, sobre todo pequeños, para que puedan vincularse a las cadenas de valor sin intermediarios políticos ni económicos, pues sería otro paso importante.

- Cuando usted habla de bienes públicos ¿a qué se refiere?

- Ejemplos: una cosa que está teniendo más importancia cada vez son las sanidades, la salud, temas como la influenza aviar, que en un momento dado pueden colapsar una actividad económica que ha costado muchos años y dinero construir; la sanidad es un bien público que el gobierno tiene que estar cuidando, ahí no hay incentivos para que hagan los particulares la chamba solos, de investigación y desarrollo, o sea, tenemos que generar una serie de empresas de alta tecnología que puedan incidir en cuestiones como es el cambio climático, como la biotecnología, como nuevos negocios para reciclar, para encontrar nuevos productos como es la biomasa que se encuentra en el campo; entonces es sanidad, investigación y desarrollo, infraestructura; tenemos mucha infraestructura altamente deteriorada, tenemos presas azolvadas, canales rotos que no están revestidos y significan una enorme pérdida de agua; nos faltan caminos, nos falta electricidad en muchas zonas rurales; está la promoción de productos mexicanos, la capacitación y desarrollo tanto de los productores como de los consumidores, o sea, nuestro pueblo no sabe alimentarse bien, por eso tenemos campeonatos en obesidad, en diabetes, en arterioesclerosis, y todo eso cuesta, y a los particulares no les interesa invertir en esto, al particular le interesa su negocio y su rentabilidad, y qué bueno, hizo su chamba, pero la chamba del gobierno más bien es esta, la planeación; y yo les digo que si todos los programas son a la demanda, cómo me pides que planee, con qué armas, si finalmente mi presupuesto se lo tengo que dar al que me pide, entonces son esos pequeños giros los que tenemos que ir dando.

- ¿No cree que en buena medida que el gobierno invierta tanto en subsidios ha sido porque la banca no ha respondido como factor de otorgamiento de créditos y de condiciones adecuadas para un productor?

- Sí, es correcto, pero ahí también entran las estructuras de tenencia de la tierra y si la mitad del país o un poco más es propiedad social y no se puede dar en garantía, pues automáticamente será mas difícil que la banca le entre a esa mitad, y si la otra mitad sí le puede dar garantías pues se va a enfocar a la mitad que sí le pueda otorgar garantías; segundo, si no hay formalidad en la relación del agricultor con la empresa, pues también está en riesgo el tema de la comercialización: va a aparecer el coyote y va a pagar el precio que quiera, y también cómo le entro a un cliente que no sé a quién le va a vender, no aparece en el mapa, el señor si sabe a quién le vende, pero las dos figuras son informales, están en la economía informal, y si no tengo normas de calidad que me digan este producto tiene tal precio, todos valen lo mismo o no valen nada; todo esto impide que un financiero entre a un sector con tanto problema, si puede entrar a otro que no tenga problema, el financiero puede financiar vivienda de interés social, automóviles y línea blanca, tarjetas de crédito, va a decir, para qué me meto a algo tan complejo, si por acá están las cosas mas sencillas; por eso digo que tenemos que arreglar la casa en muchas vertientes para que entonces el crédito llegue, y si además todo el tiempo estamos diciendo que el campo es un desastre, que está abandonado, pues así no estamos vendiendo el camello, y el banquero se mueve por riesgo, donde está la mayor percepción de riesgo, pues ahí no va.

- ¿Esto indicaría que la reforma del 27 constitucional en 1992 se quedó mocha?

- Sí señor, se quedó mocha, creo que fue un gran logro parar el reparto agrario, fue un gran logro darle al campesino un certificado de derechos agrarios que ya no era sujeto a los caprichos o a las políticas internas de los ejidos, pero no hemos llegado a la plenitud que es la propiedad plena de un pedazo de tierra.

- Por ejemplo, una comunidad indígena que por un lado reclama su derecho a sobrevivir de acuerdo a sus normas particulares, ¿puede tener cabida en este mundo con estos desafíos?

- Sí, porque finalmente también al interior de una comunidad pueden coexistir las dos formas de trabajo, una parte privada, que de hecho desde los calpullis así era, la parcela, el patio de la casa, siempre ha sido como una propiedad privada, aun en los sistemas soviéticos, pero hay zonas comunes que pueden tener un plan de manejo científicamente preparado para agostaderos o para recursos forestales, y trabajar en forma ordenada.

- También hay ejemplos, pocos, de ejidos y comunidades que han tenido éxito.

- Es correcto, y de comunidades pesqueras, ahí entrar otro tipo de fuentes de ingreso como es el ecoturismo o turismo de naturaleza, la preparación de platillos con los ingredientes autóctonos; ahí entraría muy bien el maíz criollo, y si esas comunidades producen un maíz criollo y si al mismo tiempo le agregan valor en el sitio, pues ahí se vuelven económicamente viables.

- ¿Descarta usted los vaticinios de muchos ambientalistas respecto al tema de los organismos genéticamente modificados, como es el caso del maíz con las razas criollas?

- Sí los descarto, porque en primer lugar lo que se están planteando en México es acotar la producción de maíces transgénicos en regiones de agricultura intensiva y donde ya no hay un agricultura tradicional; y el segundo punto es que aunque no existieran los transgénicos, el simple hecho de que los productores de maíces criollos no tengan rentabilidad, pues va a hacer que dejen esos materiales, y volvemos al tema del banquero, si aquí tengo una semilla que me produce dos toneladas por hectárea en el mejor de los casos, y aquí tengo otra que puede darme ocho, usted dígame si voy a estar casado con la de dos; no lo estoy a menos que las dos toneladas de maíz criollo pueda venderlas o pueda obtener el mismo ingreso que con ocho toneladas del maíz normal; les pongo el caso del maíz cacausazintle, con el que se hace el pozole, que vale a diez pesos el kilo, y ahí sí, si me da dos toneladas y es a 10 pesos el kilo, esto sería el equivalente a ocho toneladas a 2.50 pesos el kilo, pero son nichitos de mercado que tenemos que encontrar para que de veras se defienda el maíz criollo, de otra, aunque no existiera el transgénico, se va a acabar.

Subsidios llevan al campo a un colapso ambiental


Entrevista, segunda parte



El modelo actual que sigue la Sagarpa genera negocios depredadores en muchas regiones. El país debe invertir menos en negocios privados y apostar por bienes públicos, o se profundizará la crisis actual, ambiental y social, advierte Mayorga Castañeda.


Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO, Negocios

El cambio climático, la pesadilla del siglo XXI, ha asentado sus reales en el campo mexicano, que no está preparado para afrontar sus retos porque se siguen subsidiando con presupuesto público modelos de desarrollo depredadores, mientras se han descuidado los bienes públicos.

Este no es el vaticinio desolador de un ambientalista, sino la visión descarnada de la realidad que tiene el secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, Francisco Mayorga Castañeda, quien ocupa por segunda ocasión en cinco años la cartera federal, y reconoce que la magnitud de los cambios que exige el sector rebasan las atribuciones, el margen de maniobra política y el tiempo de un secretario de Estado.

Los niveles actuales de subsidio “son tan altos que están desplazando a la inversión privada”, y generan un contexto ficticio para muchos negocios, que así evitan asumir costos ambientales en un país cuyos dos tercios territoriales más productivos son regiones semidesérticas, escasas en agua y recursos naturales.

Esta es la segunda parte de su entrevista con Público. El jalisciense advierte que hay poco tiempo para rediseñar políticas para generar un entorno adecuado antes de que los cambios de patrón del clima empiecen a colapsar regiones mexicanas hoy aparentemente prósperas.

Usted mencionaba a Lala como ejemplo de organización exitosa en lo económico que influye en lo político, pero hay un aspecto que casi nunca se cuenta sobre el costo ambiental que se está pagando por sostener su sistema productivo en La Laguna, una amenaza de colapso que se reproduce de diversas formas en muchas partes del país, ¿no cree que estamos generando negocios que en realidad no tienen sustentabilidad futura?

Exacto, el ambiental es uno de los grandes temas a los que no le hemos entrado; nos seguimos concentrando en la producción, en la rentabilidad, en la eficiencia, y esta es otra gran variable nueva que está apareciendo en el mundo de los alimentos, la sustentabilidad, y no nomás está el caso de Lala; por ejemplo, en el valle de Mexicali: en todo California hay graves problemas de agua, sin embargo estamos produciendo una gran cantidad de trigo cristalino que además se exporta con subsidios; estamos consumiendo millones de metros cúbicos de agua para producir un cultivo que no tiene mercado en México y que además se tiene que subsidiar para que salga del país, y esto no es una agricultura sensata, ni ambiental ni económicamente; sin embargo, ahí está porque ese grupo de productores tiene un poder político para exigir en el Congreso apoyos al trigo, y a la hora de la hora se instalan ahí y no aceptan cambiarse de cultivo, porque si lo hacen pierden ese poder de negociación.

Lo que nos lleva al tema de la política de subsidios ¿rediseñarla no es uno de los grandes retos?

Definitivamente, lo que estamos viendo es que ya los niveles de subsidio son tan altos, que están desplazando a la inversión privada, y en lugar de invertir el productor con la ayuda del gobierno el productor ya no invierte a menos que el gobierno le ponga dinero, y esto está causando esta paradoja enorme de que cada vez se le mete más dinero al campo y el ritmo de crecimiento del campo es más chiquito o la rentabilidad particular de los actores se está perdiendo; y la gente a pesar de los subsidios dice, pues no me salen las cuentas, estoy perdiendo dinero, y es porque hemos ido abdicando de la inversión privada año con año, esperando el recurso público […] eso es lo que estamos viendo y necesitamos replantearlo.

Pero esto obligaría a un verdadero golpe de timón, ¿coincide en la idea de que políticamente el país no está preparado para esto?

De acuerdo; sin embargo, hay que hacerle la lucha para hacer conciencia y de repente suceden cosas; por ejemplo, en Nueva Zelanda, hace catorce o quince años, los productores fueron capaces de decirle al gobierno: en vez de que me des un subsidio para mis vacas, vamos invirtiendo ese dinero en bienes públicos, en investigación y desarrollo, en promoción de las exportaciones, en la sustentabilidad de la actividad, y lograron dar ese paso, y no esta fácil en México, no lo veo en el corto plazo, pero tenemos que hacer esta conciencia.

Sin olvidar de vaticinios bien informados sobre el cambio climático que le pega fuerte al país y puede colapsar muchas regiones.

Pues simplemente el caso de la leche; usted vea cómo las grandes cuencas lecheras están todas en zonas con problemas de agua: Ciudad Juárez, Ciudad Delicias, en Chihuahua; luego siguen Torreón, Aguascalientes y Querétaro; en esa enorme franja de norte a sur, se genera 85 por ciento de la producción de leche en este país, pero todas están en grave conflicto con el agua.

Considerando que muchas de estas empresas lecheras son de avanzada, ¿no se han acercado para hablar del tema, no hay una preocupación?

No como un tema toral; de repente cuando se seca un pozo o hay un año extremadamente seco piden apoyos para la sequía, pero no como para plantearse una estrategia global de cuidado del recurso, y finalmente dicen, si se me acaba el agua aquí, me traigo la leche de Uruguay o de Nueva Zelanda, lo importante es tener el mercado; entonces entramos a este tipo de lógicas puramente económicas, de “si ya exprimí la tierra y no tiene nada que ofrecerme, pues voy y me traigo los productos de otro lado”.

Una lógica depredadora.

Sí, porque finalmente ellos razonan que es el producto el que da un valor en el mercado a su compañía; pero yo no culparía tanto a las empresas, sino que como humanidad tendríamos que replantearnos muchas cosas y ese es un ejemplo.

En México hay tasa cero en el cobro de agua para el campo, y subsidio a la electricidad para bombeo de pozos, ¿no le parecen estímulos perversos?

Sin duda, y muchas de estas cosas el señor presidente [Felipe Calderón] las tiene claras, como es el tema de la compañía Luz y Fuerza del Centro, donde es claro que ya no podemos estar manteniendo tantas cosas, sin costos, con el pretexto de no estar afectando a la economía popular…

Pero en realidad hablamos que esto rebasa en mucho lo que puede hacer un secretario de agricultura…

Y eso lo hemos dicho en todos los tonos, la secretaría sola no puede resolver el tema de alimentos y agricultura de este país, por más presupuesto que le den.

Cuando usted habla de invertir en bienes públicos ¿a qué se refiere?

Ejemplos: una cosa que está teniendo más importancia cada vez son las sanidades, la salud, temas como la influenza aviar, que en un momento dado pueden colapsar una actividad económica que ha costado muchos años y dinero construir; la sanidad es un bien público que el gobierno tiene que estar cuidando, ahí no hay incentivos para que hagan los particulares la chamba solos, de investigación y desarrollo, o sea: tenemos que generar una serie de empresas de alta tecnología que puedan incidir en cuestiones como es el cambio climático, como la biotecnología, como nuevos negocios para reciclar, para encontrar nuevos productos como es la biomasa, que se encuentra en el campo; entonces es sanidad, investigación y desarrollo, infraestructura; tenemos mucha infraestructura altamente deteriorada, tenemos presas azolvadas, canales rotos que no están revestidos y significan una enorme pérdida de agua; nos faltan caminos, nos falta electricidad en muchas zonas rurales; está la promoción de productos mexicanos, la capacitación y desarrollo tanto de los productores como de los consumidores, o sea, nuestro pueblo no sabe alimentarse bien, por eso tenemos campeonatos en obesidad, en diabetes, en arterioesclerosis, y todo eso cuesta, y a los particulares no les interesa invertir en esto, al particular le interesa su negocio y su rentabilidad, y qué bueno, hizo su chamba, pero la chamba del gobierno más bien es ésta, la planeación; y yo les digo que si todos los programas son a la demanda [de los productores], cómo me pides que planee, con qué armas, si finalmente mi presupuesto se lo tengo que dar al que me pide. Son esos pequeños giros los que tenemos que ir dando.

¿No cree que en buena medida que el gobierno invierta tanto en subsidios ha sido porque la banca no ha respondido como factor de otorgamiento de créditos y de condiciones adecuadas para un productor?

Sí, es correcto, pero ahí también entran las estructuras de tenencia de la tierra, y si la mitad del país o un poco más es propiedad social y no se puede dar en garantía, pues automáticamente será mas difícil que la banca le entre a esa mitad; y si la otra mitad sí le puede dar garantías pues se va a enfocar a esa mitad; segundo, si no hay formalidad en la relación del agricultor con la empresa, pues también está en riesgo el tema de la comercialización: va a aparecer el coyote y va a pagar el precio que quiera, y también cómo le entro a un cliente que no sé a quién le va a vender, no aparece en el mapa, el señor si sabe a quién le vende, pero las dos figuras son informales, están en la economía informal, y si no tengo normas de calidad que me digan este producto tiene tal precio, todos valen lo mismo o no valen nada. Todo esto impide que un financiero entre a un sector con tanto problema, si puede entrar a otro que no tenga problema, como financiar vivienda de interés social, automóviles y línea blanca, tarjetas de crédito […] por eso digo que tenemos que arreglar la casa en muchas vertientes para que entonces el crédito llegue, y si además todo el tiempo estamos diciendo que el campo es un desastre, que está abandonado, pues así no estamos vendiendo el camello, y el banquero se mueve por riesgo, y donde está la mayor percepción de riesgo, pues ahí no va.

¿Descarta usted los vaticinios de muchos ambientalistas respecto al tema de los organismos genéticamente modificados, como es el caso del maíz con las razas criollas?

Sí los descarto, porque en primer lugar lo que se están planteando en México es acotar la producción de maíces transgénicos en regiones de agricultura intensiva y donde ya no hay un agricultura tradicional; y el segundo punto es que aunque no existieran los transgénicos, el simple hecho de que los productores de maíces criollos no tengan rentabilidad, va a hacer que dejen esos materiales, y volvemos al tema del banquero, si aquí tengo una semilla que me produce dos toneladas por hectárea en el mejor de los casos, y aquí tengo otra que puede darme ocho, usted dígame si voy a estar casado con la de dos; no lo estoy a menos que las dos toneladas de maíz criollo pueda venderlas a lo mismo que las ocho toneladas del maíz normal; le pongo el caso del maíz cacahuazintle, con el que se hace el pozole, que vale a diez pesos el kilo, y ahí sí, si me da dos toneladas y es a 10 pesos el kilo, esto sería el equivalente a ocho toneladas a 2.50 pesos el kilo, pero son nichitos de mercado que tenemos que encontrar para que de veras se defienda el maíz criollo, de otra, aunque no existiera el transgénico, se va a acabar.

lunes, 26 de octubre de 2009

Mayorga urge a crear “política de alimentación”


Entrevista, primera parte


Marginar a millones de campesinos, “falla del modelo”, dice el secretario federal de Agricultura y Ganadería. Las organizaciones son necesarias, pero deben proteger los intereses de sus agremiados y no perpetuar un modelo de gestión que los condena a la miseria, señala

Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO, Negocios


Sentido común, lucidez y pesimismo son tres adjetivos que bien se pueden aplicar al diagnóstico del campo que tiene el jalisciense Francisco Mayorga Castañeda (1951), hoy responsable de la cartera con más larga denominación del Poder Ejecutivo Federal, metáfora adecuada del descomunal reto de este sector.

Un agro quebrado, abandonado por el crédito, sumido mayoritariamente en la pobreza e inmovilidad, presa del corporativismo a l’ancien régime, con su habitual aderezo de clientelismo y despilfarro de recursos públicos en proyectos privados, y con una severa crisis ambiental en puerta, contrasta con la buena fortuna de ese sector de exportadores que han sido beneficiados los últimos 25 años con la apertura comercial y la competencia.

Pero México no es ni de lejos el país de la libertad económica, de los mercados dinámicos y de los agricultores y ganaderos en camino a la prosperidad irresistible. Por segunda ocasión secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, Mayorga Castañeda no cierra los ojos, pero acepta el desafío. Esto es parte de una confesión clara y directa que tuvo con Público en su reciente visita a Guadalajara.

Usted ha tenido una opinión crítica de los asuntos del campo, ¿ahora como secretario lo confirma?

Sí, lo que he estado viendo y he platicado con los Senadores, con compañeros de gabinete y grupos de productores con los que trato es que como país no tenemos articulada una política de alimentación, y al no tener articulada una política de alimentación todo lo que esta atrás de las cadenas productivas que son las cadenas primarias, no sienten que haya un rumbo, se sienten desorientados, a veces con señales encontradas por distintas agencias del gobierno; el reto es cómo ir formulando esta política de alimentación para que desde ahí se parta desde atrás hasta la producción primaria e incluso antes, como puede ser la investigación y el desarrollo en materia genética, por ejemplo, en este tema tan llevado y traído de los transgénicos; pues para mi la respuesta no es si usamos transgénicos o no, tenemos que entrar a esa tecnología, el chiste es que formemos empresas y científicos mexicanos que dominen esa tecnología y la pongan en servicio de los intereses nacionales, y no que abramos el mercado y que otros vengan por él; ese es el punto, y como este hay otros muchos temas ejemplos de que teniendo esta política en el segmento final de alimentación, podemos construir una congruencia en las cadenas productivas.

Desde que usted fue secretario en Jalisco tenía un planteamiento de que el productor rompiera su dependencia del intermediario, ¿por qué en tantos años no se ha podido articular algo?

Porque tenemos inercias muy fuertes, tanto de lado de los productores como del lado de los industriales; o sea, en general el industrial no quiere hacer tratos con el campesino porque dice que ha tenido malas experiencias, que porque no cumplen los compromisos, los tratos o no pagan, y también el campesino ve en el industrial a alguien que va a abusar de ellos porque es una persona más preparada, con capital, con información, que ellos no la tienen, entonces ambos recurren a un intermediario o ambos van con el gobierno y le dicen: “tú gobierno resuélvenos los problemas porque nosotros no somos capaces de entendernos”; hay una inercia cultural, también hay falta de leyes que puedan obligar a las partes a cumplir los contratos: generalmente si una organización de campesinos no cumple con sus compromisos no pasa nada, porque son pobres, son del sector social, no les puedes exigir y mejor ahí muere, entonces eso va acabando la posibilidad de esos tratos directos; está el tema fiscal que ya lo hemos comentado alguna vez, si el campesino vive en la informalidad, no está dado de alta, no da facturas, pues el industrial no le puede comprar, porque el industrial tiene que comprobar sus compras y necesita una factura fiscal; además, muchas organizaciones de productores tiene más bien una finalidad política, o una finalidad de conseguir apoyos del gobierno, que la de realmente generar empresas con todas las de la ley, bien constituidas, bien organizadas, al corriente en sus impuestos, transparente en sus cuentas. Es todo esto lo que impide esta comunicación equitativa y transparente de las partes.

El anterior secretario quedó muy marcado por el enfrentamiento con organizaciones de tipo político, ¿esto cambia las condiciones para usted?

Las reglas siguen siendo las mismas, aquí se está en una disposición personal a dialogar con las organizaciones de los diferentes colores y matices que hay; algunas radicales y otras más conciliadoras, y también con los señores gobernadores, porque hoy asumen un papel cada vez más importante, también le meten recursos y obviamente al meterle recurso quieres establecer ciertas condiciones en el ejercicio de los recursos, a veces son posiciones discrepantes las que tiene la secretaría a nivel federal y las que tienen algunos gobiernos estatales, y todo esto se resuelve a través del dialogo, del convencimiento, no creo que se pueda ir muy lejos con el enfrentamiento.

¿Entonces, el rompimiento de esa mediación entre productor y gobierno no es un hecho?

No, creo que todavía las organizaciones juegan un papel muy importante […] y no es deseable que lo pierdan. El campesino en lo individual tiene muchas desventajas en un mundo altamente competitivo, globalizado, de concentración muy grande del poder económico en unas pocas manos; yo creo que lo que tenemos que buscar son organizaciones que tengan sustentabilidad económica, para que después tengan sustentabilidad política. Es como una empresa grande, fuerte, sólida, que tiene peso político, y no porque lo busque, sino porque da empleos, paga impuestos, porque sus proyectos tiene una repercusión en la comunidad; así me imagino yo una sana participación política de organizaciones económicamente viables, pues si nada mas nos quedamos en la pura participación electoral, o en la presión a los gobiernos para obtener recursos, entonces sí hablamos de organizaciones que no son verdaderamente representativas de los intereses del productor.

En ese sentido, sí es importante desmontar el viejo sistema que era eminentemente político y electoral…

A eso me refiero, y bueno, si hay gente que le guste la parte política y que quiera participar en política, qué bueno, siempre y cuando tengan el respaldo de organizaciones económicamente sólidas, ¿o usted cree que Lala no tenga un peso político cuando es el principal productor de leche en nuestro país?; claro que sí lo tiene, ¿no cree que el director de Lala o el presidente del consejo de Lala tenga acceso directo con el señor presidente de la república, con un diputado, con un senador, con un gobernador, o que sus opiniones pesen? Claro que pesan. La otra forma es tomar la calle o hacer un plantón y también ser escuchado, pero a la larga una cosa es más sostenible y sana para el país que la otra.

Una de las críticas que más se dirigen a la Sagarpa es que el diseño económico está beneficiando fuertemente a una minoría del campo, los exportadores, pero hay un desplazamiento, hay un deterioro de vida de la gran mayoría de lo campesinos…

Sí, es correcto, esta es una de las grandes fallas del modelo, por eso se tiene que atender a esta enorme población de productores que están entre la autosuficiencia y una participación muy marginal en el mercado; y tenemos también que construir organizaciones, y volvemos a lo mismo, ese pequeño productor individual tiene una viabilidad bajísima, está aislado, en cambio si se organiza y se une puede tener una gran fuerza, y el ejemplo está en el grandes cooperativas de otros países que son capaces de contener o de equilibrar el poderío de las trasnacionales o de las grandes empresas locales.

Y cosas muy propias de México, como el ejido o la comunidad indígena, ¿no son la oportunidad de caminar en este sentido?

Yo creo que sí pero nos hemos quedado atrás en adecuar este tipo de figuras muy propias de nuestra cultura a una realidad global como la que vivimos hoy; por ejemplo, el ejido qué es, una forma de tenencia o una forma de organización; yo creo que se quedó como una forma de tenencia y no como un grupo organizado que prácticamente ya no existe […] las comunidades indígenas también pueden poseer en común las tierras, pero de ahí a que actúen como una unidad económica compacta, pues se está lejísimos.

Y que además tienen una visión del mundo muy alejada de la lógica del mercado.

Así es, entonces la idea no es desaparecerlas, ni eliminarlas, al contrario, es ver cómo las llevamos, cómo las acompañamos sin perder sus raíces culturales para que se inserten en ese mercado que ya está por todos lados; ese es el reto, cuando una organización sólo gestiona apoyos o consigue votos, o nada más presiona al gobierno, está dejando en la pobreza a sus representados.

Perpetuando un modelo de miseria…

Exacto, dejando en la miseria a sus representados, porque los hace dependientes de un tercero, que es líder, que es el que entrega o el que dona, pero no son capaces de crear su propio desarrollo, un apoyo del gobierno sí, pero a la larga que un día se desteten o se hagan independientes.

Y así tenemos muchos siglos, desde la colonia y sus políticas paternalistas.

Exactamente, por eso digo que hay muchas inercias que desde la secretaría no puede uno aspirar a cambiar.

Considerando la realidad que le toca enfrentar a usted como secretario, ¿que sería para usted en estos tres años un logro como para decir que valió la pena estar al frente de la Sagarpa, siendo realistas ante este clima político tan adverso?

Si pudiéramos primero compartir con otros actores de la sociedad mexicana, el Congreso, los gobernadores, los empresarios, las organizaciones de productores, los medios de comunicación, los intelectuales, una visión donde partimos de las necesidades no nada más del campo hacia el mercado, yo creo que ya seria una parte muy satisfactoria para mi; también si podemos ir derivando los presupuestos de bienes privados hacia bienes públicos, por lo menos de 25 a 30 por ciento, sería también otro avance; también el tema de cómo formalizar a los productores primarios, sobre todo pequeños, para que puedan vincularse a las cadenas de valor sin intermediarios políticos ni económicos, pues sería otro paso importante.

¿Esto indicaría que la reforma del 27 constitucional en 1992, que buscaba modernizar el sector, se quedó mocha?

Sí, se quedó mocha, creo que fue un gran logro parar el reparto agrario, fue un gran logro darle al campesino un certificado de derechos agrarios que ya no era sujeto a los caprichos o a las políticas internas de los ejidos, pero no hemos llegado a la culminación que es la propiedad plena de un pedazo de tierra.

Ayuntamiento de Autlán declina polémica con UdeG


Predio urbano o rústico, el eje del verdadero valor de Las Anonas. Espera que casa de estudios cumpla condiciones para hacer desarrollo


Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO

Los regidores del Ayuntamiento de Autlán decidieron no pronunciarse en torno a las declaraciones recientes del rector del Centro Universitario de la Costa Sur (CUCSur), Enrique Solórzano Carrillo, respecto a la polémica del predio Las Anonas y la falta de pago de servicios de agua por la casa de estudios, hasta por seis millones de pesos.

“No va a alimentarse la polémica, se espera en todo caso de que una vez que se aprobó el cambio de uso de suelo en ese terreno por parte del ayuntamiento, la Universidad cumpla su parte y pague sus deudas, además de que aporte para la introducción del agua potable en su nuevo módulo a construir, como se le ha condicionado claramente”, expresaron los ediles en un mensaje que hicieron llegar a Público.

Parte de la controversia deriva de que se pagaron 28 millones de pesos por ese terreno de 6.2 hectáreas, lo que a juicio de muchos ediles, es un evidente sobreprecio por tratarse de predio rústico. Sin embargo, tanto el rector Solórzano Carrillo como los propietarios originales de la tierra, la familia Godoy Pelayo, aseguran que es un viejo rancho que fue alcanzado por la mancha urbana y su valor comercial justifica la erogación (ver edición del 23 de octubre de 2009).

Los críticos de la compra insisten en el argumento contrario: no está en zona urbana. La avenida con camellón es en realidad “un ensanche que se hizo hace unos años en un camino maderero proveniente de la sierra de Cacoma, lo cual no es una urbanización. El predio se encuentra entre Autlán y una ranchería llamada Ayutita. Este sitio carece de valor para la siembra porque carece de agua y además es un suelo muy pobre”, responde Juan, lector de este diario, en correo electrónico enviado al reportero.

“No es verdad que está a cuatro minutos del centro universitario. De hecho, entre el centro de Autlán y el predio en cuestión, existe un estrangulamiento vial en la zona de Los Arquitos, el cual es difícil de solucionar ya que se trata de un barrio antiguo de alta densidad y vialidades angostas. Uno de los argumentos esgrimidos por el ayuntamiento era que al construirse el CUCSur III, se generaría en consecuencia un polo de desarrollo urbano difícil de manejar. El rector nunca ha planteado una solución a este problema”, añade.

El precio por metro cuadrado en la zona de Autlán, con todos los servicios (agua, luz, drenaje, alumbrado público) oscila entre 300 y 1,500 pesos. El aspecto esencial de la disputa tiene que ver entonces con la clasificación del predio.

Respecto al agua, en su Plan Municipal de Desarrollo 2007-2009, el ayuntamiento reconoce dificultades para abastecer del servicio de agua en las zonas del poniente de la ciudad por su mayor altura respecto a los pozos. Sin embargo, la UdeG y el antiguo propietario señalan que cerca de Las Anonas pasa la línea de la única fuente de abastecimiento superficial de la ciudad, e insisten en que será un desarrollo con bajo consumo de agua (equivalente a 16 casas, según el rector).

Así nace la controvertida tercera etapa del centro universitario más dinámico de cuantos posee la UdeG fuera de la zona metropolitana.