Se trata de un documento gestionado inicialmente por la sociedad civil para el rescate ambiental de Los Altos.
Agustín del Castillo / Guadalajara. MILENIO JALISCO.
Los ayuntamientos de Valle de Guadalupe, Villa Hidalgo, Unión de San Antonio, San Julián, Lagos de Moreno, Jalostotitlán, Encarnación de Díaz, Ojuelos, San Diego de Alejandría, San Juan de los Lagos, San Miguel el Alto y Teocaltiche, pertenecientes a la cuenca del río Lagos, principal tributario del río Verde en Los Altos de Jalisco, aprobaron en el año 2010 la habilitación del plan estratégico para la recuperación ambiental, que se realizó en 2009 por personal del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) bajo la gestión de la asociación civil Consejo Regional para el Desarrollo Sustentable (Conredes).
Sin embargo, los gobiernos emanados del proceso electoral 2012, y posteriormente del proceso 2015, ignoraron el planteamiento, no obstante que al tratarse de aprobaciones de punto de acuerdo emanadas de los cabildos legalmente constituidos, lo que mantiene vigente la legalidad del proceso, de acuerdo a la opinión del presidente de Conredes, Juan Guillermo Márquez Gutiérrez.
¿Cuál es el objetivo del plan? Hay siete planteamientos:
Uno, fomentar la organización social con integrantes de los tres niveles de gobierno: federal, estatal y municipal, representantes de usuarios del agua y de la sociedad civil organizada. Dos, "ordenar los diversos usos del agua: se analiza y discute, cómo conciliar la oferta de agua disponible con la demanda existente y qué hacer para prevenir y controlar la contaminación de las corrientes y cuerpos de agua". Tres, el saneamiento de las cuencas, barrancas y cuerpos receptores de agua, y prevenir su contaminación porque "atenta contra la vida, degrada el ambiente y afecta a las generaciones actuales y futuras, por ello contribuir a su limpieza y conservación".
Cuatro, "promover y propiciar el reconocimiento del valor económico, ambiental y social del agua", pues "por la escasez relativa y contaminación existentes, es imprescindible alentar el reconocimiento del valor del agua, como bien económico de uso público y benéfico, al mismo tiempo que se difunde el valor e impacto social y ambiental de sus usos y aprovechamientos". Cinco, "conservar y preservar el agua y los suelos de las cuencas; la sustentabilidad del desarrollo, exige cuidar los recursos naturales y especialmente el agua, para que en el futuro las próximas generaciones puedan continuar disfrutando de ella".
Seis, "implementar plan de restauración integral de la cuenca", en el cual se debe "incluir, además del aspecto hidrológico, el forestal, de manejo de residuos o deshechos, análisis y mejoramiento de las actividades productivas, salud, educación", es decir, los componentes del verdadero desarrollo, que es social, económico y cultural (con sus vertientes espiritual y ética) sobre las bases ambientales, es decir, el manejo del territorio para mantener sus ciclos esenciales. Finalmente, siete, "la búsqueda de soluciones con apoyo tecnológico y gubernamental, con una mesa donde afectados y beneficiados, pueden diseñar y consensuar soluciones y no esperar a que sean impuestas".
Conredes planteará la actualización del extenso documento, que demuestra "que desde la sociedad se han dado propuestas de solución", y no solamente se busca impedir la exportación de sus aguas y demás bienes naturales de la meseta.
SRN
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