lunes, 31 de enero de 2011

Modernizan red de monitoreo atmosférico

Está creciendo la cobertura a partículas suspendidas de 2.5 micras y hacia ciudades medias. Ya hay nueve estaciones en la zona conurbada; la más reciente publicará sus datos en semanas; hay dos más que deben instalarse en Zapopan y Tlajomulco a más tardar en 2012, para llegar a once


Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO


En 2012 se prevé completar el proceso de modernización de la red de monitoreo atmosférico de la zona conurbada de Guadalajara: para entonces, se espera contar con once estaciones fijas que cubran la ciudad, todo el equipo con tecnología de punta, la estación móvil con monitoreos constantes en otras ciudad e infraestructura para medir otros contaminantes en zonas conflictivas como la cuenca de El Ahogado o en zonas impactadas por obras públicas temporales o cambio de infraestructura vial.

David Parra Romero, director de ese sistema dependiente de la Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable (Semades), explica que habiéndose inaugurado la estación número nueve hace seis meses, en El Salto, se buscan dos más para completar la red, además de fuertes cambios en toda la tecnología.

“Serían dos estaciones más; se habían tenido ocho estaciones históricamente, en esta Administración se planteó un proyecto de ampliación, debido al incremento poblacional, sobre todo en zonas como Tlajomulco, El Salto y la zona de Zapopan hacia Tesistán; además, la red no había tenido un mantenimiento de fondo, se había venido haciendo el trabajo con los mismos equipos, con los mismos sensores meteorológicos, y sin un adecuado programa de calibración […] intentamos hacer un programa diferente para llegar a una certificación, lógicamente para eso nos piden tener esos esquemas; una auditoría que nos hizo el Instituto Nacional de Ecología derivó en observaciones en el sentido de renovar el sistema de adquisición de datos, y la parte de los sensores…”.

Por medio del ramo 16 del Presupuesto de Egresos de la Federación, ya se bajaron recursos para renovar el sistema de adquisición de datos; “este sistema anduvo por 1.5 millones de pesos; genera un servidor central donde se colecta toda la información de cada una de las estaciones y se hace un proceso más adecuado y actualizado de validación; es decir, todo los datos erróneos se eliminan, se les da un procesamiento, se les pone candados, y se distribuyen a través de la página de Internet. Este sistema también genera reportes, tiene posibilidades a futuro de contar con un pronóstico con base en la operación que se va generando, y además adquirimos cuatro analizadores de óxidos de nitrógeno, y los sensores meteorológicos para velocidad, dirección de viento, humedad relativa y temperatura, para las ocho estaciones”.

Otras adquisiciones recientes son las tarjetas micro procesadoras, “es como cambiarle el chip a cada uno de los analizadores, y nos sirven para mejorar la comunicación y tener un respaldo de la información cada cierto tiempo, en caso de que hubiera una falla en la energía”. También hubo la capacidad de adquirir un analizador de partículas suspendidas, y dos analizadores portátiles, uno de ácido sulfhídrico y otro de metano, “estos dos analizadores van a servir para hacer estudios por ejemplo en la zona del río Santiago”.

Estas adquisiciones están ahora en proceso de instalación, y por eso, la Semades ha notificado a la opinión pública que los datos de las estaciones serán intermitentes durante otras dos semanas.

De las dos estaciones a instalar, una se ubica en Zapopan, sobre la carretera a Tesistán casi frente al ingreso al hospital Ángel Leaño, y la otra tiene dos posibilidades, una en la cabecera de Tlajomulco, la otra en Santa Cruz del Valle. “Estos sitios se definieron por medio de un estudio con el Instituto Nacional de Ecología”. Para ubicar las estaciones debe haber una colaboración con el ayuntamiento; en principio deben hacer ellos una adecuación de la obra civil y posteriormente firmar un convenio con nosotros para definir aportaciones que sirven para coparticipar en el gasto corriente”. La más reciente estación instalada, en El Salto, significó una inversión de 3.5 millones de pesos.

La nueva estación aún no ofrece resultados públicos, porque pasó por un periodo de pruebas; cuando terminen de instalarse los nuevos analizadores, explica Parra Romero, se ofrecerán los datos de contaminantes-criterio de la estación de El Salto en la página de Internet.

Otro aspecto que ha demandado nuevas inversiones es la obligatoriedad de analizar partículas suspendidas de 2.5 micras, como ya se plantea en las normas oficiales de la Secretaría de Salud. Al momento, se tiene la posibilidad en sólo dos de las nueve estaciones: Centro y Miravalle.

“En la segunda etapa de la renovación de la red se está considerando la adquisición de los analizadores para las estaciones que hacen falta; los analizadores de partículas que miden el pm 2.5, son los más costosos; en promedio cuestan 600 mil pesos”.

En el caso de la estación móvil, el plan es mantener una cobertura no sólo metropolitana, sino que abarque ciudades medias del estado. La estación móvil costó casi cuatro millones de pesos.

Contaminantes difíciles de medir

Los contaminantes criterio han sido determinados en las normas oficiales tras un proceso de investigación científica que demuestra que son los que más impactan en la atmósfera de las ciudades. Sin embargo, estos estudios avanzan y siguen marcando nuevos derroteros. De allí salió la necesidad de incorporar la medición de PM 2.5, y en caso específicos, como la cuenca de El Ahogado, se determina medir puntualmente el metano y el ácido sulfhídrico.

“En materia de contaminación existen, de acuerdo a los efectos a la salud, tres tipos de contaminantes: los primeros son los contaminantes criterio, para eso existe la norma y son los que normalmente medimos en la red; los segundos son los gases de efecto invernadero, que son los que tienen que ver con el cambio climático, y un tercer grupo son los contaminantes tóxicos, donde se agrupan compuestos generados principalmente por la industria, y en algunos casos los vehículos: benceno, tolueno […] este número de contaminantes, hablamos de más de 100, es muy complicado monitorearlos permanentemente; sin embargo, la opción es generar campañas de medición para darse una idea de cuales son los niveles; atendiendo esta necesidad, el año pasado en colaboración con el INE a través del Centro de Investigación y Capacitación Ambiental llevamos a cabo en junio una campaña en la cual durante un mes se estuvieron instalando equipos en tres puntos de la zona metropolitana: Centro, Miravalle, y como referencia, el campus principal de la Universidad Autónoma de Guadalajara; esta campaña finalizó y apenas hace un par de semanas se esta recibiendo el informe final, que tenemos en revisión”.

Adelanta que “está muy claro que en cualquier zona urbana donde haya procesos industriales como las metalúrgicas, las cementeras y demás, es de esperar que algunos compuestos se encuentren presentes, pero lo importante es ver en qué concentración para definir formas de prevenir y evitar que lleguen a la zona de respiración de las personas”.

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QUÉ ES UNA ESTACIÓN DE MONITOREO Y CÓMO FUNCIONA

Una estación de monitoreo atmosférico es una caseta que está equipada con analizadores de gases y sensores metereológicos. La estación se ubica generalmente en edificios públicos donde se tiene acceso permanente, en una altura promedio de dos a cuatro metros.
Una estación de monitoreo atmosférico es una caseta que está equipada con analizadores de gases y sensores metereológicos. La estación se ubica generalmente en edificios públicos donde se tiene acceso permanente, en una altura promedio de dos a cuatro metros.
En la estación se miden gases como el monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, bióxido de azufre, las partículas suspendidas de diez micras [PM10], de 2.5 micras [PM 2.5] y el ozono, que son los contaminantes criterio, para los que existe un límite máximo permisible en las normas oficiales. La chimenea de la izquierda es el tubo por medio del cual se succionan los gases que se analizarán en la instalación (la pequeña torre al lado tiene los sensores meteorológicos), donde también se miden variables como temperatura, presión, la humedad, dirección y velocidad del viento, “y esto nos sirve para determinar cómo se encuentran las concentraciones en el ámbito alrededor de la estación y dentro de su zona de influencia, y cómo la meteorología influye en la dispersión de los contaminantes”.
En la estación se miden gases como el monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, bióxido de azufre, las partículas suspendidas de diez micras [PM10], de 2.5 micras [PM 2.5] y el ozono, que son los contaminantes criterio, para los que existe un límite máximo permisible en las normas oficiales. La chimenea de la izquierda es el tubo por medio del cual se succionan los gases que se analizarán en la instalación (la pequeña torre al lado tiene los sensores meteorológicos), donde también se miden variables como temperatura, presión, la humedad, dirección y velocidad del viento, “y esto nos sirve para determinar cómo se encuentran las concentraciones en el ámbito alrededor de la estación y dentro de su zona de influencia, y cómo la meteorología influye en la dispersión de los contaminantes”.
La toma de aire entrega la muestra a los analizadores de gases y estos miden por diferentes métodos la concentración del aire; luego se pasa a una computadora donde se captura la información y se trasmite vía Internet al centro de control, donde esta información es procesada y se convierte de concentraciones a imeca [índice metropolitano de la calidad del aire], que es la escala homologada en todo el país. Cada minuto se emite una toma, “y ese dato de minuto a minuto se promedia. Según el contaminante, es el dato horario que se trasmite. Por ejemplo, en el caso del ozono [O3], el dato que se publica es el promedio horario;  en el caso de las partículas suspendidas, el dato que se publica es el promedio de las últimas 24 horas” lo que viene establecido en las normas oficiales mexicanas 020, 021, 022, 023, 025 y 026, todas con el sufijo SSA1-1993.
La toma de aire entrega la muestra a los analizadores de gases y estos miden por diferentes métodos la concentración del aire; luego se pasa a una computadora donde se captura la información y se trasmite vía Internet al centro de control, donde esta información es procesada y se convierte de concentraciones a imeca [índice metropolitano de la calidad del aire], que es la escala homologada en todo el país. Cada minuto se emite una toma, “y ese dato de minuto a minuto se promedia. Según el contaminante, es el dato horario que se trasmite. Por ejemplo, en el caso del ozono [O3], el dato que se publica es el promedio horario; en el caso de las partículas suspendidas, el dato que se publica es el promedio de las últimas 24 horas” lo que viene establecido en las normas oficiales mexicanas 020, 021, 022, 023, 025 y 026, todas con el sufijo SSA1-1993.
Las pantallas enclavadas en cruceros viales importantes reflejan el dato más elevado convertido a imeca de la última hora, el llamado “contaminante líder”, y su clasificación en términos de la calidad respirable de la atmósfera, lo que determina la política de contingencia a seguir.
Las pantallas enclavadas en cruceros viales importantes reflejan el dato más elevado convertido a imeca de la última hora, el llamado “contaminante líder”, y su clasificación en términos de la calidad respirable de la atmósfera, lo que determina la política de contingencia a seguir.

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